Siria - 21 de mayo de 2022
Como ayer en la ofensiva de 2011, con el despertar de la revolución, hoy la resistencia comienza a ponerse de pie ciudad por ciudad, enfrentando el régimen de la partición de Assad-Putin, Turquía, los yanquis en el norte de Siria y contra la cobarde y entregadora burguesía sunnita de Idlib.
En las calles de Damasco y con una sublevación por ciudad en el norte sirio se combate por el pan, por recuperar la vivienda, por la libertad de los presos y contra la partición impuesta desde la conferencia de Ginebra
¡Fuera Al Assad, Putin, Erdogan, los yanquis y todas las tropas invasoras!
Por un gobierno provisional revolucionario de los trabajadores y campesinos
Putin, uno de los principales sostenedores de Al Assad en Siria, se ha embarcado en una guerra de ocupación a Ucrania. Esto lo ha llevado a tener que dedicar más recursos a esa guerra, y para ello ha retirado tropas y bases que tenía en Siria, debilitando así su sostén de Al Assad.
Viendo esta situación, los explotados marcharon en Idlib exigiendo que se abran los frentes. Saben que este es el momento de derrotar a Al Assad para recuperar sus hogares y terminar con tanta hambre y miseria. Pero sobre todo ha habido marchas en el centro de Damasco, frente a las narices del fascismo, exigiendo la libertad y aparición con vida de los 500.000 detenidos por Al Assad en 11 años de revolución.
En el norte sirio, los que controlan manu militari son HTS y Turquía con el Ejército Nacional (ex ESL). Ellos son los baluartes de mantener allí la partición de Siria (ver recuadro). Turquía comenzó a cavar trincheras para demarcar su porción, y sus agentes liberaron a un assadista que había sido capturado por la resistencia. Esto ha hecho estallar la bronca del pueblo pobre en el norte sirio.
Es así que solo en la última semana hubieron marchas en distintas ciudades de esa zona. En la provincia de Idlib marcharon los refugiados para recuperar sus hogares. En Tadef hubo una movilización contra Turquía y su intento de establecer allí la partición. En Al Bab, Azaz y Afrin hubieron jornadas de lucha sucesivas chocando contra las autoridades y las fuerzas del Ejército Nacional por haber liberado al criminal assadista. Ha comenzado un proceso de sublevación por ciudad en el norte sirio que tiende a empalmar con Damasco.
¡En Damasco y en Idlib, en Irán y en Palestina, una misma intifada, un mismo enemigo !
Por otra parte, las masas palestinas resisten la ofensiva que ha lanzado el sionismo, fortalecido luego de las derrotas de la revolución en Medio Oriente. Esta respuesta del pueblo palestino es por fuera del control de las direcciones burguesas de Al Fatah y Hamas, que siguen manteniendo sus pactos con el sionismo.
También los trabajadores y el pueblo iraní ganan las calles contra el régimen de los ayatollahs que ha aumentado el precio del pan y llevó la carestía de la vida por las nubes. De la enorme cantidad de huelgas y protestas que venían habiendo en Irán, ahora el levantamiento revolucionario se ha generalizado en todo el país al grito de “¡Muerte a Khamenei!” “¡Muerte a Raisi!”. Golpean al corazón de esos asesinos que masacraron y ocupan Siria. El levantamiento revolucionario iraní enfrenta a quienes aplastaron a los obreros iraquíes cuando ganaron las calles en los últimos años. Es un levantamiento hermano del de Siria y del levantamiento del pueblo palestino, ya que los ayatollahs sostienen a Hezbollah como guardianes de las fronteras del sionismo.
En Magreb y Medio Oriente hay resistencia y se pone de pie el levantamiento revolucionario iraní, a pesar de haber sufrido duras derrotas de las revoluciones en Túnez, Egipto, Líbano, Irak, la invasión saudí a Bahréin y Yemen, el genocidio y partición de Siria y la traición del PC a la revolución sudanesa. Es necesario sacar lecciones de lo ocurrido en la oleada revolucionaria que comenzara en 2011 para llevar al triunfo los futuros levantamientos revolucionarios.
En las calles de Damasco y del norte sirio se combate por conquistar el pan, por recuperar la vivienda, por la libertad de los presos por expulsar al régimen y a todas las fuerzas que invaden Siria. ¡Fuera Al Assad! ¡Fuera todas las tropas invasoras! ¡Abajo la conferencia de Ginebra!
