Reproducimos una polémica del año 2006 contra las posiciones de los renegados del trotskismo que abiertamente defienden la existencia del estado de Israel y el plan contrarrevolucionario del imperialismo y el sionismo de “dos estados”
Palestina - Julio 2006
Los renegados del trotskismo frente a la cuestión palestina
La izquierda de la “hoja de ruta”
del imperialismo y el sionismo
Ante la nueva ofensiva genocida del ejército sionista contra la clase obrera y el pueblo palestino, la mayoría de estas corrientes de los renegados del trotskismo se muestran ya abiertamente defensoras de la existencia del estado sionista, y del plan de “dos estados”.
Son, sin lugar a duda, la “izquierda” de la “Hoja de Ruta” con la que Bush, Chirac, el imperialismo alemán, Putin, el Estado sionista y las burguesías árabes cipayas intentan consolidar históricamente la ocupación y partición de Palestina, encerrando a su pueblo en verdaderos ghettos y campos de concentración, rodeados por el ejército sionista, y con la propia burguesía palestina y su policía haciendo de guardiacárcel, todo esto cínicamente llamado “Estado Palestino”.
La LCR y Lutte Ouvrière en Francia: sirvientes de los intereses de la burguesía de la V república imperialista en Medio Oriente
Los pablistas de la Liga Comunista Revolucionaria (LCR) de Francia han sido, sin duda, una de las corrientes que más lejos han ido en su pase al campo de la defensa del orden burgués, y en transformarse en sirviente de la burguesía imperialista francesa.
Así, frente a la ofensiva masacradora del ejército de Olmert y Bush, esta corriente plantea que la posibilidad “para los palestinos de autodeterminarse accediendo a un estado viable y soberano, tal como lo han definido hasta el presente todas las resoluciones de la ONU (..), son las únicas condiciones de las que podría nacer una paz durable entre los dos pueblos que viven sobre la misma tierra que Olmert y sus iguales se esfuerzan metódicamente en destruir: la evacuación total de los territorios conquistados en 1967, la destrucción del nuevo Muro de la vergüenza, el reconocimiento de un Estado sobre el conjunto de Cisjordania y de Gaza con Jerusalén Este como capital, la liberación de todos los prisioneros palestinos y el derecho al retorno de los refugiados. (…) Los palestinos, y a su lado, las fuerzas anticolonialistas de Israel, cuentan decididamente con nuestra solidaridad” (Rouge Nº 2166).
La posición de la LCR, entonces, es que se aplique hasta el final, la “Hoja de ruta” imperialista y sionista. No es de extrañar esta posición, ni es nueva. En 2002, ya vimos a su dirigente Alain Krivine –entonces “eurodiputado”- viajando a Palestina como parte de una delegación de la cueva de bandidos imperialistas del Parlamento Europeo, a decirles a las heroicas masas palestinas que se rindieran y aceptaran el plan de “dos estados”. Luego, Krivine levantó la mano en ese “Parlamento” imperialista, votando a favor del nefasto y contrarrevolucionario plan de la “Hoja de Ruta”, como fiel servidor de la burguesía imperialista francesa, impulsora del mismo.
No menos sirviente de la V República y sus intereses –cuyos sus socios menores en Medio Oriente son Abu Mazen y Al Fatah, y la burguesía iraní del Bazar-, es la posición de Lutte Ouvrière, que defiende “el derecho de todos” –es decir, tanto del pueblo palestino como del supuesto “pueblo judío”- a la “existencia y a tener su propio estado”, más allá de que intente cubrir esta posición socialimperialista con una pátina más “socialista”, afirmando que “en un sistema dominado por el imperialismo basado sobre la opresión y que suscita conflictos y guerras, hará falta una conmoción social para hacerlo posible” (LO Nº 1979, 7/07/06)
Partido Obrero de Argentina: “orgulloso” sirviente del sionismo
Si hay una corriente liquidadora del trotskismo que es abiertamente sirviente del sionismo, ese es el PO de Argentina. Esta corriente no sólo se niega a luchar por la destrucción del Estado sionista-fascista de Israel, sino que, entre otras cosas, tiene el triste “mérito” de haber marchado del brazo del Embajador sionista en Argentina luego del atentado de la AMIA en 1994.
