Siria - 5 de mayo de 2021
Con millones de refugiados muriendo en el Mediterráneo y viviendo en carpas; con más de 500 mil explotados masacrados; con millones de trabajadores comiendo pasto y huyendo de las bombas…
Al Assad convoca a elecciones presidenciales donde los únicos que votarán son los generales y políticos fascistas
El Partido Comunista Cubano, junto con Putin y Maduro serán “veedores” de estas urnas sangrientas
Frank Hernández, dirigente de la Juventud Comunista del PCC, aliado de los renegados del trotskismo, festeja el apoyo infame del régimen castrista al fascista Al Assad
La masacre al pueblo sirio que perpetraran el perro Bashar y Putin a cuenta del imperialismo, ahogó en sangre la revolución que lleva ya diez años. Mientras los bombardeos, sobre todo rusos, no cesan y Siria se ha convertido en un verdadero protectorado con tropas de invasión, un infierno para las masas, Al Assad cínicamente anunció unas elecciones fantoches para perpetua su régimen genocida. En esas urnas, ensangrentadas, votarán solo los militares fascistas mientras las masas se hunden en la miseria y padecen la masacre, el hambre y la represión día a día. Esta farsa de “elecciones” que nos quieren presentar como un “ejercicio de soberanía” fue rechazada por las masas de Siria, que se han movilizado en distintas ciudades para denunciar que son elecciones totalmente ilegítimas, escritas con la sangre de las masas sublevadas, sobre los más de 500 mil masacrados, sobre los huesos de los miles y miles presos políticos, en una Siria totalmente partida, reducida a escombros y con tropas de ocupación, un verdadero protectorado del que sus riquezas como el petróleo son saqueadas directamente por el imperialismo yanqui.
Recientemente, el parlamento del régimen fascista de Damasco sacó una resolución planteando que Cuba, Rusia y Venezuela serán veedores de las elecciones fantoches y ensangrentadas que preparan en Siria.
Allí irán los boliburgueses y los representantes del régimen castrista, hablando en nombre del “socialismo” a legitimar a los más grandes masacradores del pueblo. Irán los Maduro, que hablan del “socialismo del SXXI” y millones de explotados comen en la basura y huyen de Venezuela, mientras le pagan rigurosamente la fraudulenta deuda externa al FMI. Irá Putin, que no solo masacra en Siria, sino que mantiene aplastada a la clase obrera rusa a punta de pistola: en Rusia tan solo por portar un cartel en una calle, se enfrenta la condena de prisión. Irá el PCC que, con un régimen totalmente bonapartista, avanza a pasos agigantados a la restauración capitalista, entregando Cuba al imperialismo, con el derecho a la propiedad privada, y que ataca a los trabajadores, con salarios de hambre y la más brutal miseria, en una isla donde los trabajadores no tienen ni siquiera el derecho a formar sindicatos para defenderse. ¡Los bolivarianos y su amigo Putin irán a legitimar al régimen fascista sirio porque ellos son Al Assad!
¿Cómo es posible que estos hambreadores, masacradores del pueblo y sirvientes del imperialismo hablen en nombre del “socialismo” para ir a sostener a un régimen tan fascista que haría sonrojar al mismo Hitler? Porque durante años, los renegados del trotskismo, hablando en nombre de la IV Internacional, presentaron, al igual que lo hizo el stalinismo mundial, a estos gobiernos antiobreros como “antiimperialistas” y “amigos de los oprimidos”.
Tanto es así que en 2019 en La Habana, todos los renegados del trotskismo del mundo entero, desde los Anticapitalistas europeos, a Allan Woods, de Socialist Action al PTS argentino, acudieron a un “seminario sobre Trotsky” en el que unieron las limpias banderas de la IV Internacional con el stalinismo, fundando un partido único con el ala izquierda del PCC representado por Frank García Hernández. Una cadena de traiciones, en la que, como en una orquesta, cada quien toca su instrumento, para mejor apuñalar por la espalda al proletariado mundial. Alan Woods comandó la batuta. Tenía autoridad para hacerlo: él le había entregado a Chávez el Programa de Transición. Es hora de decir la verdad: ellos han infiltrado a la IV Internacional, para, como verdaderos Caballos de Troya, vistiéndose de trotskistas abrazarse con el stalinismo.
Este podrido sistema capitalista que todo lo compra y todo lo vende, por unas míseras monedas ha pagado no solo a los bolivarianos que con gobiernos totalmente cipayos se dieron a la tarea de hablar del “socialismo” para engañar a las masas y derrotar cuanto levantamiento revolucionario hubo. También ha comprado a los stalinistas, mil veces probados en traicionar al proletariado y los explotados, e incluso ha organizado a los renegados del trotskismo, para que en nombre de la revolución, con el lenguaje más “ultrarojo”, tilden de “progresivos” y de “aliados” a los expropiadores de la revolución como los Maduro, los Evo Morales, los Kirchner, los Lula, los Castro. Un trabajo siniestro para que los trabajadores identifiquen al socialismo con el hambre y la represión. Ellos saben que les va la vida en esto: la revolución socialista, la revolución de los trabajadores le quitará a este sistema putrefacto el respirador artificial que le han puesto las direcciones traidoras del proletariado, porque ¡para que la clase obrera viva, el capitalismo debe morir!
