Columna de opinión - 11 de junio 2021
Tras una pantalla y en pantuflas y desde hace años muy lejos del campo de batalla…
Jorge Lascano-Terracota en las faldas del estado burgués, atacando a los trotskistas
Por Florencia Cerrillos
Introducción
La FLTI ha sacado una declaración definiendo con claridad el debate que el señor Lascano, que se hace llamar Terracota, abriera de forma intempestiva planteando diferencias sobre cuestiones de principios y de estrategia revolucionaria, rompiendo todos los acuerdos que decía tener cuando se aproximó como simpatizante de la FLTI hace 6 años.
Lo que es más grave es que Lascano-Terracota en su despecho, no solo se está apoyando en viejos cuadros del morenismo que le ponen el hombro de atrás para combatir a nuestro movimiento, sino que también se está apoyando directamente en el estado burgués.
Una catarata de insultos, amalgamas y calumnias por parte de Lascano-Terracota, culminan con el ataque conocido públicamente de acusar de “terroristas”, “del ISIS”, de “narcotraficantes” y de “tratantes de blancas” a la LOI-CI/Democracia Obrera.
Una andanada de calumnias contra nuestros dirigentes es la herramienta con la cual este señor intenta hacerse escuchar y que a la vez marca, como un vulgar delator, a camaradas de nuestra corriente que están en el frente de la lucha de clases.
Está claro que en décadas de combate por la IV Internacional nos supimos ganar el odio de arribistas, almas cansadas, oportunistas y fracciones derechistas de nuestra propia corriente, la FLTI, con las cuales nos delimitamos en nuestra lucha por conquistar un programa revolucionario. Ese es nuestro mérito.
Pero el señor Lascano-Terracota y sus socios carroñeros no tienen nada que ver con estas delimitaciones políticas. Estamos ante un provocador del estado.
Semejantes pestilencias que destila este señor contra nuestra corriente no son creíbles para nadie. Don Lascano-Terracota salta de argumento en argumento, cada vez que es destrozado en cada uno de ellos con la verdad histórica que se le cae sobre la cabeza y los dientes.
Estamos ante un chapucero de bajísimo nivel marxista, que no hizo un solo aporte programático estratégico a ninguno de los tests ácidos que nuestra corriente viene respondiendo desde hace años en la lucha de clases internacional y en la revolución.
Él es la expresión externa de nuestra corriente -puesto que nunca le fue permitida la militancia a nuestro interior-, de gente que se mimetizó con nuestro programa e intentó hacer un grupo gemelo en un sitio de Facebook, para de forma agazapada disparar en el momento oportuno. Se ha equivocado. Ni uno solo de nuestros militantes y simpatizantes escucha sus calumnias, ni les interesan.
Su egolatría asentada en la nada es un bálsamo para su vida de oportunismo, capitulaciones y traiciones. Ese odio empujó al señor Terracota a refugiarse en manos del estado burgués y sus instituciones como la justicia videlista y del “frente antiterrorista” mundial de los yanquis, Macron y demás piratas imperialistas.
A este señor lo mueve el odio y el resentimiento que no es más que su propia impotencia y la de una vieja generación que prefiere justificar sus décadas de adaptaciones y traiciones, a dejar un legado de lecciones revolucionarias a las nuevas generaciones del proletariado.
De la noche a la mañana, lo que comenzó como un balbuceo, terminó con Lascano-Terracota levantando un grito de guerra contra el trotskismo, lleno de calumnias, insistimos, no creíbles para nadie, salvo por sus amigos, uno de los cuales es su tío, un juez federal de la Provincia de Buenos Aires, a quien le dejara encomendada su seguridad.
Estamos ante resentidos históricos que durante toda su vida se empeñaron en echarle la culpa de sus propias capitulaciones y traiciones al movimiento revolucionario. Algunos como Terracota cruzaron el Rubicón y llegaron por esa ruta a transformarse en aliados del estado burgués.
Trotsky alertaba sobre esto en los ’30 al SWP norteamericano. Les decía insistentemente que si el stalinismo estallaba antes de que madure el partido de la IV Internacional en ese país, el movimiento se iba a llenar de resentidos y oportunistas a quienes había que dejar de lado y muy lejos de la organización. Por eso Lascano se quedó golpeando a nuestra puerta para ingresar y nunca se lo permitimos.
