Palestina - 18 de septiembre 2024
El ataque terrorista del imperialismo y el sionismo al Líbano profundiza la guerra de exterminio a la nación palestina
¡Por la destrucción del estado sionista-fascista de Israel!
Como llaman los sindicatos palestinos:
¡Por una huelga general internacional!
El ataque indiscriminado del sionismo, haciendo estallar los “busca personas” y los handies de miles de políticos y militantes de la causa palestina en el Líbano y sus familiares desde hace dos días, es una acción terrorista de gran envergadura con asesinato de civiles a mansalva. Estamos ante la continuidad de la guerra de exterminio del sionismo en Gaza, esta vez en el Líbano.
El ataque allí ha comenzado, ya no solo con escaramuzas en las fronteras, sino también con métodos terroristas de guerra cibernética. Por ahora no es el ejército del estado de Israel el que entra a invadir el Líbano. Quieren disminuir o evitar las bajas propias. Por ello intimidan con un método de terror al pueblo del Líbano.
Se desenmascara que el estado de Israel es un verdadero estado terrorista al servicio de los negocios de los yanquis y las petroleras imperialistas en toda la región.
Este ataque de guerra cibernética demuestra que todos los avances de alta tecnología son un subproducto de la inversión de los estados imperialistas en la industria de guerra. Estos buscan evitar a toda costa que sus soldados vuelvan a casa en “bolsitas negras” y por ello impulsan cada vez más acciones terroristas de asesinato y sabotajes desde lejos. Pero esta cuestión no la pueden terminar de resolver puesto que los territorios se ocupan con infantería y caballería. Por eso hoy, en Gaza, el combate se da con una heroica guerra civil, donde se pelea desde abajo de los escombros. Esto ha impedido que se asiente uno de los ejércitos más poderosos del planeta en ese pequeño territorio.
Los métodos militares terroristas del sionismo utilizados en el Líbano buscan hacer rendir aún más a Hezbollah e impedir todo intento de ataque al estado de Israel. También preparan el terreno para futuras invasiones del sionismo en una guerra a gran escala, que ya es total.
Pero la resistencia en Gaza no se ha rendido. Su combate se ha extendido a Cisjordania y ha recibido enorme apoyo y solidaridad de los trabajadores y pueblos oprimidos del mundo.
Mientras vela a sus muertos, que ascienden a 29 según la prensa libanesa junto a más de 3.200 heridos y mutilados, Hezbollah, aun así, continúa sin declarar la guerra ni entrar a combatir abiertamente contra el sionismo, al que solo amenaza con misiles de corto alcance que nunca llegan a destino.
Hezbollah no ha preparado a las fuerzas que controla para una guerra de asedio e intervención directa contra el estado de Israel para combatir junto a sus hermanos de Gaza y Cisjordania. Ellos, junto a Al Assad, la teocracia iraní y Rusia (que tiene una de sus bases militares más poderosas en Tartus, al sur de Siria), son los encargados de cercar al pueblo palestino, para que no entre de forma directa al combate todas las masas de la región.
Ellos, las burguesías árabes y musulmanas, son parte de las “conferencias de paz” auspiciadas por la cueva de bandidos de la ONU y ahora organizadas por China y Rusia. El rol de estas mesas de negociación es obligar a Hamas y la resistencia a rendirse, para imponer la “paz de los cementerios”, cuestión que aún no han logrado puesto que las masas palestinas no abandonan su combate. Las fuerzas de las burguesías árabes, de Putin y Xi Jinping no están para que triunfe la heroica resistencia, sino para que esta se rinda con la pistola en la sien del sionismo.
El pueblo de Gaza todavía espera el famoso “contrataque en gran escala” al estado Israel que Irán prometió cuando fue asesinado hace ya dos meses, Ismail Haniyeh, el presidente de Hamas, en territorio iraní. Cuando fue asesinado, Haniyeh no tenía custodia ni ninguna medida de seguridad, cuestión que la teocracia iraní aún no explicó.
El pueblo masacrado de Gaza se pregunta: “¿dónde están los países árabes, que no se solidarizan con nosotros?”. A casi un año de guerra contrarrevolucionaria y martirio en Gaza, hay que llamar a las cosas por su nombre. Demasiadas mentiras se han dicho durante la masacre del sionismo contra la nación palestina.
