15 de marzo de 2011 – 15 de marzo de 2024
13° aniversario de la revolución siria
En 2011, Túnez fue la chispa que encendió la revolución en todo el Magreb y Medio Oriente. El detonante fue el aumento generalizado de precios de los alimentos en una de las regiones más ricas del planeta, saqueada ferozmente por las petroleras imperialistas.
Enormes masas de trabajadores hambrientos, que tienen bajo sus pies el petróleo y la energía con la cual funciona el 80% de la economía mundial, entraron al combate y libraron enormes procesos revolucionarios.
Millones salieron a las calles de Egipto, se tomaron las fábricas y la plaza central de El Cairo durante semanas.
Se sublevaron Libia y Argelia. Ya antes, se iniciaban en Irán las luchas por el pan y los marines yanquis tenían que huir de Irak. Luego fue la irrupción de masas en Yemen. En Sudán caía la dictadura militar después de una oleada de huelgas generales.
Como parte de estos combates, una gran revolución estalló en Siria. Las masas rompieron la base del ejército y pusieron en pie los comités de coordinación. Las masas de todo Medio Oriente veían que en el enorme levantamiento revolucionario de obreros y campesinos de Siria estaba abierta la ruta para llegar a Jerusalén y derrotar al sionismo.
Hacía rato que el chacal Al Assad había devenido en un gerente directo del HSBC: en su banco central se fugaban en negro todas las superganancias de las petroleras imperialistas en Medio Oriente. Hoy toda la izquierda reformista lo quiere hacer pasar como un “luchador antiimperialista” al que “EEUU intentaba derrocar”. ¡Mentira!
El imperialismo yanqui, que había tenido que retirarse de Irak, no podía intervenir directamente para aplastar esa enorme revolución en Siria que se extendía con sublevaciones revolucionarias ciudad por ciudad como un reguero de pólvora y en su masividad llegaron a conmover a la base de los soldados rasos del ejército, que comenzaba a romperse horizontalmente. Las masas norteamericanas estaban en pie de lucha contra la guerra en Irak.
El sionismo tampoco podía intervenir de forma directa puesto que ello hubiera terminado de encender los procesos de guerra civil en toda la región.
Por eso, en un primer momento en ciertos países, las burguesías nativas y el imperialismo recurrieron a las trampas de “asambleas constituyentes” fraudulentas, gobiernos de “unidad nacional” y “frentes democráticos” con los que sacaron a las masas de las calles, para luego aplastar a los explotados con golpes contrarrevolucionarios, como vimos en Egipto con la dictadura de Al Sisi que con el muro de Rafah bloquea a las masas de Gaza.
En Siria, el imperialismo necesitaba ahogar la revolución en sangre. En estas condiciones, tuvo que ser Al Assad el que le hiciera el “trabajo sucio” a todas las potencias imperialistas…. y al sionismo. Inició una masacre a gran escala ciudad por ciudad, donde se habían sublevado millones de obreros, campesinos y sectores populares, que llegaron a combatir a 3 kilómetros de la casa presidencial en Damasco.
Con el fascista Al Assad no fue suficiente. Además de Hezbollah del Líbano y la Guardia Iraní, las tropas de Moscú del carnicero Putin invadieron Siria y llenaron de bombas todas las ciudades rebeldes.
Y como así y todo no fue posible derrotar la guerra civil que se había iniciado, el imperialismo envió a la quinta columna: la burguesía sunita “opositora” que mandó a sus generales a disolver los comités de soldados y puso en pie el Ejército Sirio Libre (ESL) con promesas de llamado a elecciones. Como esto no terminó de engañar y contener a las masas, EEUU desde Irak envió al ISIS, un apéndice de la burguesía saddamhuseinista, que controló y reprimió brutalmente la revolución, mientras el ESL entregaba desde adentro una a una las ciudades liberadas.
Como esto tampoco bastó para aplastar esa gran revolución, el Partido Comunista Kurdo (PKK) pactó primero con Al Assad, luego se alió a los yanquis y se puso bajo su bandera y disciplina, y rompió el frente de la revolución que pugnaba por llegar a Damasco.
El PKK y sus YPG junto a Al Assad y los bombardeos de Putin son los que le cerraron el camino a las masas que tomaban Aleppo (considerada junto a Homs, las capitales de la revolución), llenando esa ciudad de un baño de sangre a las masas rebeldes.
Siria: el genocidio más grande del siglo XXI
Tierra arrasada… Ciudad por ciudad destruida… Casa por casa demolida. Pero lo más importante: tuvieron que derrotar los organismos de democracia directa de las masas como fueron los comités de coordinación de obreros, campesinos y soldados.
Siria fue ensangrentada con el mismo método de guerra contrarrevolucionaria que emplea el sionismo en Gaza hoy y en toda la Palestina ocupada.
