Jornada internacionalista en el 12° aniversario de la Revolución Siria
Intervención de Carlos Munzer, integrante del Consejo Editorial de “El Organizador Obrero Internacional”
¡De pie junto a las masas explotadas y martirizadas de la heroica revolución siria!
Un saludo a todos los compañeros que están presentes en esta jornada internacional; a delegados del Comité Nacional de Lucha de las Regiones del Perú, a jóvenes rebeldes de los conos de Lima, a la juventud de las primeras líneas de Colombia, a los obreros migrantes chalecos negros que intervinieron desde Francia. Un saludo a todos los compañeros que han hecho llegar su solidaridad como los marxistas revolucionarios de la JRCL-RMF de Japón. Un saludo fraterno a los compañeros de la central sindical UTC de Colombia, a dirigentes del sindicato Solidaires de Francia, a los compañeros de Democracia Obrera que, año a año, desde Argentina jugaron un rol clave de apoyo a la heroica revolución siria.
Desde nuestra corriente, el Colectivo por la Refundación de la IV Internacional / FLTI, recorrimos el mundo buscando poner en pie la solidaridad internacional para que sean las organizaciones obreras las que lleguen directamente al campo de batalla en apoyo a esa gran revolución que se desarrollaba en Siria. Viajamos al Pacífico y a plenarios de centrales sindicales como la CSP-Conlutas de Brasil. Llevamos la propuesta a sindicatos del Estado Español y a centenares de organizaciones obreras del mundo para que sean ellos los que envíen fondos y voluntarios a pelear a Siria. Ese era el camino para que sea la clase obrera y sus organizaciones de lucha los que tomen en sus manos la solidaridad con la revolución siria. Ello significaba disputar abiertamente el control que ejercía la burguesía sunnita y los hombres de negocios que desde la retaguardia de las zonas liberadas, entregaron una a una las ciudades rebeldes.
A los luchadores revolucionarios de la resistencia siria queremos decirles que no estuvieron ni están solos, pese a la brutal campaña de calumnias y difamaciones que se hizo contra la revolución siria y los combatientes que dejaron su vida enfrentando al fascista Al Assad.
Fue el perro Bashar el que, junto a su socio, el carnicero Putin, y la teocracia asesina de Irán, hizo el “trabajo sucio” de masacrar a las masas por encargo de todas las potencias imperialistas. Como todos ustedes han denunciado, hoy todos ellos se encuentran reunidos junto a Turquía y el resto de las burguesías árabes para sostener sobre sus hombres al gobierno de Al Assad luego de su genocidio en Siria.
Luego de 12 años, el telón en Siria se ha levantado y lo que se ve son centenares de miles de explotados que han sido masacrados, decenas de miles de presos políticos y desaparecidos y millones de refugiados que continúan viviendo en carpas en medio del desierto o en condiciones de miseria en países vecinos y en la misma Europa.
Los partisanos sirios tuvieron que soportar una campaña de la quinta-columna de los traidores del stalinismo y la izquierda social-imperialista mundial que los acusaron de ser “terroristas”. Lo mismo que dijo el imperialismo de todos los trabajadores y pueblos revolucionarios que se levantaron en el mundo. Es la excusa perfecta de las potencias imperialistas para robar, ocupar y expoliar naciones oprimidas y para atacar a su propia clase obrera en estado de sublevación. Esto lo vemos en Europa, donde acusan de ser “terroristas” y “vándalos” a los que “osen” romper los límites de las burocracias y aristocracias obreras que someten al proletariado a sus verdugos.
Hoy la verdad sale a la luz en medio de un mar de sangre, con las masas sirias ganando las calles en las zonas liberadas, a denunciar el pacto de las burguesías sunnitas, Turquía, EEUU y toda la “comunidad internacional” que, ya sin necesidad de ocultar nada, sostienen públicamente a Al Assad como el único gobierno reconocido de Siria.
Esto también lo paga el pueblo kurdo que, lejos de conseguir su liberación, ha quedado aislado, sometido a las bayonetas de Al Assad y bajo el mando de las bases militares norteamericanas. Allí lo llevó el Partido Comunista del Kurdistán, que lo puso de rodillas y a los pies de sus opresores… Miserables.
Decenas de grupos anarquistas y también de renegados del trotskismo pregonaban que allí habían existido “comunas libertarias”. Mentira. Salvo que crean que las aldeas controladas por los centuriones yanquis son “libertarias”… Tanto “luchar contra los yanquis, apoyando a Al Assad”, como ellos decían, y resulta ser que todos terminaron bajo la disciplina de la OTAN y sus bases militares en el norte de Siria. Una infamia.
