ITALIA - 25 de junio de 2018
Un nuevo gobierno al servicio del establishment italiano, hijo de las políticas del Partido Demócrata y su alianza con la CGIL
En las elecciones de marzo pasado, el Movimiento 5 Estrellas (M5S), un partido que se dice antisistema y anti-establishment de la Unión Europea, fundado por un cómico y un empresario de comunicación, y la Liga Norte, una formación xenófoba inspirada en el Frente Nacional francés, son las que sacaron más votos y competían por presidir el Gobierno de la tercera economía de la zona euro. Matteo Renzi, del Partido Democrático (PD), y Silvio Berlusconi, Forza Italia, sacaron muy pocos votos y según la prensa “fueron humillados”.
Después de casi tres meses de las elecciones, formaron gobierno y nombraron como Primer Ministro a Giuseppe Conte, propuesto por Movimiento 5 Estrellas (M5S) y Liga Norte. Aunque será la cara visible, serán Luigi Di Maio (M5S) y Matteo Salvini (Liga Norte) quienes le dirán de ahora en adelante cómo hacerlo. Ambos líderes, que juraron el cargo junto a los otros 16 ministros, se han reservado las vicepresidencias del Ejecutivo y dos carteras fundamentales Interior, para el líder de la Liga, y Trabajo y Desarrollo Económico, para Di Maio que, con 31 años, asume dos áreas y será el encargado de los subsidios.
Salvini ni bien asumió estrenó su cargo con dos anuncios: un “bonito recorte a los 5.000 millones que Italia destina a la acogida de inmigrantes” y la negativa a dejar entrar a más de 600 migrantes que fueron rescatados por la ONG Médicos sin fronteras. Su política es la de una disposición que permita la agilización de las expulsiones migrantes irregulares y el endurecimiento de las penas. “Devolverlos a su casa será nuestra prioridad”, dijo.
La llegada al gobierno de estos dos partidos es producto del PD de Romano Prodi, Renzi y Gentiloni, que actuó como garantía de gobernabilidad del establishment junto con Berslusconi y aplicó una reforma laboral que liquidó grandes conquistas obreras, contando todo el tiempo con el apoyo incondicional de la burocracia sindical traidora de la CGIL.
Italia es el país con la cuarta mayor deuda pública del mundo (2,3 billones de euros) y el segundo de la Unión Europea después de Grecia. Pero también Italia tiene un PIB (Producto Interior Bruto) de US$ 1,85 billones.
Italia, con una clase media arruinada tiene la tragedia que padece todavía del PC que se llama hoy Partido Democrático, que es el sostén “democrático” del régimen y hoy está hecho pedazos, ellos fueron gobierno también, vienen del viejo “eurocomunismo” y ahora tienen el 5 o 6% de los votos. La CGIL ató la suerte del movimiento obrero al Partido Democrático, es decir, apostó todo al PD y su política de “austeridad” que fue un mayor ataque a la clase obrera y que pauperizó aún más a la clase media ni hablar que le sacaron todo a la clase media. Ese fue el Partido Democrático, el viejo Partido Comunista. Es así entonces como la CGIL y el PD rompieron la alianza obrera y popular.
Al igual que en EEUU el Partido Demócrata de Obama, fue el que reventó a la clase obrera, atacó todas las conquistas y despojó a las clases medias. Lo mismo sucedió en Italia, ahora el péndulo se fue a la derecha, la mayoría de las clases medias salieron del PD y se fueron con Giuseppe Conte y con los “euroescépticos” diciendo “nosotros no somos Grecia, somos Italia, la tercera potencia europea, nos vamos de aquí”. O sea, que sigue el peligro de un “Brexit” o también un intento de Italia de negociar in extremis su pago de deuda con Alemania y Francia.
Estos dos frentes del PD (Partido Democrático) de Renzi y del Movimiento 5 Estrellas y la Liga Norte, tienen en realidad profundos acuerdos. El primero es que la clase obrera pague la crisis y el segundo es que, a los bancos, en primer lugar, a los italianos, se les pague euro por euro toda la deuda.
DEMOCRACIA OBRERA ESTADO ESPAÑOL
|