Yo le escribí al partido-Facebook de Terracota para responder algunos de sus cinismos más alevosos. No me detuve en las calumnias más burdas y brutales, de las cuales no me voy a hacer eco.
Llama la atención cómo Lascano-Terracota me ha tratado a mí, de ser “sumisa”, “sometida”, “chupa … de CM” y de que este se esconde debajo de nuestras polleras. Esto no es solamente una falta de respeto. Es un idioma de comisaría, de burócratas, de patrones, contra comunistas revolucionarias que tenemos nuestras convicciones.
A cada paso, Terracota queda al descubierto y busca nuevas y más repugnantes calumnias que, insisto, nadie puede creer.
Eso habla de la cloaca en la cual está este señor. Y no hay nada que lo saque de allí, por más “heroísmo” y epopeyas que quiera vender por su militancia en la dictadura. Esta es la cara más sucia y denigrante de Lascano-Terracota. Aquí los únicos héroes en la lucha contra la dictadura, a quienes se les han hecho y se le harán miles de homenajes, son los 30.000 compañeros desaparecidos. Militar contra la dictadura es la obligación de un marxista, no un mérito. Aunque Lascano no haya sido más que un militante de base en aquellos años, no deja de ser esto una obligación. Es muy sucio lo de este señor: intentar “ponerse en el bronce” en vida, cuando ese lugar ya está ocupado por la sangre derramada por la vanguardia obrera argentina. De verdad, da asco y vergüenza.
Desde mi Facebook yo le respondí a este sujeto mis primeras impresiones, en momentos en que este se sacaba la careta. Aquí reproduzco mi respuesta al mismo.
A decir verdad, esta discusión no da para más. Esta es la última vez que yo voy a responderle con el derecho que tengo como militante de esta organización a publicar en esta sección de “Columnas de Opinión”.
Reproduzco entonces mi punto de vista sobre este oscuro personaje que por supuesto hoy debe estar rodeado de aves carroñeras y de viejos despechados. Que se cocinen en su salsa. Los trotskistas nos atendremos a nuestros asuntos.
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“Lascano” monta cortinas de humo para que “Terracota” difame al trotskismo
Con todo tipo de ataques morales, amalgamas y calumnias usted se está escapando de un debate político cuando sus posiciones comienzan a desenmascararse por el rigor del programa conquistado por la FLTI.
Diga la verdad. ¿Por qué lo calla? ¿Por qué esconde que con usted se abrió una crisis política cuando comenzó a defender a la Histadrut, ese apéndice fascista del sionismo? Diga la verdad: nosotros condenamos su política y el esfuerzo denodado que hizo para fusionarse con la dirección del grupo San Isidro de Cuba, dirigido por Tania Bruguera y montado directamente por los yanquis y la Fundación Rockefeller, al que usted le exigía que pelee por la “democracia” y apoye a los obreros cubanos del puerto que estaban en lucha. Esta Tania Bruguera publica declaraciones financiadas por el David Rockefeller Center para América Latina y la Universidad Harvard de EEUU. Usted ha terminado en Harvard con los gusanos, llamando a luchar por la “democracia” en Cuba.
La brecha entre nuestra corriente y usted se abría inevitablemente. Usted mostraba su verdadera cara antes de intentar disparar sobre la sien de los revolucionarios.
Usted se indignó porque DO se negó a publicar toda denuncia o nota política suya que incluya ataques personales y morales a todos los dirigentes de la izquierda contra los que usted discute, como hace ahora con la dirección de la FLTI a la que acusa de ser de la Triple A y de ser fascista. Usted también acusa a Altamira de ser nazi. Y a Bobby Sáenz de financiar un partido con la plata de su padre, luego de estar usted en el Nuevo MAS hasta el año 2015, durante décadas de militar con él y ocultar esto o disfrutarlo. Del cinismo nunca se vuelve.
Usted posa de obrero que pica piedras cuando en realidad devino en un pequeñoburgués, asiduo concurrente de las playas del Mediterráneo y Cancún, cuestión que no tiene nada de malo. Pero da asco que usted se venda como un obrero empobrecido.
