Siria - - 07 de marzo de 2017
Voces desde la resistencia Siria
Cómo se vive y cómo se muere hoy entre los escombros que dejó la contrarrevolución
En Siria, hoy se vive un engañoso alto el fuego impuesto a las masas rebeldes a punta de pistola, luego de que Aleppo -la capital de la resistencia- fuera entregada por los generales el ESL -bajo el mando de Turquía- a las tropas mercenarias de Bashar y la aviación rusa que se encargaron de llevar adelante allí una carnicería.
Con 5 millones de refugiados, 10 millones de desplazados internos, ciudades, barrios, escuelas, y fábricas devastadas, mas de 600 mil muertos y unos 100 mil desaparecidos nos adentramos hoy, a la vida cotidiana que se desenvuelve entre escombros, bombas, balas y puestos de control.
Mucho ha cambiado desde el inicio de la revolución siria, que fue un eslabón más en la cadena de revoluciones que sacudió al Magreb y Medio Oriente. Es que la revolución no ha triunfado y eso nos ha dejado viviendo incluso peor que antes de aquel 15 de marzo de 2011.
Los cambios más significativos se han dado por la devaluación de la moneda, el desmedido incremento de los precios de los víveres y la impresionante baja en los salarios. Ya el dólar ha subido a 540 liras sirias, 10 veces más de lo que estaba hace 6 años.
Los salarios que cobramos los trabajadores sirios en este país devastado por la contrarrevolución de Al Assad, Putin, los yanquis y la patronal esclavista son de 2000 liras, o sea 3,60 dólares por una jornada de 12 horas diarias. Tenemos que trabajar todos los días del mes (30) para tener un salario de 108 dólares. Si sólo nos tomamos 2 días de descanso en todo ese mes, entonces ya estamos cobrando aproximadamente 100 dólares.
Ni hablar de si además nos tomamos días para hacer guardias para defender nuestras familias y hogares ante la amenaza permanente de las fuerzas genocidas basharistas. En esos casos el salario puede caer a 72 dólares, porque solo podríamos trabajar 20 días al mes.
Con estos salarios es con lo que tenemos que ver cómo compramos nuestra comida y productos de primera necesidad para nosotros y nuestras familias. Aquí hay un listado de los principales víveres y cuánto cuesta cada uno:
- 1kg de pan: 2,20 dólares (nuestro alimento básico)
- 250 gr. de té: 9,25 dólares (o sea el kilo es 37 dólares y es nuestra infusión cotidiana)
- 1kg de azúcar: 0,92 dólares
- 1kg de arroz: 0,36 dólares
- 1 litro de aceite: 3,15 dólares
- 1 litro de leche: 0,36 dólares
- 1 litro de nafta: 1 dólar (la nafta, como así también el diesel los usamos no solo para autos o motos, sino para calefaccionar nuestros hogares y para calentar agua para poder bañarnos)
- 1 litro de diesel: 0,80 dólares
- 250 gr. de sal: 0,20 dólares
- 1kg de semillas de girasol: 2,20 dólares
En todo un mes, una familia en Siria come en promedio 30 kg de pan (1 kg por día), que cuestan 66 dólares. ¡Y nuestro salario ronda entre los 70 y 108 dólares! Esta es la realidad en la Siria aplastada por Assad y Putin, que le hicieron el trabajo a cuenta de todas las potencias imperialistas. Esto sucede tanto en los territorios que controla Assad como en donde están los generales del ESL y Al Nusra.
Entonces tenemos que luego de comprar el pan, nos restan 40 dólares de nuestro salario (si trabajamos todos los días) para comprar los víveres que faltan. Pero aquí siempre tenemos que tener té (que es caro y a lo sumo podemos comprar medio kilo por mes) y algo de azúcar. El resto intentamos comprar algo de arroz y leche, que siempre nos es escaso.
Es decir que entre el té, el pan y un puñado de arroz se nos terminó nuestro salario. Por ello los obreros revolucionarios socialistas sirios luchábamos por expropiar a los banqueros, a las patronales, a los generales burgueses para conquistar el pan. ¡Este es el camino también para sublevar a nuestros hermanos de clase explotados que están en los territorios de Al Assad! ¡Ese es su mejor misil, su arma más poderosa! Por el pan empezó nuestra revolución en 2011.
¡Los trabajadores del mundo deben saberlo! Porque nos han dicho que éramos bárbaros, islamistas, jihadistas... ¡Nosotros somos los trabajadores sirios! ¡Somos millones de parias viviendo de pan y un puñado de arroz! ¡Somos 9 millones en un país de 27 millones de habitantes! ¡Somos de los países de mayor concentración obrera en el Magreb y Medio Oriente! Y nosotros somos hambreados y asesinados por el jefe de los opresores sirios, Al Assad, que actúa a cuenta del imperialismo.
