Medio Oriente - 15 de octubre de 2017
Medio Oriente tras la contrarrevolución en Siria
Con una Siria ensangrentada donde hubo un genocidio de más de 600.000 asesinados; con 12 millones desplazados de sus hogares, ya sea viviendo en países vecinos como refugiados o en carpas en medio de la nada como desplazados internos en Siria; con tropas extranjeras invadiendo Siria, el imperialismo llevó a cabo allí una brutal contrarrevolución que fue además un escarmiento a los trabajadores del mundo y un golpe a la clase obrera y las revoluciones de Medio Oriente en particular.
En Egipto, el régimen de terror de la dictadura de Al Sisitiene ya alrededor de 60.000 presos políticos, cientos de ellos con condenas a muerte y cadena perpetua.Según la ley impuesta por Al Sisi, cualquier persona que las fuerzas armadas sospeche que es culpable de algún delito puede ser arrestado y encarcelado hasta un máximo de 2 años. Hay al menos 1400 presos que ya excedieron este máximo y siguen en la cárcel, imponiéndose de hecho las detenciones arbitrarias sin límite de tiempo.Asimismo ha aprobado nuevas leyes restringiendo todavía más la libertad de prensa y el accionar de ONGs en el país. Todo debe funcionar como lo dicta la junta militar, y sino es declarado ilegal.
Con este régimen de terror, es como la burguesía y el imperialismo avanzan en descargar la crisis sobre la clase obrera y el pueblo pobre. Mientras los generales egipcios hacen jugosos negocios a partir de la industria textil, administrar el canal de Suez y vendiendo gas al estado sionista de Israel, la carestía de la vida no hace más que aumentar enormemente. Los precios que más subieron fueron los combustibles: un 50% de aumento para nafta y gasoil; y un 100% de aumento del gas. Como si esto fuera poco, Al Sisi aumentó el IVA, lo que encareció toda la canasta básica para los trabajadores. Al mismo tiempo, a muchos trabajadores se les adeuda salarios y aguinaldos. Los obreros de la textil Misr Spinning and Weaving de Mahalla protagonizaron una gran y enorme huelga de alrededor de 16.000 obreros que duró casi 3 semanas para lograr que se les pagara lo que se les debía.
La contrarrevolución en Yemen es brutal. Luego de que las masas explotadas, obreros y campesinos pobres, independientemente de si son chiitas o sunnitas, se unieran y tomaran la capital derrotando a las fuerzas armadas, armándose y echando al gobierno, devino una invasión de Arabia Saudita y una coalición aliada, todos gurkas del imperialismo yanqui, que desde marzo de 2015, con ataques aéreos,devastó el país. Al frente del levantamiento de masas se montó un sector burgués local, bastante desplazada de los negocios, los Houthi, intentando contener el levantamiento pero a su vez usarlo para negociar una mayor parte. Intentaron al menos unas 4 negociaciones, que se hicieron públicas. Todas fracasaron porque las masas no aceptaban que volvieran las fracciones burguesas desplazadas por ellas mismas del poder, a las cuales identificaban como las corruptas que se habían robado todo, dejándolas a ellas en la más absoluta miseria.
Yemen ya de por sí es el país árabe más pobre. Sumado a la devastación provocada por la invasión de Arabia Saudita, a la enorme masacre que significó, y al cerco que impuso en sus fronteras, esta situación se fue agravando, en particular después de mayo de este año.El hambre ya es moneda corriente, con aproximadamente 7 millones de personas en riesgo de morir por inanición. El yemení promedio sufre de desnutrición y malnutrición. La otra enfermedad causada por el cerco y la invasión es el cólera. Es, por lejos, el país que más sufre de esta enfermedad en el mundo. Se registraron más de medio millón de casos, en un país de 27 millones de habitantes (de los cuales se calcula que unos cuatro millones ya no están y se fueron como refugiados a países vecinos), con una alta tasa de mortalidad. La contrarrevolución ha llevado a Yemen a la edad media.
Libia está totalmente partida. Cada pandilla burguesa local maneja una porción del territorio desde donde hace sus negocios. En cada zona se han convertido en socios y garantes del saqueo del petróleo y gas por parte de las empresas como ENI, Total y petroleras angloyanquis.
Mientras las pandillas burguesas hacen estos negocios, la crisis para las masas se profundiza, con una enorme y creciente desocupación, como también lo es la carestía de la vida causada por la devaluación de la moneda libia a casi a la tercera parte de su valor.
A su vez, cada pandilla regional, aliada a uno u otro gobierno, o a varios, hace sus negocios locales. Así la burguesía qadafista del sur de Libia volvió al negocio de los traficantes de esclavos.Los obreros de países del África Subsahariana que buscan llegar a la Europa imperialista para conseguir trabajo, tienen que pasar por Libia. Allí los traficantes los llevan con las pandillas burguesas que los venden como esclavos para que trabajen en casas de los burgueses, en sus empresas, etc. tal cual esclavos en el continente americano de los siglos XV a XIX.
