Esta polémica fue escrita en momentos previos al ataque con armas químicas que perpetraron Al Assad y Putin contra las masas explotadas de Douma, organizado desde la cueva de bandidos de la ONU y su conferencia de Ginebra.
Mientras desde allí Francia, EEUU, Inglaterra, Rusia y Turquia centralizan la masacre contra las masas sirias, el NPA francés quiere que su propia burguesía imperialista intervenga en Siria –como ya lo hizo-, sosteniendo así su invasión contrarevolucionaria

07/4/2018

Exigiendo al imperialismo francés que intervenga en Siria…

En la revolución del Magreb y Oriente Medio:
 el NPA, los llamados “anticapitalistas” de Francia,
nuevamente colgados a los faldones de su propio imperialismo

Emmanuel macron

Bombardeo de la aviación francesa sobre Siria en 2015

Las YPG con sus mandos yanquis

En Siria han pasado ya más 7 años desde el inicio de la revolución. Más de 600.000 masacrados… 15 millones de refugiados… Un brutal genocidio contrarrevolucionario para ahogarla en sangre. Hoy, Al Assad y Putin bajo el mando del imperialismo norteamericano, están terminando de masacrar las últimas trincheras de la revolución, entregadas desde adentro por los generales burgueses del FSA, bajo el mando de Turquía.
Estamos viendo los capítulos finales de la revolución siria. Desde la conferencia de Ginebra se apresuran en consumar su derrota, y asegurar la invasión y partición de Siria, repartiéndose el botín de la Siria ensangrentada. En primer lugar, EEUU, con más de 10 bases militares y 2000 marines en el lugar, ocupa Raqa y Deir ez Zor y la mayoría del norte y este sirio, donde se encuentran todos los pozos de petróleo. Es decir que la mayor parte del botín se la ha quedado ya directamente EEUU.
El león ya se ha agarrado lo más provechoso de la presa. Y las hienas se entran a mordisquear por los pedazos restantes. Turquía ocupa las partes del norte sirio por donde pasan los oleoductos, pues es el gendarme de la OTAN y custodio de ellos y de las rutas de comercio. Así, ha invadido Siria al oeste del río Éufrates, como la ciudad de Azaz y recientemente ha entrado en Afrin luego de que Al Assad le abriera las puertas de esa ciudad. Es que ya habían acordado en Ginebra que sea así, con Erdogan llevando consigo a las fuerzas del ESL a Afrin para que estén bien lejos de Ghouta y de las últimas trincheras de la revolución que Al Assad y Putin masacran, dejándolas a merced de estos genocidas.
Ahora Turquía ha marcado que irá por Tel Rafat y buscaba ir hasta Menbej, pero como veremos luego, Francia también busca entrar en los negocios de las rutas de petróleo y ha mandado 50 soldados de su legión extranjera allí.
Putin ya vendió y probó sus armas en Siria contra las masas, y mantiene sus bases militares en el lugar, afianzándose como gendarme del imperialismo contra las masas de Eurasia… Pero su rol es de sicario, y no se ha quedado con ninguna parte de territorio sirio.

Ya todos se reparten los negocios, por sobre el cementerio de Siria. Las masas lucharon. Fueron 7 años de combate, donde no faltó heroísmo de las masas para resistir y luchar por su revolución. Tuvieron el triunfo al alcance de la mano, con más del 70% del territorio liberado, con las masas armadas, con un ejército de Al Assad cuyos soldados rasos se habían pasado al lado de la revolución, con un Bashar cercado en Damasco, rodeado por los combates de la clase obrera de la capital siria y confinado solo a su palacio de gobierno y alrededores…
Si no se alcanzó el triunfo fue porque sobraron direcciones que mientras se reclamaban de la clase obrera, cercaban y aislaban a las masas sirias impidiendo la unidad de éstas con la clase obrera mundial, dejándolas así a merced de las enormes fuerzas contrarrevolucionarias que sí se concentraron allí para sostener a Bashar y que éste masacre despiadadamente a las masas. Ellos le dejaron las manos libres a estos genocidas para que hagan de Siria un cementerio. Unos lo apoyaron directamente y otros apoyaron a los generales burgueses sunnitas que entregaron la revolución desde adentro. Una traición que hoy pagan las masas en Siria, Medio Oriente y el mundo.

