Un saludo a todos los que están en la concentración de la ciudad de Madrid.
Soy Abu Muad, hablando en nombre del periódico La Verdad de los Oprimidos.
Primero que todo quiero agradecer a los que están allí hoy en la concentración. Hoy tenemos la triste noticia del martirio de nuestro hermano y compañero, el héroe, Abd el Baset Sarout, Abu Jaafar.
Él no es el único mártir. Cada día muere gente en las zonas liberadas por los bombardeos del perro Bashar y sus aliados Rusia, Irán, Hezbollah o las milicias terrestres. Cada día se convierten en mártires niños, como ángeles, y mujeres, jóvenes, hombres, ancianos. Son personas que solo querían libertad y una vida digna. Son personas que en 2011 salieron a las calles porque querían la caída de Bashar y su régimen, guardián de las fronteras de Israel. Un régimen opresor. Un régimen asesino de su propio pueblo, inclusive de antes de la revolución.
Esta es una tarea que no podía hacer Bashar solo. Tiene aliados que están siempre con él. Hasta países como EEUU ayudan a Bashar. Trump le libera los cielos para que sus aviones de guerra bombardeen. Turquía cerca Idlib cerrando sus fronteras. Y se coordinan todos desde las conferencias de Ginebra.
Hasta las organizaciones políticas de izquierda o progresivas, que hablan en nombre de la revolución terminan estando con Bashar Al Assad. Mientras lo apoyan, ellos dicen que las personas que están en Idlib hoy son todos terroristas. Para que todo el mundo piense que las personas que viven y mueren todos los días dentro de Siria son todos terroristas. ¡Eso es una gran mentira!
¡Ellos son los terroristas, Bashar, EEUU, Rusia, Hezbollah, Irán! El pueblo pobre sirio revolucionario no.
Fíjense qué valentía la del pueblo sirio, que aún con el mundo entero contra él, siguen marchando por el camino de la revolución, por la caída del régimen de Bashar.
Hoy escuché palabras de agradecimiento a los que están en el exterior por ser la voz de los de adentro. Como dijo el compañero Nidal: “ustedes del exterior son la voz de los de afuera”. Nosotros todos los días tenemos que ser la voz de los de adentro, de los masacrados.
La revolución siria todavía está viva. Que ustedes estén hoy en la concentración es una prueba de ello. Que los jóvenes combatientes en el frente sigan luchando y avanzando en el frente contra el perro Bashar es una prueba de ello. Que los refugiados estén marchando por romper las fronteras que Erdogan cerró, para llegar a Europa, es una prueba de ello. La revolución siria vive y continúa.
Hoy temprano habló conmigo un joven que estuvo con Abd el Baset antes de que se convierta en mártir. Decía ¡La sangre de los mártires no será en vano!
Por eso, como hicieron ustedes hoy, tenemos que hacerlo todos los días. Salir muchos a las calles. Como nuestra gente, nuestros compañeros, están rodeados en las zonas liberadas en Siria, tenemos que rodear nosotros las embajadas del perro Bashar en todos los países. Desde el exterior, hay que tomar la revolución siria en sus manos. No puede ser solo la voz de los de adentro. La gente de adentro necesita que desde afuera se haga una lucha y se marche todos los días por Siria. Tenemos que romper las fronteras. Tenemos que romper el cerco a la revolución siria. Hay que ir a golpear cada puerta de cada organización que hable en nombre de la revolución o diga defenderla a que tome en sus manos la revolución siria, a que marche contra las muertes, contra las masacres, bombardeados y asesinados por las fuerzas del perro Bashar.
A todas las organizaciones obreras, políticas, que dicen defender la revolución. A todas las organizaciones que están hoy en la concentración de Madrid. A las organizaciones obreras enormes como CONLUTAS de Brasil que está con la revolución siria. Si ustedes hacen llegar ayuda efectiva a los que están adentro de Siria luchando por la revolución, es lo que necesitan para liberarse. Necesitan solidaridad efectiva. Necesitan fondos, pertrechos, suministros, armas, medicamentos para combatir y triunfar.
Como siempre digo, desde Khartoum a Idlib, a Argelia, a Madrid… compañeros, la revolución es una sola. Somos una sola mano, un solo puño. Lucharemos en esta revolución para que triunfe hasta nuestra última gota de sangre.
Un saludo enorme a toda la concentración y a todos allí.
Abu Muad, en nombre del periódico La Verdad de los Oprimidos
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