8 de Septiembre:
Jornada de lucha internacional por la libertad de los presos de la revolución siria

Acto-Homenaje en Buenos Aires

 

Intervención de Abu Muad

“Las masas ayer en Idlib ganaron las calles una vez más. Pujan nuevamente para que se vuelva a los inicios de la revolución. Está clarísimo que no van a aceptar un pacto con Bashar y que al general que no vaya al frente lo van echar.”

Ya pasaron siete años y medio y el pueblo sirio muestra toda su heroicidad. En Siria no hay una sola persona que no tenga una cicatriz. No hay un solo niño que no haya perdido un familiar. No hay una madre que no haya perdido un hijo o un sobrino. Hay millones que han perdido todas sus pertenencias, sus casas… han sido despojados de la peor manera. Hay gente que ha visto a su mujer y a sus hijas ser violadas frente a sus ojos.
Por eso hay mucha bronca y mucha euforia en Idlib. Hay litros y litros de sangre que vengar. Hay muchas promesas a hijos que no volvieron, hay muchísimas fotos colgadas en las casas de padres que hoy no están. El pueblo de Idlib no va a dar ni un paso atrás. Se vio en la movilización de ayer. Fueron miles de explotados en las calles, saliendo al unísono, gritando "¡Que caiga el régimen!", que es la consigna principal que hubo desde el inicio de la revolución del Magreb y Medio Oriente, que recorrió desde Túnez hasta Bahréin, de Egipto a Libia y la propia Siria. Aún después de todas las masacres que han cometido contra el pueblo sirio el régimen de Bashar, los Ayatollahs iraníes que fueron a reforzarlo, los aviones de Putin que llegaron después, Hezbollah con sus mercenarios de Afganistán, de Kazajistán, Uzbekistán, las masas siguen saliendo a las calles y dicen "¡No nos reconciliamos y peleamos contra el régimen!"

Las masas ayer en Idlib ganaron las calles una vez más. Pujan nuevamente para que se vuelva a los inicios de la revolución. Está clarísimo que no van a aceptar un pacto con Bashar y que al general que no vaya al frente lo van echar.
Hoy el pueblo sirio se encuentra unido y se ha atalonado en Idlib. Muchos de los luchadores de la revolución siria de todas partes del país, fueron llevados a esa provincia luego que sus ciudades cayeron a manos del régimen.

Hoy más que nunca, el programa para la victoria está vigente para las masas de Idlib. Es el mejor momento para llevarlo adelante.
Este es el mejor momento para volver a poner en pie los Comités de Coordinación, donde los trabajadores y explotados se vean las caras uno a uno. En los campos de refugiados se conocen y se pueden poner en pie comités de refugiados y también comités de abastecimiento.
Todo esto teniendo en cuenta que los recursos para ganar la guerra son los que se llevan las “siete hermanas”, las petroleras que están en Raqqa y Deir ez Zor. Y hay que expropiar los bancos. Los planes para reconstruir las casas y viviendas pueden llevarse adelante con toda la riqueza que se le puede sacar a la burguesía que hizo jugosos negocios en estos siete años.
Lo que hay que poner en pie es el Consejo de la revolución siria, con los comités de coordinación y con delegados enviados de todos los campos de refugiados, uno cada 10.000.
Y al general que no quiera combatir, hay que echarlo. Cada hombre tiene que tener su fusil.

Hay que demostrar que se puede vivir mejor, que ni el régimen de Bashar, ni el ESL, ni Turquía son los garantes de una buena vida en Siria, sino que son todo lo contrario, vienen a seguir las órdenes del imperialismo yanqui y a someter a las masas a las peores de las penurias. Por ello no tenemos que dejar de marchar a Damasco, porque esta es la manera de ganar la revolución.

Hoy se levantan las masas también en Raqqa, al norte de Siria, contra EEUU y la dirección de las YPG, de la misma forma que se sublevan en Basora contra del régimen del protectorado yanqui en Irak y al igual que lo hacen sus hermanos de clase de Irán que están parados sobre un mar de petróleo y gas y no aceptan seguir viviendo en condiciones inauditas. Como parte de esto, se dan las movilizaciones en Idlib.
Sabemos que hoy tenemos que golpear con un mismo puño desde Jerusalén a Gaza, desde Yemen hasta Irak, de Irán a Tierra del Fuego y dentro mismo de EEUU… ¡Un mismo enemigo, la misma lucha!