La verdad es que desde Irán, Líbano y Siria, la burguesía chiita, disfrazada de amiga de Palestina, cerca a la resistencia. Después de un año de masacre, con Gaza demolida y destruida, esto ya está más que claro. No entraron a la guerra a combatir codo a codo con las masas palestinas. Solo realizaron amenazas de palabra y un par de misiles enviados con preaviso. Mientras tanto, desde Egipto, Qatar, etc., las burguesías sunnitas sostienen abiertamente al sionismo.
Ni hablar de los sectores de la izquierda mundial, ya sea stalinistas o renegados del marxismo, que siguen clamando por la existencia de “dos estados” en la Palestina ocupada o apoyando a la “oposición” sionista contra Netanyahu, como si esta fuera un aliado del pueblo palestino, cuando no es más que la otra mano del verdugo que sostiene la misma espada.
Yemen es el único pueblo que entró en batalla junto a sus hermanos palestinos. Pero ellos no están solos: la clase obrera norteamericana ha abierto un nuevo frente de combate. En EEUU se ha sublevado la juventud rebelde, el movimiento estudiantil y ahora lo hace el movimiento negro que gana las calles, mientras decenas de sindicatos norteamericanos están coordinando acciones comunes de lucha internacional con los sindicatos palestinos, repudiando abiertamente a la central sindical fascista Histadrut y pidiendo su expulsión de todas las organizaciones obreras del mundo.
Los combatientes de la resistencia palestina deben saber quiénes son sus mejores aliados y quiénes sus enemigos; quiénes les atan las manos para pelear y los aíslan, y quién lucha por romper el cerco a su heroico combate.
La batalla de Gaza y toda Palestina ocupada es una de las últimas batallas, pero decisiva, de la cadena de revoluciones que desde 2011 conmovió a todo el Magreb y Medio Oriente
Insistimos, estamos ante una batalla decisiva. El imperialismo ha sacado de la jaula a su gendarme, el estado de Israel, para que termine de poner orden contrarrevolucionario en toda la región, aplastando estratégicamente los levantamientos de las masas árabes y musulmanas en Medio Oriente.
Si el sionismo gana y se impone con masacre y fascismo en Palestina e invadiendo el Líbano, el imperialismo habrá restablecido un control seguro de las rutas del petróleo (inclusive el que no logró con dos invasiones a Irak), estabilizando su dominio con el apoyo directo de todas las burguesías árabes, de Egipto, Siria, Túnez, Argelia, etc. y con la burguesía iraní rendida ante los yanquis.
Este accionar del estado de Israel persigue el objetivo de exterminar a las heroicas masas palestinas. Sin ello, no habrá “pax” imperialista en la región.
Es que en Medio Oriente continúa combatiendo la nación yemení, que no pudo ser derrotada por la invasión de 7 ejércitos cipayos de los yanquis, bajo el mando de Arabia Saudita. En Irak, las masas se encontraban en estado pre-insurreccional porque venían de expulsar al imperialismo yanqui. En Líbano, se le provocó una derrota monumental al sionismo en la batalla de 2006, que expulsó a las tropas del estado de Israel, mientras en los últimos años vienen desarrollándose enormes movilizaciones de masas contra el gobierno presidido por Hezbollah, contra la carestía de la vida, el hambre y el saqueo.
Ahora es el turno de que el sionismo termine de poner orden en la región. Ya Rusia y el carnicero Al Assad lo hicieron en Siria a cuenta de todos. Allí existe un bastión de la contrarrevolución.
La actual ofensiva del sionismo, que está por cumplir un año, es posterior a la victoria de la contrarrevolución en Siria, donde el imperialismo contuvo la cadena de revoluciones que recorriera el Norte de África y Medio Oriente a partir de 2011.
Esta derrota fortaleció al sionismo como agente directo del imperialismo en la región. En los últimos años en que se asentó la Siria partida y ocupada del régimen fascista-assadista, una nueva invasión de colonos sionistas provenientes de todas partes del mundo llegó al estado de Israel ocupando nuevas tierras palestinas y expulsando a familias enteras de sus hogares.
