20 de marzo de 2022
En el 11° aniversario de la revolución siria…
Jornada revolucionaria sobre la cuestión ucraniana
Intervención de Abu Muad,
del Comité Redactor del periódico “La Verdad de los Oprimidos” de Siria
“Para los que dicen que hay una guerra entre EEUU y Rusia,
nosotros decimos que no. Ambos coexisten en Siria. Putin masacra y luego EEUU saquea el petróleo y el gas. Ese es su rol, ayer en Siria y hoy en Ucrania”
Buenas tardes a todos los camaradas que están aquí presentes. En una charla sobre Ucrania, es imprescindible hablar de la revolución siria, para lo cual es inevitable rendirle homenaje a los más de 600 mil asesinados que hubo en esta ensangrentada revolución. Es inevitable que recordemos a los cientos de miles de presos políticos que tiene esa revolución y a los otros tantos miles que han desaparecido en manos del carnicero Putin y el sicario Bashar Al Assad.
Es una revolución donde las masas dieron todo para triunfar. Hoy tenemos que recordar que no solo lucharon hasta el final por dignidad y por el pan, sino que lucharon por una revolución internacional y su objetivo era llegar a Palestina.
Bajo este programa y estas condiciones recordamos especialmente a los camaradas de la Brigada León Sedov, al compañero Abu Al Baraa y a su padre Mustafa de la brigada, y a tantos otros camaradas que cayeron en combate llevando la bandera de la IV Internacional, del socialismo, nuevamente a Medio Oriente.
Gracias a la traición de la izquierda, que nos dejó solos y aislados, no se pudo continuar con ese combate, porque los compañeros de Siria fueron asesinados por la contrarrevolución. Aún así su legado continúa. Los compañeros que hoy van a hablar y dar cuenta de lo que hoy sucede dentro de Siria son dos camaradas que están llevando adelante las banderas de la Brigada León Sedov y todo el legado no solo que dejaron los compañeros Mustafa y Abu Al Baraa sino todos los compañeros caídos de la brigada.
Vamos a empezar por la génesis, porque como comenté antes, en una charla de Ucrania no se puede obviar Siria. Tenemos que dar cuenta por qué se llegó a lo que vemos hoy en día, el genocidio y la partición de Siria para poder comprender la invasión de Putin a Ucrania.
Nos remontamos al 2008, donde hubo un crac a nivel internacional, donde estalló una burbuja inmobiliaria y se empezó a ver que había muchísimo dinero emitido que no tenía respaldo en valores de bienes producidos. En el desarrollo de este crac, ya para el año 2010-2011, se produce una suba de los alimentos, la cual desemboca en una cadena de revoluciones, comenzando por Túnez, expandiéndose a Egipto, pasando por Libia, yendo hasta Bahréin, Yemen, llegando incluso hasta Siria.
Fue una cadena de revoluciones que supo reventar por los aires los dispositivos de dominio que el imperialismo había impuesto en estos países de Magreb y Medio Oriente. La gente salía de a millones a las calles clamando por paz, pan, libertad y dignidad. No había paz en los gobiernos totalitarios. Tampoco había nada de libertad. Eran países de una enorme producción esencialmente de petróleo, como en Libia, y la gente no tenía plata. La gente se moría de hambre, por eso pedían pan y dignidad.
Uno a uno empezaban a caer los agentes del imperialismo en la región, como Hosni Mubarak o Ben Ali, o el mismísimo Qadafy, cuya cabeza rodaba. En Siria comenzaba a acrecentarse la lucha de masas. Una a una iban liberando ciudades, acorralaban a Bashar, el presidente de Siria, en la casa de gobierno. Se habían llegado a tomar prácticamente todo Damasco. No había país en Magreb y Medio Oriente que no tuviese la bandera palestina flameando alto. Todas esas revoluciones, en particular la de Siria, ponía en jaque las fronteras del gendarme del imperialismo en la región, que era Israel.
EEUU utilizó a sus agentes para cortar la cadena de revoluciones de Magreb y Medio Oriente en Siria
Frente a esta situación, uno se pregunta ¿qué va a hacer el imperialismo? Seguramente va a venir con sus cañoneras al mejor estilo Bush, a desembarcar sus tropas, y va a invadir como en Afganistán o Irak. Pero no, camaradas. La realidad es que EEUU no lo podía hacer.
Hasta el día de hoy no lo puede hacer porque su propia clase obrera se lo impide. El movimiento antiguerra en EEUU se sublevó contra esa guerra infame porque llegaban cientos y miles de tropas invasoras en bolsitas negras porque la heroica resistencia iraquí y afgana los mandaba de vuelta a su casa. Las madres de los soldados y los lisiados se plantaban en contra de la guerra y decían “a tu guerra en Medio Oriente no voy más, esa no es mi guerra, yo no me sumo al ejército”. La clase obrera tomaba los puertos y se negaban a embarcar las armas.
Eso sucedía en EEUU y le impidió actuar como venía actuando hace tiempo. También se veía imposibilitado de usar a su gendarme en la región, que venía cumpliendo todos los mandados, sometiendo a los palestinos e imponiendo terror en todo Medio Oriente.
Por ello EEUU empieza a utilizar a cada uno de los agentes no solo en la región, sino particularmente en Siria. Empieza a darle aire y vía libre a Bashar, que al inicio de la revolución hace un pacto con la burguesía kurda y le quiebra la columna vertebral a la revolución por la mitad, dividiendo a la población siria de la kurda, y comienza la masacre.
Pero las masas sirias resisten. Por eso la burguesía sunnita se “pasa de bando”, porque los generales sunnitas rompen con el ejército de Bashar, cambian una bandera por otra y dicen ser los más grandes aliados de la revolución siria. Dicen apoyar la revolución, pero lo único que hacen es entregarla desde adentro.
