Siria – 8 de mayo de 2019 Bombardeos a mansalva en el sur de Idlib Una nueva masacre de Al Assad y Putin para aplastar los focos de la resistencia siria   Ya va una semana de bombardeos a mansalva de Al Assad y Putin sobre la zona del sur y sudeste de Idlib. Los ataques no cesan. Hay más de 40 localidades bombardeadas. En su gran mayoría se trata de pueblos y ciudades del sur y sudeste de la provincia de Idlib y norte de Hama que no están bajo control de Al Assad ni Putin ni los yanquis ni el sionismo. Son parte de las últimas trincheras y reductos de la revolución. No solo bombardean con misiles y bombas de racimo, sino que también han vuelto a descargar barriles explosivos, dejando decenas y decenas de muertos, heridos y nuevos desplazados cuyos hogares fueron destruidos e intentan buscar refugio en otras ciudades. Además de los ataques aéreos, su ejército asedia y ataca, buscando ingresar a las ciudades del norte de la provincia de Hama en el límite con la provincia de Idlib. En esta zona que hoy es bombardeada, en septiembre del año pasado, Putin y Erdogan acordaron en una conferencia en Sochi establecer una “zona desmilitarizada” para garantizar el desarme de las masas y el control de Idlib. Esto implicaría también que en gran cantidad de ciudades rebeldes entrarían tropas rusas, ya que el acuerdo es que serían, con Turquía, “tropas de interposición”. Este plan contrarrevolucionario nunca se implementó. Las masas en Idlib en aquel momento ganaron las calles contra los bombardeos de Al Assad que venían habiendo, por liberar a sus presos de las garras del régimen, contra esa “zona desmilitarizada” y contra los dirigentes de todas las brigadas que habían aceptado semejante acuerdo de entrega. Estas acciones de miles y miles marchando cada viernes en todas las ciudades rebeldes habían derrotado en aquel entonces sus intentos de ofensiva contrarrevolucionaria. Su grito de guerra era “que se abran los frentes” y “que se unan las brigadas” para enfrentar a Al Assad. Pero sucedió lo contrario. Los frentes contra Al Assad no se abrieron, y en vez de unificar los combates, las brigadas se enfrentaron entre ellas al interior de Idlib por ver quién controlaba esa zona y administrar los negocios allí. Es decir hubo un choque militar entre HTS (ex Al Nusra) y distintas brigadas del ESL, hasta que los primeros se terminaron imponiendo, y con ello su control en cada ciudad. Así sacaron a las masas de las calles, quedando Idlib bajo control de HTS, que a su vez está en un acuerdo con Turquía que tiene 12 puestos militares rodeando esa zona. Hoy HTS se dedica a cobrar impuestos a las masas hambreadas de Idlib que deben trabajar jornadas de 12 horas diarias para poder comprar lo básico, como es pan y té, y a todo aquel que siquiera los cuestione lo meten preso por opositor, mientras no hacen nada ante el ataque actual de Al Assad. Así, volvieron los bombardeos sobre el sur de Idlib, los cuales se han intensificado luego de la reunión que tuvieron hace unas semanas Putin y Erdogan en Rusia en donde, además de discutir sus negocios, reafirmaron lo que ellos llaman “su alianza contra el terrorismo en la zona de Idlib”, cuestión que hoy vemos con esta nueva masacre. Los ataques de hoy son entonces desde estas conferencias internacionales… que no es solo Sochi, sino las que vienen funcionando desde hace años en Ginebra y Astana entre Putin, Al Assad, Turquía, los generales burgueses del ESL (y ahora han entrado los de HTS) bajo el mando de EEUU. Desde allí se coordinó el genocidio, como también la entrega una a una de las ciudades rebeldes que hicieron los generales del ESL. Todos fueron sostenidos por las direcciones traidoras de la clase obrera mundial (burocracias sindicales, estalinistas y renegados del trotskismo) que cercaron esta revolución, y en su mayoría apoyaron al perro Bashar y haciendo creer a los trabajadores del mundo que allí morían terroristas (no las masas), afirmando que “el enemigo era el ISIS”… ni el imperialismo, ni quienes hicieron su trabajo sucio Al Assad y Putin. A los explotados del mundo le hicieron pasar a sus aliados como sus enemigos, y a sus enemigos como aliados. Así le dejaron las manos libres a Al Assad y Putin para que masacren y la burguesía sunnita para que entregue desde adentro esta grandiosa revolución. Así llegamos al día de hoy, donde sacaron a las masas de las calles de Idlib, HTS impone su control allí e ingresa a la conferencia contrarrevolucionaria de Ginebra, y Al Assad y Putin atacan los focos que quedan de la resistencia siria. Mientras tanto, millones de explotados sirios se hacinan en carpas de campamentos de refugiados en las fronteras, que son verdaderos ghetos en medio de la nada, sin agua ni alimento y en condiciones sanitarias deplorables, a merced de las inclemencias del tiempo, las inundaciones y las pestes y el chantaje de las ONGs. A su vez, las masas son hambreadas tanto en Idlib como en las zonas que ocupa Al Assad, quien ahora ha impuesto un nuevo aumento al precio de los combustibles, llevando la carestía de la vida por las nubes. Mientras tanto, Siria quedó partida, con el imperialismo yanqui ocupando los pozos de petróleo y el norte y este sirio, el sionismo ocupando los Altos del Golán, Turquía se quedó con su ruta comercial en el norte y paso de oleoductos, mientras que Al Assad, reforzado con las bayonetas de Putin, quedó controlando y aplastando la capital, Damasco, además de otras ciudades sirias. Con el imperialismo yanqui a la cabeza, se reparten sus negocios, inclusive discutiendo la reconstrucción, sobre la base del genocidio de centenares y centenares de miles de explotados sirios. Toda la izquierda reformista que se encargó de cercar la revolución siria hoy guarda silencio… un silencio cómplice para ocultar y seguir permitiendo la masacre actual de Al Assad y Putin al sur de Idlib, donde está la resistencia que combate ante los ataques del ejército assadista. ¡No habrá olvido ni perdón con los que traicionaron la revolución siria y sostuvieron abiertamente el genocidio perpetrado por sus verdugos! Corresponsal