Hace 6 años era abatido por las balas del fascista Al Assad y el sicario Putin Abu Al Baraa, dirigente trotskista de la Brigada León Sedov, en la lucha por romper el cerco a Aleppo en 2016. Abu Al Baraa cayó como un mártir peleando por un programa que dé salida a la revolución obrera y socialista siria.
Abu Al Baraa fue parte de una generación de jóvenes forjada al calor de los enfrentamientos armados entre revolución y contrarrevolución en Siria, enfrentando la maquinaria bélica fascista asesina de Al Assad y Putin, quienes, respaldados por EEUU y la ONU, impusieron uno de los peores genocidios de los últimos años. Con valentía, Abu Al Baraa llevó adelante esta lucha por derrotar al régimen enfrentándose a su vez a la burguesía sunnita que actuó como quinta columna entregando una a una las ciudades rebeldes y a sus mejores combatientes.
Abu Al Baraa insistía en que este combate merecía triunfar como una revolución socialista victoriosa, la cual era un eslabón de una misma cadena de revoluciones en toda la región, que debía empalmar con la lucha de clases internacional. Para ello defendió el programa para su triunfo, el programa de la IV Internacional, con la misma valentía con la que hoy la clase obrera y los explotados iraníes se enfrentan a un régimen teocrático dictatorial brutalmente asesino de los ayatollahs. Denunciaba también a la izquierda mundial y a todas aquellas direcciones que dicen defender a la clase obrera, pero que solo se encargaron de apoyar a Bashar y a calumniar a cuanto oprimido “ose” sublevarse tildándolo de “bárbaro” y “terrorista”. Como parte de esta pelea, Abu Al Baraa fue fundador y director del periódico La Verdad de los Oprimidos y coautor del libro Siria Bajo Fuego y escribió el Diario de un Escritor Sirio.

La lucha por la que Abu Al Baraa dejó su vida en el campo de batalla sigue viva hoy en el levantamiento revolucionario en Irán y en cada combate que da la superexplotada clase obrera de Medio Oriente. El espíritu revolucionario de Abu Al Baraa se ve reflejado hoy en Siria en las marchas que se realizan en las zonas liberadas con la consigna “Teherán es el camino a Jerusalén” y “La caída del régimen iraní es el camino para Siria, Irak, Yemen y Líbano”.
El mejor homenaje al camarada Abu Al Baraa es llevar al triunfo estas revoluciones y así revertir las amargas derrotas sufridas a manos de la contrarrevolución en su país. Cada aniversario de su asesinato que sucede mientras Bashar y su régimen gobiernan desde Damasco nos recuerda que tenemos una deuda pendiente que debemos saldar, ya que el imperialismo utiliza la sangrienta masacre y genocidio que perpetraron en Siria como escarmiento a la clase obrera de toda la región y a nivel internacional. Sobre la conciencia de cada obrero explotado que “se atreva” a enfrentar al régimen de su país pesa la sangre de más de un millón de hermanos sirios asesinados y desaparecidos por los sicarios del imperialismo.
El imperialismo concentró en Siria todas sus fuerzas para dar este escarmiento y cortar la cadena revolucionaria que sacudía Magreb y Medio Oriente desde 2011 y que no llegue a Palestina para destruir al estado sionista-fascista de Israel. Así, desde la conferencia de Ginebra con Al Assad, Putin, Irán, Turquía, la burguesía sunnita siria, impusieron una Siria masacrada ahogada en sangre, partida, con centenares de miles de presos políticos bajo tortura, con millones de desplazados viviendo en carpas en las fronteras, obreros trabajando jornadas de 12 horas sin ningún derecho para conseguir un poco de pan y té. Las zonas que habían sido liberadas de la presencia de Al Assad son ocupadas por Turquía junto con el Ejército Nacional (ex Ejército Sirio Libre) en el caso del norte de la provincia de Aleppo y por una burguesía sunnita que impone su control manu militari como HTS en la provincia de Idlib. Estas derrotas fueron posible gracias a la traición de las direcciones de la clase obrera mundial, que apoyaron a los distintos verdugos y enemigos de la revolución siria.

Una vez más, los socialistas revolucionarios, que dejamos nuestra sangre junto a cientos de miles de mártires en el campo de batalla de la revolución, decimos que ¡No habrá ni olvido ni perdón!
Abu Al Baraa y todos los mártires y desaparecidos serán vengados con el triunfo del levantamiento de los obreros iraníes tomándose el poder contra los ayatollahs asesinos, con la victoria de las masas iraquíes tomando por completo la casa de gobierno y con las masas ucranianas derrotando la invasión de Putin y expulsando a la OTAN y su lacayo Zelensky. Cada bala que asestó la contrarrevolución contra nuestros valientes luchadores será devuelta por los obreros que ya marchan a huelgas y ganan las calles en los países centrales arremetiendo contra la ciudadela del poder, y terminando con el imperialismo que solo expande guerra, masacre, saqueo y miseria.

¡Honor al camarada Abu Al Baraa!
¡Honor a los mártires de la Brigada León Sedov!
¡Honor a todos los mártires de la revolución siria!
¡Por el triunfo de la revolución socialista!

Abu Muad
Por el Comité Redactor del periódico La Verdad de los Oprimidos
Adherente a la FLTI