14 de octubre de 2023
Se realizó la jornada internacionalista del Organizador Obrero Internacional, vocero de la FLTI
Preguntas y respuestas desarrolladas en la jornada de la FLTI sobre la presentación de la misma
A propósito de las condiciones internacionales que se refractan en Argentina, Palestina y los focos calientes del planeta, y el rol de la izquierda en este nuevo momento histórico
Respuestas por Carlos Munzer
¿Estás planteando que empezó la decadencia de EEUU en el control de la economía mundial?
Sí, pero para mantenerlo, lo hará a los tiros, como lo conquistó en la Segunda Guerra Mundial. Eso es lo que está haciendo. El que crea, como el PTS, que el imperialismo se expande desarrollando democracia y no fascismo, bonapartismo, guerra, o utilizando a las direcciones traidoras con las pérfidas políticas de colaboración de clases y frente popular, no es un marxista sino un vulgar reformista, que ve una época de desarrollo armonioso de las fuerzas productivas. Y lo que es más grave, afirman que el proletariado puede mejorar su nivel de vida sin la victoria de la revolución socialista. Esto dicen las corrientes que han roto ya todo lazo con el programa de la IV Internacional.
Ese es el hándicap que tiene el imperialismo, yanqui en particular, en su decadencia: para defender sus intereses, ha reagrupado a todas las direcciones socialdemócratas, stalinistas e inclusive ex trotskistas.
Basta ver a los renegados del trotskismo ayer en el gobierno imperialista del Podemos y PSOE en el Estado Español, o ahora en Brasil, donde son parte del gobierno de Lula y la gran patronal paulista. Ni hablar de los que ingresaron al Partido Demócrata imperialista de EEUU que, bajo las órdenes de Biden, comanda la OTAN.
La izquierda reformista está pagando caro esta política y lo hará cada vez más. No ha habido foco de guerra, revolución y contrarrevolución donde no se lleven “a las patadas” con la vida misma.
Desde el punto de vista histórico, hay una contradicción: es en EEUU, el imperialismo dominante, donde estalló la crisis económica mundial, que este se la arroja a todo el mundo en forma de inflación, toma de deuda y generalizando sus quiebras a los competidores. Esto es diferente a los años ‘30, cuando el crac mundial estalló en EEUU, pero la potencia dominante era Inglaterra, la cual cerró su mercado y se protegió del misma.
¿Cuál sería un ejemplo de donde esta Nueva Izquierda a la que te referís se lleva “a las patadas” con la vida misma?
Veamos la campaña electoral en Argentina, sobre la que después se extenderán distintos compañeros. Pero adelantemos que hay una crisis del parlamentarismo y del régimen de partidos. El crac económico, como lo vimos en el 2001 y la guerra de clases que este abre, deja al parlamentarismo y al reformismo de la época de paz suspendidos en el aire. Sino no se entendería el “fenómeno Milei” y la alta abstención que hubo en las últimas elecciones primarias, que no es más que descreimiento y hartazgo de millones contra el régimen de partidos. Esta crisis del parlamentarismo es la expresión de la crisis y catástrofe capitalista, en momentos en que el imperialismo necesita el gobierno más totalitario que tenga a mano para aplastar a las masas.
Ya nada se resuelve en el Parlamento, sino en las reuniones de los grandes grupos económicos. Y se definirá en los combates de clases y la guerra contra los trabajadores que preparan todos los políticos y el establishment.
Pero, como vemos, todo el eje del FIT-U en esta campaña electoral, lejos de reagrupar las filas obreras para estas batallas que ya están aquí -y que se agudizarán en adelante-, fue y es meter más diputados en el parlamento, con los que prometen resolverles los problemas a las masas. Por ello, millones de explotados que están hartos de palabras y más palabras, de promesas y más promesas, no ven al FIT-U como salida y no lo votan.
En estas condiciones, y con el peronismo atacando abiertamente a las masas y la burocracia traicionando sus luchas, se crearon las condiciones para la emergencia de un movimiento protofascista como el de Milei.
Los partidos del FIT-U dejaron pasar mil y una oportunidades para reagrupar a la vanguardia obrera como en los estallidos de Chubut o Jujuy, a los que los redujeron a simples “levantamientos ecologistas”. De verdad, una brutalidad reformista.
Las masas desesperadas los ven como parte del régimen. Por eso estamos presenciando quizás la campaña electoral de mayor crisis del FIT-U, más allá de la cantidad de votos que saque. Está colgado de un pincel del techo del régimen, como un pintor al que le sacaron la escalera… lejos del suelo. Lástima que esto lo paga la clase obrera que no los ve como alternativa ni siquiera de independencia de clase para el proceso electoral. Hasta el mismo peronismo se da el lujo de decirle a millones de trabajadores en la campaña electoral: “¿para qué vas a votar al FIT-U, si el mismo FIT-U me votó, con sus diputados en el Parlamento, 24 de las 26 leyes que yo presenté para que sean votadas?”