El NPA: defensor de la burguesía imperialista francesa

Desde que comenzó la revolución en Siria, hubo dos sectores marcados dentro de la izquierda mundial: uno directamente pro- Al Assad, que apoyó la masacre, como fueron los PCs y los bolivarianos. Ellos plantearon que Al Assad era “antiimperialista” y llamaron en todo el mundo a apoyarlo, y denunciaron la revolución “por ser del ISIS” o “de EEUU”… y terminaron apoyando el aplastamiento fascista de la revolución siria.
Otro sector decía que defendía la revolución siria, pero solo fue de palabra. Ellos en realidad dijeron que en Siria se desarrollaba una “revolución democrática” y que había que apoyar a los “generales democráticos” del Ejército Sirio Libre, los cuales terminaron pactando sus negocios en Ginebra y entregando una a una las ciudades rebeldes.
Dentro de este último sector encontramos a los llamados “anticapitalistas” de Francia, el NPA. Ellos fueron anfitriones de la gira de los generales del ESL por el mundo cuando se entrevistaban con los gobiernos imperialistas para pedir armas. Hicieron comunicados y llamamientos y abogaron por que los gobiernos imperialistas les envíen armas. Argumentaban que el ESL no estaba bien armado… cuando estos generales lo estaban y muy bien, puesto que se habían quedado con las armas que las masas habían conquistado del ejército de Al Assad con sus insurrecciones en 2011. Estos generales burgueses sunnitas desarmaron a las masas, guardaron este armamento bien lejos y luego, como sucedió en Alepo –denunciado inclusive por los mismos combatientes de base del ESL- se las entregaron a Al Assad y volvieron a reingresar a su ejército, de donde habían salido.

Lo que el NPA, junto con todo este sector de la izquierda reformista mundial estaba haciendo, era exigirle al imperialismo que interviniera a favor de las masas sirias, dándole armas, e inclusive algunos llegaron a plantear que estableciera una zona de exclusión aérea… ¡como si las potencias imperialistas fueran a apoyar las revoluciones!
Nunca se apoyaron en las fuerzas de la clase obrera mundial, ni llamaron a movilizarlas, ni establecieron solidaridad de clase efectiva. En 7 años no hicieron nada por la revolución siria, porque justamente se quedaron sentados esperando que las potencias imperialistas intervinieran a favor de las masas sirias.

La última novedad del NPA es que ahora le pide abiertamente a Francia que intervenga con su ejército en Siria, llevando sus tropas al terreno mismo.
Así, en su declaración del 13 de marzo, esta corriente proimperialista plantea: “el gobierno francés permaneció pasivo y no hizo nada para detener la masacre anunciada. La población de Afrin y las YPG lanzan un llamado de socorro y debemos acudir a él”

Hablemos claro. Denunciar que el gobierno francés no hace nada y a renglón seguido pedir que Francia intervenga en Siria es exigirle a esta burguesía imperialista que invada Siria también, junto con los otros ejércitos invasores. Es decir, están pidiendo que Francia se cuente entre las fuerzas invasoras que se coordinan desde la conferencia de Ginebra, donde se lleva a cabo la repartija de los negocios de Siria.
No es casual entonces que el NPA tampoco denuncie la masacre en Ghouta o en Idlib. En el mismo momento que sacaron esa declaración, Ghouta era reducida a cenizas por los bombardeos de Al Assad y Putin y el NPA se ha llamado a silencio sobre ello. Ha entrado en Ginebra, siendo un sostén más de esta conferencia, desde donde se está llevando a cabo la masacre a las últimas trincheras de la revolución. Y más precisamente, ha entrado como defensor de la Total –la petrolera imperialista francesa- para que ésta obtenga una mejor tajada de los negocios en Siria.

Ya desde hace rato que el NPA ha levantado posiciones pro-imperialistas que dieron sustento a las aventuras contrarrevolucionarias del imperialismo francés y su búsqueda de negocios en todo su patio trasero. Es que el NPA levantó abiertamente el programa de “el enemigo es el ISIS”. No perdió oportunidad para hacerle creer a los trabajadores del mundo que el problema era el “terrorismo del ISIS”. Salió a denunciarlo en los autoatentados de Paris del Bataclan el 13/11/2015 o en el Foro Social Mundial que se reunió en Túnez también en 2015 y condenó al ISIS como el enemigo de Medio Oriente tras otro autoatentado en un museo de este último país.
Con esto, no solo ocultó la contrarrevolución en Siria diciendo que el problema era el ISIS y no Al Assad, sino que además le hizo creer a los trabajadores franceses y del mundo que las masas sirias y de Medio Oriente eran todas jihadistas terroristas y que sus aliados estaban en la City de París mientras Hollande (y hoy Macron) se erigían como abanderados de la “lucha contra el terrorismo”.
Así, calumniaron a la resistencia siria diciéndole que eran terroristas y del ISIS y permitieron que queden aislados y Al Assad los masacre. Pero no solo esto. Dieron sustento al fortalecimiento de los gobiernos imperialistas para lograr base social y cubrir a los más grandes genocidas del planeta.
Francia en 2013 invadió Mali, fortaleció su presencia militar y sus bases en Chad para asegurarse el uranio, en 2015-2016 bombardeó Irak, donde hoy la Total obtuvo una parte de los negocios petroleros en acuerdo con las petroleras angloyanquis… y también bombardeó Siria, su ex colonia, donde quiere asegurarse una mayor parte de los negocios.

