Las delegaciones de las regiones del Perú profundo junto a los explotados de la capital, chocan con el enorme cordón policial que impide que lleguen al Parlamento.
Mientras tanto, la burocracia de la CGTP, con delegaciones simbólicas de algunos sindicatos, marcha en otro punto de la capital, en una movilización pacífica hacia los barrios ricos, bien lejos del combate que se desarrolla en el centro de Lima.
Pero a pesar del rol de la dirección de la CGTP que en pleno paro nacional busca dividir a los trabajadores de la capital de la vanguardia obrera y campesina del sur en estado de insurgencia, en los alrededores del Congreso se enfrenta masivamente la represión de los perros de presa de la policía y la lucha revolucionaria contra el régimen fujimorista continúa.