Indudablemente, el FIT-U no se lleva bien con la vida misma. ¿Cómo van a ser una alternativa para millones y millones que ya odian a este régimen y sus charlatanes?
El FIT-U está roto. La interna en las PASO demostró que el FIT-U era un pacto de aparatos para tener bancas en el Parlamento. Cada uno hace campaña por su candidato. Ni siquiera programan hacer un acto central de cierre de campaña. Si de algo estamos seguros es de que el FIT-U ya no expresa directamente el voto y el apoyo de amplios sectores de la clase obrera argentina. Es un acuerdo de conveniencia electoral. De eso se trata la Nueva Izquierda...
Por supuesto que para el FIT-U la lucha por la revolución socialista desapareció del plano, en momentos en que en América Latina comienza a ser desviado un enorme ascenso revolucionario de los últimos años. Llamaron a apoyar la estafa de la Constituyente en Chile. Algunos de sus partidos apoyaron “críticamente” a Petro en Colombia y a Castillo en Perú. Ni hablar de los “anticapitalistas” que entraron al gobierno con Lula y el PT en Brasil. En EEUU, muchos de ellos, como el MST, sostuvieron a los “socialistas democráticos”, que a su vez apoyaron a Sanders y este a Biden, que es el que hoy masacra en Palestina y comanda las peores ofensivas contrarrevolucionarias en el planeta.
En plena campaña electoral, le salvaron la vida al stalinismo cubano, que entregó Cuba al imperialismo. ¿Cómo guardar silencio sobre la restauración capitalista en Cuba, que es uno de los grandes modelos de las penurias que pasan las masas cuando se pierden sus conquistas?
Juegan a las escondidas con la cuestión palestina, con el combate por la restauración socialista en Cuba y con la revolución, justos en momentos en que amplios sectores de las masas quieren y luchan por un cambio drástico.
En Argentina hay un período de fin de régimen, y el FIT-U es parte de este régimen que ya se agota.
¿Qué opinás de las condolencias que le dio el FIT a las supuestas “víctimas civiles” del ataque de Hamas?
La cuestión palestina los tomó de sorpresa y terminaron o bien ignorándola o bien jugando a las escondidas entre el sionismo y la lucha del pueblo palestino. Están muy enojados con nosotros. Pero hay que decir la verdad: en pleno debate de los candidatos presidenciales en Argentina, visto por el 40% de los televisores encendidos, es decir por más de la mitad de la población, Myriam Bregman, como el resto de los candidatos burgueses, se solidarizó con las victimas “civiles” sionistas. Y esto más allá del apoyo simbólico que le puedan dar al pueblo palestino. Decimos esto también porque en la marcha frente a la Embajada sionista que se hizo en Argentina solo llevaron un par de decenas de sus militantes.
El mundo está siendo conmocionado por un ascenso de masas en apoyo al pueblo palestino, mil veces masacrado ahora e históricamente, y las condolencias del FIT-U son para los verdugos. Sí, los verdugos, los colonos sionistas, que le han robado ya el 90% del territorio a Palestina.
Los colonos no son civiles. Son eso, colonos, que están “colonizando”, a punta de fusil, una nación y robándole la tierra a los palestinos que hoy viven como parias en su propia tierra y como refugiados en Jordania, Líbano y Egipto. Los que se divertían en la fiesta electrónica sionista son usurpadores armados de la nación palestina. Es que todo mayor de 18 años se debe enrolar en el ejército y andar portando su arma. Israel no es un estado, es una fortaleza militar de EEUU, un verdadero portaaviones en tierra, sostenido por 8 mil millones de dólares anuales que le da el imperialismo yanqui para armarlo hasta los dientes y permitir un salario mínimo de 4.000 dólares para sus habitantes.
Nadie va a Israel si no está dispuesto a tomar un fusil y matar a un palestino para hacer su vida. Deben realizar el servicio militar de los 18 a los 45 años. Los trabajadores sionistas superprivilegiados y con milicias fascistas para matar obreros palestinos, desde su central sindical Histadrut solo defienden a su estado de ocupación, mientras los obreros palestinos viven en campos de concentración y tienen que presentar un permiso para ir a trabajar, que les sale el 10% de sus magros salarios de 200 dólares por mes.
El 61% de la juventud de Gaza está desocupada. Y los fascistas armados hasta los dientes organizando festicholas los fines de semana… ¿Condolencias con quién? ¿Por qué no se la mandan a los generales y oficiales asesinos de Videla? Ya en los ‘90 el viejo MAS lo hizo con los que reprimieron a los pibes de La Tablada. Están en ese camino.
