Siria, Idlib 18 de enero de 2019
Las masas ganaban las calles al grito “¡que se abran los frentes!” y ¡que se unan las brigadas para derrotar a Al Assad!”
Choque militar entre HTS (ex Al Nusra) y el ESL por el control de Idlib…
La burguesía sunnita provoca un golpe para sacar a las masas de las calles y terminar pactando con Al Assad, Putin, Erdogan y Trump en la conferencia de Ginebra-Sochi
¡Las últimas trincheras de la revolución
no pueden caer!
Ni bajo la masacre del perro Bashar, ni entregadas desde adentro como Homs, Ghouta o Daraa
El 10 de enero de 2019, HTS (ex Al Nusra) terminó imponiéndose sobre el Frente Nacional por la Liberación (un frente del ESL compuesto de brigadas pro turcas, entre las que están Ahrar al Sham y Nuridin Al Zenki entre otras) y demás brigadas del ESL que hacía 8 días atrás le habían declarado la guerra y llamaban a expulsarlas de todo Idlib. En este choque militar se disputaban quién sería el que controlara las distintas ciudades del último bastión rebelde que hay en Siria y quedarse con los negocios de la administración de Idlib.
Utilizaron artillería, morteros, ametralladoras… y pusieron todas las fuerzas que desde hace rato no están en los frentes contra Al Assad para disputarse el control de cada pueblo y ciudad. A medida que HTS fue entrando en cada ciudad que tomó, las fuerzas del ESL que se encontraban en las mismas le entregaron su armamento pesado e infraestructura y se fueron a las zonas ocupadas por Turquía… o bien Afrin, o bien Al Bab y las zonas circundantes.
HTS se impuso en todas las ciudades de Idlib y comenzó a montar allí sus gobiernos locales y sus cuarteles. En estas zonas, HTS busca imponer un férreo dominio, haciendo cumplir sus leyes con su aparato militar como única fuerza, persiguiendo opositores y encarcelándolos, y con clérigos en mezquitas llamando a su apoyo.
Así comienza HTS a asentar su control en Idlib, principalmente sobre las masas. Es que hasta el momento no las podían controlar completamente… ni HTS ni el ESL. En los últimos meses, los explotados habían ganado las calles parando en primer lugar una ofensiva de masacre de Al Assad y Putin, y también el plan de entrega que se les quería imponer desde la conferencia de Sochi de septiembre del año pasado entre Putin y Erdogan, bajo el mando de Trump, y junto con todos los partidos-ejército de la burguesía sunnita que lo aceptaron. En sus movilizaciones, plantearon las consignas de “Que se abran los frentes” y “Que se unan las brigadas para enfrentar a Al Assad”… e incluso llegaron a denunciar a quienes se negaban a ello.
Pero con este enfrentamiento entre HTS y el ESL, hicieron lo opuesto a lo que planteaban las masas. Los frentes contra Al Assad se cerraron y las brigadas solo emplearon sus fuerzas para matarse entre sí. Solo unas pocas brigadas fueron la excepción: Jesh al Azza (el Ejército de la Gloria), Jesh al Nasr (el Ejército del Triunfo), Jesh al Nakhba (el Ejército de Elite) y Faylaq al Sham (la División del Levante) que plantearon que solo enfrentarían a Bashar. Pero la gran mayoría de Idlib se vio envuelta en esta guerra fratricida, que a su vez fue un duro golpe a las masas y su revolución. Hubieron cientos de muertos y las llevaron a la desmoralización al ver que las fuerzas que deberían enfrentar a Al Assad solo se enfrentaban entre sí. Y sobre todo, fue un duro golpe porque sacaron a las masas de las calles y HTS avanza en su control. Inclusive estas mencionadas brigadas, aunque siguen existiendo, no controlan ninguna ciudad sino que están bajo el peso que tiene HTS.
Fue otra derrota para la revolución provocada desde el interior de las zonas liberadas, como ayer lo fuera la entrega de los generales del ESL de Aleppo, Ghouta, Daraa, el norte de la provincia de Homs, donde hoy estos se han convertido en la policía interna de Al Assad y administran esas ciudades. Es decir, las grandes perdedoras de este enfrentamiento entre el ESL y HTS fueron las masas… y el gran ganador fue Al Assad.
Con este golpe a las masas de Idlib, las fuerzas contrarrevolucionarias centralizadas en Ginebra se aprestan a terminar de derrotar la revolución
Este enfrentamiento entre HTS y el ESL, alentado por EEUU, Erdogan y Putin desde la conferencia de Ginebra (desde donde se coordinan todas las fuerzas contrarrevolucionarias para derrotar la revolución en Siria bajo el mando yanqui) viene porque tenían que terminar de controlar Idlib, donde se había concentrado la resistencia y siguen estando las últimas trincheras de la revolución.
Al Assad y Putin no las podían tomar con un ataque e invasión directa… como se demostró en Ghouta, Daraa, Aleppo y cada ciudad rebelde, que solo cayeron porque fueron entregadas. También, las masas habían visto y aprendido de cómo fueron entregadas en esas ciudades y no permitieron que les hagan lo mismo en Idlib, marchando en masivas movilizaciones. Por eso se trataba que un partido-ejército de la burguesía sunnita desde el interior de Idlib lograra controlar definitivamente a las masas.
Como vimos más arriba, HTS se impone como ese partido-ejército, y entra como una de las patas de Ginebra, la que viene a garantizar Idlib… es decir, la pata para terminar de derrotar la revolución siria. Esto ya fue acordado con Erdogan, y lo indica el hecho de que HTS declarara que “apoya a Turquía en cualquier operación contra las YPG” y que se reconozcan mutuamente las zonas que ambos ocupan en Siria.
