Estado Español - Madrid - 24 de octubre de 2023
Declaración del Organizador Obrero Internacional, vocero de la FLTI y de La Verdad de los Oprimidos, periódico de los socialistas de Siria y Magreb y Medio Oriente
En su polémica contra la posición islamofóbica y socialdemócrata de las corrientes de izquierda que condenan el legítimo derecho a la acción militar de una nación ocupada como Palestina contra el ocupante sionista...
La corriente palestina Al-Yudur tiene razón
En el movimiento estudiantil del Estado Español se acrecienta un sentimiento y predisposición a la lucha junto al pueblo Palestino, y de Gaza en particular, contra el Estado de Israel. Miles de estudiantes ya ganan las calles y llaman a una huelga estudiantil de todo el Estado Español. Una nueva generación estudiantil se pone al frente de la lucha contra el Estado sionista-fascista de Israel. Sus luchas hacen recordar al Santiago de Chile sublevado de estos últimos años contra el régimen pinochetista, donde el movimiento estudiantil jugó un rol central en el combate contra la educación privada.
Esta vez, la lucha por Palestina de centenares de miles de estudiantes en el Estado Español anticipa que la chispa puede encender la pradera de un levantamiento obrero contra el régimen infame de la monarquía y la OTAN, que junto a la UE financian al estado sionista que ocupa la nación palestina.
En la preparación de estas jornadas de lucha en la Universidad Complutense de Madrid, corrientes de izquierda como el PTS (con sus agrupaciones Contracorriente y Pan y Rosas) e Izquierda Revolucionaria - El Militante, abrieron una crisis en el movimiento que pelea en apoyo al pueblo palestino.
La corriente Complu ELAI (Espacio Libre de Apartheid Israelí), la red de solidaridad con los presos palestinos Samidoun (Firmes), la juventud palestina Al-Yudur (Las Raíces) y el movimiento de mujeres palestinas Alkarama (Dignidad) denuncian que cuando se estaba terminando un acto de apoyo a la causa palestina de 300 estudiantes, una minoría dirigida por Contracorriente, Pan y Rosas e Izquierda Revolucionaria - El Militante, se autoproclamaron en asamblea y llamaron a un paro general para el 26 de octubre sin el apoyo de las organizaciones palestinas que encabezan la solidaridad con el pueblo palestino en esta Universidad. Estas últimas llaman a una asamblea este miércoles 25 para decidir los pasos a seguir en su lucha.
De esta forma, con una política ultimatista impuesta por las corrientes de la izquierda, la solidaridad con el pueblo palestino fue fracturada. Esto no puede suceder. Toda política ultimatista que intenta copar “desde arriba” las acciones que buscan hacerse de masas ya en todo el mundo, termina siendo un freno para que estas se desarrollen y se radicalicen.
Afirmamos que, aunque estas corrientes de izquierda tengan diferencias con las organizaciones palestinas que encabezan la solidaridad con su pueblo en esta Universidad, no pueden apropiarse de las organizaciones de lucha y de unidad de acción contra el sionismo para en realidad, imponer su programa, como demostraremos. Y esto, más allá de que tengan todo el derecho del mundo a expresarlo públicamente, como también lo tenemos las corrientes que discrepamos con su posición por considerarla sionista “de izquierda”.
La verdadera discusión sobre la cuestión palestina que subyace tras las maniobras organizativas de la izquierda reformista
A decir verdad, este estallido de la unidad de acción no es más que la expresión de una posición programática que levanta el PTS, como lo intentan hacer distintas corrientes stalinistas de la izquierda europea y mundial, a propósito de condenar la acción de Hamas y darle condolencias a los muertos “civiles” del 7 de octubre.
Como venimos planteando desde nuestro periódico “La Verdad de los Oprimidos”, no estamos dispuestos a hacerle llegar ninguna condolencia a colonos sionistas fascistas armados hasta los dientes que ocupan la nación palestina. Ni mucho menos llamamos a condenar la autodefensa militar del pueblo palestino y sus organizaciones, que se defienden contra un genocidio que ya lleva 75 años.
Y esto lo decimos más allá de las diferencias políticas y militares que tengamos con estas organizaciones. Cuestión que debatimos, pero desde la trinchera de la nación palestina en guerra y en un frente de unidad de acción militar contra el sionismo con las organizaciones que la defienden.