Esto es lo que explica el 7 de octubre de 2023: esta fue una heroica acción defensiva de la resistencia palestina contra esa nueva Nakba que iniciara el sionismo en el territorio palestino en los últimos 3 años. Fue la izquierda servil al sionismo y el imperialismo, la que condenó esta acción y envió sus “condolencias” a colonos fascistas que desde los 16 años portan fusiles para matar palestinos, inclusive cuando se divierten en fiestas electrónicas.
El imperialismo hoy ha vuelto a sacar como gendarme al estado de Israel. Este no pudo intervenir directamente durante la ofensiva de masas de 2011, cuando se tomaba la Plaza Tahrir en El Cairo; entraban en acciones revolucionarias los oprimidos tunecinos, argelinos y yemeníes; se sublevaban los obreros y el pueblo de Bahréin; desde Bengasi, Libia, se combatía contra Kadafy, el ya devenido lacayo de la city de Londres; se levantaban los explotados de Sudán; y los trabajadores y el pueblo de Siria se encontraban en ebullición revolucionaria, llegando a combatir a tan solo 30 cuadras de la casa de gobierno de Al Assad en Damasco.
Los yanquis sabían que, si en aquel momento, recurrían al sionismo para derrotar esa cadena de revoluciones, se hubieran unido todas las masas de la región para aplastarlo. EEUU preservó al estado de Israel y utilizó a otros agentes y aliados para derrotar cada proceso revolucionario. Así lo hizo con Rusia, Turquía y con excrecencias contrarrevolucionarias de las burguesías árabes y musulmanas. Es que el propio imperialismo yanqui tampoco podía intervenir, porque venía de ser derrotado en sus dos invasiones a Irak.
Ahora, con las revoluciones del Magreb y Medio Oriente contenidas, el imperialismo tiene que estabilizar definitivamente la región con la bota fascista del sionismo. Es que nuevas rebeliones amenazan la estabilidad del Magreb y Medio Oriente, de donde sale el 80% de la energía con la cual funciona la economía mundial.
A través del estado de ocupación de Israel, que no es más que un portaviones yanqui en tierra, el imperialismo ha largado una guerra contrarrevolucionaria total en la región. EEUU ha armado al sionismo hasta los dientes, mientras de forma hipócrita se “lamentan por la muerte de civiles”, como hace el carnicero Biden. Esas son “lágrimas de cocodrilo” para neutralizar el odio que despiertan los sinvergüenzas imperialistas del Partido Demócrata, apoyados por todo el establishment yanqui, en las masas norteamericanas que comienzan a combatir como ayer en Vietnam, contra los jefes del sionismo que están en la Casa Blanca y el Pentágono.
A no dudarlo que si el estado de Israel logra aplastar a la nación palestina, el imperialismo también irá por Irán, por Hezbollah y por las milicias chiitas del sur de Irak, porque así paga “Roma” a los súbditos que se ve obligado a utilizar para aplacar la rebelión de los oprimidos.
La batalla de Gaza es donde se define esta guerra de clases. Así lo percibe el pueblo de Cisjordania que ha comenzado a protagonizar choques decisivos contra el sionismo.
La “neutralidad” que el imperialismo, sus agentes como la OLP y el stalinismo mundial le impusieron a las masas palestinas cuando se masacraba a más de 600 mil oprimidos en Siria y se demolían todas sus ciudades, ahora se paga con decenas de miles de muertos y un genocidio en Gaza y Cisjordania. El imperialismo centralizó a todos sus agentes para que frenen la revolución siria que desde Alepo y Homs amenazaba con llegar directamente a Damasco y Jerusalén.
Estas traiciones y tiros por la espalda los pagan hoy las masas palestinas. No lo hacen los que traicionaron, reprimieron o aplastaron los procesos revolucionarios de Medio Oriente.
La actual masacre de Gaza y Cisjordania, entonces, tuvo varios episodios. Uno de ellos, fue el aplastamiento a la revolución en Egipto impuesto por la dictadura militar de Al Sisi, a quien le entregó el poder la burguesía “democrática” y “liberal” del “Movimiento 6 de Abril”. Ello le salvó la frontera sur al sionismo, con el muro de Rafah cercando Gaza.