Sus preguntas “inocentes” sobre las Comisiones Morales en los partidos revolucionarios no fueron inocentes. Usted hace rato tiene el programa del stalinismo de que las direcciones políticas resuelven las cuestiones morales. Eso le comenzó a permitir a usted largar las peores calumnias morales contra los trotskistas. Ese es su programa. Con él intenta dejar aislados a los revolucionarios para que luego los estados burgueses se ocupen de ellos. Usted es apenas una bala trazadora, de un grupo gemelo ajeno a nuestro organismo y hoy es una excrecencia del mismo.
Usted también acusa a Democracia Obrera de tener métodos mafiosos. Somos un raro “partido mafioso” que le ha publicado a usted decenas y decenas de columnas de opinión, donde inclusive en algunas de ellas critica públicamente a la FLTI ante miles de trabajadores del mundo.
Así, usted vuelve a sus orígenes: al MAS de los ‘80. ¿Se acuerda cuando usted y su banda de seguridad nos rompieron la cabeza en aquel momento a 50 militantes del PTS, sus compañeras y sus hijos en La Plata por tener diferencias? Usted se calló y apoyó. Aquí nos conocemos todos. No se lave la ropa diciendo que es un obrero metalúrgico… Usted perteneció a uno de los peores y más brutales aparatos de la izquierda argentina que inclusive, cuando estalló ese partido, se repartieron los locales a punta de pistola y metralletas. ¿De qué moral viene a hablar cuando usted aplaudió a su dirección y era parte del aparato que les llevó flores y condolencias a los milicos asesinos de La Tablada que en 1989 rociaron con fósforo blanco a los compañeros desarmados?
¿Por qué tanto odio contra la dirección de DO? Porque fue la que encabezó la lucha contra la descomposición y degeneración de ustedes. Por eso el odio y el ensañamiento. De esa cloaca sale su rencor cuando aparecieron las primeras diferencias políticas serias.
Si hay alguien de quién cuidarse, y que realizó amenazas físicas contra nuestra dirección apenas se iniciaba el debate, es de usted. Lo suyo es una cortina de humo porque sabe bien que hizo esto.
Usted no es militante de nuestra organización y nunca lo fue. Solo le dimos derechos democráticos de expresión porque el Nuevo MAS se los había quitado, pero no lo hicimos para que usted injurie y calumnie a cualquiera. Le alertamos en reiteradas oportunidades que no íbamos a publicar sus notas con ataques personales a la vida personal de dirigentes obreros ni de otros dirigentes de izquierda, por más que nosotros opinemos que se han pasado al campo del reformismo.
“Lascano” abrazado a “Terracota” se hunde con el Titanic
Usted empezó a los tumbos, a bambolearse como el Titanic y entró y llamó ferozmente a defender a la Histadrut, ese apéndice patronal fascista del sionismo que ocupó Palestina a punta de pistola.
Como buen impresionista pequeñoburgués, se fue con el grupo San Isidro, como si hiciera falta hacerse amigo de los yanquis para enfrentar la restauración capitalista de Cuba que impusieron los Castro.
Se volvió a bambolear cuando el iceberg le partió el barco, abrazándose al programa stalinista de partido de que los Comités Centrales “son todo”, inclusive dueños del honor y la moral de los militantes revolucionarios.
El Titanic ya empezó a hundirse y ahora acusa a los trotskistas de ser “igual que los fascistas de la Triple A”, “terroristas” y “del ISIS”, cuando en nuestras filas están y luchan con nosotros gran parte de los obreros condenados a cadena perpetua en Argentina. Nuestros dirigentes están acusados por el estado burgués de ser una “asociación ilícita” por jueces que seguramente juegan al golf en los countries de La Plata con su tío.
Usted actúa como un vulgar delator de los revolucionarios ante los tribunales burgueses. Pierda cuidado que usted ya aparecerá como testigo de cargo.
Todo se vuelve más grave, porque somos una de las pocas corrientes de la izquierda mundial que regó con su sangre, no con palabras, el campo de batalla en lucha contra el fascista Al Assad y nuestros camaradas se juegan la vida allí. Eso ha concitado todo el odio, el rencor y el resentimiento de toda la izquierda lacaya del stalinismo y pro-Assad, comenzando por usted que se vanagloria de intentar hacernos entrismo. Pero usted señor, a nuestra casa nunca entró. No sabe ni siquiera dónde queda el living o la pieza. Solo sacó fotos desde afuera.
