Siria - 20 de agosto de 2018
Se reunió la conferencia de Astanacon Erdogán, Putín y el genocida Al Assad
Un pacto infame para terminar de aplastar Idlib, la última gran trinchera de la revolución
Mientras la resistencia siria no se rinde
¡En Magreb y Medio Oriente se abren nuevos frentes de combate
contra el imperialismo y sus regímenes lacayos!
* Huelga general en Jordania contra el FMI
* Las masas de Gaza pelean por recuperar su tierra contra el sionismo
* Los explotados del sur de Irak se levantan contra la burguesía chiita lacaya de los yanquis
* Las masas iraníes: un nuevo batallón del combate revolucionario en la región
El 30 y 31 de julio se reunieron en la ciudad de Sochi Rusia, Irán, Al Assad y Turquía, bajo la supervisión de la ONU en una reunión de coordinación de la llamada “conferencia de Astana”. Esta conferencia es una extensión de la conferencia de Ginebra, que viene funcionando desde 2013 bajo el auspicio de la ONU. La misma no es más que una mesa de operaciones en donde todas las fuerzas contrarrevolucionarias coordinan sus distintos roles para aplastar la revolución siria: Al Assad y Putin masacran a las masas, mientras Turquía comanda a los generales del ESL, que las entregan desde adentro.
La mencionada reunión se realizó luego de que los generales del ESL, sobre la base de la masacre de Al Assad y Putin, entregaran Daraa al perro Bashar, le dieran todo su armamento pesado y volvieron al lugar de donde salieron, es decir, a integrar el ejército y policía assadista. Sobre esta base, se reunieron para evaluar la situación de cómo están masacrando y aplastando la revolución siria y coordinar cómo lo siguen haciendo. Asimismo resolvieron tener una nueva reunión de esta conferencia en noviembre.
Lo que esta reunión definió es que todavía es necesario terminar de aplastar la revolución, pues aún quedan trincheras de la resistencia de pie, como Idlib, y volver a reunirse cuatro meses después.
La conferencia de Astana definió los próximos pasos de la contrarrevolución:
Tomar Idlib y terminar la reconstitución del estado burgués con un ejército único de los generales de Al Assad y del ESL en todo el territorio de Siria bajo el mando del imperialismo
La última reunión de la conferencia de Astana resolvió entonces que hay que seguir masacrando Idlib. Nuevamente, las conferencias de Astana y Ginebra se escriben con “M” de muerte. Así está sucediendo, con los aviones de Al Assad y Putin bombardeando a mansalva, asesinando a decenas de nuevos mártires cada día.
Mientras esto sucede, Erdogan ya cercó Idlib con 12 puestos de control, mientras cierra las fronteras para los refugiados (inclusive disparando a matar a todo aquel que intenta cruzar la frontera) y comanda a los generales de la burguesía sunnita para que entreguen desde adentro, a la vez que pretende devolver a los cerca de 3 millones de refugiados que hay allí a vivir en las zonas que están bajo la bota del fascista Al Assad.
Así actúan desde ese pacto infame de la conferencia de Astana, porque de lo que se trata es aplastar a las masas rebeldes de Idlib. Es que allí se han concentrado los que estuvieron resistiendo hasta último momento en Alepo, Homs, Daraa, Ghouta, Daraya y todas las ciudades rebeldes. Son las masas que se levantaron en la revolución de 2011 y al día de hoy no dejan que en Idlib vuelva Al Assad. A ellas tienen que derrotar y terminar de masacrar y desarmar hasta el último de los milicianos rebeldes.
Tienen que avanzar en Idlib y reconstituir el estado burgués allí, lo que significa volver a unificar la casta de oficiales y tener un ejército único, que estará bajo el mando del imperialismo. Es decir, vienen a por un ejército común de los generales de Al Assad y del ESL en todo el territorio de Siria.
Para esto, mientras Erdogan comanda a los generales burgueses del ESL que vienen entregando una a una las ciudades rebeldes, Putin no solo es el sicario que bombardea, sino que a su vez es el garante de que estos generales se integran al ejército y policía de Al Assad, como ha sucedido recientemente en Ghouta o Daraa. A su vez, la guardia islámica iraní refuerza al perro Bashar en Damasco y a su ejército para masacrar a las masas.
Pero en Idlib, los generales del ESL no pueden simplemente entregar todo y pasarse al ejército de Al Assad como si nada. Es que en Idlib están los mejores combatientes de la resistencia que siguen de pie, los que no aceptan reconciliarse con el régimen. Por eso buscan nuevos engaños para hacer pasar a Turquía como amiga, para terminar desarmándose y sometiéndose a Erdogan, que en un pacto con Putin y Trump, terminarán de reconstruir el estado burgués.