Al Assad tiene y ha usado contra nosotros su misil más mortal: el hambre. No hay ciudad, localidad o barrio que haya sido tomado por Al Assad en donde no hayan niños, mujeres, ancianos famélicos, muriéndose de hambre. No hubo ciudad o pueblo tomado por Al Assad sin que lo cercara, donde la gente sufriera allí hambre, mientras los generales ricachones del ESL y Al Nusra hacían negocios a costa nuestra, acopiando los víveres para hacer aumentar su precio y venderlos caros en momentos de escasez.
Al Assad ya nos venía hambreando y nos levantamos contra él ya desde 2011. En los territorios donde perdió el control vinieron los partidos ejércitos de los hombres ricos de negocios a expropiar nuestra revolución y así nos impidieron conquistar el pan. Y así estamos hoy, con un salario que apenas nos alcanza para comprar un poco de pan y té.
El resto de nuestros alimentos los conseguimos de otra forma. Es que la contrarrevolución imperialista nos ha obligado a criar todo tipo de animales domésticos para poder comer, aunque sea una vez al mes, carne. Se crían ovejas, corderos, chivos, conejos, pollos, gansos, palomas, y en época de escasez hemos llegado a comer carne de perros, gatos y ratas.
Asimismo usamos estos animales para leche y otros lácteos (como yogur o quesos) para completar nuestra dieta, o los vendemos. Después de todo, necesitamos combustibles (especialmente el diesel) para nuestra calefacción, el aceite para cocinar y para comer o semillas de girasol para comer y acompañar el té.
Pero es caro. Por eso llegamos también a vender todo tipo de chatarra reciclada para tener un ingreso extra. También, todos los que pueden van a trabajar. Así, los jóvenes ya desde muy temprana edad empiezan a trabajar de lo que puedan, inclusive niños, con un salario muchas veces menor al ya descripto.
También, muchos de nosotros tenemos familias en las fronteras o países vecinos como Turquía. Ellos son llevados a trabajar como esclavos, por un salario miserable. Ellos comen una vez al día para ahorrar y poder enviarnos algunos fondos. Nos llegan a través de las redes que tienen los generales del ESL y Al Nusra, ¡y esos chupasangres nos cobran un 5 y hasta un 10% de comisión de nuestros magros ingresos!
En los campos de refugiados muchas de las mujeres y niñas son llevadas a la peor de las denigraciones por los señores de la guerra. Ellas se autoorganizan para defenderse, con el cuchillo entre los dientes, y nosotros las apoyamos.
¡Que no se mienta más! ¡La nuestra fue una gran revolución por el pan y la libertad!
Por eso tanta contrarrevolución sangrienta con masacres y entregas
¡Esta es la evidencia más clara de que las revoluciones en Medio Oriente fueron revoluciones por el pan y la libertad! Al no triunfar las revoluciones, no hay ni pan ni libertad.
Acá se evidencia por qué tanta masacre, tanta saña contra todos los obreros del Magreb y Medio Oriente que nos levantamos en 2011 contra los regimenes autoritarios y contra la carestía de la vida, por una vida digna.
Así, en estas condiciones, luchamos y vivimos hoy, mientras la izquierda reformista mundial nos acusa de terroristas, bárbaros, atrasados, o bien los llaman a confiar en la burguesía nacional opositora y en sus generales que se llenaron los bolsillos entre otras cosas vendiendo y negociando los alimentos, donaciones y ayuda humanitaria que llega a sus manos, o simplemente mira para otro lado y niega la existencia de la clase obrera en Siria. Ellos nos aislaron del mundo.
Como ya dijimos, hoy se sufre el hambre en todo el territorio Sirio, ya sea que esté controlado por el perro Bashar y sus mercenarios, o bien por los diferentes partidos burgueses de la burguesía "opositora", ya sean burgueses del organismo por la liberación del levante (ex Jabhat al Nusra), o Aharar al Sham, o el ESL, o la burguesía kurda o incluso el estado islámico, todos hambreadores del pueblo pobre sirio y hombres de negocios que hacen jugosos acuerdos comerciales por sobre la sangre y el cansancio de las masas.
La forma para que nuestra revolución triunfe es expropiando a los expropiadores del pueblo. Hay que expropiar a esta manga de burgueses parásitos y poner toda la riqueza de Siria para saciar el hambre del pueblo sirio, y así estar en mejores condiciones de marchar a Damasco a por la cabeza del perro Bashar. Ese es nuestro misil contra ellos. Tanta masacre y entrega es para defender a los capitalistas. Nosotros venceremos solamente con el triunfo de la revolución socialista.
Por este programa combatimos junto a nuestros hermanos oprimidos los socialistas de la revolución siria.