El ingreso de Rusia y las tropas fascistas de Putin fue clave para asentar la contrarrevolución. Las imágenes de la Gaza destruida de hoy, es apenas una muestra de cómo quedaron Aleppo, Homs, Al Bab, Raqa, Deir ez Zor, Ghouta, Duma, Qusayr, Baniyas, Dariya, etc.
Hoy Al Assad y Putin, mientras le cuidan los Altos del Golán al estado de Israel, luego de tirar miles de toneladas de bombas sobre las ciudades de Siria, guardan silencio y están de rodillas, junto a sus socios de la teocracia iraní, contribuyendo al cerco a Gaza, sin mover un dedo ni enviar un hombre a combatir.
En Tartus, en la provincia de Latakia, en la costa de Siria, Putin tiene una de las bases militares más grandes de la gran Rusia, a apenas 250 millas de Gaza. Desde allí custodia y cuida todos los barcos que marchan por el Mediterráneo con suministros y pertrechos para abastecer al sionismo.
Es lo opuesto a lo que hace la valiente nación yemení que ataca e impide el comercio de todos los barcos yanquis y demás potencias imperialistas que llevan suministros al estado sionista de Israel para que masacre en Gaza.
Encima, hay que soportar el veneno tirado por las corrientes neostalinistas, lacayas del imperialismo, que quieren pintar a Putin como un “combatiente antiimperialista y antisionista”. Miserables.
El chacal de Moscú hoy mantiene la continuidad de la política contrarrevolucionaria de Stalin que a la salida de la Segunda Guerra Mundial le dio el visto bueno en la ONU a la fundación del estado fascista de Israel.
En momentos en que el sionismo masacra al pueblo palestino en Gaza, hay que recordarles a los obreros avanzados la verdad de su historia, en primer lugar, a las masas palestinas.
Yarmouk, un campo de refugiados palestinos en Siria, fue un adelanto de lo que realiza hoy el sionismo en Gaza. Fue tomado a sangre y fuego por las tropas de Al Assad, con la ayuda de los bombardeos de Putin. Más de 6 mil hombres, mujeres y niños fueron masacrados. Más de 140 mil desplazados salieron hambrientos de ese campo de refugiados palestinos. Solo quedaban 18 mil luchadores resistiendo y fue allí que entró el ISIS a terminar el trabajo contrarrevolucionario.
Esta es la verdadera historia que los traidores quieren ocultar. Todos ellos tienen una mancha de sangre y oprobio en la frente.
Las corrientes reformistas pusieron en pie junto al imperialismo un “frente antiterrorista”:
una cobertura para masacrar una heroica revolución
Las masas sirias, que dejaron 600 mil muertos, 180 mil presos y desaparecidos y 15 millones de refugiados, no son las responsables de esta tragedia y esta derrota de sus heroicos combates.
Uno a uno los procesos revolucionarios de Medio Oriente fueron entregados por las burguesías nativas, pero fundamentalmente por un frente de traidores agrupados en el Foro Social Mundial. Desde allí, castristas, chavistas, partidos stalinistas, renegados del trotskismo y corrientes social-imperialistas largaron la campaña, junto al imperialismo francés, EEUU, Alemania e Inglaterra (los estados de las grandes petroleras que saquean Medio Oriente), que en Siria se combatía contra el “terrorismo del ISIS”… ¡El mismo ISIS que envió EEUU a aplastar a los partisanos que enfrentaban Al Assad! ¡Miserables!
Pusieron en pie un “frente antiterrorista” y dejaron aislada la heroica revolución siria de la clase obrera mundial. Decenas de miles de refugiados llegaron a las costas de Europa, de Grecia en particular. Fueron ignorados por todas las burocracias stalinistas y socialdemócratas de los sindicatos europeos. El cruce del Mediterráneo se llenó de cadáveres.
Con la derrota en Siria también quedó aislada y cercada Palestina, luego de que Hezbollah entregara los enormes levantamientos revolucionarios de masas del Líbano de años atrás y con su dirigente multimillonario Nasrallah formaran gobierno en ese país.
La Siria martirizada de hoy es el espejo donde deben mirarse las masas palestinas y de todo el mundo.
En Siria se aplastó la cadena de revoluciones que amenazaba con llegar de Túnez a Jerusalén. El imperialismo concentró sus fuerzas con todos sus agentes para aplastar la revolución siria y cortar esa cadena de revoluciones y así retomar el control de la región.
Pero para lograr definitivamente este objetivo necesita que el sionismo aplaste a la nación palestina y su heroica resistencia.
La masacre de Palestina de hoy es la continuidad de la masacre en Siria de ayer.
En este 13° aniversario de la revolución siria, hay que poner las cosas en su lugar.
Los stalinistas que apoyaron a Al Assad y los renegados del trotskismo que lo sostuvieron, quedaron colgados a los faldones de Putin que, junto con Biden, hoy son los grandes sostenedores del sionismo.