Ahora se desenmascara: acusa a nuestros compañeros de ser “del ISIS” en Siria y “de la OTAN” en Libia. Parece Khadafy hablando desde el balcón de Trípoli. Usted es un hombre tapado del estado. Como se decía en la época de la dictadura: un delator. Y gruñe como un perro rabioso y escupe toda la baba de su resentimiento.
Es que más y más los revolucionarios profundizamos nuestro trabajo en el movimiento obrero no solo en Argentina, sino a nivel internacional en los focos de la revolución, como en Cali o con los partisanos de Idlib, donde la izquierda reformista y los desertores no están y lo miran por TV; y más y más salen las balas trazadoras y los jefes despiertan a los lobos dormidos para disparar por la espalda.
Terracota concentra todo el odio contra los dirigentes trotskistas que le arruinaron la fiesta a los entregadores de la IV Internacional en el ‘88-‘89
No se olvide… Su única “epopeya” es haber levantado sobre sus hombros al stalinismo cuando entregaba la URSS. Sus epopeyas son las de los traidores.
Usted está tan perdido, se quedó tantas veces sin argumentos, que ya inventa. Ha hecho de su ofensiva política un “vale todo”, que se le vuelve en contra como un boomerang.
Usted concentra todo el odio histórico que tienen los viejos burócratas del MAS del ‘88 contra una corriente de revolucionarios que se sublevaron casi solos al grito de "todo el vuelco de los trotskistas a la URSS para que no caiga el estado obrero".
Los revolucionarios de la TBI del MAS hicieron esto mientras ustedes hacían campaña electoral con el stalinismo y se le caían los cascotes del Muro de Berlín en la cabeza; mientras ustedes usaban la televisión, la radio y la prensa para llamar a votar a los contrarrevolucionarios del aparato stalinista en las elecciones. Ahora siguen sangrando por la herida porque nosotros hicimos campaña en radio, en televisión y en la prensa llamando a los obreros y a los trotskistas a combatir contra el stalinismo que entregaba la URSS.
Parece que estuviera jugando al “gallito ciego”. Usted tiene los ojos tan vendados por la furia, que no puede tocar a nadie.
Dice que fuimos a la prensa burguesa a “denunciar a un colombiano”, cuando lo que fuimos a hacer fue a defender nuestro programa revolucionario ante las masas, contra ustedes que defendían al stalinismo. Usted nos acusa también de ir al Ministerio del Interior a denunciar al MAS, cuando en realidad fue su dirección a decir que no tenían nada que ver con la TBI que rompía ese partido y no se hacía responsable de nosotros. Esto era en momentos en que el gobierno de Alfonsín había largado una campaña contra la izquierda argentina acusándola de “terroristas” y “guerrilleros”. La dirección del MAS actuó como verdadera chupamedias del estado burgués, mientras que la TBI defendió públicamente al MAS de estas acusaciones, luego incluso de haber sido expulsados.
Basta ver el primer periódico del PTS, saldando esta discusión histórica para que todos los falsificadores vuelvan a la cueva de donde salieron.
Usted guarda ese odio ancestral porque le arruinamos su orgía de sangre, traición y entrega. Usted calumnia a Carlos Munzer porque es uno de los revolucionarios que tuvo el mérito de encabezar esa pelea, de la cual no ha renegado. Somos patriotas de esa batalla del PTS de fines de los ‘80, de todos sus dirigentes y cuadros que defendieron la bandera del trotskismo contra el stalinismo y los capituladores de la dirección del MAS. Por eso el odio que tienen contra Carlos Munzer, usted y todos los traidores. Es que nos ganamos el justo odio de todos los traidores y de todas las corrientes colgadas a los zapatos mugrientos de la burguesía y el stalinismo.
Ya a fines de los ’90, la dirección del PTS, adaptada al régimen burgués, largó parte de las calumnias y las chicanas de baja estofa que usted usa hoy. Pero sin atreverse a llegar tan lejos como usted, como tampoco se animó a hacerlo la propia dirección del MAS del ‘88.
No discuto con usted por la fortaleza de su posición ni porque pueda confundir a algún incauto, sino para dejar claro bajo qué condiciones se van de la historia algunos cuadros de la vieja generación, resentidos con el marxismo y con el movimiento revolucionario para salvar su prestigio. Con tanto odio y rencor que si ayer se abrazaron con Yeltsin para entregar la URSS, hoy se abrazan con el estado burgués para atacar a los trotskistas.