Este debate fue el que estaba subyacente en la crisis abierta en el movimiento estudiantil de solidaridad con el pueblo palestino en la Universidad Complutense de Madrid.
La agrupación estudiantil Contracorriente y Pan y Rosas, y sus aliados de Izquierda Revolucionaria - El Militante, con su política divisionista de condenar el legítimo derecho de Hamas a enfrentar a las fuerzas de ocupación de su nación, ni siquiera se han parado a pensar que no es lo mismo una huelga estudiantil realizada e impulsada por las organizaciones de lucha de los estudiantes palestinos a la cabeza, que sin ellas. Es que no se trata solamente de preparar una huelga del movimiento estudiantil, sino que, apoyado en ella, el estudiantado pueda actuar como chispa que encienda la pradera y vaya a buscar a la clase obrera del Estado Español para conquistar una huelga general para enfrentar a la monarquía de los Borbones, que con la OTAN y los yanquis sostienen al estado sionista-fascista de Israel.
Las organizaciones palestinas del Estado Español no solamente sacaron una declaración contra la política divisionista de los seguidores del PTS en Madrid, sino que la juventud palestina Al-Yudur viene respondiendo con argumentos contundentes contra la capitulación total al Estado de Israel de las corrientes de la izquierda reformista pro-sionista que pululan a nivel internacional, y en particular de las colaterales del PTS en Madrid.
Desde el periódico “La Verdad de los Oprimidos” de Siria, integrante del Colectivo por la Refundación de la IV Internacional / FLTI, repudiamos rotundamente la política divisionista de estas corrientes y llamamos a recomponer la unidad de acción alrededor de la solidaridad incondicional con el pueblo palestino, por la destrucción del Estado sionista-fascista de Israel, por la expulsión del ocupante de la nación palestina y sus colonos sostenidos por miles y miles de millones de dólares de los yanquis para que estos ocupen la tierra palestina. Reconocemos incondicionalmente el derecho al armamento generalizado de la nación oprimida y ocupada. Impulsamos el desarme generalizado de los 800.000 sionistas, de 18 a 45 años, que, armados hasta los dientes, expulsan de la tierra al campesino palestino, cercan al pueblo oprimido en verdaderos guetos como el de Varsovia, y que, con su central sindical, la Histadrut, actúan como una fuerza fascista de contralor y muerte de los obreros palestinos.
Exigimos que se declare a todas las organizaciones armadas del pueblo palestino como ejércitos beligerantes, puesto que esto es lo que son.
Condenar a cualquiera de las organizaciones de la resistencia palestina, en momentos de choques militares, cuando estas son atacadas por todo el imperialismo a nivel mundial, más allá de las diferencias que se pueda tener con su política o su programa, es llamar a proscribir abiertamente a estas organizaciones del pueblo palestino y terminar acusándolas, de hecho, de “terroristas”. Este es el argumento que utilizan el frente de los Macron, de los Biden y de los Netanyahu, que le han declarado la guerra en Gaza a un pueblo ocupado, masacrándolo, demoliendo sus ciudades.
¡Armas para Hamas! ¡Armas para la OLP! ¡Armas para el pueblo palestino!
¡Que los palestinos despojados de sus tierras del Líbano y Jordania, rompiendo las ataduras de las cobardes burguesías árabes, entren al combate con sus hermanos de Gaza!
¡Basta de pactos y de colaboración de la Autoridad Palestina y la OLP con el ocupante! ¡Las armas, para los trabajadores y el pueblo pobre de Cisjordania! Si se impone el genocidio y la derrota militar en Gaza, mañana presenciaremos la tragedia de la demolición a escombros de Nablus, Ramallah y de toda Cisjordania.
Las condolencias con la muerte de “civiles” y condenar la legítima acción militar de detener a los bandidos que roban la tierra al pueblo palestino a punta de pistola, es encubrir al Estado sionista de Israel como lo que es: una fortaleza de los yanquis y las petroleras imperialistas para cuidar las rutas del petróleo desde donde saquean a todos los pueblos de Magreb y Medio Oriente.
