El gobierno fascista de Añez-Camacho y el ejército banzerista continúa teniendo presos políticos en sus cárceles. Así, Facundo Molares Schoenfeld (de 44 años de edad), que trabajaba como reportero gráfico y llegara a Bolivia para cubrir las elecciones del año pasado, fue detenido en un hospital el 11 de noviembre de 2019 en el departamento de Santa Cruz, presuntamente por participar y cubrir lo sucedido en los días del golpe fascista en Bolivia y por su militancia años antes en la FARC en Colombia. Facundo estaba siendo atendido por un mal renal e ingresó en coma inducido del cual estuvo 19 días en ese estado y permaneció esposado a su camilla durante ese tiempo.
Los padres de Sebastián, al enterarse del estado de su hijo viajaron desde Argentina a Bolivia el 12 de noviembre, pero no lo pudieron ver porque fueron apresados por tres individuos que los subieron a la fuerza en un auto. Ya detenidos por la policía, les encerraron en celdas separadas, les quitaron los celulares, les hicieron interrogatorios con vejaciones, amenazas, sin comida, ni agua, ni sanitarios, privados de comunicación, de dormir durante 25 horas y los liberaron con la condición que de inmediato vuelvan a Argentina, además de prohibirles ver a su hijo, bajo la amenaza de que los iban a asesinar.
Cuando Facundo despertó del coma el 29 de noviembre, le hicieron una audiencia cautelar sin presencia de su abogado ni ningún aviso a su familia y los jueces fascistas de la Añez lo imputaron falsamente por el delito de “homicidio, asociación delictuosa e instigación publica a delinquir”, sin ninguna prueba. De esta manera, fue llevado del hospital a la cárcel de Palmasola en Santa Cruz sin ropa, ni zapatos, ni medicamentos y luego el 6 de diciembre, sin aviso, fue trasladado a la cárcel de máxima seguridad de Chonchocoro en La Paz, sin acceso al tratamiento médico especializado que precisaba, por lo que padece náuseas, vómitos, pérdida de apetito, cansancio, fallos respiratorios y cardiacos, y debilidad generalizada, problemas para dormir, incontinencia urinaria y pérdida de visión de su ojo derecho, entre otros desórdenes multisistémicos. Además, se encuentra en régimen severo de incomunicación cautelar, con sólo media hora diaria de salida de la celda y, sin poder comunicarse con su familia, según datos de la carta de denuncia del ACAT (Acción de los Cristianos para la Abolición de la Tortura).
Así también como parte de ocultar el golpe en Bolivia fueron atacados los medios de comunicación y sus trabajadores, como es el caso del asesinato del periodista argentino Sebastián Moro. Él llegó a Bolivia en el año 2018 y trabajó para la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) como editor de su revista y luego de las elecciones de 2019 trabaja como colaborador del medio de comunicación “Página 12” de Argentina. El 9 de noviembre denunció en un artículo de “Página 12” el golpe fascista en Bolivia y tras esta denuncia se perdió comunicación con él. El 10 de noviembre tras no saber noticias suyas, ante la desesperación de su familia, le piden por teléfono a un allegado suyo que averigüe noticias de Sebastián, el cual lo encuentra en su departamento en estado semi-inconciente, fue trasladado al hospital donde 6 días después muere por un supuesto accidente cerebrovascular (ACV). Sin embargo, sus familiares denuncian que tienen fotos de su cuerpo donde se ve claramente que fue golpeado y vilmente torturado en los días previos a aparecer sin vida. Ante esta tremenda situación, sus familiares y varias organizaciones piden justicia, así también su madre denunció: "Mi hijo es víctima del golpe de Estado en Bolivia." (Página 12, 15 de febrero de 2020).
¡Libertad a todos los presos políticos que están encerrados como rehenes en las cárceles del gobierno fascista de la Añez! ¡Basta de impunidad a los asesinos y represores del pueblo!
Las organizaciones obreras y las organizaciones sociales que se reivindican por los derechos humanos y de los trabajadores en el mundo, deben tomar en sus manos las demandas por la libertad de Facundo Molares y el juicio y castigo a los asesinos de Sebastián Moro.
¡Libertad incondicional a Facundo Molares, los presos políticos de Senkata y El Alto! ¡Juicio y castigo por Sebastián Moro! ¡Justicia a los masacrados en Senkata-El Alto, la Zona Sur de La Paz y Sacaba-Cochabamba!
¡Libertad incondicional de los presos políticos en Bolivia, Argentina, Chile, Irán, Grecia y el mundo!
¡La sublevación de los esclavos no es delito, es justicia!
Liga Socialista de los Trabajadores Internacionalistas
de Bolivia
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