Reconocer a esos “civiles”, que a punta de pistola y genocidio están robando las tierras a los palestinos, es reconocer al sionismo, que surgió con la infamia de anunciar que había “un pueblo sin tierra (Israel) y una tierra (Palestina) sin pueblo”. Hay que recordarle a la “izquierda de las condolencias” que son voceros de esa posición sionista, de que Palestina es una “tierra sin pueblo”.
Insistimos, al pueblo palestino lo mataron, le robaron sus tierras y lo expulsaron de sus hogares. Ha quedado reducido a guetos. Toda medida que toma la resistencia palestina para recuperar su tierra es legítima, más allá de que coincidamos o no por momento con los métodos, programa y política de su dirección.
Esto es lo que había que decir, más allá de las diferencias que tengamos con la dirección burguesa de Hamas, que tiene todo el derecho a tener su propio ejército y de ejercer el gobierno para el que fue votado por el pueblo de Gaza. Insistimos, están en su tierra usurpada. Nuestras diferencias con Hamas son sobre su política y el carácter de clase burgués de su dirección. Esta negocia, con golpes militares circunstanciales, sus acuerdos con el sionismo, para mantener el status quo. Le devolvieron, en Cisjordania, el poder a la Autoridad Palestina para que esta pacte con la ONU y el sionismo “los dos estados”, y como vemos, lo que quedó fue una nación palestina en guetos, totalmente ocupada por el estado de Israel.
Nuestra batalla es al revés que la del FIT. Exigimos que se reconozca a Hamas y a todas las organizaciones de resistencia del pueblo palestino como fuerza beligerante y se les mande armas.
Pero, de todas maneras, lo fundamental en lo que respecta a enfrentar la política de Hamas es una cuestión que ni el PTS ni la gran mayoría de las corrientes que lo rodean pueden decir, ni mucho menos los stalinistas de La Habana con los que han hecho, de hecho, un partido único. Lo que no pueden decir es que Hamas, Hezbollah y los Ayatollahs de Irán apoyaron la masacre de Al Assad en Siria, y ahora son las masas palestinas las que pagan la derrota histórica de esa gran revolución.
El FIT-U en la campaña electoral escondió la lucha por la revolución socialista, la entrega de Cuba al imperialismo y ni hablar de la cuestión siria. Se cuidó muy bien de no denunciar a los gobiernos de “izquierda” burguesa que expropiaron los procesos revolucionarios en América Latina estos últimos años, como en Bolivia, Colombia, Colombia, Chile, etc. Y ahora hará lo imposible para esconder la cuestión palestina. De esto se trata el cretinismo parlamentarista del FIT-U y sus partidos.
Pero el sol ya no se puede tapar con un dedo. Las leyes de la historia son más fuertes que cualquier aparato.
¿Qué panorama ves para después de las elecciones en Argentina?
El imperialismo viene por todo. Y lo hace en Argentina y en todo su “patio trasero” e inclusive contra su propia clase obrera. Hemos visto en EEUU enormes huelgas, como la de los trabajadores de Amazon, de los servicios, de transporte y de las grandes automotrices. Los trabajadores vuelven a recuperar lo que les robaron en el 2008 cuando el estado norteamericano les sacó todas sus conquistas y se las entregó a Wall Street para que este saliera de su crisis.
En América Latina hubo una oleada enorme de luchas obreras y campesinas, que fueron llevadas a callejones sin salidas o desviadas por los desechos del stalinismo y las burocracias sindicales del continente y con la colaboración abierta de los renegados del trotskismo. Como ya hemos planteado anteriormente, muchos de estos últimos apoyaron a los frentes de colaboración de clases como Petro en Colombia y Castillo en Perú, están con el gobierno de Lula-Alckmin en Brasil y fueron parte de esa parodia de constituyente en Chile que sacó a las masas de la Plaza de la Dignidad.
En otros países, como Ecuador o Argentina, por dar tan solo un ejemplo, el péndulo que tendía a irse a la izquierda se fue a la derecha. Las masas no encontraron una salida en la clase obrera a la brutal crisis que les arrojaron el gobierno y los capitalistas. La burocracia sindical entregó a los trabajadores. Les ató las manos para pelear.
Las clases medias en Argentina, a diferencia de 2001, no encontraron a la clase obrera en una ofensiva revolucionaria. Al movimiento de desocupados, una implacable burocracia piquetera lo puso como mendigo para reclamar un plato de comida y que no sea la avanzada del combate por derrotar a la burocracia de los sindicatos y de la lucha por el trabajo digno.
Las filas obreras fueron desgarradas. Millones de hambrientos buscan una salida urgente a su crisis. Sectores sindicalizados sobreviven en medio de una inflación que no se aguanta más, cuestión que los vuelve más conservadores, con la burocracia sindical entregando toda lucha seria, los convenios colectivos y las paritarias.