El PTS y sus colaterales tratan a colonos contrarrevolucionarios, armados hasta los dientes, como “población civil”, y le quitan el derecho a la autodefensa al pueblo palestino como esta decida. Una vergüenza
La política de los seguidores del PTS en Madrid de Contracorriente y Pan y Rosas no es ninguna novedad. Fue explícita ante millones de obreros y jóvenes en la campaña electoral en Argentina. Cuando se dio el debate de los candidatos presidenciales en las elecciones en Argentina, donde todos condenaron a Hamas como “terrorista”, la candidata por el Frente de Izquierda y dirigente del PTS, Myriam Bregman, mandó condolencias a los “civiles” sionistas muertos por la acción de Hamas. Esto es una capitulación en toda la regla al sionismo por parte de una izquierda islamofóbica, que le hace el juego a la política de “frente antiterrorista” con la cual se masacró ayer en Siria (con la excusa del ISIS) y hoy se está masacrando y demoliendo a escombros a Gaza entera. Y esto lo hizo ante millones y millones de jóvenes y trabajadores de Argentina.
Desde el periódico La Verdad de los Oprimidos de los socialistas de Siria afirmamos que en Israel no hay sionistas “civiles”. Son colonos que van a ocupar una tierra que no es de ellos, a punta de fusil, armados hasta los dientes desde los 18 a los 45 años, con salarios de 4.000 dólares mensuales pagados por EEUU. El sionista que va a Israel, sabe que va a matar a un palestino para robarle su tierra.
La izquierda socialimperialista no quiere reconocer el carácter de fuerza beligerante que tiene Hamas, como así también toda organización de la resistencia palestina que enfrente, con armas en la mano, a la ocupación sionista, apoyada por los yanquis y la Europa imperialista. Inclusive esto es lo que establece la misma convención de Ginebra cuando un pueblo lucha contra una ocupación que invade su nación.
La izquierda socialimperialista, mientras condena a Hamas, pinta de “pacifistas” y de “campesinos civiles” a quienes trabajan la tierra robada a punta de pistola y con masacres al pueblo palestino.
La mentira del carácter progresivo de una “clase obrera judía” organizada en la central sindical fascista obrero-patronal, la Histadrut
Últimamente, para sostener por izquierda al sionismo y su estado de ocupación, esta izquierda pregona la existencia de una “clase obrera judía”. Esto es otra mentira. La “clase obrera judía” no es más que una arrogante aristocracia obrera con salarios de miles de dólares, asociada en la Histadrut a una patronal asesina ligada íntimamente a los banqueros de Wall Street.
¿Afirman que la “clase obrera judía” se uniría con los obreros palestinos en las mismas organizaciones de lucha, cuando no tienen ningún interés en común? Pero si la clase obrera palestina está en campos de concentración, en guetos, ganan menos de 200 dólares y necesitan permisos de trabajo para pasar por los puestos de control sionistas para ir a trabajar todos los días, permiso por el cual la Histadrut les cobra el 10% de su salario. La “clase obrera judía” tiene atada su suerte y sus privilegios al Estado sionista-fascista de Israel, y por eso lo defiende con las armas en la mano, y es enemiga mortal de la absoluta mayoría de la clase obrera palestina.
Nosotros peleamos por la unidad de obreros de todas las religiones en la Palestina ocupada, pero todo obrero judío con conciencia de clase, lo que tiene que hacer es entrar a los sindicatos palestinos y debe entregar los fusiles que les dan a ellos desde los 18 años a las organizaciones armadas de autodefensa palestina. En la Palestina ocupada, o se es un colono armado robando tierra, o se es un heroico partisano luchando por una Palestina libre desde el río Jordán hasta el mar, con capital en Jerusalén.
Esto es lo que Trotsky definía sobre la aristocracia obrera blanca en el régimen del Apartheid de la Sudáfrica colonizada por Inglaterra en el siglo pasado, régimen de ocupación con el que se oprimía y ocupaba la nación negra y se superexplotaba a los obreros de la región. La posición de Trotsky era clara: “De todos modos, el peor crimen de parte de los revolucionarios sería hacer la menor concesión a los privilegios y prejuicios de los blancos. Quien le da aunque sea el dedo meñique al demonio del chovinismo está perdido.