Asimismo, la masacre que está en curso en Palestina tuvo otro episodio decisivo que fue el genocidio impuesto por la contrarrevolución de Al Assad y Putin en Siria. Estos no solo aplastaron esa revolución, sino que también masacraron y arrasaron con Yarmouk en Damasco, el campamento donde habitaban más de 250 mil palestinos, mientras los traidores de las corrientes stalinistas y de izquierda a nivel mundial, los aplaudían.
El imperialismo yanqui reconoce abiertamente que utilizó a Al Assad y Rusia para masacrar al pueblo sirio en estado de revolución e impedir que la ofensiva de masas iniciada en 2011 llegara a Jerusalén
Hoy el pueblo de Gaza combate aislado en una heroica guerra civil que ha dejado más de 70 mil muertos y sus ciudades reducidas a escombros, mientras el imperialismo abastece con miles de millones de dólares y armamento de alta tecnología al sionismo.
Esto se logró con las mil y una traiciones que sufrieron los procesos revolucionarios de Túnez, Egipto, Libia, Argelia, Sudán, etc., donde se impusieron feroces regímenes contrarrevolucionarios, mientras los Ayatollahs reprimían y reprimen a mansalva a la clase obrera iraní que desde hace años busca el derrocamiento de los clérigos, denunciando que ellos “viven como reyes y el pueblo como mendigo”.
Intentar aproximarse a una comprensión de los acontecimientos de la masacre en Gaza y de la política expansiva de guerra total del sionismo que se profundiza, sin comprender o escondiendo que esta batalla es la decisiva y final, donde se definen los heroicos procesos revolucionarios que sacudieron a esa región durante más de una década, es engañar a las masas. Es ocultar que el imperialismo y el sionismo no vienen a negociar, sino a aplastar a los oprimidos en esta batalla final.
Cuando se apagaba el fuego de la revolución siria, las corrientes de izquierda islamofóbicas y los partidos social-imperialistas, miraban para otro lado. Silenciaron el genocidio. Aplaudieron la victoria de Al Assad y Putin como “mal menor” y entraron todos al “frente antiterrorista”, acusando a las masas revolucionarias de Siria de ser “del ISIS”, “pueblos bárbaros” y “agentes de la OTAN”, cuando EEUU fue el que organizó la masacre.
Trataron a los explotados revolucionarios de Siria de “terroristas”, como lo hace hoy el imperialismo con Hamas y Hezbollah en Gaza y el Líbano como justificación para masacrar al pueblo palestino. En Siria fue para sostener a Putin y Al Assad que le hacían el “trabajo sucio” con una guerra de exterminio y la partición de esa nación, también con la garantía de Turquía.
Todas estas corrientes le ocultan al pueblo palestino que la victoria de los yanquis y sus agentes en Siria fue un triunfo decisivo de la contrarrevolución para avanzar en la guerra final contra Palestina. Mintieron. Engañaron a las masas de Medio Oriente y a nivel internacional y calumniaron una heroica revolución, cuyo aplastamiento hoy le permite al sionismo ir por toda la Palestina ocupada.
La burguesía y los estados mayores imperialistas supieron leer perfectamente la situación y distinguir a sus clases enemigas que se sublevaban en acciones revolucionarias en Siria. Allí concentraron todas sus fuerzas y a todos sus agentes en condiciones de intervenir: la guardia islámica de Irán, Hezbollah, el asesino Putin, siempre dispuesto a masacrar, junto a Al Assad… todos bajo el mando yanqui. Ahora que la vida da su veredicto, los voceros del imperialismo y las burguesías en las filas del movimiento obrero, tienen mucho que explicar… Pero mucho que explicar, porque son corresponsables del aislamiento que hoy padecen las masas de Gaza y Cisjordania.
Ahí están las declaraciones del ex Secretario de Defensa de EEUU para la política de Medio Oriente, Andrew Exum, ante el Comité de Asuntos Exteriores del Congreso norteamericano.
En esas declaraciones que son públicas, afirma con claridad que los yanquis “en 2015 hablaron con los rusos para que salven a Al Assad que estaba a punto de caer", según este miserable asesino, a manos “del terrorismo”... Aclaremos que con la excusa del “terrorismo” fueron asesinados con un genocidio más de 600 mil trabajadores y explotados en Siria y más de 100 mil presos se pudren en las mazmorras fascistas del chacal Al Assad.