Han dejado al pueblo kurdo atado y sometido ahora a las cadenas de Al Assad, su pacto con Turquía, las botas de Putin y bajo las órdenes de las bases yanquis. De esto se trata el sometimiento del stalinismo al imperialismo. Una verdadera tragedia para ese pueblo oprimido.
La cuestión es clara: Al Assad junto a Putin, con su base militar en Latakia y sus misiles, les garantizan a las “7 hermanas” -es decir, a las petroleras más grandes del planeta-, la succión de las riquezas del petróleo del norte de Siria y custodian los gasoductos y oleoductos que van a Turquía. Y lo más importante: Al Assad es el encargado, como también lo fue su padre y su régimen infame, de cuidar y resguardar los Altos del Golán al sionismo.
No nos cansaremos de denunciar la verdad. Ya es hora que se sepa que las masas sirias protagonizaron hace 12 años una gran revolución que fue aplastada a sangre y fuego por Al Assad y Putin y que fue entregada desde adentro por la burguesía sunnita, Turquía y demás burguesías árabes. Son estos mismos actos los que hoy, en un pacto contrarrevolucionario, se reparten Siria y sus negocios, sobre la base de un mar de sangre, represión y miseria de las masas revolucionarias.
Con su ofensiva contrarrevolucionaria en Siria, el imperialismo buscó y busca escarmentar a todas las masas de Medio Oriente que se sublevaron en 2011 y a la segunda intifada que intenta ponerse de pie con los combates radicalizados y revolucionarios de los explotados de Irak e Irán, antes de Sudán y Argelia, con la vuelta a la lucha de las masas tunecinas y la sublevación de los trabajadores y el pueblo del Líbano contra el gobierno de Hezbollah y su pacto con la burguesía maronita pro-yanqui.
La dirección burguesa y colaboracionista de la Autoridad Nacional Palestina mantuvo a ese heroico pueblo como “neutral” durante la masacre en Siria. El sionismo hizo su trabajo: con sus métodos fascistas redobló por mil su opresión, ocupación y saqueo de la nación palestina…
En la revolución siria, la izquierda reformista y social-imperialista mundial apagó la luz para que el fascismo pueda asesinar a mansalva a los obreros y campesinos pobres sublevados hace ya 12 años contra el hambre y la feroz dictadura de Al Assad.
Vaya entonces nuestro saludo revolucionario a los partisanos de Siria que resisten no solo a la guerra contrarrevolucionaria de Al Assad y a los tiros por la espalda de HTS y Turquía, sino también al aislamiento impuesto por todas las direcciones traidoras del planeta.
Nuestra corriente está en Siria. Hemos sido y seguiremos siendo voceros de ese heroico combate. Dejamos allí nuestros compañeros caídos y sacamos las lecciones de esa enorme revolución. Como decían muchos revolucionarios sirios: hoy es Siria; mañana será tu país, tu ciudad, tu barrio, tu casa…
Algunas conclusiones que hay que tener en cuenta a 12 años del inicio de la revolución siria
A 12 años, los revolucionarios venimos a denunciar a ese frente único de sirvientes del imperialismo, encabezado por el esbirro Al Assad, por hacer una verdadera “guerra de procuración” para aplastar una grandiosa revolución.
Afirmamos que las masas pusieron todo de sí durante el levantamiento revolucionario en Siria. Fueron cercadas a nivel internacional y entregadas desde adentro por clérigos y religiosos sunnitas, socios de los mismos países árabes que como Arabia Saudita o los Emiratos Árabes hoy, luego de masacrar en Yemen, sostienen abiertamente la continuidad de Al Assad.
Denunciamos a la burguesía y al stalinismo que separó a la revolución palestina de los combates de Siria y rompió el frente de lucha contra Al Assad del levantamiento de 2011, apoyando a la burguesía kurda que pactó con el perro Bashar el estrangulamiento de la revolución.
Denunciamos a la izquierda social-imperialista que, junto a la dirección burguesa del ESL, le hizo creer a las masas sirias que se derrotaba a Al Assad con el “apoyo de la OTAN”, con “EEUU liberando los cielos”, con la movilización de la “comunidad internacional”…
Con estos cantos de sirena, el objetivo era desarmar a las masas e imponerles la rendición para luego ser parte de la entrega y la partición de Siria.