Por eso la última reunión de la conferencia de Astana resolvió volver a reunirse en noviembre. Se dan cuatro meses para terminar de aplastar Idlib y garantizar que el imperialismo yanqui dé inicio a los negocios de la reconstrucción. Es que EEUU es el que repartirá los negocios, y para eso antes debe caer Idlib. Por eso, Trump deja que Erdogan, Putin y Al Assad continúen con este plan hasta terminar de derrotar la revolución siria, y si alguno se atreve a quedarse con un pedazo mayor al que el imperialismo le tiene destinado, lo disciplina inmediatamente. Así, mantiene embargados 300.000 millones de dólares de la oligarquía rusa. A su vez, Trump ha duplicado los aranceles a las exportaciones turcas hacia el mercado norteamericano, profundizando su déficit comercial y provocando una fuerte devaluación de su moneda. Con la guerra comercial disciplina a su socio menor en la región. Deja que sus socios de la conferencia de Ginebra terminen de hacer el trabajo sucio, mientras centra todas sus fuerzas ahora en volver a bloquear Irán y a quedarse con la mayor reserva de petróleo del planeta, que está en ese país. Ya disciplinó a todos sus competidores de la Europa de Maastricht con el embargo iraní… Así le paga a sus lacayos de la teocracia iraní por los servicios prestados de masacrar al pueblo sirio.
Los planes de este estado mayor contrarrevolucionario tienen que ser llevado a la práctica, a la vida misma. Al calor de los duros golpes a la revolución siria y de la masacre en Yemen, el imperialismo descarga toda su crisis y ofensiva en la región. Es indudable que Medio Oriente es para las “7 hermanas” petroleras. Ellas buscan retomar el control de la región y quedarse con todo el botín.
En la ofensiva de sus gobiernos y regímenes, junto a las masacres, no cesa de aumentar la brutal carestía de la vida, la desocupación y el hambre. Las masas palestinas buscando recuperar sus tierras desde Gaza dan cuenta de que no se puede comer más en esa ciudad cercada. El hambre las empuja al combate por recuperar sus tierras del invasor sionista.
Las devaluaciones de las monedas empujan a saltos en la carestía de la vida como en Jordania, Irán y en la misma Siria y Egipto. El hambre vuelve a ser el motor esta vez de una feroz resistencia de masas.
Mientras la burguesía sunita del ESL entregaba los frentes de las masas en Siria y Al Assad y Putin masacraban sin piedad, las masas de Gaza, Jordania, Irán y del sur de Irak abrieron nuevos frentes del combate revolucionario en la región
Los generales burgueses del ESL, mientras el perro Bashar y el sicario Putin masacraban, vienen de entregar las ciudades rebeldes a Al Assad e impidieron que en Siria se haga realidad el programa que pusieron en pie las masas en las calles de Idlib cuando luchaban por una lucha unificada de todas las zonas rebeldes contra Al Assad: “¡Que se abran los frentes!”. Pero este programa ha sido llevado adelante por los explotados en Gaza, Jordania, Irán y el sur de Irak.
El insoportable calor de 50°C que hay en el sur de Irak azota ciudades como Basora, que queda en medio de dos grandes ríos (Tigris y Éufrates) y que tiene enormes reservas de petróleo bajo sus pies, mientras los explotados allí no tienen ni agua potable ni electricidad. Así es el saqueo de las petroleras imperialistas y sus gerentes locales del gobierno iraquí. Enfrentando estas condiciones, los explotados se han sublevado y no dejan las calles a pesar de la feroz represión y todas las promesas de obras públicas, que ya vienen prometiendo desde hace años y al día de hoy no hay nada.
En Jordania, los trabajadores y explotados han llevado a cabo huelgas generales con choques contra la policía contra los planes de ataque del FMI. Han obligado al rey Abdallah II a cambiar el gobierno y a dar marcha atrás con el ajuste anunciado de aumento de precios, tarifas e impuestos.
En Gaza, las masas palestinas combaten contra el estado sionista-fascista de Israel por recuperar sus tierras y expulsar al ocupante.
En Irán, los explotados vienen protagonizando un enorme levantamiento desde principio de año denunciando a los ayatollahs que viven como reyes mientras ellos mueren de hambre como mendigos.
Son nuevos frentes que se abren en una misma revolución del Magreb y Medio Oriente, pero no terminan de derribar a los gobiernos y regímenes, puesto que estos combates no se dan en 2011, sino hoy, cuando ya la contrarrevolución ha avanzado en toda la región.
En Egipto hay una brutal dictadura contrarrevolucionaria que mantiene a más de 40.000 luchadores de la revolución en prisión y sostiene al estado sionista de Israel con el pacto de Camp David. En Yemen, la monarquía saudí masacra a mansalva y ha llevado a esa nación a la edad de piedra, pero todavía no logra terminar de doblegarla. En Siria han llevado a cabo un genocidio de más de 600.000 muertos y más de 15 millones de masacrados. A su vez, más de 100.000 fueron detenidos por Al Assad, encerrados en sus cárceles y torturados allí hasta la muerte. Miles y miles continúan aún en esas cámaras de tortura infernales.
Sobre la base de este avance contrarrevolucionario, el sionismo comienza a recuperar poder de fuego y masacra a las masas palestinas.
Este es el resultado de las conferencias de Ginebra y Astana.