La vida misma demuestra la gran infamia y traición que significaron las mentiras de las burguesías “bolivarianas” e “islámicas”, de las corrientes stalinistas, de los partidos-socialimperialistas y los corifeos de ex trotskistas, que se colgaron y encubrieron al “frente antiterrorista” reclutado por el imperialismo yanqui para masacrar una gran revolución.
Tampoco faltaron las corrientes que le decían a las masas sirias que presionan a los yanquis para que les envíen armas, esa revolución podía triunfar.
Fueron las dos caras de una misma moneda que encubrió la masacre que organizó EEUU en Siria. No lo decimos no solo nosotros; lo reconocen los propios yanquis y su Secretario de Defensa encargado de forma directa de las tropelías norteamericanas en el Magreb y Medio Oriente.
¿Por qué Al Assad y Putin, que tiene una base militar a pocas millas de Gaza, van a atacar al sionismo ahora, si ellos le salvaron los Altos del Golán y aplastaron una revolución que amenazaba con llegar a Jerusalén?
En sus declaraciones, este pirata yanqui le dice al Congreso norteamericano la verdad, una vez que ya se ha impuesto el “silencio de los cementerios” en Siria y afirma muy suelto de cuerpo que ellos también acordaron con Al Qaeda para que en su territorio controle a los partisanos que eran expulsados de las distintas ciudades de Siria y llevados a Idlib.
Así, el imperialismo yanqui, que no se manchó las manos de sangre, le hizo hacer a sus súbditos el “trabajo sucio” que, por otra parte, EEUU no podía hacer porque venía de una fenomenal derrota en Irak a manos de las masas iraquíes y de la clase obrera norteamericana que se negaba a ir a morir por los negocios de las petroleras en Medio Oriente.
Hoy se corre el velo y se abre el telón. Aparecen con sus verdaderas caras los actores de la tragedia contra los procesos revolucionarios en Medio Oriente, que crearon las condiciones para que el monstruo sionista sea lanzado por el imperialismo a una guerra de exterminio contra el pueblo palestino y para imponer orden en todo el Magreb y Medio Oriente.
Enormes levantamientos revolucionarios de masas en el Magreb y Medio Oriente…
Y grandes traiciones
Hoy también aparecen y se desnudan otros “actores de reparto”, pero tan decisivos como los actores principales. Son los canallas del viejo Foro Social Mundial y los renegados de la IV Internacional sometidos abiertamente al stalinismo, que apoyaron, junto a los yanquis, la masacre de Al Assad y Putin a las masas sirias. Están manchados de sangre… No habrá olvido, ni perdón.
Ellos fueron los encargados de paralizar e impedir la solidaridad de las masas del mundo con sus hermanos de Siria. Aplaudieron la derrota de la revolución e hicieron pasar al asesino Putin, que le hace el “trabajo sucio” al imperialismo en todo el mundo, como un “aliado antiimperialista” de las masas.
Una Siria sublevada, con las masas tomando Homs, Daraa, marchando sobre Alepo, hubiera sido hoy el más grande sostén revolucionario a la Gaza masacrada… A los traidores que impidieron esto, se los llama traidores. Eso es lo que son.
También estas corrientes reivindicaron a las YPG kurdas y al PKK que, según ellas, combatían en Siria contra los “terroristas” y el imperialismo… Estos hoy están bajo las órdenes de los yanquis y sus bases militares en el norte de Siria, cuidándole los oleoductos a las petroleras imperialistas. Ni un fusil, ni un miliciano para combatir con las masas de Gaza salieron de las YPG y los traidores del Partido Comunista kurdo. No se escondan. Den la cara.
Desgraciadamente, teníamos razón… Estamos ante una tragedia. No es momento de elogios subjetivos, solo de reivindicar que dijimos la verdad y por ella combatimos y luchamos en la guerra civil, de la cual se escondieron y denostaron todos los lacayos de la burguesía y el imperialismo.
Es el momento de hacer pagar caro semejante traición porque es la que se está volviendo a cometer en Palestina. Es el momento de que las masas palestinas reconozcan quién preparó esta contraofensiva del sionismo para que hoy sufran una masacre igual que la de la revolución siria.
