4 de septiembre de 2018
Carta de la Brigada León Sedov desde la resistencia siria
Reproducida por el periódico La Verdad de los Oprimidos
En Idlib:
¡¡¡NO PASARAN!!!
¿Qué es lo que detiene a un hombre en su marcha? ¿hambre? ¿sed?
¿Qué es lo que obnubila la mente de un ser humano?¿el miedo? ¿el pánico?
¿Qué se necesita para dejar a un hombre fuera del camino? ¿la mutilación? ¿sofocación?
¿Cuál es el peor sentimiento que un hombre pueda sufrir? ¿La pérdida de un hijo, de un hermano, de una madre?
¿Cómo es que se escarmienta a un ser humano? ¿ultrajándolo? ¿torturándolo? ¿despojándolo?
Ni aún haciéndonos todo eso, y mucho más, han podido en estos 7 años y medio de revolución doblegarnos, obligarnos a rendirnos. Ni con los tanques del ejército asesino de Bashar, ni con los aviones rusos, ni con los drones yanquis ni con las M16 de los perros de Hezbollah, ni con los jugosos sueldos que les pagan a los mercenarios de Irán, Irak, Afganistán… ¡no han podido y no podrán!
En este largo trayecto de una revolución ensangrentada, nunca pensamos que perderíamos a tantos amigos, familiares, vecinos. Muchos fueron secuestrados, arrestados y torturados en las prisiones del infierno, el matadero humano que son esas cárceles del régimen de Al Assad, de los cuales nos vamos enterando que muchos fueron asesinados y otros siguen siendo torturados ahí dentro.
Día a día llevamos adelante nuestro combate contra el gobierno criminal assadista. Ni un segundo dejamos de luchar por liberar a nuestros presos de las oscuras mazmorras. Vemos que en este camino de búsqueda por la libertad no estamos solos. Cientos de miles, alrededor del planeta, se están por movilizar para levantar nuestras justas demandas, como en Bruselas, Madrid, Berlín, Estambul y en muchas ciudades del mundo, como en la jornada de lucha internacional del 8 de septiembre, el día del preso de la revolución siria.
Hoy nuestra revolución se encuentra atalonada en un pequeño rincón de nuestra amada tierra Siria, Idlib. Hoy, 5 millones de almas respiramos el mismo aire viciado de los hedores que emanan de la pobreza y las condiciones infrahumanas en las que vivimos como parias en nuestra tierra en campamentos improvisados. Hoy, nuestra respiración sopla en la cara de nuestro hermano que vino de Homs, y la de él sopla en la cara del que vino de Daraya, y la de este en los que vinieron desde Aleppo, Hama, Moadmia, Daraa, Ghouta, Douma…
Hoy nos vemos los rostros. Somos 5 millones en una ciudad de no más de 200mil habitantes. Pero a pesar de todo, salimos a las calles a decir “¡Que caiga el régimen ya!” ¡Nuestro grito de guerra por la caída del régimen proimperialista de Bashar no lo podrán acallar JAMAS!
Nos preparamos para la gran batalla en Idlib. Cavamos trincheras, organizamos guardias, nos apertrechamos, construimos túneles para refugiarnos de los bombardeos… salimos a la calle demostrando que somos el pueblo del norte de Siria liberado, no terroristas como dice De Mistura. ¡Los únicos terroristas son Al Assad, Putin, Trump y el mismo De Mistura y su ONU!
Tenemos que repartir los fusiles, las municiones distribuirlas de manera equitativa, mantener guardias constantes, tender trampas y emboscadas en cada rincón y en cada esquina contra a esa manga de mercenarios que a cuenta del imperialismo buscan dilapidar nuestra revolución y nos amenazan con un baño de sangre y armas químicas.
A ellos les decimos… Si vienen a Idlib estarán cavando su propia tumba, porque acá¡¡¡NO PASARAN!!
Son cientos de miles los litros de sangre que hay que vengar. Son millones las torturas a nuestros presos que nos vamos a cobrar. Son muchísimas las violaciones que sufrieron nuestras mujeres y que nunca vamos a perdonar.
Le prometimos a nuestros hijos que se martirizaron que volveríamos a nuestras casas y las íbamos a recuperar. Le prometimos a nuestras madres que jamás las abandonaríamos. Le dijimos a nuestros maridos que junto a ellos, codo a codo, íbamos a luchar.
¡Idlib será el nuevo punto de partida para avanzar una vez más hacia Damasco y recuperar lo que nos pertenece con el triunfo de la revolución!
A todos los que nos traicionaron, a esos hombres de negocio que con nuestra sangre se beneficiaron, a los generales que nos entregaron, a todos ellos iremos a buscar.
Será la única manera de triunfar, tomando lo que se encuentra en manos de los patrones, porque nos pertenece a los trabajadores.
Y así, como nosotros, eufóricamente, llamamos a los pueblos del mundo a luchar, porque si nos liquidan acá, las mismas penurias que sufrimos nosotros, e incluso peores, el mismo enemigo se las hará sufrir allá.
Hoy Idlib es Teherán, Yemen, Irak, Palestina, Turquía… Pero también es Buenos Aires, París, Berlín, Nueva York… Hagamos de cada una de nuestras ciudades una tumba para los que fomentan la opresión, los que manejan los negocios, los recursos, las maquinarias y nos usan como baterías desechables sobrecargándonos incluso hasta la muerte.
Desde Idlib para el mundo entero, ¡triunfemos hoy si queremos llegar a ver el mañana!
Por nuestros mártires como Abu al Baraa, Mustafa Abu Jumaa, por los 600 mil masacrados… por el 99% de la población mundial… ¡Expropiémosle todo a ese 1% de parásitos que concentran la riqueza y ganemos el mundo!
De Idlib a Túnez, El Cairo, Yemen, Basora y Teherán… ¡Una sola revolución, una misma lucha, un mismo enemigo: las petroleras imperialistas y sus regímenes de hambre, represión y muerte!
Brigada León Sedov