El partido revolucionario tiene que plantearle a todo obrero blanco la siguiente alternativa: o con el imperialismo británico y la burguesía blanca de Sudáfrica, o con los trabajadores y campesinos negros contra los señores feudales y esclavistas blancos y sus agentes en las filas de la clase obrera” (León Trotsky, Sobre las Tesis Sudafricanas, 1935).
Esto es lo que planteamos en Palestina, como en la Sudáfrica ocupada por Inglaterra en el siglo pasado, donde la suerte de los obreros blancos y sus privilegios estaba ligadas a la dominación del imperialismo británico y de la burguesía blanca. Lo mismo que con la “clase obrera sionista”. Es que solo así conservará sus privilegios. Hacerle la más mínima concesión a una ínfima minoría de obreros ricos, asociados a los capitalistas sionistas que sojuzgan y esclavizan a los trabajadores palestinos, sería el mayor crimen de parte de los revolucionarios. Esto es lo que hace la mayoría de la izquierda reformista a nivel internacional. ¡Ninguna concesión a la “clase obrera judía” y a su central sindical obrero-patronal! ¡Ningún sometimiento al estado de ocupación de la nación palestina!
De nuestra parte, le decimos al “obrero judío”: “O con el Estado sionista-fascista asesino de Israel, o con los trabajadores palestinos y sus organizaciones de lucha”. No hay otra alternativa para una “clase obrera sionista” que sostiene al Estado de Israel.
Esta es una cuestión de principios mínimos, y está basada en que reconocemos que Palestina es una nación ocupada y esta solo se liberará destruyendo al Estado sionista-fascista de Israel.
Por supuesto que nosotros tenemos diferencias políticas con la burguesía palestina y con la estrategia militar de Hamas. Pero las tenemos y sostenemos dentro de la trinchera de la nación palestina, en un frente militar enfrentando al invasor. Discrepamos con la política con la cual Hamas intenta romper el cerco a Gaza, con pequeños golpes militares para abrir negociaciones para conseguir suministros, alimentos, etc.
Creemos que el camino es realizar un llamamiento, con el peso de masas que tiene Hamas, al pueblo palestino del Líbano, de Jordania y de Cisjordania (donde inclusive también ganó las elecciones en el 2006 contra la OLP), para unir a la nación despojada de sus tierras que habita en campamentos y en guetos, para poner en pie una mesa política y militar para expulsar al Estado de Israel, y conquistar una Asamblea Nacional Palestina, que declare libre, laica, democrática y no racista a la nación palestina. Una acción así sublevaría a millones de explotados de Medio Oriente que, pasando por encima de las cobardes burguesías árabes, entrarían al combate junto a sus hermanos de la Gaza martirizada.
Pero esta es nuestra opinión sobre cuál es el camino para triunfar. La levantamos apoyando incondicionalmente el derecho de Hamas a realizar acciones militares contra colonos armados hasta los dientes, apoyado por uno de los ejércitos más poderosos del mundo y por EEUU, cuyas flotas de mar ya están en el Mediterráneo.
De la misma manera, discrepamos con la dirección de Hamas que miró para otro lado, como lo hizo la OLP, mientras Al Assad y Putin masacraban a cuenta del imperialismo a la heroica revolución siria. Hoy la vida da su veredicto: millones ganan las calles en apoyo al pueblo palestino en el norte liberado, mientras que en las zonas del fascista Al Assad está prohibida toda movilización contra el sionismo, y mucho menos llamar a romper las fronteras del Golán, que los Assad desde hace décadas defienden.
Discrepamos con la Autoridad Palestina de Cisjordania justamente porque se niega a armar al pueblo, a poner en pie las brigadas y milicias partisanas que entren abiertamente al combate. En lugar de eso, reprime al pueblo palestino que busca sublevarse, como lo vimos en Hebrón, Nablus, Ramallah.
Por ello denunciamos a la Autoridad Palestina, que acaba de recibir a Macron -que llama a hacer un ejército para invadir el Líbano- y que le mendiga a Biden que “vuelva a recomponer la paz y le respete los ‘dos estados’”… Ellos son las fuerzas colaboracionistas con el ocupante. Su cinismo nos hace acordar en Francia a la República de Vichy de la burguesía imperialista francesa asociada a los carniceros de Berlín.
