SIRIA - 8 de octubre de 2018

IDLIB, en las últimas trincheras de la revolución siria

Pese a los bombardeos de Al Assad y Putin y pese al plan de rendición y entrega que le quieren imponer Turquía con sus generales del ESL

Las masas no abandonan las calles y toman la revolución en sus manos

¡Que se unan las brigadas para enfrentar a Al Assad! ¡El pueblo quiere la caída del régimen! ¡Ni constitución ni reconstrucción hasta que caiga Bashar! ¡Nuestra revolución no se detendrá hasta liberar a todos los presos! ¡La comisión de negociación no representa la revolución siria! Enormes marchas de masas vienen desarrollándose en ciudades de Idlib, último bastión de la resistencia, como Maraat al Numaan, Jeser al Shughour, Idlib, Ariha, Kafranbel, Kafruma, Kafr Zeta, Qalaat al Mudiq, Salqin, Atareb, Azaz, Al Bab… Son fenomenales acciones de los explotados que demuestran que la revolución siria vive y que ellos son sus protagonistas. En cada acción, las masas sirias plantean un jalón de programa revolucionario para su triunfo y han tomado en sus manos el destino de su revolución, a pesar de los bombardeos, las masacres y los engaños por parte del ESL y Turquía que solo buscan su rendición. Estas movilizaciones comenzaron hace más de un mes contra los ataques que habían lanzado Al Assad y Putin con bombardeos aéreos, amenazando de que entrarían a sangre y fuego a Idlib. El perro Bashar había arrojado volantes sobre distintas ciudades de Idlib diciendo que entraría y mataría a todo aquel que se le oponga. Putin declaraba que había que “erradicar al terrorismo definitivamente en Idlib”, inclusive alertando de que allí había armas químicas que “podrían explotar”, preparándose para un ataque devastador y genocida contra las masas. Inclusive Steffan De Mistura (enviado de la ONU para Siria) declaraba que el “peligro” eran “10.000 terroristas” de Idlib, de los cuales había que deshacerse. Pero en Idlib, en las últimas trincheras de la revolución, las masas a finales de agosto y principios de septiembre se movilizaron para frenar este ataque genocida. Llevaron a cabo marchas combativas para enfrentar al régimen, con las cuales le asestaron un duro golpe demostrando que en Idlib no están los terroristas sino que los que resisten son los trabajadores y el pueblo explotado, mientras que los verdaderos terroristas son Bashar Al Assad, Putin y los ayatollahs iraníes, que vienen masacrando al pueblo sirio con más de 600.000 muertos y ciudades enteras devastadas. En estas marchas, el grito de guerra que tronaba era “el pueblo quiere la caída del régimen”, “que se unan las brigadas para enfrentar a Bashar”, “resistir es nuestra elección”, “el régimen de Bashar es la fuente del terrorismo”. Así las masas hicieron saber que si Al Assad atacaba, ellas iban a resistir hasta el último aliento, y que no aceptaban ni reconciliación, ni entrega, sino solamente la caída del régimen. Ante esta situación, Turquía ocupó con su ejército Idlib (a la cual ya rodeaba con 12 puestos de control) vestida de amiga de las masas sirias. Erdogan afirmaba que su ejército eran tropas de interposición para impedir el ataque de Al Assad. Los generales del ESL bajo su mando saludaban a Turquía por “haber frenado un genocidio en Idlib”. Esto fue un gran engaño, ya que fueron las masas las que lo frenaron con sus acciones, mientras que Turquía solo venía a desarmar a la resistencia y entregar Idlib desde adentro. Ya comenzaba a negociar este plan en diversas reuniones internacionales junto con Rusia, Irán y EEUU, es decir, en distintos encuentros de la conferencia de Ginebra, ese pacto contrarrevolucionario desde donde vienen conspirando y coordinándose para derrotar la revolución siria desde 2013. La burguesía sunnita, en sus distintas variantes en Idlib, intentaba montarse por encima de las movilizaciones, con sus equipos de sonido y banderas (inclusive banderas turcas), para llevar a las masas a los pies de Turquía y quedarse con una parte en los negocios. Inclusive habían impulsado la consigna “los turcos son nuestros hermanos”. Pero las masas se mantuvieron en las calles con sus consignas. A mediados de septiembre volvieron a marchar al grito de “no hay otra alternativa que la caída del régimen” haciendo saber que no estaban dispuestas a rendirse.   La conferencia de Ginebra y Sochi, un verdadero fraude y conspiración contra la revolución siria Mientras se sucedían estas movilizaciones en Idlib, Erdogan se reunió con Putin en Sochi (una más de las reuniones de la conferencia de Ginebra y Astana) bajo el mando de Trump y firmaron un acuerdo de establecer una “zona desmilitarizada” en la frontera de Idlib, con el fin de desarmar a las masas e imponerles la rendición, para terminar pactando luego una nueva constitución y la reconstrucción de Siria con Al Assad, bajo el mando yanqui. Pero las masas volvieron a marchar al viernes siguiente, el 21/9, contra todo intento de imponer dicho plan. Su consigna fue “Ni constitución ni reconstrucción hasta que caiga Bashar” y “Nuestra revolución no se detendrá hasta liberar a todos los presos”. Al siguiente viernes volvieron a tronar estas consignas