Estamos presenciando el principio del fin de la revolución siria, de su derrota. Si HTS logra asentar su control completamente –y ya ha empezado a hacerlo- quedará una Siria partida, descuartizada y destripada por todas las fuerzas que están derrotando la revolución y ya se reparten los negocios.
EEUU se quedó con los pozos de petróleo. Anuncia que retira a sus soldados, pero mantiene sus bases militares, sus generales y sus aviones, porque Siria ha devenido en una colonia yanqui. Su hombre para mantener Siria bajo el control de la bota fascista es Al Assad, reforzado por Putin, el sicario del imperialismo. Ellos le hicieron el trabajo sucio de masacrar la revolución siria. A su vez, Turquía ocupa las zonas de paso de oleoductos y de su comercio, y comanda a la burguesía sunnita que controla donde Al Assad no puede entrar. HTS está entrando a estos negocios de la partición administrando y controlando Idlib. De imponerse completamente, las fuerzas de Ginebra tomarían control de todo el territorio sirio para imponer la “pax” en este protectorado yanqui.
Este no puede ser el final de una heroica revolución que dejó cientos de miles de mártires
¡Hay que volver a ganar las calles!
No podemos dejar que este sea el final de 8 años de una heroica revolución en la que tantos mártires derramaron su sangre y cientos de miles de presos fueron torturados hasta la muerte en las cárceles de Al Assad. En Idlib ayer se paró una ofensiva masacradora de Al Assad, el cual no puede entrar a tomarla con sus fuerzas. Ahora, ¡hay que volver a ganar las calles! ¡Que se vuelvan a abrir los frentes contra Al Assad!
Hay que reorganizar todas las fuerzas de la revolución. ¡Hay que recuperar todo el armamento de HTS (inclusive el pesado y todo el que capturó a las brigadas que venció) a disposición del pueblo que quiere enfrentar a Al Assad! ¡Por milicias obreras y de los oprimidos! Llamamos a todo combatiente de HTS que verdaderamente busque enfrentar a Bashar, o de los que estaban en alguna brigada del ESL que busquen derrotar al régimen a que sean parte de este combate, rompiendo con sus generales, que solo los llevarán a los pies de Al Assad.
¡Fuera de la resistencia los hombres de negocios que se llenaron los bolsillos durante la guerra mientras nuestros mártires morían! ¡Basta de dictadura de partidos-ejército! La revolución es del pueblo, ¡que vuelva al pueblo! ¡Hay que expropiar sin pago a todos los patrones que se enriquecieron con la sangre del pueblo sirio, que hicieron negocios durante la guerra, a la burguesía alawita de Al Assad y su primo Rami Makhlouf, banqueros testaferros de las petroleras imperialistas! ¡Hay que expropiar sus talleres y fábricas donde superexplotan a los trabajadores sirios en jornadas extenuantes de 12 horas diarias por salarios de miseria! ¡Hay que expropiar sus bancos donde se roban las riquezas del pueblo sirio! ¡Hay que recuperar los pozos de petróleo de manos de las transnacionales yanquis! ¡Allí están los fondos para conquistar el pan, una vivienda digna, poder armarse!
¡Que vuelvan los comités de coordinación revolucionarios de obreros, campesinos y soldados, funcionando con democracia directa! ¡Hay que organizar comités en los campos de refugiados, para que los que fueron desplazados ingresen al combate por recuperar su vivienda! Llamamos a los trabajadores superexplotados bajo la bota de Al Assad en Damasco a sublevarse en este combate.
¡Hay que derrotar a Al Assad! ¡Fuera todas las tropas invasoras!
Las fuerzas para esto no están solo en Idlib. En Francia las masas combaten en las calles, en verdaderas jornadas revolucionarias, contra la V República imperialista cuyas transnacionales como la petrolera Total también saquea Medio Oriente. En Irán se han puesto de pie los trabajadores y el pueblo por el pan y una vida digna, enfrentando a los Ayatollahs y su guardia republicana que masacran en Siria, al grito de “Los clérigos viven como reyes y el pueblo como mendigo”, “Muerte a Rouhani”, “Muerte a Khamenei”, “¡Fuera de Siria!”
En Sudán, contra el aumento desmedido del precio del pan y una carestía de la vida que ha aumentado un 70% y ya no se aguanta más, en el umbral de la revolución, desde hace dos semanas las masas ganan las calles de todo el país y en choques con la policía buscan tomarse los edificios de gobierno al grito de “¡El pueblo quiere la caída del régimen!” En Túnez, nuevas revueltas por el pan sacuden al país luego de que se inmolara el periodista Abd Erezoq Zorqui. Lo mismo sucede en Jordania o en Líbano, donde el grito de guerra también es “¡el pueblo quiere la caída del régimen!” Como en 2011, una nueva oleada por el pan vuelve a sacudir todo Magreb y Medio Oriente.
Al mismo tiempo, el pueblo palestino sigue resistiendo contra la ocupación sionista y luchando por recuperar su territorio, mientras las masas yemeníes no se han rendido ante la brutal masacre de la invasión saudí.
Estos son los aliados de la revolución siria que se han puesto de pie. Estas son las fuerzas para enfrentar a Al Assad y todos los que lo sostienen. Ellos son los que se ponen de pie contra el imperialismo y sus agentes.
En todo Magreb y Medio Oriente, ¡una misma intifada! |
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