Frente a la nueva ofensiva sionista contra los trabajadores y el pueblo palestino, asistimos a un nuevo récord del altamirismo. El lunes 3 de julio, esta corriente realizó en Buenos Aires una movilización a la Embajada de Israel para repudiar "la escalada criminal y el cerco alimentario y sanitario del ejército sionista sobre el pueblo palestino" y entregarle al embajador sionista una carta solicitándole “El cese inmediato de la escalada militar contra la franja de Gaza, así como del cerco alimentario y sanitario; el derecho al retorno incondicional de los refugiados palestinos; Por la libertad de todos los presos políticos palestinos”, es decir, palabras más, palabras menos, el mismo reclamo que hace la llamada “izquierda” sionista.
Sin duda, lo más escandaloso fue el discurso de Altamira frente a la embajada, donde reclamó “que las tropas sionistas se vayan de los territorios ocupados y que cesen de matar gente”, es decir, que se retiren sólo de Gaza y Cisjordania... ¡cuando toda Palestina es “territorio ocupado” por el estado sionista-fascista de Israel! Por eso no sorprende que Altamira haya cerrado el acto planteando: “El Partido Obrero realiza este acto, pero hay un lugar del mundo que se ha anticipado a nosotros mismos en la movilización por el pueblo palestino, y me refiero a la movilización de la izquierda combativa judía en el propio Estado de Israel, que ha salido a la calle a reclamar que vuelvan las tropas, que salgan de Gaza y Cisjordania. La izquierda judía va más lejos aún: reclama a su gobierno genocida que acepte la negociación de liberar al soldado secuestrado por los prisioneros palestinos que están en las cárceles sionistas. En una encuesta del diario derechista Jerusalem Post, el 80% de los encuestados pidió que el gobierno sionista negocie la libertad del soldado secuestrado por los prisioneros políticos que están en las cárceles del sionismo. Esta movilización conmueve. Hay que darle un contenido internacional, un apoyo internacional….” (Prensa Obrera Nº 953, 6/07/07).
Para Altamira y el PO, el ejemplo no son las heroicas masas palestinas que hace más de medio siglo no cesan su lucha contra el ocupante sionista y por destruir a ese estado ficticio, gendarme del imperialismo, que el PO defiende. No: para PO, el “ejemplo” es la “izquierda judía”... es decir, los sionistas más cínicos, los que defienden a muerte la existencia de su estado, pero que están de acuerdo en negociar con los palestinos y permitirles hacinarse en algunos pedazos de terreno árido para que allí hagan su “estado palestino”. Precisamente de las filas de esta “izquierda judía” que tanto emociona a Altamira, proviene el antiguo jefe del laborismo, Peretz que hoy, como ministro de defensa del gobierno de Olmert, está comandando el ataque genocida contra el pueblo palestino.
La LIT-CI abandona la lucha por la destrucción del Estado sionista-fascista de Israel
En el año 2000, la Liga Internacional de los Trabajadores (LIT-CI), frente al inicio de la revolución palestina, tuvo el mérito de levantar una clara posición de lucha por la destrucción del Estado sionista-fascista de Israel y por un Estado Palestino laico, democrático y no racista, es decir, la posición que históricamente había sostenido la corriente de Nahuel Moreno. Era un mérito, puesto que se ubicaba claramente en la trinchera del pueblo palestino, más allá del límite cierto que significaba el que levantaran ese correcto programa democrático revolucionario en forma separada de la lucha por los consejos obreros, por las milicias obreras y campesinas, y por un gobierno obrero y campesino de las masas palestinas autoorganizadas y armadas, que es el único que puede garantizarlo.
Pero desde entonces, mucha agua ha pasado bajo el puente, y sobre todo, el salto cualitativo que significó el pasaje de los renegados del trotskismo –entre ellos, de la LIT- al campo de la reforma, y su integración al Foro Social Mundial bajo la batuta de Celia Hart Santamaría y la burocracia castrista restauracionista que hoy una vez más, por boca de Fidel Castro, pide que se “cumplan las resoluciones de la ONU” en Palestina, es decir, que se aplique la “Hoja de ruta” imperialista.