Algunos son llevados hasta los puertos, para embarcarse a Europa, en barcazas tan repletas que normalmente se hunden, o son hundidas por las patrullas de la guardia costera italiana o por grupos fascistas.Si los inmigrantes son devueltos a Libia, éstos son encarcelados y ahí también muchas veces terminan vendidos como esclavos en ese país.
En Túnez se garantiza la continuidad del régimen de Ben Ali, asentado en los jueces y fuerzas armadas, con un gobierno vestido de democrático, pero compuesto por el mismo partido de Ben Ali, hoy reciclado. Sobre las masas, prima un 60% de desocupación en la juventud, ya sin perspectiva de conseguir trabajo, y los que lo tienen, sus salarios son bajísimos, al mismo tiempo que las cárceles están llenas de miles de presos políticos.
EnMarruecos, con una feroz represión a los últimos levantamientos y luego ofreciendo algunas concesiones con las que compraron a los dirigentes que se montaron sobre ese proceso de lucha, el gobierno ha logrado aislar las protestas del norte marroquí.Las luchas de los trabajadores y el pueblo marroquí han quedado reducidasa protestas bastante esporádicas para exigir la libertad de sus presos. Así, se desarrollan y se profundizan las condiciones de miseria expresadas por la situación sufrida por el vendedor de pescado Fikri,el cual,desesperado, se arrojó a un camión de basura a rescatar sus pescados, a donde la policía los había arrojado luego de confiscárselos. Fikri murió aplastado por la compactadora del camión de basura accionada por la misma policía. Una situación similar a la que vivió Mohamed Bouazizi en Túnez al comienzo de la revolución en 2011.
En Palestina se fortaleció el sionismo para reforzar su ataque a las masas palestinas. Esto mismo se ve con el avance de ocupación de tierras palestinas, aumentando el asentamiento de colonos y sacando a los palestinos de sus casas. Cierran partes de ciudades (como se vio en Jerusalén el mes pasado y ahora en Hebron) prohibiendo que los palestinos transiten por ahí. Marchan guardias armadas de colonos fascistas, además del ejército sionista, asesinando palestinos impunemente. A los 7000 presos los siguen manteniendo en condiciones deplorables dentro de las cárceles, en las cuales a muchos les prohibieron las visitas de los familiares.
Corrientes stalinistas, burocracias sindicales, y la misma burguesía palestina decían que Al Assad era un aliado en la lucha contra el Estado de Israel. Sin embargo, más masacró Assad, más se impuso la contrarrevolución en Siria, y más se fortaleció el sionismo.
El estado sionista es uno de los grandes vencedores en Medio Oriente, y lo hizo sin necesidad de recurrir a su aviación ni ejército. Cuando estalló la revolución de 2011, el sionismo no podía intervenir. Había perdido su poder de fuego. Es que si llegaba a disparar algún tiro o bombazo a las masas insurrectas de Medio Oriente, hubiera llevado a que todas las masas revolucionarias de la región se unieran en una lucha común para expulsar a este gendarme. Era como tirarle nafta al fuego, ante masas que habían echado por tierra los dispositivos de dominio del imperialismo en esa región, entre ellos, las autocracias árabes que sostenían al sionismo y los pactos que habían firmado para ello como el de Camp David.
Hoy, la situación es distinta. Fueron los bombazos de Bashar y Putin sobre las masas sirias los que le dieron su fortaleza actual. Custodiaron las fronteras del Golan, concentrando su fuego en aplastar a las masas sirias. Las masas egipcias derrocaron a Mubarak y el pacto de Camp David… y fue restablecido nuevamente por la dictadura de Al Sisi. Hezbollah declaró que el enemigo era “el terrorismo en Siria y ya no el sionismo” para justificar su sostenimiento de Bashar, pero también para cuidar la frontera entre Líbano y el Estado de Israel.
Las burguesías árabes de Medio Oriente se dedicaron a cuidar las fronteras sionistas mientras masacraban a su propio pueblo, en momentos de mayor debilidad del sionismo que no podía tirar un solo tiro. La burguesía palestina llamaba a la “neutralidad” de este pueblo en relación a la revolución, para “conseguir el apoyo de ambos bandos”. Y sucedió que uno de esos “bandos” defendía las fronteras del sionismo, como Bashar Al Assad, y al imponerse, se fortaleció el ocupante y hoy ha pasado a la ofensiva sobre las masas palestinas.
La contrarrevolución en Medio Oriente ha significado no solo que se salvaron las fronteras del estado sionista-fascista de Israel, sino que se han reafirmado. No solo la OLP es garante de los acuerdos de Oslo y el reconocimiento del estado de Israel, incluso llenando sus cárceles de luchadores palestinos que enfrentan al sionismo. Hamas ha salido a reconocer públicamente, por primera vez, las fronteras del sionismo del ’67 y a llamar a hacer un gobierno de unidad palestino con la OLP, abiertamente colaboracionista. Es un reconocimiento del estado de Israel por parte de toda la burguesía palestina con el que le buscan imponer una derrota estratégica a la lucha de este pueblo por la destrucción del estado ocupante.