Hay que romper con las burguesías sunnitas que entregaron una a una las ciudades rebeldes y bajo el mando de Turquía se sentaron en la mesa de Ginebra junto con Al Assad a garantizar la partición. ¡Pongamos en pie comités de obreros, campesinos pobres y partisanos que buscan volver al combate, como fueron los comités de coordinación en 2011! ¡Hay que recuperar el armamento y poner en pie milicias obreras y campesinas! Llamamos a los obreros kurdos a romper con el PKK y la burguesía kurda que los sometió a Al Assad y los yanquis, y a ser parte de este combate para llevar la revolución al triunfo.
Solo la clase obrera de toda Siria puede volver a unificar la nación, expropiando las petroleras, los bancos y las fábricas donde la burguesía se llena los bolsillos a costa de la superexplotación y sangre del pueblo sirio; para recuperar el pan, la vivienda, derrotando al imperialismo y todos sus agentes. ¡Por un gobierno provisional revolucionario obrero y campesino!
Esta es una misma pelea en toda la región. Los frentes para esto ya se abrieron en Irán, Palestina y Damasco. Se ponen en pie sublevaciones en el norte sirio contra Turquía y HTS. ¡De Teherán a Idlib, de Damasco a Jerusalén, una misma intifada!
22 de mayo de 2022
Siria: una nación partida, ensangrentada y ocupada
¡Solo los trabajadores y los oprimidos pueden unificar a la nación y liberarla del imperialismo y todos sus lacayos!
Con la revolución siria ensangrentada y también entregada y traicionada , cada facción burguesa ha quedado controlando una parte de Siria, administrando allí los negocios. Así vemos una Siria partida, con distintas áreas entre las cuales hay aduanas que cobran impuestos a todo producto que cruce las fronteras. En el norte de Siria se encuentra la zona ocupada por Turquía con sus lacayos del Ejército Nacional. En un pacto con Turquía, HTS se ha quedado con la administración de Idlib. En esas zonas circula la moneda turca y no la siria. EEUU, con sus gurkas de las YPG, se ha quedado con la zona petrolera que saquea directamente. El resto de las zonas se encuentran bajo la bota fascista de Al Assad, sostenido por Putin, Hezbollah e Irán.
Esto es lo que trae el imperialismo cuando se impone: la barbarie, y hace retroceder incluso a los estados nacionales, partiéndolos en varios pedazos, es decir, es tanta la decadencia de este sistema que para sostenerse destruye lo que desarrolló el mismo capitalismo.
Pero nada de esto se podría haber hecho sin la traición de las direcciones de la clase obrera a nivel internacional. Todas las direcciones de la izquierda reformista a nivel mundial se encargaron de mantener a la clase obrera mundial separada de la revolución siria, calumniando a las masas de ser “terroristas”, “atrasadas”, “bárbaras”… y justificaron todo el accionar contrarrevolucionario y la masacre.
¡Basta ya de que la izquierda haya tratado a los obreros sirios de “barbaros” y “terroristas”! Fueron la clase obrera y los campesinos pobres los que encabezaron la revolución en 2011 con sus comités de coordinación.
Ahora, en la resistencia, en las movilizaciones del norte sirio, se enfrenta no solo al régimen basharista sino a la burguesía sunnita y a Turquía. Se combate por el pan, por recuperar la vivienda, por terminar con la partición, por liberar a todos los presos políticos.
Esto solo lo puede conquistar la clase obrera, la única clase que no tiene ningún negocio con el imperialismo y sus socios menores que han partido Siria. La tarea de expulsar a las tropas invasoras, derrotar a Al Assad y volver a unificar Siria y sacarla de la barbarie ha quedado en manos de la clase obrera acaudillando a los campesinos pobres y todos los explotados, ya que es la que tiene en su poder expropiar los pozos de petróleo, los bancos y a todos los hombres de negocios que se enriquecen a costa de la sangre del pueblo.
Solo la clase obrera puede llevar a la victoria la revolución, rompiendo con todas las fracciones de la burguesía, volviendo a poner en pie los comités de coordinación como en 2011, y en un mismo combate con la clase obrera iraní que se ha sublevado. Los obreros tienen las mismas demandas en Siria e Irán, pero también en Líbano, Irak, y en toda la región. ¡Una misma clase, una misma lucha en todo Medio Oriente! |
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