En este salto cualitativo, hoy la LIT-CI ha abandonado la lucha por la destrucción del estado sionista-fascista de Israel. Así, en la declaración de su Secretariado Internacional del 29/06/06, esta corriente se limita a decir: “...apoyamos a los palestinos y repudiamos esta salvaje agresión israelí. Llamamos a las organizaciones políticas, sindicales y sociales del mundo a exigir unitariamente la inmediata detención de esta agresión israelí”. De esta manera, la LIT demuestra estar despojándose no ya de todo rastro de trotskismo –proceso que hace tiempo completó- sino hasta inclusive de todo rastro de las posiciones que históricamente sostuvo la corriente morenista.
El MST-El Socialista y la UIT-CI, subordinados a la burguesía nacional palestina: la otra cara de la misma moneda de la izquierda de la “hoja de ruta”
Por su parte, el MST-El Socialista de Argentina y la corriente mayoritaria de la UIT-CI, que en febrero habían saludado fervorosamente el triunfo del Hamas en las elecciones para el “parlamento palestino” como un “triunfo de las masas”, hoy, frente a la nueva ofensiva militar sionista, vuelve a mostrar su total subordinación a la burguesía nacional palestina, guardiacárcel de su propio pueblo.
Así, en su declaración del 03/07/06 habla de que “con la primera y la segunda Intifadas, el pueblo palestino obligó a Israel a retroceder por primera vez. El año pasado, los ocupantes abandonaron la Franja de Gaza, aunque controlando sus entradas y salidas y so -metiendo a su población a la más extrema pobreza”, y que este hecho, junto con “el apabullante triunfo, en las elecciones de enero de este año, de Hamas, la organización que surgió con la Intifada y que ha sido la más radical en la lucha contra Israel”, fueron la “la traducción interna del fracaso de todos los planes de paz”. Por el contrario, tanto la retirada por parte del estado sionista de las colonias judías de la Franja de Gaza, como las “elecciones” legislativas -una farsa de “democracia” en la Palestina ocupada y transformada en una colonia esclavizada, para que las masas voten cuál será el guardiacárcel sirviente del sionismo que “gobernará” los campos de concentración en los que están recluidas-, fueron y son parte del plan de la “Hoja de Ruta” y de la instauración de la cínica fantochada de un “estado palestino” conviviendo al lado del estado sionista.
La UIT-CI termina por esta vía apoyando abiertamente a la fracción de la burguesía nacional palestina representada en Hamas, es decir, diciéndoles a las masas palestinas que, de la mano de esa burguesía -que, como explicamos en la declaración que encabeza este Suplemento Especial, ya ha renunciado a la lucha por la destrucción del Estado sionista-fascista de Israel y se postula como nuevo guardiacárcel de su propio pueblo- , podrá enfrentar la actual ofensiva genocida y avanzar hacia la conquista de su objetivo histórico.
Por esa razón, la UIT se limita a plantear que hay que “exigir a los respectivos gobiernos que se pronuncien demandando la inmediata restitución de las autoridades electas del pueblo palestino, el cese de los bombardeos y la retirada del ejército sionista, así como la liberación de los prisioneros palestinos”. De esta manera, aunque por la vía de subordinarse a la burguesía nacional palestina, la UIT llega a la misma posición que los liquidadores del trotskismo que abiertamente reconocen el “derecho a la existencia del estado de Israel”: no levanta la lucha por la destrucción del estado sionista, y deja a las masas palestinas a merced, una vez más, de la burguesía nacional palestina entregadora de su lucha histórica. Así, la UIT no es más que la otra cara de la misma moneda de esta “izquierda “del plan imperialista de la “Hoja de Ruta”.
Las volteretas programáticas del PTS de Argentina no logran ocultar su ruptura con el programa del trotskismo frente a la cuestión palestina
Frente a la actual ofensiva del ejército genocida de Olmert y Bush, el PTS de Argentina, junto a sus grupos satélites en algunos países, ha vuelto a hacer una de sus habituales cabriolas “programáticas”, por las cuales cambia de golpe de posición sin explicar por qué y sin decir que cambia.
En 2000, frente al inicio de la grandiosa revolución palestina, esta corriente había puesto en el eje de su programa la “defensa del derecho de autodeterminación nacional del pueblo palestino”, cuando no se trata de apoyar ningún “derecho” a decidir del pueblo palestino, sino apoyar incondicionalmente su decisión de conquistar su independencia sobre la base de la destrucción del Estado sionista-fascista de Israel y un Estado Palestino Laico, democrático y no racista.