Lo mismo hacen con Al Sisi, que no sólo salió a reivindicar el reconocimiento de Egipto del Estado de Israel en una conferencia de prensa en los pasados días –reafirmando el pacto de Camp David- sino que además llamó a que todos los países árabes lo reconozcan también.
Pero la contrarrevolución no sólo tuvo este triunfo. También conquistó un nuevo gendarme para Medio Oriente, distinto al sionismo. Se trata de Putin y su ejército blanco. Putin también fue el gran sostenedor del sionismo, masacrando a las masas en Medio Oriente. Intervino directamente en Siria. Cuenta con bases militares en el terreno. Lo mismo con las repúblicas musulmanas de la ex URSS.Ya lo vimos actuar en Chechenia, Osetia, Kirguistan y hoy en Siria. Putin se ha probado eficaz en masacrar a las masas. Es el gran sicario del imperialismo que le hace su trabajo sucio. Por eso el imperialismo le deja tener presencia militar y bases, pero no así ocupar y tomar territorio.Rusia se erige no como potencia imperialista, sino como un nuevo dispositivo de dominio del imperialismo en la región.
Pero el garrote del imperialismo no terminó allí. No le bastó con expandir guerras, masacres, saqueo, imponer miseria sobre los pueblos oprimidos de Medio Oriente. A los que escaparon les cerraron las fronteras de Europa. Estos refugiados se aventuraban en barcazas superpobladas a través del Mediterráneo para poder llegar. Como hemos dicho, las patrullas del Frontex, las guardias costeras de las potencias imperialistas y también últimamente de grupos fascistas recorren el mar para evitar que lleguen, devolviendo estas barcazas al lugar de donde salieron o bien hundiéndolos. Estos controles han obligado a tantas travesías que han hecho que los refugiados dejen su sangre en el fondo del mar.
Pero al llegar al continente europeo, el imperialismo les “da la bienvenida” con centros de detención… que son verdaderos campos de concentración. Alrededor de 60.000 se encuentran en estos centros-cárceles alrededor de toda Grecia. En otros países inclusive comenzaron a ser expulsados y deportados, como en Holanda, Suecia, Dinamarca, Noruega o Francia. En este último país el gobierno incluso llevó a cabo varios desalojos a los campos de refugiados que se encuentran en sus fronteras, como el conocido caso de “La Jungla”, situado en Calais, realizado con una brutal represión, quemando casas y arrasándolas con topadoras.
El imperialismo utiliza esta condición de obreros esclavos en la que están los refugiados para tener mano de obra barata y bajar los salarios del conjunto de la clase obrera europea. Alemania ha tomado un pequeño sector de ellos por 1 euro la hora (cuando el salario mínimo está 8 euros), sin ningún derecho.
En todo el continente europeo, los refugiados sufren una brutal persecución, basadas en la islamofobia, que fue la ideología que infundió el imperialismo, de la cual se hicieron eco todas las direcciones de los sindicatos y las organizaciones obreras europeas y los partidos de la izquierda socialimperialista. Las potencias imperialistas europeas se hicieron una serie de autoatentados en varios países del continente, en reiteradas oportunidades, y desde allí se blindaron, separaron a los refugiados de sus hermanos de clase los trabajadores europeos, y pasaron al ataque tanto sobre los refugiados como dijimos, como así también sobre el conjunto de la clase obrera europea arrebatándole todas las conquistas.
Ante todo esto, los refugiados fueron y son dejados a su suerte por las burocracias sindicales y las corrientes de la izquierda reformista. Se niegan a levantar sus demandas y unificar la lucha de todos los trabajadores del viejo continente, planteando que estamos ante una sola clase, una sola lucha. Le han planteado a la clase obrera que el enemigo a enfrentar era el ISIS, amplificando la islamofobia en el viejo continente y aislando las revoluciones de Medio Oriente ydesarmando a los trabajadores para enfrentar los ataques de su propia burguesía imperialista. Gracias a estas direcciones, las potencias imperialistas pudieron avanzar en sus ataques contra los trabajadores y los pueblos oprimidos del mundo.
Luego de la masacre en Siria, el imperialismo de conjunto viene por todo y descarga su brutal contraofensiva sobre los trabajadores y los pueblos oprimidos del mundo. El imperialismo yanqui, que se había tenido que retirar de Irak a partir de 2008 y no podía ir a nuevas guerras de invasión directa, volvió a bombardear directamente Medio Oriente, con tropas en el terreno, como en el norte de Siria y el triángulo sunnita de Irak. Se apresta a nuevas guerras, como en Corea del Norte, amenazando con masacrar inclusive con armas nucleares a los 25 millones de norcoreanos.
Asimismo, sus gobiernos lacayos en Latinoamérica han lanzado ataques contra todas las conquistas de los trabajadores del mundo. Lo mismo han hecho los imperialismos europeos como Francia y Alemania, aplicando la flexibilización laboral.
Hay que pararles la mano. Para eso, es necesario romper con estas direcciones que nos dividen y unificarnos por sobre las fronteras y luchar juntos.
Leandro Hofstadter