Los voceros de esta política hoy guardan silencio sobre su propia ignominia. Quizás hoy hagan algún acto de la “comunidad internacional” pero solo será para lavar su ropa sucia.
Los socialistas revolucionarios afirmamos que solamente con el método de la revolución socialista, expropiando a los capitalistas, uniendo a toda la clase obrera siria por la demanda de pan y la tierra, expropiando a los hombres de negocios en la retaguardia y poniendo todas las fuerzas para aplastar a Al Assad en Damasco, se podía avanzar hacia la victoria de la revolución siria.
Reivindicamos los comités de coordinación de trabajadores, el pueblo pobre y los soldados rasos que en 2011 rompieron el ejército de Al Assad, se armaron y se autoorganizaron. Esos fueron los organismos de poder de los de abajo. De eso se trató la contrarrevolución: de aplastarlos para que no triunfe la revolución obrera y campesina que derrotara a Al Assad y expropie a los expropiadores del pueblo.
Con una política revolucionaria de la clase obrera y los explotados de Siria, se hubiera coordinado el combate de la clase obrera tunecina, argelina, libanesa y del poderoso proletariado iraní e iraquí que hoy se encuentran en grandes maniobras de lucha revolucionaria.
La revolución siria retrocedió y sufrió duros golpes contrarrevolucionarios no porque le faltó heroísmo a las masas, sino porque estas fueron brutalmente traicionadas y entregadas y una sobreabundancia de direcciones traidoras las dejó aisladas y las separó de la intifada de todo Medio Oriente y de los levantamientos de la clase obrera europea, norteamericana y mundial.
Si se hubieran llevado adelante con la revolución siria una parte considerable de las acciones de solidaridad que se realizaron con la nación palestina o contra la guerra de los yanquis en Vietnam o en Irak, ya hace rato que las masas sirias estarían instaladas en Damasco, con la cabeza de Al Assad en la mano.
A nivel internacional, renegados del trotskismo, stalinistas y socialdemócratas les hicieron creer a los trabajadores del mundo que lo que peleaba en Siria eran “terroristas”, “el ISIS”, “agentes de los yanquis que invadían”… A ellos los denunciamos porque son los que aislaron la revolución siria de la clase obrera mundial. Ellos son los responsables fundamentales de la derrota y el aislamiento de las masas sirias, como lo son también los que llamaron a confiar en el apoyo de la OTAN y de EEUU para liberarse, cuando hoy ya queda claro que la ONU con los yanquis, Putin, China, Francia, Inglaterra… todos reconocen a Al Assad.
Vuestras mentiras se han caído. Ya es hora de que den la cara y se hagan responsables de la masacre en Siria, uno de los genocidios más grandes de las últimas décadas, al igual que el de los Balcanes, Chechenia y el Congo.
Para los trabajadores del mundo, es una tarea decisiva aprender de estas lecciones que nos dejan la revolución y la contrarrevolución en Siria.
Las lecciones de Siria son clave para orientarnos frente a la guerra de ocupación que impuso la gran Rusia contra la nación y el pueblo ucraniano. Los traidores que sostienen a Putin en su guerra contra Ucrania afirman que “el enemigo es la OTAN” y no que esta misma OTAN y los yanquis dejaron correr a la gran Rusia que invadió Ucrania. Silencian que los muertos los pone la clase obrera ucraniana y la juventud obrera rusa, enviada como carne de cañón a morir en el campo de batalla. Callan que la que está siendo ocupada y aniquilada es una nación oprimida, saqueada mil veces por el FMI. Esconden que todos los gobiernos tanto pro-yanquis como pro-rusos que estuvieron gobernando Ucrania las últimas décadas, fueron los más grades sirvientes y lacayos del FMI y el Banco Mundial. El gobierno de Yanukovich, que fue derrocado por las masas en 2014, es tan solo un ejemplo de esto.
Hoy ya está claro que los yanquis entregaron a Ucrania como a un peón para que Putin la deje devastada, pero que no gane definitivamente la guerra. Así EEUU podrá quedarse con una Ucrania destruida y con su clase obrera derrotada, mientras desgasta económica, política y militarmente a Rusia para en el futuro ir por ella.
La clase obrera ucraniana, al igual que las masas sirias, como primer tarea enfrentar a Putin y sus lacayos y derrotar su máquina de guerra, que es la viene defendiendo los negocios de las transnacionales imperialistas y los grandes capitalistas en todas las ex repúblicas soviéticas, en Eurasia y en Rusia.
