Luego de las elecciones fraudulentas de Al Assad
Ofensiva contrarrevolucionaria para someter
y aplastar a la resistencia
En Idlib y en la Daraa cercada y entregada continúan las marchas y no entregan las armas
¡Los explotados no se rinden!
Las recientes elecciones del régimen, realizadas sobre la base de cientos de miles de muertos, 15 millones de refugiados, miles y miles de presos políticos bajo tortura, arrojaron un claro resultado que se vio no en las urnas sino en las calles: Al Assad no tiene ninguna legitimidad entre el pueblo sirio. En las calles de Idlib y de otros países donde se concentran los refugiados sirios hubieron movilizaciones enormes rechazando a Al Assad y sus elecciones, mientras que en Daraa hubo además enfrentamientos con sus fuerzas genocidas. En las urnas solo hubo una cifra dibujada por Al Assad que no sirve para asentar un régimen contrarrevolucionario estable.
Al Assad se sostiene solo por el apoyo que le danlas direcciones traidoras de la clase obrera a nivel mundial, y también Rusia, Irán, Hezbollah, el imperialismo y la ONU que le han liberado los cielos para que masacre a mansalva y pueda cometer los crímenes de guerra más atroces. El ejército assadista no es más que una fuerza de ocupación más de las tantas que invaden Siria, a cuenta del imperialismo.
A pesar de tanta contrarrevolución a lo largo de 10 años, del mencionado apoyo internacional a Al Assad, del cerco a la revolución siria y de la entrega de los generales de la burguesía sunnita una a una de las ciudades rebeldes, la resistencia siria se manifiesta una y otra vez al grito de “la revolución continúa” en Idlib. En Daraa, pese a que la ciudad fue entregada por el ESL hace 3 años, la resistencia sigue realizando movilizaciones contra el régimen. Hay protestas y choques a diario contra el ejército assadista, y en algunas oportunidades ha llegado a liberar ciudades de esa provincia sureña con enormes sublevaciones. La contrarrevolución no se termina de asentar.
Recientemente Biden se reunió con representantes de potencias imperialistas europeas y con Putin. Sus declaraciones plantearon que tiene el objetivo de ir por China y por Irán, y para eso necesita que en Medio Oriente las masas no sigan en las calles. En Siria necesita terminar de derrotar a la resistencia para que no desestabilice el régimen de Al Assad.
Por eso deja que los que están interviniendo en Siria (Al Assad, Putin, Turquía, etc.) jueguen cada uno su rol contrarrevolucionario, y hagan lo que tengan que hacer para terminar de aplastar a la resistencia. Mientras EEUU siga ocupando los pozos de petróleo y llevándose el oro negro, todo vale para aplastar a las masas, y cualquier disputa que haya entre sus distintos agentes, que se arreglen entre ellos.
Así es que hace unos días Al Assad y Putin comenzaron una campaña de bombardeos y fuego de artillería sobre las ciudades de Idlib circundantes a las carreteras M4 y M5 que rodean esa región, principalmente Jebel Al Zawiya. Al mismo tiempo, corre un rumor de que van a lanzar una ofensiva para entrar a Idlib, o al menos, para quedarse con las rutas, caminos y pasos que conectan a esa región, dejándola aislada.
Sincronizadamente con esto, y utilizándolo como una “pistola en la sien”, HTS comenzó al interior de Idlib a amenazar a toda brigada o grupo independiente que haya quedado allí para que se someta directamente a su disciplina, o se disuelva, se desarme, se vayan de Idlib o serán encarcelados. HTS dice que va a “abrir los frentes” contra este ataque assadista, pero solo con quienes estén bajo su mando directo, lo que significa que esta “apertura de frentes” solo se trata de un intento de someter a la resistencia que quiere pelear contra Al Assad.
En Daraa, el régimen y Rusia impusieron un cerco, aislando la ciudad, sin dejar que nada ni nadie entre ni salga, hasta que se desarme y se rinda la resistencia que constantemente allí viene protagonizando sublevaciones y choques contra el régimen.