Nuevamente sobre la prensa burguesa
Lascano y Terracota con Patricio Etchegaray y la burocracia restauracionista de la URSS sobre sus hombros, acusa a los trotskistas. Una historia sucia que el delincuente quiere ocultar
Usted Lascano ponía sobre sus hombros al dirigente del stalinismo argentino, Patricio Etchegaray, heredero de Vittorio Codovilla, el jefe de Mercader. ¿De qué se queja? De que denunciamos ante las masas al stalinismo y la capitulación del MAS.
Le insisto, la TBI del MAS yendo a la prensa burguesa fue brillante. Fueron Munzer y Albamonte, mientras usted hacía campaña electoral en La Nación, Clarín y en la televisión llamando a votar al stalinismo que entregaba la URSS. ¿Usted y sus dirigentes tenían derecho a usar la prensa burguesa para hacer propaganda política y los revolucionarios no para denunciar las traiciones de un partido reformista? Increíble. Los revolucionarios fueron a la “prensa burguesa” a denunciar al régimen, al estado y a los traidores, entre ellos, a ustedes. Rompimos con su partido ante los ojos de la clase obrera. Mientras tanto, como ya dijimos, usted en su Congreso en Obras Sanitarias a fines del ’89 y principios de los ’90 levantaba en andas a Patricio Etchegaray, jefe del Partido Comunista, heredero de Vittorio Codovilla, el asesino de Trotsky y el organizador de la quintacolumna.
¿Y nosotros no podemos denunciar su traición, Terracota? En su Congreso de Obras Sanitarias tuvieron hasta el saludo de Lula y el PT. Volvían a colgar el retrato de Trotsky, a medida que se iban yendo los stalinistas y los militantes de Lula. Usted aplaudía.
Le salieron a pegar carteles a Vicente, candidato a presidente del PC con Izquierda Unida. Fueron a la televisión y a la prensa a apoyar a la burguesía y al stalinismo. Ustedes querían oscuridad para rompernos la cabeza a los trotskistas que rompíamos con ese partido decadente que luego estalló en 20.000 pedazos y al que usted siguió hasta el año 2015. Usted, Terracota, se pasó toda su vida traicionando en el partido en el que estuvo.
Usted no explica qué hizo allí hasta el 2015. Paso a enumerar alguna de sus andanzas… Usted colaboró con los liquidadores de la IV Internacional para someterla al stalinismo a fines de los ‘80. Usted sostuvo ese pacto con el PC que fue Izquierda Unida, un frente electoral mil veces más derechista que el FIT-U de hoy que todos criticamos.
Quizás usted estaba en la Plaza de Mayo cuando le ofrecieron el micrófono a Ubaldini para que cerrara vuestro acto, mientras la burocracia sindical entregaba todas las empresas del estado a las privatizaciones. Por eso afirmamos que usted y su partido se arrodillaron ante las privatizaciones de Menem.
Usted se dedicó a repartir limosnas en el movimiento de desocupados en el año 2000. Se organizó con lo peor de la dirección del MAS en la revista “Herramientas”, abiertamente revisionista y kautskista. Encabezó con Bobby Sáenz la campaña y el ataque político contra los obreros de Paty y sus dirigentes combativos, porque se negaban a apoyar marchas de la patronal y las transnacionales para que se abran los frigoríficos. ¿Y ahora usted reivindica a nuestro camarada Soria, cuando en vida lo detestó? Farsante. Aquí publico la declaración que usted sacó con Bobby Sáenz en el Nuevo MAS contra los trabajadores de Paty. No se le cae la cara de vergüenza.
Usted está rodeado de una banda de viejos cuadros del MAS de los ’80, fundidos y quebrados. Dígales que salgan de la ratonera y den la cara. Que salga el psiquiatra que lo atiende. Que dé la cara el semiólogo y demás asesores suyos, expertos en calumniar al trotskismo.