Las masas palestinas en Cisjordania cuando entran al combate ya reconocen que la OLP es un agente del sionismo, siendo la avanzada de la represión a los mejores combatientes en esa región de la Palestina ocupada.
Como planteamos anteriormente, los explotados y martirizados de Gaza se preguntan: “¿dónde están las burguesías árabes?”. Ellos se merecen una respuesta justa. Se merecen la verdad para que puedan distinguir quiénes son sus aliados y quiénes sus enemigos.
La primera tarea en una guerra es reconocer al enemigo. Ese es el “talón de Aquiles” de la enorme y heroica resistencia del pueblo palestino.
Es el momento de que hagamos justicia por la masacre en Siria contra los canallas del “frente antiterrorista” de la izquierda mundial que hizo pasar a Putin y los verdugos de la revolución siria como sus aliados.
Todos ellos, todos juntos, el 7 de octubre de hace un año, le enviaron “condolencias” a los sionistas que fueron tomados como rehenes o cayeron en la lucha defensiva de la resistencia palestina contra las fuerzas ocupantes de su territorio. ¡Ahora den la cara los que enviaron sus condolencias al fascista Netanyahu! ¡Den la cara! Expliquen por qué le negaron el derecho a la autodefensa al pueblo palestino y sus organizaciones para enfrentar la nueva Nakba contrarrevolucionaria que ya había comenzado. Explíquenlo.
Un día después del 7 de octubre, en Argentina se realizó el debate entre los 5 candidatos a presidente que se presentaban a elecciones. Uno de ellos era Milei, hoy presidente, que competía centralmente con el candidato del peronismo. También estuvieron representantes de dos partidos burgueses menores y la izquierda del FIT-U, con su candidata Myriam Bregman del PTS. De la boca de Milei, el agente de Netanyahu, de todos los políticos burgueses y del propio FIT-U salieron las mismas condolencias con los colonos sionistas y la “condena” a la acción de autodefensa de la resistencia palestina… Lo tienen que explicar. Le han mandando condolencias a fuerzas contrarrevolucionarias sionistas que harían empalidecer a las SS de Hitler.
Estas corrientes condenaron la acción del 7 de octubre, tratándola de “terrorista”, cuando Hamas y Hezbollah son partidos políticos con fuerzas armadas que defienden la nación que le ocuparon. Nosotros tenemos profundas diferencias políticas con estas corrientes, como queda claro inclusive en esta nota, pero los reconocemos como tales y llamamos a que sean reconocidos como fuerzas beligerantes y se le puedan enviar armas y pertrechos para que recuperen su nación…
A la izquierda reformista le atrasaba el reloj: se habían quedado en el “frente antiterrorista” con el que justificaron el aplastamiento a la revolución siria y terminaron todos colgados a Netanyahu. No olvidamos. Den la cara. Ahora explíquenlo.
La guerra de Siria, entonces, fue un episodio de la guerra civil en toda la región que no ha terminado porque hoy se define en Gaza y en toda la Palestina ocupada.
Esto es lo que también necesitan reconocer los partisanos que aún resisten contra Al Assad en Siria y la represión de Al Qaeda en la retaguardia. En la provincia de Idlib el gobierno de Al-Julani ha largado un feroz ataque con detenciones masivas para controlar que las masas sirias no tomen un curso independiente y marchen a pelear con sus hermanos de Gaza y Cisjordania.
Las condiciones del campo de batalla deben ser reconocidas por las masas yemeníes que heroicamente dan su vida por la causa palestina, el pueblo iraquí sublevado y de forma decisiva, los obreros y la juventud rebelde de EEUU que han puesto sobre sus hombros la lucha por la victoria de la nación palestina.
Por ello, hoy la batalla de Palestina se juega en dos frentes: el de Gaza, Cisjordania y Medio Oriente, y en EEUU, que es la avanzada de la enorme solidaridad internacional que recorrer el mundo en apoyo a las masas palestinas. Allí, en EEUU, está surgiendo el nuevo Vietnam que se pone de pie en las entrañas mismas de la bestia imperialista.
Por ahora, Irán y Hezbollah han impedido abrir todos los frentes de combate para ir en ayuda de las masas de Gaza, Cisjordania y ahora del Líbano… Vienen prometiendo la “madre de las batallas”, como hacía el cobarde de Saddam Hussein, y solo le dan tiempo al sionismo para que masacre.