García Hernández, el hombre de los renegados del trotskismo en la isla, puebla las páginas de La izquierda diario, órgano del PTS, con entrevistas y notas brindando loas al Partido Comunista Cubano y a Castro, pintándolo de “defensor de la revolución”. A decir verdad, Frank García Hernández es columnista, no solo del medio chavista Telesur, sino también de La izquierda Diario. Este sujeto vocifera por donde va que el gobierno cubano es “socialista” y que todo aquel que se levante para derribarlo es “contrarrevolucionario”. La misma campaña que hicieron durante años stalinistas y renegados del trotskismo para señalar a las masas hambrientas que luchaban contra Kaddhafy en Libia o contra Al Assad en Siria como “agentes del imperialismo”, la campaña con la que aislaron las revoluciones de Medio Oriente para que ningún trabajador del mundo se levante a defender a sus hermanos sublevados y para que el golpe contrarrevolucionario del imperialismo se pueda consumar.
Como no podía ser de otra manera, Frank García Hernández, el amigo de los renegados del trotskismo en la isla ha reproducido y reivindicado el comunicado de Granma de apoyo a las elecciones fantoches del asesino Al Assad. Queriendo salvar al régimen assadista del fuego de la Intifada Palestina que ha retornado y de la resistencia en Idlib, los stalinistas salen a apoyar el funesto plan de “transición democrática” en Siria. No nos extraña. Este stalinista se pintaba de rojo diciendo que era necesario “leer a Trotsky”; organizaba seminarios desde los organismos gubernamentales cubanos y colocaba en una sala a todos los renegados del trotskismo, sin siquiera permitirles repartir un periódico en Cuba. Así se preparaba y juntaba fuerzas para ir a sostener al fascista Al Assad.
Nos preguntamos por qué no se han propuesto, estos renegados del trotskismo que tienen tantas relaciones carnales con el castrismo, fundar un FIT en Cuba… es que ellos ya tienen allí un partido: es el Partido Comunista Cubano. Y si no es así ¡que lo demuestren! ¡Larguen una sola nota denunciando a este régimen infame que los recibió con pompas en La Habana, mientras a los obreros no les permiten siquiera abrir la boca.
¡Hasta aquí han llevado el nombre de la IV Internacional los que son en realidad sus enterradores! ¡Fuera las manos de la IV Internacional y de Trotsky de los esbirros stalinistas y sus sostenedores!
Los trotskistas revolucionarios no lo permitiremos. Nos levantaremos una y mil veces para gritar que nada tenemos que ver con el stalinismo y sus secuaces, verdaderos adalides de la contrarrevolución que el imperialismo preservó porque sabe que son expertos en traicionar a las masas. No permitiremos que Frank Hernández y su gente que dice que “los Castro defendieron e impulsaron la revolución en Latinoamérica”, y desde las oficinas de Telesur presenta al hambreador Chávez como un “gran revolucionario”, levanten el retrato de nuestro camarada Trotsky para mentirle tan vilmente a los trabajadores del mundo, embelleciendo al régimen restaurador del capitalismo en la isla.
Ayer los hermanos Castro sellaron un Pacto con Obama con el que se estranguló las revoluciones del Continente Americano a principios del SXXI desde Tierra del Fuego a las costas del Río Bravo con la lucha incluso del proletariado norteamericano contra las guerras de Irak y Afganistán. Con este pacto, los Castro dijeron que “había un amigo en la Casa Blanca” pintando de bonachón a Obama, permitiendo que este largara los peores ataques al proletariado norteamericano y recuperara su patio trasero, América Latina.
El Pacto fue un certero golpe contrarrevolucionario que le daba garantías a la nueva burguesía castrista para avanzar en la restauración capitalista, izando la bandera yanqui en La Habana.
También con este pacto y como parte del desvío de las revoluciones, los hermanos Castro presentaban a la “boliburguesía” de los Chávez, los Evo Morales y los Kirchner como aliados de los pueblos, al mismo tiempo que imponía el desarme de las FARC y la “paz” de los cementerios en Colombia, con 9 bases militares yanquis. El resultado de este Pacto lo pagaron las masas latinoamericanas con más saqueo, más hambre y más represión, con millones de migrantes latinos rondando las fronteras en búsqueda de una vida digna.
Hoy, las masas colombianas, con sus jornadas revolucionarias que llevan ya tres días, dan un golpe por izquierda fenomenal a este pacto infame del stalinismo y haciendo vibrar al continente nuevamente.
Frank García Hernandez, el nuevo mejor amigo de Albamonte, prepara la salvación del Pinochet sirio.
¡Tanto cinismo y tanta traición stalinista no serán impunes!
Una comitiva formada por el régimen castrista, Putin y Maduro se preparaba para arribar en Siria. En ese avión hay lugares reservados no solo para los Frank Hernández, sino también para sus compañeros de viaje, los Allan Wood, los Albamonte, los Savas Matsas. Cuando lleguen nos encontraremos en trincheras distintas: los traidores sosteniendo al Hitler sirio; los revolucionarios con los explotados y los partisanos de la revolución. ¡Una vez más, entre trotskismo y stalinismo hay un río de sangre!
¡Viva el combate de los explotados y jóvenes de Idlib y Palestina donde viven las llamas de la revolución del Magreb y Medio Oriente, mil veces traicionadas y calumniadas!
¡Viva el combate antiimperialista que enfrenta al gobierno cipayo de Duque, y hace temblar al Pacto contrarrevolucionario de Obama-Castro!
¡Por una nueva revolución obrera y campesina en Cuba que expropie a la nueva burguesía castrista que les robó la revolución, las fuerzas productivas nacionalizadas y todas las conquistas a los obreros cubanos!
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