Nosotros reivindicamos al PTS de los ’90 porque fue un jalón revolucionario del trotskismo argentino, pero que luego terminara en su mayoría adaptándose al régimen burgués. Sin embargo la verdad es la verdad. Esas batallas de los ’90 fueron correctas. Sin ellas, nuestra corriente no hubiera llegado hasta acá, luego de nuestra valiente ruptura con el PTS por adaptarse con el peor de los nacionalismos al régimen burgués, como ya dijimos.
Entiéndalo Terracota, aunque le duela, la fecha de fundación de nuestra corriente en Argentina es 1988, cuando rompimos con la lacra de los renegados del trotskismo que pusieron sobre sus hombros al stalinismo. Esta fue la condición para establecer una relación política con usted, que declaró a los cuatro vientos adherir a nuestra posición. Usted aplaudía a la corriente que “después de tantos años lo había acercado a un programa revolucionario”. Todo era una mentira. Solo quería entrar a nuestra casa para dispararnos por la espalda, pero no le permitimos hacerlo.
Es que nosotros actuamos en consecuencia. Sabíamos que usted se había quedado en ese partido y en ese movimiento durante 40 años. Inclusive fue incapaz de romper en el 2000-2001 cuando vino la revolución argentina y capituló alevosamente. Usted fue un sirviente, arrastrado y obsecuente de la dirección de la LIT y el MAS durante décadas.
Después de 40 años, usted rompió con ellos, por un problema de disputa de aparato con el Nuevo MAS. Una ruptura burocrática, como lo intentamos convencer miles de veces. Se fue insultando, sin levantar un punto de programa, por problemas metodológicos, haciéndole acusaciones morales a la dirección del Nuevo MAS, que nosotros detestamos políticamente, pero nos negamos a acompañarlo en las inmundicias personales que usted destila contra los dirigentes de izquierda. Eso es lo que usted hace con el Pollo Sobrero, con Bobby Sáenz, inclusive con la dirección del PTS. Actúa como un vulgar matón de la juventud sindical peronista.
Lo intentamos ayudar a corregirse, a encontrar un norte. Usted se declaraba devoto de nuestro programa pero usted era un tapado, una bala trazadora. Terracota, diga la verdad, usted fue toda su vida un felpudo de los liquidadores de la IV Internacional y por eso se volvió ahora un delator del estado. Y el odio lo superó.
Terracota, que salgan al ruedo los viejos cuadros del MAS que lo rodean. Insisto, de allí sale todo su odio contra Carlos Munzer porque tuvo la valentía, con el otro miembro del Comité Central que era Albamonte, de patear la mesa en el ‘88, defender a la IV Internacional y declararle la guerra al stalinismo. Y esto lo digo porque es la verdad histórica y actual, a pesar de Albamonte y sus epígonos de hoy que niegan, lo sacaron de su historia y borraron con un método stalinista la verdad de los combates de los 90 y junto a ellos, a uno de sus principales dirigentes que es Carlos Munzer. Una generación de dirigentes trotskistas enfrentó valientemente la huida al stalinismo de los partidos liquidadores de la IV Internacional. Hace más de 20 años que resistimos las traiciones del ‘89 y la entrega definitiva de la IV Internacional al stalinismo en el siglo XXI. Usted es de ellos. Concentra todo el odio de ellos. Ya se lo han dicho otros compañeros y es hora que lo entienda: Carlos Munzer somos todos.
Habrá que escribir la verdadera historia de la crisis del MAS de los ‘80 y los ‘90, como ya lo está haciendo nuestra corriente, para terminar con tantos falsificadores que solo buscan salvar su prestigio cuando solo dejaron el campo de batalla lleno de escombros y de capitulaciones. La nueva generación necesita la verdad, no falsas epopeyas de los miserables.
Por eso odian tanto a Munzer, porque nuestra corriente, con su equipo marxista de dirección a la cabeza lleno de compañeros, compañeras y compañeres de altísima calidad revolucionaria, está en los procesos más avanzados de la revolución, la contrarrevolución y la guerra civil a nivel mundial. Y los miserables como usted y los junta votos reformistas, nunca van a tener ese honor.
Como no le han dado una vacuna contra la rabia, sigue destilando odio y rencor, que no es más que impotencia de felpudos en pantuflas en la casa. Usted acusa de “locos”, “psicópatas”, etc., como hacía la dirección del MAS en los ‘80 a los disidentes. Esto es lo que hizo el stalinismo con los trotskistas: primero los encerró en los manicomios, luego en los aisladores y después en Vorkuta para fusilarlos a todos. A usted le salen los pelos de gorila y de stalinista por todos los poros.