Los obreros ucranianos tienen la llave para la victoria en su lucha por expulsar a todas las tropas de ocupación de su nación, que es la unidad con la juventud y los trabajadores rusos que se niegan a ir a morir por Putin y sus oligarcas multimillonarios, socios en el saqueo y la opresión manu militari de toda Eurasia.
La clase obrera ucraniana tiene demandas comunes contra el gobierno de Zelensky que ha prohibido el derecho a huelga y ha arrancado todas las conquistas obreras, mientras que Putin desde hace meses no les paga el salario a los mineros del Donbass. Unir a la clase obrera de toda Ucrania por sus demandas es la tarea del momento. Ello le permitiría poner en pie una dirección proletaria de la guerra para tomar en sus manos todos los recursos económicos y militares para derrotar a Putin y romper con el FMI, el imperialismo y la OTAN, para hacerle pagar la guerra a los grandes capitalistas, Monsanto, Cargill, Arcelor Mittal y los barones del gas, que son los que están haciendo negocios millonarios con la muerte y el hambre del pueblo.
En última instancia, la victoria contra Putin y la ruptura con el FMI, solo la podrá garantizar una Ucrania soviética, socialista e independiente. Todo lo demás es una mentira y una traición.
Toda la izquierda social-imperialista europea -que vive de las migajas que Maastricht y el imperialismo yanqui les deja como monedas que se caen de una mesa-, dice “enfrentar al imperialismo”… Pero hoy, cuando los trabajadores y el pueblo de Francia se insurreccionan contra uno de los gobiernos más poderosos de la OTAN y de Maastricht, van todos a salvar a Macron para impedir una nueva victoria de los explotados, como hace un siglo y medio fue la Comuna de París.
Hoy en Francia, como en los combates que se han iniciado en América Latina, se juega el futuro de la resistencia de las masas sirias, palestinas y de todo Medio Oriente.
En América Latina, ha estallado una oleada de revoluciones gemelas a las de Medio Oriente. Golpeó en Ecuador, Chile, Bolivia, Colombia. Una verdadera marea revolucionaria que también sublevó al Perú profundo. El imperialismo hoy intenta detenerla con cantos de sirena. Pero sabemos que en medio de uno de los cracs más profundos del sistema capitalista mundial, para quedarse con el litio, los minerales y las riquezas de los pueblos oprimidos, el imperialismo prepara y preparará nuevos zarpazos contrarrevolucionarios, guerras y fascismo, como hizo en Medio Oriente por el petróleo.
Aprender de las lecciones de la revolución siria es una tarea de todo obrero consciente. Distinguir quiénes son realmente los aliados y quiénes los enemigos de la revolución se torna decisivo para abrir el camino a la próxima victoria. De eso se trata la tarea fundamental de los revolucionarios.
Desde Europa, hay que poner en pie un Comité Internacional de solidaridad por Siria
Hoy vemos que en distintos países de Medio Oriente, las masas vuelven a las calles como en Líbano, Irán, Irak, Marruecos, Sudán… pero ya Siria, por ahora, está derrotada y en una fase de resistencia. Lo mismo sucede en la Palestina martirizada.
Un apoyo internacional a la resistencia siria y palestina se vuelve indispensable para fortalecer a los explotados de todo Medio Oriente que han largado una nueva ofensiva contra el imperialismo y sus regímenes de oprobio.
La revolución siria no puede quedar así, ni las masas palestinas sufriendo mil inequidades por el invasor sionista. Las revoluciones de Medio Oriente hoy deben tomar en sus manos el apoyo a la resistencia siria y palestina. En ello les va la vida.
El rol de las direcciones traidoras de los trabajadores y los pueblos oprimidos del mundo alrededor de Siria fue confundir a las masas y envenenar sus conciencias para hacer pasar a sus aliados, el pueblo sirio sublevado, como sus enemigos, y a sus verdaderos enemigos, Al Assad y Putin, como sus amigos. Mientras, otros afirmaban que sus verdaderos aliados eran la OTAN y EEUU que supuestamente “entregarían armas a las masas rebeldes”. Una mentira, como ya ha quedado demostrado. El imperialismo yanqui jamás va a ser una fuerza para colaborar en liberar a los pueblos oprimidos. Es el más grande opresor del planeta.
Hoy cuando todo está claro luego de 12 años de genocidio, todos los canallas que hicieron eso están en silencio, para que mañana esta obra se vuelva a representar masacrando otra revolución.
Nuestro combate es día a día para que los trabajadores del mundo tomen como propio el reclamo de frenar la masacre en Siria.