en marchas más masivas, y bien fuerte se seguía haciendo saber que “¡El pueblo quiere la caída del régimen!” El plan de Sochi no se asentaba en las masas, a pesar de que muchas brigadas del ESL declaraban abiertamente su completa adhesión al mismo. Es que los explotados saben que el acuerdo de Sochi significa que perdura el régimen de Al Assad y que los presos siguen siendo torturados en sus cárceles. Además saben que si se desarman, mientras siguen estando Bashar y Rusia armados hasta los dientes apostados en los bordes de Idlib, estos pueden seguir bombardeando y atacar en cualquier momento. Ya lo vivieron en Daraa, Ghouta, Homs o mismo en Idlib cuando a mediados de 2017, desde la conferencia de Astana, Turquía, Rusia e Irán las declararon “zonas seguras” y les prometieron que no iban a haber más ataques, pero Al Assad y Putin masacraron hasta con armas químicas. Erdogan, con los generales del ESL bajo su mando, intentan avanzar sobre el pueblo de Idlib para imponer el plan de Sochi, pero las masas lo rechazan ampliamente. Es que la “zona desmilitarizada” de Sochi consiste en una franja de 15 a 20 km de ancho hacia el interior de Idlib, garantizada por las fuerzas rusas y turcas. Esto significa que en ciudades que quedan dentro de esta franja -como Jeser al Shoughour, Kafr Nabuda, Khan Sheikhoun, Maraat al Numaan, Atareb, Saraqeb, que son de las más aguerridas y combativas- entrarían las tropas rusas a “garantizar la zona desmilitarizada”, mientras que las masas deben desarmarse. ¡Es una entrega total, por parte de Erdogan y sus generales del ESL! Por eso las masas marcharon nuevamente el viernes 5/10 contra esta entrega. Su grito de guerra fue “¡la comisión de negociación no nos representa!”, no solo rechazando la rendición que le quieren imponer, sino también a todos los que las entregan y firman acuerdos en conferencias internacionales en su nombre. Ya los identifican como “los que viven en otros países y hablan en nombre de la revolución siria, pero en realidad se oponen a ella. La primera y la última palabra sobre la revolución siria la debe tener el pueblo de Idlib, porque estos ‘representantes de la revolución’ solo la entregan a Al Assad. Ellos son traidores que hablan en nombre de la revolución”, tal cual afirman y dan a conocer los corresponsales del periódico “La Verdad de los Oprimidos” desde Idlib. Por esta situación, vemos también a varias brigadas en Idlib negarse a aceptar el acuerdo de Sochi. Es que las amplias masas rebeldes de Idlib no aceptan ninguna “solución” si no se comienza por la caída del régimen… no aceptan entregar la sangre de los mártires ni dejar que los presos sigan torturados en las prisiones del fascista Al Assad. Putin advierte que la fecha límite para imponer el plan de Sochi es el 15/10, y que si no hay acuerdo, comenzará el ataque. Así buscará Turquía y sus lacayos de la burguesía sunnita usar esto como una “pistola en la sien” de las masas para imponerles el plan de Sochi, pero no pueden avanzar en el mismo porque las masas se mantienen en las calles y no aceptan ningún tipo de reconciliación con Bashar. Siguen planteando que hay que derrotar al régimen y unir las brigadas para hacerlo, aun cuando distintos sectores burgueses se monten por sobre sus acciones y cuando Turquía intenta dividir las brigadas (y que solo queden las fuerzas bajo su mando) e imponer la rendición. La revolución siria vive. ¡Abajo las conferencias de Ginebra y Astana y el plan de Sochi! ¡Fuera Al Assad, Rusia, Irán, EEUU, Turquía y todas las tropas invasoras de Siria! ¡La comisión de negociación que habla en nombre de la revolución siria no la representa! Ellos son sus entregadores. Solamente pueden representar al pueblo sirio sus propios organismos de democracia directa que ellos pusieron en pie. ¡Que vuelvan los comités de coordinación como en el 2011! Para liberar a los presos ¡Hay que derrotar al fascista Al Assad marchando a Damasco! ¡Que se unan las brigadas para enfrentar al perro Bashar! ¡Las armas no se entregan! ¡Cada hombre un fusil! ¡Expropiación de todos los bancos, pozos de petróleo y todos los hombres de negocios para poner las riquezas del pueblo sirio para resolver el problema del pan y enfrentar a Bashar! Allí están los fondos para volver a recuperar la vivienda y que los refugiados puedan volver a sus casas. Para la clase obrera turca: ¡el enemigo está en casa! Es Erdogan y su ejército ocupante, que le está descargando toda la crisis. Para conquistar su autodeterminación, el pueblo kurdo debe romper el pacto que le impuso el PKK con Al Assad y los yanquis y volver a restablecer el frente de la revolución de 2011 contra Al Assad, y junto a la clase obrera turca enfrentar a Erdogan. Es un mismo combate de la clase obrera siria, turca y kurda. Los explotados iraníes se han sublevado contra los ayatollahs. Los trabajadores rusos comienzan a luchar contra Putin. En sus manos y en toda la clase obrera mundial, especialmente de los países imperialistas, está la llave para parar la masacre en Siria.   Comité Redactor del periódico “La Verdad de los Oprimidos”, vocero de los socialistas de Siria y Medio Oriente