La ofensiva que se ha largado está clara: la resistencia se debe rendir y someter a alguna de las fuerzas que ocupan y se reparten Siria, o de lo contrario acabará en la cárcel o masacrada. Esto buscan tanto Al Assad y Putin como el HTS o inclusive el Ejército Nacional, bajo el comando turco, que en el norte sirio que ocupa persigue a todo aquel que no acepte su disciplina.
Al Assad y Putin atacan Idlib y cercan Daraa, pero ¡la resistencia no se rinde! Sigue en las calles en Idlib y no aceptan someterse a HTS. En Daraa no entregan las armas y marchan contra el régimen. No se puede derrotar a Al Assad sometido a ningún general burgués, que ya pactaron un gobierno común o bien están juntos en la conferencia de Ginebra desde la que se han partido Siria, bajo el comando yanqui. Hay que reagrupar y unificar a la resistencia siria bajo un programa para triunfar, terminando con todas las entregas que sufrimos durante 10 años.
Para derrotar la ofensiva de Al Assad sobre Daraa, para derrotarlo en Idlib y que la revolución continúe y llegar a Damasco, hay que expropiar todas las fábricas y bancos para poner todos los recursos disponibles para ganar la guerra y que el pueblo coma. Hay que llamar a la sublevación en Daraa, Damasco, Quneitra, Ghouta, en todas las ciudades que padecen la bota fascista de Al Assad y el hambre y la miseria que impone, para hacer una lucha conjunta con Idlib. ¡Hay que abrir los frentes en la retaguardia de Al Assad!
En Idlib, para abrir los frentes, hay que conquistar el armamento generalizado abriendo los arsenales de HTS que guarda lo mejor del armamento y no permite enfrentar con todo a Bashar. Hay que volver a poner en pie los comités de coordinación de obreros, campesinos pobres y soldados.
Hay que abrir los frentes con los refugiados y desplazados para que ingresen a pelear por tener vivienda digna, recuperando los hogares expropiados por Al Assad, y por la expropiación de las casas y mansiones de todos los multimillonarios de la pandilla assadista y los que se enriquecieron con la guerra y con la sangre de los mártires.
Expropiando todo el petróleo y los bancos tendremos fondos para hacer realidad el grito del 2011 que hoy continúa ¡Dignidad!
¡Fuera Al Assad! ¡Fuera todas las tropas invasoras! ¡Abajo la conferencia de Ginebra! ¡Libertad a todos los presos políticos!
Las masas libanesas e iraquíes sublevadas y los trabajadores iraníes abrieron los frentes en sus países. Son enormes procesos que continúan en las calles luchando por pan y la libertad, contra las condiciones de vida de miseria a las que son forzados. En Irak no hay electricidad, ni agua, ni trabajo. En Líbano ya no se puede ni comprar leche. En Irán, los obreros no cobran sus salarios mientras ven como los precios aumentan exponencialmente día a día. Todos han ganado las calles con la misma demanda. En Líbano e Irak no se detiene la sublevación contra la burguesía y el imperialismo. En Irán una fenomenal huelga petrolera, a la que se han plegado distintos sectores, ha paralizado el segundo productor de petróleo más grande del mundo. Con estos últimos enfrentamos al mismo enemigo: los ayatollahs que masacran en Siria y sostienen a Al Assad, masacran en Irak, sostienen a Hezbollah en Líbano, mientras hambrean y reprimen a su propio pueblo. Necesitamos una lucha unificada, recorriendo el camino que ya se empezó a hacer con el pueblo palestino, cuya burguesía intenta dividir apoyando a Al Assad. En todo Magreb y Medio Oriente, ¡una misma intifada!
¡Hay que romper el cerco a la revolución siria y romper su aislamiento a nivel internacional! La resistencia sigue de pie. Al Assad recibe el apoyo de las direcciones traidoras de la clase obrera y de diversos gobiernos del mundo. ¡Hay que ganar las calles en apoyo a la resistencia siria en todo el mundo! |