Apoyamos incondicionalmente el ingreso de toda la clase obrera palestina al combate y el llamamiento de sus sindicatos a los trabajadores del mundo entero a romper el cerco a Gaza, a no cargar ningún tipo de transporte ni barcos con suministros de guerra para el Estado de Israel, tarea que ya comienza a hacer suya la clase obrera norteamericana y del Estado Español.
Afirmamos que con la independencia de obreros y campesinos pobres de la nación palestina y de su diáspora, junto a los oprimidos de todo Medio Oriente, apoyados en el combate internacional de la clase obrera, la bestia sionista, sostenida por la marina yanqui, será derrotada, y llegará la justicia y la paz anheladas. Estas solo se conquistarán con una revolución obrera y campesina triunfante.
Como vemos, estar con la Palestina masacrada es no darle ningún derecho al que la ocupa, como sí se lo da la izquierda prosionista. Desde nuestra corriente revolucionaria en Medio Oriente llamamos a organizar llevar suministros, solidaridad e ir a combatir junto con la resistencia palestina.
Ya vivimos un genocidio en Siria. Este no puede pasar ni imponerse en Palestina. De lo contrario, una noche negra invadirá a toda la región y a todos los oprimidos del mundo.
En su discusión con la izquierda pro-sionista, Al-Yudur tiene razón
En el movimiento de solidaridad con el pueblo palestino tiene que haber una línea divisoria clara. El que está por la unidad con el ocupante y los que colonizan, de un lado. Los que estamos por la expulsión del ocupante sionista y por el armamento generalizado del pueblo palestino para recuperar su nación, del otro.
De un lado, los que apoyan las instituciones del Estado de Israel y a sus sindicatos y colonos fascistas. Del otro lado, los que afirmamos que solo puede ser considerado demócrata y anticolonialista el joven y obrero judío que ingresa a los sindicatos palestinos y entrega su fusil a la resistencia palestina.
Repudiamos a estas corrientes y sus pequeños grupos que con pomposos programas “socialistas” utilizados para los días de fiesta, quieren manipular la enorme solidaridad de millones que ya recorre el mundo entero para imponerle su política. Esto objetivamente debilita la solidaridad internacional, puesto que trata como vulgares “terroristas” a las fuerzas militares que enfrentan la ocupación y el genocidio en Gaza.
Las corrientes rupturistas de la unidad de acción de los estudiantes de Madrid son las que apoyan, en última instancia críticamente, al sionismo que también tiene a sus agentes “de izquierda”, que pregonan la existencia de Kibutz “socialistas” y “granjas colectivas” para encubrir el robo de la tierra a la nación palestina.
A Contracorriente y Pan y Rosas no les tiembla el pulso para romper la unidad de acción con la juventud palestina que encabeza la lucha y la solidaridad del movimiento estudiantil del Estado Español con su pueblo, tal como no dudaron en atacar, inclusive con amenazas físicas, a los revolucionarios que, como en el caso de Bolivia, denunciaron la política de condolencias que esta corriente le diera a los sionistas.
Esta gente rompe la unidad de la lucha y busca agredir a quienes peleamos consecuentemente por la destrucción del Estado de Israel y por una Palestina liberada, mientras saludan y mandan condolencias a los colonos fascistas que ocupan la nación palestina.
Nosotros no inventamos sus posiciones, que han sido y son públicas, aunque ahora las intenten ocultar o cambiar. Son sus posiciones. Estas han quedado clarísimas y están filmadas en el debate de su candidata presidencial en Argentina y en las declaraciones públicas del PTS en el Estado Español como la que publicaron el 17/10 en La Izquierda Diario, donde afirman: “No compartimos ni los métodos ni la estrategia de Hamas y rechazamos sus ataques sobre la población civil. Por esta vía es imposible conseguir la necesaria unidad entre la población árabe palestina y la población árabe israelí, así como con los sectores de trabajadores judíos que quieran enfrentar en el Estado de Israel, romper con el sionismo y el apartheid que impone contra el pueblo palestino.”
Esta es la posición clásica de los ex Partidos Comunistas stalinistas y de la burocracia de la ex URSS que fundaron, desde la ONU, junto a los yanquis, al Estado de Israel en 1948. La nueva generación que entra al combate en apoyo a la nación palestina debe saber que el stalinismo es co-fundador del Estado de Israel.