Pero los servicios del NPA no terminaron allí. Con su campaña “anti-ISIS” infundieron islamofobia entre los trabajadores europeos y franceses, dividiendo a éstos de los inmigrantes y los cientos de miles de refugiados que llegaban de Siria y todo Medio Oriente a Europa. Cuanto más dividieron, más fueron perseguidos, encerrados y deportados los refugiados (y hoy están en campos de concentración, cuestión silenciada por el NPA) y el imperialismo francés tuvo sus manos libres para pasar al ataque contra su clase obrera y arrebatarle sus conquistas, como la jornada laboral de 36 horas semanales.

El NPA le ha prestado un gran servicio al imperialismo francés. Así termina su posición de que en Medio Oriente en 2011 hubieron “revoluciones democráticas”, llamadas “primaveras árabes”, y que éstas sólo podían llegar al triunfo de la mano de distintos imperialismos “democráticos”.
Hoy, después de siete años vemos que lo único que han llevado estos imperialismos ha sido masacre, hambre, saqueo y destrucción para las masas que se alzaron por el pan en la heroica revolución siria; y jugosos negocios para el imperialismo.

Y después de siete años, siguen insistiendo en que intervenga el imperialismo y por eso, en el encuentro celebrado en enero pasado de la Red Sindical Internacional de Solidaridad y Lucha, que agrupa a más de 70 sindicatos del mundo, el NPA que dirigió el mismo junto a CSP-Conlutas de Brasil y a la CGT del estado español, nuevamente le dio la espalda a las masas sirias. No quisieron tomar en sus manos la defensa de la revolución siria como hacía tan sólo tres meses atrás habían votado en un congreso de Conlutas en Brasil miles de trabajadores y dejaron pasar ésta gran oportunidad. En segundo lugar, ni siquiera tuvieron en cuenta la moción que desde el periódico de los socialistas sirios La Verdad de los Oprimidos, junto a otras organizaciones, se les hizo, de que desde cada sindicato del mundo se vote poner en pie un gran fondo de lucha compuesto por un jornal por obrero para conquistar ayuda humanitaria para Siria.
Ellos son defensores de Ginebra y solo apuestan a la intervención de Francia y de la “comunidad internacional” en general… que como ya vimos no son las organizaciones obreras ni de lucha de las masas, sino al imperialismo, a la ONU, etc.

El NPA se ha alineado junto al stalinismo

Como mencionamos antes, con la cuestión de Afrin, el NPA ocultó la terrible masacre que en Ghouta, se cernía sobre los niños, mujeres y hombres. Guardó un estrepitoso silencio sobre lo que allí sucedía, sin llamar a ninguna acción para defender a las masas que estaban siendo exterminadas después de casi cinco años de cerco. No fue parte ni siquiera de ninguna de las concentraciones o manifestaciones que se hicieron en el mundo. Solo se limitó a pedir solidaridad con Afrin. Es decir, se han ubicado junto a las YPG y PKK… levantando exactamente la misma política, de hacer de Afrin una “cortina de humo” para ocultar la masacre en Ghouta.
Terminaron así junto a esos estalinistas, que le dieron las llaves de Afrin a Al Assad, quien pactó su entrega a Erdogan, mientras los generales del ESL se fueron con Turquía a Afrin y retiraron sus fuerzas de Ghouta dejándola a merced de los brutales ataques de Bashar y Putin.
Tanto tienen la misma política que apenas unos días después de que el NPA sacara la citada declaración donde exige al imperialismo francés enviar sus tropas “en defensa de los kurdos”, la misma dirección de las YPG se entrevistó con Macron para solicitarle exactamente lo mismo. Y por supuesto Macron no perdió oportunidad para atender el llamado de ambos y mandó 50 soldados a Menbej, como parte de la disputa de los negocios de la Siria partida.