No hay tiempo que perder. Son las masas explotadas del Líbano, sus luchadores anti-sionistas y antiimperialistas los que deben tomar la resistencia y la respuesta a la guerra en sus manos.
Antes de que sea demasiado tarde: ¡hay que abrir los frentes! ¡Hay que romper el cerco a Gaza! ¡Hay que terminar con las burguesías árabes colaboracionistas con el sionismo!
Las masas explotadas deben tomar en sus manos la guerra de liberación nacional para no dejar ni rastros del estado sionista-fascista de Israel y conquistar una Palestina libre del río al mar, que sea un punto de apoyo para la Federación de Repúblicas Obreras y Campesinas del Magreb y Medio Oriente, sin piratas imperialistas que la saqueen ni burguesías lacayas que se enriquezcan en un mar de millones de hambrientos que viven con el oro negro bajo sus pies.
El ataque del estado de Israel al Líbano: una acción terrorista y la avanzada de una guerra total del imperialismo en toda la región
Cuando escribimos esta nota, acaban de estallar los handies de la custodia de los funerales de los mártires del Líbano, con 9 muertos y cientos de heridos.
El cinismo de las burguesías árabes y chiita es de destacar. Le tienen más miedo y terror a que las masas palestinas del Líbano entren con sus armas a romper el cerco a Gaza, a que les sigan matando a decenas y centenares de los suyos. Ellos saben que entrar en una ofensiva abierta significaría el ingreso de millones de explotados a la lucha directa junto a Gaza. Las masas armadas en acciones independientes tomarían los bancos y pondrían todos los fondos para comprar armas y suministros para la resistencia. Pondrían a producir la tierra y toda la economía para que el pueblo de Gaza hambriento pueda alimentarse. Dejarían sin comida a los hombres de negocios para que coma el pueblo palestino. De allí el terror de la burguesía al ingreso de las masas a la guerra civil contra el sionismo y el imperialismo, de forma generalizada e independiente.
Poner en pie una Asamblea Nacional Palestina y un Comando de Guerra común de los sindicatos palestinos, los partisanos, los comités de refugiados y de abastecimiento, pondría al orden del día no solo la generalización de la guerra civil y la revolución, sino también el levantamiento de las masas de la región y a nivel internacional.
¡Por una Asamblea Nacional Palestina con delegaciones de Cisjordania, Jordania y de los combatientes palestinos del Líbano, que le declare la guerra total contra la guerra de exterminio del sionismo y los yanquis!
¡Por la expropiación sin pago de los bancos y las petroleras imperialistas que saquean las riquezas de pueblos hambrientos!
Como planteamos a lo largo de esta nota, estamos ante “la” batalla; una batalla decisiva que definirá la suerte de las masas de todo Medio Oriente y también de la clase obrera internacional. Una victoria imperialista en la región sería un duro golpe que fortalecería la ofensiva colonizadora del imperialismo en todo el mundo colonial y semicolonial. También lo fortalecería para darle duros golpes a la clase obrera de las metrópolis.
La batalla de Gaza, entonces, es una batalla de toda la clase obrera mundial. Los sindicatos palestinos han sacado un nuevo llamamiento repudiando a la Histadrut y sus últimas marchas. Esta denuncia valiente es la mejor respuesta a las movilizaciones contrarrevolucionarias del sionismo que llora a sus muertos y quiere recuperar a sus rehenes, pero festeja la masacre en Gaza y aplaude la prisión de más de 10 mil palestinos torturados en los campos de concentración del estado de Israel.