La izquierda islamofóbica social-imperialista mundial ha sostenido y sostiene a las fuerzas contrarrevolucionarias centralizadas en Ginebra y Astana
Un sector de la izquierda reformista a nivel internacional cercó la revolución siria planteando que allí se desarrollaba una guerra entre Al Assad y Putin por un lado contra Turquía y el ESL. La conferencia de Astana, especialmente en esta última reunión, demuestra que esto fue una mentira. Sus resoluciones no dejan lugar a dudas: “Las partes discutieron la actual situación en el terreno, tomaron conocimiento de los últimos acontecimientos y acordaron continuar la coordinación trilateral a la luz de sus acuerdos.” (Declaración final de Irán, Rusia y Turquía sobre la Reunión Internacional sobre Siria, 30 y 31 de julio de 2018, Sochi, negritas nuestras). En esas mismas resoluciones se afirma: “Las partes reafirmaron su determinación de luchar contra el terrorismo en Siria para poder finalmente eliminar al ISIS, Frente Al Nusra y todos los otros individuos, grupos, proyectos y entidades asociadas con Al Qaeda o ISIS según están designadas por el Consejo de Seguridad de la ONU.” (Ídem). Es decir que existió una misma mesa contrarrevolucionaria de coordinación común para aplastar la revolución siria, bajo el pretexto de “enfrentar el terrorismo”, es decir, a las masas revolucionarias.
Pero toda la izquierda reformista a nivel mundial afirmó que el enemigo en Siria era el ISIS (y no Al Assad), cuando el ISIS no fue más que el guardián islámico de los pozos de petróleo que mandó el imperialismo yanqui a resguardarlos cuando las masas se habían insurreccionado en esas zonas petroleras de Irak y Siria. No fue sino uno más de los agentes del imperialismo centralizados desde la conferencia de Ginebra. Con su afirmación de que en Siria el problema era el terrorismo, terminaron dándole sustento a la masacre y accionar contrarrevolucionario del imperialismo y sus agentes en Siria.
Esta izquierda afirmó que había una revolución en Rojava, cuando el PKK sellaba el trágico destino de pueblo kurdo al firmar un pacto con Al Assad y los yanquis, atando su suerte a la de la contrarrevolución en Siria.
Esto terminó con una Rojava ocupada por más de 10 bases yanquis, con Turquía en Afrin y con el PKK poniendo a las YPG como carne de cañón del imperialismo y dirigiendo sus armas contra las masas rebeldes sirias, como sucedió en Alepo.
Esta izquierda reformista a nivel internacional no hizo más que cercar la revolución siria y dejarle las manos libres a Al Assad y Putin para que masacraran.
¡Fuera Al Assad! ¡Una misma revolución en todo Magreb y Medio Oriente!
¡Abajo la conferencia de Ginebra! ¡Que se abran los frentes de la clase obrera mundial para parar la masacre en Siria!
Aún la revolución de Magreb y Medio Oriente no ha sido derrotada. Las batallas de Palestina, Irán, Irak, Jordania están desarrollándose. Yemen no se rinde. La revolución siria resiste en sus últimas trincheras, como Idlib, aunque han quedado en las peores condiciones para enfrentar a Al Assad, luego de la entrega por parte de los generales del ESL de Homs, Daraa, Ghouta…
¡Fuera Al Assad! ¡Fuera todas las tropas invasoras de Siria! ¡Hay que desarmar y expulsar de la resistencia a todo general del ESL que esté en Ginebra entregando a las masas! Ellos son enemigos declarados de la revolución siria, que entregan las zonas rebeldes a Al Assad, el armamento y hoy visten el uniforme del ejército basharista.
¡Hay que defender Idlib, unificar los combates de la resistencia y lanzar una contraofensiva por llegar a Damasco! ¡Que las armas vuelvan al pueblo! ¡Que vuelvan los comités de coordinación! ¡Que toda fábrica, banco, casa de cambio, taller, etc. se expropie bajo control obrero para poner todos los recursos disponibles para defender Idlib, derrotar a Al Assad y resolver el problema del pan y la vivienda!
Los refugiados, que se hacinan por millones en carpas en medio de la nada, sin agua potable y desprovistos de todo recurso básico para subsistir, ansían volver a recuperar sus casas, pero no bajo la bota de Al Assad. Por eso, ellos deben poner en pie sus comités y recuperar las armas para luchar contra Al Assad y recuperar sus viviendas y una vida digna.
¡Libertad ya a todos los presos que Al Assad tiene en sus mazmorras, bajo las peores torturas!
La revolución siria ya tiene abiertos nuevos frentes de combate en Medio Oriente. Ahora, necesitamos ¡que se abran los frentes de la clase obrera mundial!
¡Hay que romper el cerco a la revolución siria que impuso la izquierda reformista mundial! La salida está en un combate unificado con los trabajadores del mundo, principalmente de los países imperialistas, que ya está sufriendo ataques a sus conquistas por parte de sus gobiernos imperialistas, hoy fortalecidos tras los triunfos contrarrevolucionarios que han obtenido en Medio Oriente.
¡Abajo la conferencia de Ginebra y Astana! Contra ellos, ¡pongamos en pie una conferencia internacional por parar la masacre en Siria y llevar a cabo una lucha internacional por derrotar estas fuerzas contrarrevolucionarias!