Este frente con el estalinismo no es nuevo. Ya antes, en 2016, cuando estallara una enorme lucha de la clase obrera francesa contra la ley “el-Khomri” que liquidaba la conquista de una jornada semanal de 36 horas, el NPA desde la dirección de la central sindical Solidaires hizo un frente con el burócrata máximo de la CGT, Martinez, un hombre directamente del estalinismo.
Porque sucedió que el NPA, hablando desde la izquierda, sostuvo a Martinez. Llamó a apoyarlo y hacer un frente tras él, cuando Martinez se encargó de llevar la lucha de la clase obrera a una presión sobre el parlamento francés y cuando éste votó la ley el-Khomri, Martinez le hizo creer a la clase obrera que ya había sido derrotada, que perdió, que no se podía hacer nada… y el NPA acató eso.

Es que el NPA es parte de la “Nueva Izquierda”, un partido único de los estalinistas y los renegados del trotskismo al servicio del gran capital. Una dirección contrarrevolucionaria mundial, como ayer lo era el Foro Social Mundial, el cual el NPA integró.

Y no es menor señalar que en la reunión de 2013 de este Foro Social Mundial, el NPA ya mostraba su sumisión al estalinismo callando la cuestión siria (cuando éste afirmaba defenderla). Previo a esta reunión, el NPA fue parte de un Encuentro Sindical Internacional en el que se reunieron 250 delegados de organizaciones sindicales de 32 países. Allí, para no enojar a sus amigos estalinistas, plantearon que “Siria dividía” y por ello la callaron y la ocultaron tras una campaña por los presos palestinos. Y por ello no llevaron ninguna moción de Siria a esa reunión del FSM, y por el contrario sí se dedicaron a homenajear a Chávez, el amigo de Al Assad.

El NPA, una corriente socialchovinista que hace rato cruzó el Rubicón

En conclusión, el NPA sostuvo a su propio imperialismo en su invasión a Malí, a sus bases militares en Chad, el ataque de su propia burguesía imperialista a la clase obrera francesa, refugiados e inmigrantes. Es defensora de la participación de la petrolera Total en los negocios de Irak, Libia, etc. y ahora también en Siria, clamando que se profundice su intervención allí, cuando las potencias imperialistas no entran con un pan bajo el brazo, sino a los tiros, para masacrar, oprimir, suerexplotar y saquear.
EL NPA no quiere que Francia, su jefe, se quede por fuera de los negocios del petróleo, que se están discutiendo en Ginebra. Ellos son socialchovistas, es decir, defienden los intereses de su imperialismo, y para nada los de las masas sirias, a las cuales no llaman ni a defenderlas ante la brutal masacre como la vimos en Ghouta y como hoy la vemos también en Idlib, donde los bombardeos de los aviones de Al Assad y Putin continúan.

El NPA ya hace rato cruzó el Rubicón. No es más que las corrientes que, al decir de Lenin, se alimentan de las migajas de las superganancias de su propio imperialismo. Son partidos social-imperialistas que han atado su suerte no a la de la clase obrera, sino a la de su propia burguesía.

Se niegan, tal como lo hace el SWP o el Movimiento Anti-Guerra de Estados Unidos a levantar la consigna de ¡El enemigo está en casa! Están a años luz de la gran lucha del poderoso Movimiento Antiguerra de EEUU que supo ser el instrumento político y militar más importante que tuvieron todos los pueblos oprimidos del mundo para enfrentar y derrotar a la bestia imperialista yanqui. Así pasó en Corea en los ’50 y en Vietnam. Y también sucedió en Irak, desde donde el imperialismo yanqui tuvo que huir como rata en 2008 porque el pueblo norteamericano no aceptó morir más por Bush, por Cheney ni por la Halliburton. Es lo mismo que hicieron los trabajadores del Estado Español, de Inglaterra, de Francia y de toda Europa en ese año.
Para ellos es al revés. Para ellos, en los centros imperialistas no están los que oprimen y saquean Medio Oriente, ni los organizadores de las masacres allí, ni los jefes de todos los lacayos que usaron para tercerizar la represión, como la guardia iraní, el ejército blanco de Putin y los mercenarios de Al Assad. Allí solo ven a amigos libertadores democráticos a los cuales se les puede exigir que vayan a ayudar a las masas en su “lucha por la democracia”.

Señores demócratas socialimperialistas del NPA y amigos: ya no hay lugar para vuestra “democracia” en Siria. Lo de que debe triunfar en Siria y todo en Medio Oriente, como ayer sucedió en Vietnam, es la revolución para poder conquistar el pan, expropiando a los expropiadores y asesinos del pueblo. Se trata de poner a los trabajadores franceses a la altura de estas tareas, que tienen la misma demanda de pan y bienestar que los oprimidos de Siria.