El gobierno sionista ha desatado una nueva masacre terrorista en el Líbano. Ni la Histadrut ni los colonos fascistas que se dicen “opositores a Netanyahu” organizaron hoy una huelga general ni un funeral en honor a los caídos en Líbano ni de los masacrados en Gaza y Cisjordania…
El estado de Israel ataca bajo las órdenes del imperialismo yanqui. La izquierda que encubre con un manto “progresivo” al sionismo, considera “progresivas” las marchas que en Tel Aviv le exigen a Netanyahu que luego del genocidio en Palestina, ya es hora de negociar un alto el fuego y el intercambio de rehenes. Los nazi-sionistas luchan por los suyos. Consideran que ya ha matado lo suficiente y que ya están las condiciones para negociar y recuperar a los rehenes, y en todo caso, después volver a atacar. Como ya dijimos, velan a sus muertos y festejan el genocidio de millares de palestinos enterrados en fosas comunes en Gaza. Quieren la liberación de sus rehenes, pero quieren mantener bien cerradas las cárceles sionistas donde hay más de 10 mil rehenes palestinos. ¡Que el ocupante llore sus muertos y nosotros los nuestros!
Resolver sobre los prisioneros cautivos en la guerra, es un derecho inalienable de una nación ocupada y sometida a un genocidio. La nación palestina ha mantenido a los prisioneros de guerra en condiciones óptimas de existencia, mientras los prisioneros palestinos son vejados y mutilados masivamente y hasta sus niños torturados por el sionismo. Insistimos, resolver sobre esto es un derecho de la resistencia.
Si hay luchadores judíos que reivindican la causa palestina, lo que pueden hacer es quemar la bandera de los ocupantes, levantar la bandera palestina y pasarse a combatir con sus armas junto a la resistencia.
La central sindical patronal Histadrut, que esclaviza a los obreros palestinos en sus fábricas, lucha por los suyos, pero avala, encubre e impulsa nuevamente hoy, como hizo en 1948, la Nakba para terminar de despojar a los palestinos de su tierra.
Todo obrero judío con conciencia de clase solo puede romper con esta central fascista y patronal y entrar a luchar dentro y junto a los sindicatos palestinos.
No habrá democracia ni libertad hasta que no se destruya al estado de Israel. Todo lo demás es farsa sionista.
Solo así podrán convivir en paz en una Palestina libre, laica, democrática y no racista, las distintas religiones e ideologías que tenga el pueblo, sin ocupantes ni usurpadores de la tierra.
Los ataques terroristas de hoy buscan crear las condiciones para un ataque militar en toda la línea del sionismo al Líbano
En el Líbano el sionismo se rompió los dientes con una guerra civil de masas, hace casi dos décadas. Han jurado venganza… Deben cuidar la frontera norte de Palestina ocupada para impedir que, conmovidas por el genocidio y la heroica resistencia de Gaza, se subleven las masas palestinas del Líbano. La frontera sur ya la tienen cubierta por Al Sisi y la dictadura contrarrevolucionaria de Egipto y su pacto histórico con el estado de Israel.
El sionismo y los yanquis deben abrir y expandir los frentes. En Jordania, el rey Abdalá II ha impuesto un control militar contrarrevolucionario al pueblo palestino en su territorio. El ataque al Líbano es inevitable para terminar de cercar Gaza, aplastar Cisjordania y exterminar a la nación palestina. Ese es el plan yanqui.
La “conmiseración con los civiles muertos” del Departamento de Estado yanqui llena de odio e indignación. Solo buscan lavarse la ropa llena de sangre ante las masas norteamericanas que están en estado de sublevación contra el genocidio del sionismo y el gobierno yanqui en Gaza.
Los sindicatos palestinos y los sindicatos en lucha de EEUU ya están en condiciones de coordinar una acción generalizada y centralizada a nivel internacional contra el genocidio sionista.
De nuestra parte, hacemos nuestra y publicamos la declaración de los sindicatos palestinos, y la impulsaremos para que sea tomada como propia por todas las organizaciones obreras y antiimperialistas del mundo.
El combate es por paralizar la máquina de guerra contrarrevolucionaria del imperialismo y el sionismo con el método de la clase obrera: la huelga general internacional.
El combate es por una Palestina libre del río Jordán al Mar. Es por la Federación de Repúblicas Obreras y Campesinas de todo el Magreb y Medio Oriente.
¡La batalla decisiva es en Gaza y Nueva York! ¡Paso a la clase obrera norteamericana! Como gritaban los trabajadores de EEUU en 2008: ¡hay que rodear y cercar Wall Street! Allí están los jefes del sionismo y de todos los bandidos asesinos y expoliadores del planeta.
Carlos Munzer y Milenka López, por el Comité Redactor de “El Organizador Obrero Internacional¨ |