Usted, los quebrados y fundidos, resentidos y enemigos del trotskismo varios, se han focalizado en nuestra dirección para atacarnos. Peguen, disparen, que los golpes que tiran les estallan a ustedes en los dientes y en la nariz. Ningún obrero o joven que quiera buscar un camino a la revolución seguirá la ruta de la mugre que usted tira, después de haber adulado, reivindicado, defendido públicamente a la dirección que hoy denosta. Usted no explica qué pasó en el medio… Nosotros sí: usted entró en bancarrota política, volvió al MAS de los ’80 y de ahí siguió de largo: terminó abrazado al estado burgués.
En estos años, insisto, nuestra corriente respondió política y programáticamente a enormes acontecimientos y convulsiones históricas, desde el crac del sistema capitalista mundial al combate contra los “bolivarianos”, desde el nuevo rol del stalinismo al agudizamiento de la crisis de dirección por rol de la IV Internacional. Nuestra organización intervino en combates de revolución y guerra civil, teórica, programática y físicamente, como hicimos en Medio Oriente. Nos construimos en África y sacamos las lecciones de todos los procesos revolucionarios de América Latina. Fundamos la FLTI en duros debates, buscando las fuerzas sanas de la IV Internacional. En este camino tuvimos delimitaciones políticas y programáticas alrededor de la cuestión china y rusa, de las lecciones de la revolución boliviana, del rol del estado de Israel, etc., etc.
Sobre todo eso, usted no dice ni palabra. Es que nunca dijo ni palabra. Usted no estuvo ni está para eso. Usted se agazapó. Quiso hacernos un entrismo vulgar y fantoche a los revolucionarios. Pero usted no tiene ninguna data para batir porque nunca fue creíble para la base trotskista que jamás lo admitió en nuestras filas. Usted es externo al trotskismo y se mantendrá allí para siempre.
Por último, usted amenazó con ir al CELS para que lo defienda de cualquier agresión de los trotskistas. Primero fue y dejó el sobre del buchoneo a su tío, el juez. Como sabe que está disparando cualquier inmundicia contra nuestra corriente, insiste en ir a ver a Verbitsky, el servicio de inteligencia de la Fuerza Aérea. En el CELS encontrará rápida y eficiente atención para delatar a los revolucionarios por tener diferencias.
Diga la verdad: usted está asustado de las mentiras, calumnias y canalladas que intenta hacer contra nuestra corriente.
Pero usted para nosotros no existe, don Lascano. Usted es un muerto político. Vaya con su tío. Es su moral y la nuestra.
Florencia Cerrillos
PD: El señor “Lascano” prepara la muerte de “Terracota”… se rinde honores antes dejar este mundo.
Se han conocido fabuladores en el movimiento marxista pero como Lascano-Terracota, jamás.
Hace más de un mes Terracota sacó un comunicado en Facebook anunciando que se estaba muriendo. En aquella oportunidad recibió un comentario de un joven, que le escribió que esperaba que se recupere y que para él era muy importante que se mantenga luchando. Terracota subió este comentario anunciando que era un homenaje que le hacía la “juventud revolucionaria”…
La verdad, que Lascano le haga campaña y homenaje en vida a Terracota, es denigrante para los dos. Pero el joven que le hacía el “homenaje” era del PJ, candidato a concejal de Salta. Igualmente, está bien que se lo haga el peronismo. Si de allí viene Lascano. Lo de Terracota es un invento…
Esta gente recibe honores de concejales del PJ, que fue a desalojar a los heroicos obreros de la Terminal 5 del puerto, a los que Terracota llamó y pidió que lo atiendan para provocarlos, calumniarlos, maltratarlos. Usted es un francotirador tirándole por la espalda a la vanguardia obrera. Si tanto se ufana de tener “un 38 en la mesita de luz”, ¿por qué no lo puso a disposición del comité de huelga del puerto, de los compañeros que protagonizaron una de las luchas obreras más importantes de los últimos tiempos?
Terracota, sáquese las pantuflas y póngase la bolsa de agua caliente que se acerca el invierno. Hace años y años que usted está en cuarentena.
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