En aquel momento, por la vía de levantar esta política reaccionaria de “derecho a la autodeterminación nacional”, el PTS terminaba reconociendo indirectamente que habría “dos naciones”, una “nación judía” opresora y una nación palestina por ella oprimida que debía “autodeterminarse”. De esta manera, avalaba “por izquierda” el plan contrarrevolucionario de “dos estados” del imperialismo, el sionismo y en aquel momento, Arafat.
Hoy, el PTS saca una declaración en la que abandona su consigna de “defensa del derecho de autodeterminación”–sin explicar por qué lo hace-, y salta de golpe a plantear la “lucha por la destrucción del Estado sionista reaccionario de Israel y el establecimiento de una Palestina obrera y socialista donde puedan convivir en paz árabes y judíos, en la perspectiva de una Federación Socialista de Medio Oriente...” (LVO N° 194, 6/07/06).
Con esta nueva cabriola programática, el PTS vuelve a plantear -¿por cuánto tiempo más?- la “destrucción del Estado sionista reaccionario de Israel”, y le opone una “Palestina socialista”. En el medio, liquida la consigna histórica de pueblo palestino en la larga lucha por su liberación, que es la de la imposición de un Estado Palestino laico, democrático y no racista sobre la base de la destrucción del estado sionista-fascista de Israel, programa que ha sido entregado por la burguesía nacional palestina, como explicamos en la declaración de la FLT que reproducimos en estas páginas.
Este programa, que expresa la lucha por el fin de la ocupación sionista sostenida por el imperialismo, por el derecho del pueblo palestino a vivir libremente en su territorio histórico y a recuperar sus tierras usurpadas, al retorno de todos los palestinos expulsados, etc., es una gran tarea estructural antiimperialista, y en ese sentido, cumple el mismo papel que el programa de lucha por la liberación nacional en cualquier país colonial o semicolonial. Por ello, es una obligación de los trotskistas levantar ese programa, articulándolo al mismo tiempo con las demandas de los trabajadores y las masas explotadas contra la miseria, la desocupación y las penurias inauditas, con las consignas que ataquen la propiedad privada de los monopolios imperialistas, de la burguesía sionista y de la propia burguesía palestina, con el desarrollo de consejos obreros y de milicias obreras y campesinas, y con la lucha por un gobierno obrero y campesino. Es que si las masas se movilizan y luchan por este programa, identificarán cada vez más a ese Estado Palestino laico, democrático y no racista, con la república obrera.
Como parte de un programa democrático-revolucionario, estas consignas juegan un papel transicional, puesto que la burguesía palestina, como clase explotadora y socia menor de las potencias imperialistas, no puede llevarlo adelante: a estas tareas sólo podrá garantizarlas íntegra y efectivamente la clase obrera palestina –acaudillando a las masas explotadas-,con una insurrección triunfante que destruya al estado sionista e imponga un gobierno obrero y campesino de las masas palestinas autoorganizadas y armadas.
Hoy el PTS, hablando de una “Palestina socialista” quiere lavarse la cara de su capitulación escandalosa de 2000... y en el camino se “olvida” nada más ni nada menos que del programa democrático-revolucionario y transicional frente a la cuestión palestina. Por esa vía, mientras hace propaganda de la “Palestina socialista”, le regala el programa histórico del pueblo palestino en su heroica lucha, a la burguesía palestina que ya lo ha abandonado y entregado en sus negociaciones y acuerdos contrarrevolucionarios con el imperialismo y su gendarme sionista.
Ayer “autodeterminación”, hoy “Palestina socialista” en general; mañana, quién sabe... pero jamás el programa del trotskismo. Esa es la marca en el orillo del PTS. La mona, aunque se vista de seda, mona queda.
En su total bancarrota, entonces, los renegados del trotskismo han abandonado el programa revolucionario frente a la cuestión palestina. Las banderas de la lucha histórica de la clase obrera y el pueblo palestino por su liberación nacional quedan definitivamente en manos del proletariado palestino, de Medio Oriente y mundial, y del programa del trotskismo. |