Irán - 20 de agosto de 2018
Por las brechas abiertas ante las disputas interimperialistas por el botín del petróleo y gas iraní…
Se levantan las masas contra el régimen sangriento de los ayatollahs
Desde principio de año las masas iraníes vienen protagonizando enormes levantamientos generalizados en las principales ciudades de todo Irán. Son los oprimidos que se levantan ante la carestía de la vida y los salarios miserables, en el segundo país productor de petróleo del mundo y con la segunda reserva de gas del planeta.
Por las noches, en sucesivas marchas los explotados queman los carteles con las imágenes de los ayatollahs. El grito de guerra es “¡muerte al líder supremo! ¡Muerte a Khamenei! ¡Muerte a Rouhani!” identificando a los principales gobernantes de ese país. Estas marchas chocan con la policía y enfrentan la represión, donde ya hay decenas de heridos y varios muertos, a manos de ese régimen sanguinario contrarrevolucionario teocrático.
Los ayatollahs llegaron al poder disparando por la espalda a las masas de la revolución iraní de los ’80. Disolvieron los shoras. Crearon una guardia islámica fascista, que es su guardia pretoriana dedicada a asesinar opositores a los ayatollahs y a los mejores luchadores de la revolución. Se asentaron en Irán sobre un baño de sangre, no solo de sus asesinatos, sino también de la guerra fratricida contra el sirviente del imperialismo Saddam Hussein, que dejó un millón de muertos.
Se erigieron como una burguesía nacional que comenzó a negociar su parte de la renta petrolera con el imperialismo, tal como lo hizo Chavez en Venezuela. Establecieron enormes negocios en Siria y Líbano, dos plazas financieras en donde lavan su plata en negro. Son multimillonarios que controlan en gran medida la enorme renta petrolera y gasífera, socios menores de distintas potencias imperialistas, mientras los trabajadores y el pueblo pobre mueren de hambre y se enfrentan a ellos denunciando que “los clérigos viven como reyes y el pueblo como mendigo”.
Hoy, el imperialismo yanqui busca quedarse directamente con el petróleo y gas iraní, y para ello Trump ha vuelto a embargar a Irán y le ha impuesto nuevas sanciones… tanto a los ayatollahs como a las empresas imperialistas francesas y alemanas que estaban haciendo negocios allí.
Es una disputa por la renta petrolera iraní, que ha abierto brechas por donde las masas han irrumpido. Un nuevo frente de combate se abre en Medio Oriente, enfrentando a los ayatollahs, que fueron sostenidos por el Foro Social Mundial de Chávez y Castro, presentados como “antiimperialistas” y amigos de los pueblos oprimidos, cuando demostraron ser de los más grandes hambreadores y represores. Las masas iraníes vuelven a sacudir la región, siendo parte de los combates de una misma cadena de revoluciones que estalló en 2011 de Túnez a Egipto, de Libia a Siria, de Yemen a Bahrein…
Estamos viendo el levantamiento de los aliados de las masas sirias contra los que sostienen a Al Assad en Damasco. Es certero su grito de guerra de “¡Fuera de Siria! ¡Vuelvan a Irán!”.
Para terminar de derrocar al régimen y que se abra la revolución, el camino a seguir es el de la revolución de los ’80 que echó por tierra al Sha Reza Pahlevi… ¡Marchar a los cuarteles! Hay que buscar a los soldados rasos, hijos, hermanos, primos de los obreros y campesinos pobres bajo armas. ¡Por la destrucción de la guardia islámica iraní, la casta de oficiales burguesa que comanda la represión en Irán y a sus tropas que masacran en Siria! ¡Abajo Rouhani y Khamenei! ¡Que caiga todo el régimen de los ayatollahs! ¡Paso a los shoras, los consejos de obreros y soldados!