Sus argumentos no eran muy distintos a lo que hoy esgrime esta corriente desde Buenos Aires y Madrid. Los PC hacían pasar a los Kibutz como “granjas colectivas socialistas”, e ingresaron a la Histadrut, una central sindical obrera-patronal, cuya milicia terrorista, llamada Haganá, fue la avanzada en la expropiación de la tierra del pueblo palestino. Nada nuevo bajo el sol.
Por eso nosotros afirmamos que en este debate, la organización palestina Al-Yudur tiene razón y saludamos la respuesta valiente a la izquierda pro-sionista que posa de apoyar al pueblo palestino, pero es enemiga de levantar la consigna de “destrucción del Estado de Israel” para que este se libere.
La corriente Al-Yudur de Madrid responde:
“No hay civiles en la sociedad israelí. Todos son ocupantes, colonos e invasores en una tierra que no es suya. El rol que juega el colono para el sostenimiento del régimen, mediante su mera existencia, es la pieza clave de todo esto. No hay colonos anticoloniales.”
“La resistencia es un derecho recogido por la legislación internacional para los pueblos que están bajo dominación colonial, por todos los medios a su alcance, incluida la lucha armada. Estás condenando nuestra legítima autodefensa.”
“Palestina tiene derecho a defenderse del colonialismo. La lucha armada es el derecho de todos los pueblos sometidos al yugo colonial, como dice la legalidad internacional. Israel no tiene derecho a colonizar. El único terrorista es el régimen israelí...”
Valiente respuesta.
Millones ya ganan las calles del mundo. El movimiento estudiantil de Madrid se ha puesto a la avanzada de este combate internacionalista por las masas palestinas.
Desde los partisanos de la revolución siria, que enfrentamos a las fuerzas como las de Putin y Al Assad que defienden las fronteras del sionismo en las alturas del Golán, aplastando, llenando de sangre, ocupando y partiendo nuestra nación, haciéndole el “trabajo sucio” al imperialismo, afirmamos: Es el momento de una contraofensiva de masas internacional que rodee de solidaridad a la nación palestina para frenar la masacre que el imperialismo prepara, como ayer en Irak y en Siria, a toda la región.
¡Terroristas son los yanquis y el sionismo, que están demoliendo casa a casa, edificio a edificio, la Gaza martirizada!
¡La rebelión de los esclavos no es delito, es justicia!
¡Por una jornada de lucha internacional en apoyo al pueblo palestino!
¡Por una Asamblea Nacional del pueblo palestino, con delegados de Líbano, Jordania, Egipto y toda la diáspora en el mundo, para coordinar y centralizar el combate por la destrucción del Estado sionista-fascista de Israel!
Los marxistas revolucionarios afirmamos que esta tarea solo la podrá conquistar un gobierno obrero y campesino, apoyado en las masas palestinas revolucionarias armadas.
¡Cada hombre un fusil! ¡Armas para Palestina! ¡Hay que romper el cerco a Gaza!
¡Abajo los pactos de las burguesías árabes con el sionismo y el imperialismo!
¡Guerra a la guerra del sionismo y el imperialismo! ¡Paremos la masacre de Al Assad, Putin y los yanquis contra el pueblo oprimido de Siria y de Arabia Saudita a cuenta del imperialismo contra el Yemen sublevado!
Llevemos a todos los sindicatos y organizaciones obreras, estudiantiles y antiimperialistas del mundo el llamamiento de los sindicatos palestinos, que ya comienza a ser tomado como propio en Londres y Catalunya.
¡Que se paren los puertos! ¡Ni un arma ni suministro para el aparato militar yanqui y el sionismo! ¡Que se paren las fábricas de armas que suministran pertrechos que desde Tel Aviv arman al Estado de Israel para masacrar y mantener en guetos a la Palestina ocupada!
¡Paso al internacionalismo proletario! ¡Huelga general europea!
Como contra la invasión yanqui a Vietnam e Irak, ¡Paso a la clase obrera norteamericana!
En todo Magreb y Medio Oriente, un mismo enemigo, una misma intifada. ¡Hay que tomar Jerusalén destruyendo al Estado sionista-fascista de Israel!
Comité Redactor del periódico “La Verdad de los Oprimidos”, integrante del Colectivo por la Refundación de la IV Internacional / FLTI
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