Consignas de las movilizaciones en Idlib – 04/10/2018 Ni constitución ni reconstrucción hasta que caiga Bashar Nuestra revolución no se detendrá hasta liberar a todos los presos Su guerra es por las rutas internacionales y sus rentas Y nuestra guerra es por nuestra dignidad en la ruta a nuestra libertad Los verdaderos terroristas en Siria son Bashar Al Assad, Hezbollah, Irán y Rusia De Mistura y Al Assad, socios en los asesinatos y la destrucción de Siria En la Siria chica, Idlib será su fin para la libertad de la Siria grande En inglés adelante: los terroristas son Bashar, Hezbollah y Rusia. En árabe atrás: Idlib será la tumba de Rusia El pueblo de Mohambel está con la revolución hasta la caída del régimen El régimen de Al Assad es la fuente del terrorismo En ingles: Liberar a los presos es más que la constitución y la reconstrucción En árabe: los presos son los pulmones de nuestra revolución y nosotros respiramos libertad Si toda Siria fuera tomada (por Assad) excepto por una pulgada, me pararía en esa pulgada y gritaría: ¡maldita tu alma oh Hafiz! ¡La revolución continuará! Queremos libertad No somos terroristas Resistir es nuestra elección   Convocatoria a las movilizaciones en todas las ciudades del norte de Siria liberado: “¡LA COMISIÓN NEGOCIADORA NO NOS REPRESENTA!” Ver más BUENOS AIRES - 05/10/2018 ¡Nos manifestamos junto a las masas revolucionarias de Idlib! Ver más 21/09: Movilizaciones al grito de: “El pueblo quiere la caída del régimen” “Ni constitución ni reconstrucción, hasta que caiga Al-Assad” Ver más