Como en el 2001, las masas reconocen que los responsables son el gobierno y el régimen de partidos. Pero esta vez, ante la ausencia de una salida de los trabajadores producto de la traición de sus direcciones, el movimiento protofascista de Milei, con demagogia audaz y hablando el lenguaje del crac y de la guerra que hay que establecer, penetró profundamente en los explotados y se convirtió en el nuevo látigo del gran capital para disciplinar inclusive a todas las pandillas burguesas.
Si la clase obrera no logra rápidamente reunificar sus filas para las batallas decisivas que se van a dar, verá peligrar su existencia y sus condiciones.
El imperialismo viene por todo. La generala yanqui Richardson de la IV Flota ya es la patrona de Chile, Perú, Argentina y también Bolivia. Es la reina del litio, a las órdenes de Wall Street.
El imperialismo ve fabulosas fuentes de materias primas y está relegitimando sus instituciones para dar un zarpazo contrarrevolucionario.
Las condiciones de Argentina dependerán de qué tan pronto la clase obrera de América Latina rompa con la burguesía y retome su camino revolucionario allí donde los gobiernos de colaboración de clase la han paralizado, y de en qué medida la clase obrera argentina ponga una dirección revolucionaria a su frente y, con sus organizaciones, pueda ser parte de un embate independiente para romper con el imperialismo y el FMI. Este combate solo puede darse junto a las masas de toda Latinoamérica. La clase obrera norteamericana es ahora la que toma la ofensiva contra el imperialismo en su propia casa, como lo vemos en la lucha de los obreros de las grandes automotrices. Los nuevos esclavos de Cuba se sublevan contra la escoria de la restauración capitalista. Las fuerzas del proletariado del continente americano, aunque debilitadas, aún están vivas.
Ninguna victoria está asegurada antes de dar la batalla, ni para el proletariado ni para la burguesía. Pero ninguna de las clases decisivas de la sociedad puede evitar el combate. Lo que hay que decirles a los trabajadores es que, o entramos a la pelea y nos organizamos, nos sacamos de encima a las direcciones que impiden nuestra lucha, o debemos mirarnos en el espejo de Medio Oriente, Siria, Palestina, en las guerras de Ucrania y el Cáucaso, en los duros golpes a sus conquistas que recibió la clase obrera en Grecia, y en nuestro continente americano en Perú.
Los yanquis vienen por todo, a colocar bases norteamericanas en toda América Latina, como ya las tienen en Perú, Chile, Colombia y ahora quieren también en Argentina. Esa es la “campaña contra el narcotráfico” que hacen todos los partidos burgueses y la de que “no son 30.000” de Milei y compañía. Su verdadera estrategia y pacto con el establishment de la nación, que ya está firmado, es la instalación de bases militares yanquis en el país.
Quieren colocar a las Fuerzas Armadas genocidas bajo las órdenes directas de sus jefes yanquis y sus bases militares apostadas en Argentina. Y en esto todos están de acuerdo. Esa es la doctrina militar de este régimen infame de la Constitución de 1853 que empuja más y más a la nación a su colonización abierta.
Si el imperialismo ha hecho un genocidio para controlar la zona de los hidrocarburos de Magreb y Medio Oriente, mientras hoy prepara otro en Palestina, ¿qué no estarán dispuestos a hacer en América Latina?
Pero la última palabra no está dicha. Las energías de las masas no están agotadas. Y eso da tiempo para reagrupar las filas revolucionarias e internacionalistas del proletariado del continente americano.
El reformismo, insistimos, ya se lleva “a las patadas” con la vida misma. Él mismo está serruchando la rama del árbol en donde estaba sentado.
Se trata de qué pequeños grupos revolucionarios, que sostienen al marxismo y la lucha por la IV Internacional, sean conscientes más que nunca que nuestro programa, el del trotskismo, es el único que pasó la prueba de la historia. Los mismos acontecimientos dejarán sin aire al reformismo. La batalla por resolver la crisis de dirección del proletariado sigue abierta.
Estamos preparando a la clase obrera para grandes conflagraciones de clase y para la revolución. El reformismo la prepara para épocas de paz. Pero la barbarie ya está aquí. Socialismo o barbarie es la alternativa.
La bandera de la IV Internacional será levantada en Argentina, al igual que en decenas de países, por lo más avanzado y perspicaz de la clase obrera mundial. Es que el proletariado, o vuelve a intentar la victoria de nuevos procesos de la revolución internacional, o su vida misma estará en peligro.
Sacarle de encima a las masas las direcciones que les impiden pelear. Colaborar para que los explotados pongan en pie organismos aptos para el combate. Batallar por reconstituir el internacionalismo militante en las filas obreras. Marcar quiénes son los aliados y quiénes los enemigos del proletariado. Estas son las condiciones para abrir el camino a la victoria.
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