Esta misma lucha, por ejemplo, impulsamos en América Latina, para que la clase obrera de cada país vea que la lucha es una sola para romper con el imperialismo y con el FMI y derrotar a sus gobiernos y regímenes infames; que el aliado está entre los trabajadores de EEUU para frenar el saqueo imperialista en su “patio trasero”.
Como sabrán los compañeros, por ello estamos peleando por hacer un gran Congreso Latinoamericano de organizaciones obreras para coordinar y centralizar el combate contra el imperialismo en todo el continente.
La lucha por restablecer el internacionalismo militante en todas las organizaciones obreras y de los pueblos oprimidos del mundo es la tarea del momento. En ello radicará la fortalezca de los levantamientos de masas que están en curso para la victoria de la revolución.
La solidaridad con las masas sirias no puede mantenerse dispersa país a país. El día de lucha por Siria no puede ser una vez al año, en el aniversario de su revolución. Es decisivo dar un salto para apoyar a la resistencia siria que ya está ganando nuevamente las calles contra el pacto infame de Turquía y HTS con Al Assad, Putin y los yanquis para garantizar la sobrevivencia del perro Bashar al frente del gobierno sirio.
La intifada siria es parte inseparable de la intifada palestina para expulsar al invasor sionista.
Los comités de solidaridad con Siria que hay en Europa, que desfilaron y marcharon este 15 de marzo en Alemania, en Países Bajos, en Italia, en Francia, en España, en Finlandia, tienen la posibilidad de llamar ya a poner en pie sin demora un Comité de Lucha internacional de solidaridad con Siria y con la heroica resistencia del pueblo palestino.
Lamentablemente, esta propuesta no se vio en ninguno de los actos que se realizaron en solidaridad este 12° aniversario. Si esperamos al 13° aniversario, habrá decenas y decenas de nuevos masacrados y millones que profundizarán su martirio. La solidaridad concreta debe ser aquí y ahora.
Proponemos a todas las organizaciones de trabajadores, de DD.HH., antiimperialistas, coordinar la solidaridad concreta en apoyo a las masas sirias y palestinas; y organizar un gran movimiento en Europa para expulsar a todos los embajadores de Al Assad y el sionismo. ¡Ellos y los regímenes imperialistas son los verdaderos terroristas!
¿Por qué desde las capitales europeas los organizadores de estos actos en solidaridad no llaman a poner en pie un Comité internacional de solidaridad con Siria que vaya a todos los sindicatos y llame a todas las organizaciones obreras a apoyar la revolución Siria? ¿Por qué solo los 15 de marzo? Eso no puede seguir así.
Desde “El Organizador Obrero Internacional” afirmamos que ya se acabó la experiencia que hicieron miles de refugiados para presionar a la ONU y a la “sociedad civil”. Ellos están todos apoyando a Al Assad. Nada los enternece de nuestros mártires, torturados, desaparecidos, presos, refugiados. Ellos son parte del problema y no la solución.
Por eso proponemos llamar, sin demora, a una reunión internacional para poner en pie en Europa un Comité Internacional de solidaridad por Siria, que entre otras cosas garantice que ningún refugiado más muera cruzando el Mediterráneo, ni sirio, ni afgano, ni marroquí. ¡Nunca más! ¡Papeles para todos ya!
Luego de 12 años, una nueva generación ha entrado al combate a nivel internacional y a la vida política contra los opresores. También ha nacido una nueva generación que desde niños padeció las bombas y masacres y hoy es parte importantísima de la resistencia contra el genocida Al Assad. Estas lecciones de esa heroica revolución deben ser conocidas para que definitivamente los trabajadores y los pueblos oprimidos del mundo puedan afirmar que los enemigos del pueblo sirio son Al Assad, Putin, Turquía y las burguesías cobardes sunitas que, junto a los yanquis, han partido Siria, expolian sus riquezas y han masacrado a su pueblo, y que sus verdaderos aliados es esa heroica resistencia de las masas oprimidas que ahora gana nuevamente las calles, como también en todo Medio Oriente y a nivel internacional.
La bandera de la resistencia siria debe levantarse en las calles de París, tal como se ha levantado en las calles de los combates de Chile, Colombia y toda América Latina. También debe estar en el frente del combate contra la ocupación del asesino Putin en Ucrania, donde la que muere es la clase obrera y no los oligarcas entregadores de la guerra nacional de Zelensky y sus socios.
Los trotskistas pelearemos por ello y seguiremos combatiendo por la defensa intransigente de los explotados de una revolución mil veces mancillada, mil veces traicionada.
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