EEUU tutela todo esto. Y cada vez más se van sumando agentes, porque las masas seguían avanzando, y es entonces que vienen Irán y Hezbollah a darle apoyo militar a Bashar. Viene Turquía por atrás a apoyar a la burguesía sunnita a decir “son los aliados de la revolución”.
En 2013 EEUU se reúne en Ginebra con todos los agentes, en donde aparece también Putin junto con Bashar, y acuerdan llevar adelante la contrarrevolución todos coordinados. Turquía haciéndose pasar como aliado con la burguesía sunnita, y por el otro lado Putin, Irán y Hezbollah, apoyando a Bashar militarmente. Así someten a las masas sirias a uno de los más grandes genocidios del siglo XXI.
Las direcciones traidoras de la clase obrera mundial le dejaron las manos libres al imperialismo y a sus agentes
¿Cómo pudo ser esto posible habiendo en el mundo tantos partidos de izquierda, que levantan las banderas de la revolución? Es que, cuando hay una revolución, esos partidos ¿a dónde están? Es que todo lo que sucedió en Siria fue posible gracias a la izquierda mundial, que o bien apoyaban abiertamente a Putin y Bashar diciendo que eran antiimperialistas o bien, como la LIT diciendo que EEUU debía enviar armas a la revolución siria, o la UIT paseando a los generales del ESL como los jacobinos de la revolución cuando eran los más grandes traidores y entregadores de la revolución; o bien el PTS decía que había que ser neutral, una neutralidad que se expresa hasta el día de hoy, con su afirmación de que “son dos bandos reaccionarios” y que “era revolución hasta que se armó”.
La izquierda entonces cumplió y llevó adelante un rol fundamental, porque cuando las masas de Siria y de todo Medio Oriente tendían a aliarse a las masas que se sublevaban en Europa, afirmó “el problema fundamental es el islamismo”. “El Estado Islámico es el mayor enemigo” dijeron.
De esa manera pudieron separar a las masas de Magreb y Medio Oriente y de Siria, tildándolas de “terroristas”, lo cual les sirvió como excusa a las potencias imperialistas inclusive para no dejar entrar a los refugiados que por millones salían de Siria e intentaban llegar a Europa. Hubo una reunión en Túnez del Foro Social Mundial, donde la izquierda le puso un sello a la masacre y la “aprobó legalmente”.
La derrota de la revolución significa la barbarie en Siria
Lamentablemente, la sumatoria de todas estas catástrofes desemboca en lo que es hoy Siria, una nación partida, ensangrentada. Las imágenes de Siria hoy las comparan con las de Ucrania. Mujeres, niños y ancianos yaciendo sin vida en el suelo. Ese es el resultado de la ecuación entre EEUU, sus agentes y la izquierda que lo sostiene: la Siria de hoy ensangrentada, masacrada, partida… la barbarie. No se sabe exactamente la cantidad de muertos, se estiman en casi un millón. No se sabe la cantidad de desaparecidos. No se sabe si los presos están en las cárceles o no. Más de 15 millones de refugiados. Los campos de refugiados rebalsando de hedor y putrefacción.
Este es el resultado que tenemos hoy en Siria. Y lamentablemente tenemos que decir que ese resultado fue porque faltó un factor en esa ecuación, que fue la toma del poder. A la Siria de hoy se llegó porque no se tomó el poder. Porque cuando las masas estaban acorralando a Bashar, y este no tenía ninguna escapatoria, no se tomó el poder. Las masas habían tomado el 90% del territorio y no se llegó a tomar el poder. Pero eso no fue por falta de valentía de las masas. Cuando más avanzaban las masas, más agentes se sumaban para pegarles… vino Hezbollah, Irán, luego Putin con todo su armamento. También EEUU se cansó de bombardear. Y las masas siguieron resistiendo, pero si no tomaron el poder fue por la traición de la izquierda.
No solo no le disputaron la dirección de las masas al ESL, sino que lo reivindicaron, y dijeron “esa es la dirección que queremos”, que fue la dirección que terminó entregando la revolución. Fueron los que apoyaron a Al Assad y a Putin directamente y llamaron a las masas enemigas de la clase obrera mundial por ser “terroristas”. Hicieron pasar a los amigos de las masas como sus enemigos y a sus enemigos como aliados.
Tenemos que evitar que Ucrania sufra el mismo destino que Siria
¿Qué tiene que ver esto con Ucrania? ¿Qué pasa en Ucrania? ¿Por qué Putin entra con su ejército?
Putin es un agente. Invade, pero no ocupa. Fue el que más plata, hombres y armas puso para llevar adelante la contrarrevolución, pero deja que EEUU saquee el petróleo y el gas de Siria sin tirar una sola bala siquiera de salva. Para todos los que dicen que hay una guerra entre EEUU y Rusia, nosotros desde Siria damos cuenta que no es así. Porque ambos coexisten en Siria, Putin viene y masacra, y EEUU va después y saquea el petróleo. Ese es el rol de Putin. No solamente en Siria, sino también en Ucrania.
Por eso hoy tenemos que tener presente Siria, lo que sucedió y se fue desencadenando, porque es lo que tenemos que evitar que sufra la clase obrera ucraniana. No es “gratis” la traición de la izquierda. La “neutralidad” y mirar para otro lado tuvo sus consecuencias. No es “gratis” apoyar a la burguesía opositora, pintándola de “democrática”, como están intentando hacer ahora en Ucrania con la “caravana de los girasoles”.
Tenemos que dar cuenta de lo que sucedió en Siria para evitar que suceda en Ucrania, para llevar a la clase obrera a que se subleve, porque Ucrania está golpeando la puerta de la clase obrera. Así puede terminar cualquier país de la Unión Europea. |