Los que soñaban ver un “Kurdistán libertario” organizado con “comunas libres” y “milicias de mujeres progresistas”, hoy ven todas sus mentiras derrumbarse en la historia. En cada una de esas “comunas” hay un cuartel de marines yanquis, que garantizan la seguridad de la Shell, la Chevron y la BP que saquean el “oro negro” del norte de Siria hacia Turquía.
Así cercaron y permitieron que cayera la revolución siria, con todas las ciudades rebeldes entregadas desde adentro por la burguesía “opositora” a Al Assad, que hoy, al igual que lo hace Al Assad en Damasco, reprime y encarcela a los partisanos en Idlib. Esa ciudad, donde se asentaron millares de combatientes que pelearon contra Al Assad, está bajo el régimen de HTS que proviene de una rama de Al Qaeda, agente de Erdogan que, junto a Putin y los yanquis en el norte, se han repartido la Siria ocupada.
Hoy Idlib se encuentra bajo un control policíaco y militar porque HTS tuvo que desarmar hasta al último de los partisanos sublevados durante la revolución. Muchos de ellos están en prisión, como ya dijimos, y las masas ya ganan las calles para conquistar su libertad.
Todo el frente de traidores, aduladores de Al Assad y Putin o de la burguesía “opositora”, cómplice del aplastamiento de la revolución, es el mismo que hoy apoya el “plan de paz” para rendir a la resistencia palestina, encabezado por el gobierno de la burguesía negra y el stalinismo de Sudáfrica, que denunció al sionismo en la Corte Internacional de Justicia de esa cueva de bandidos de la ONU, que por supuesto decretó que en Palestina “aún no hay un genocidio”, tal como también afirman que nunca lo hubo en Siria.
Todos ellos son responsables del cerco a Gaza. Ni la teocracia iraní, ni la burguesía de Hezbollah del Líbano, ni la OLP, ni Al Assad, ni Putin han movido un dedo para frenar el martirio de las masas palestinas, porque son parte de ese cerco que impone Biden para que el sionismo masacre, mientras les tira monedas a ellos y todos los regímenes contrarrevolucionarios de la región para que sean los carceleros de su propio pueblo.
En Siria dejaron su vida junto a más de 600 mil asesinados y combatieron junto a las masas por un programa revolucionario, militantes trotskistas internacionalistas en el corazón de la revolución
Al igual que fueron calumniadas y bastardeadas las masas rebeldes, lo mismo hicieron los traidores con los trotskistas que combatieron en esa heroica revolución.
Vaya nuevamente nuestro homenaje desde la resistencia siria y los trotskistas organizados en el Colectivo por la Refundación de la IV Internacional / FLTI a los socialistas revolucionarios que cayeron combatiendo en la revolución siria.
Su nombre está limpio porque lucharon por una causa justa. Abu Al Baraa, Mustafa Abu Jumaa y sus compañeros dejan este legado junto a los internacionalistas que llegaron al frente de batalla.
La izquierda reformista quiere borrar esta tradición internacionalista y de lucha de los revolucionarios en la guerra civil. No lo podrán lograr.
Nuestros camaradas murieron combatiendo bajo las banderas de la IV Internacional. Ellos viven en la lucha por su refundación.
¡Honor a los trotskistas de la Brigada León Sedov! Su generación hoy lucha y muere en la Palestina sublevada y combate contra el carnicero Biden en las calles de Washington y Nueva York. Su pelea no ha sido ni será en vano.
¡Abajo Al Assad, guardián de las fronteras del Golán!
¡Fuera Putin, la guardia iraní, los yanquis, Turquía y todas las tropas invasoras de Siria!
¡Por la destrucción del estado sionista-fascista de Israel!
¡En Siria y Palestina, un mismo combate contra un mismo enemigo!
La revolución siria no ha muerto. Vive en los heroicos combates de Gaza. Vive en el choque de los obreros ucranianos en el frente de batalla, luchando por expulsar de su nación a las tropas del carnicero Putin, el “Pinochet” de los pueblos sublevados de Eurasia y lacayo y sirviente de la Alemania imperialista de Maastricht. Vive en los combates de la clase obrera norteamericana al interior de la bestia imperialista.
Junto a la bandera palestina, la bandera de la revolución siria debe encabezar los combates contra el imperialismo y el sionismo en todo el mundo.
Hay que redimir la sangre y el combate de los heroicos explotados de Siria que cayeron combatiendo contra los opresores y fueron tratados como “terroristas” y “bárbaros” por los traidores.
¡Por el honor de los centenares de miles de mártires de la revolución siria! ¡Por la libertad y aparición con vida del medio millón de detenidos/desaparecidos y justicia por los asesinados bajo torturas fascistas en las cárceles mataderos humanos de Al Assad!
¡No habrá olvido ni perdón!
Comité Redactor de “La Verdad de los Oprimidos”,
periódico de los socialistas de Siria y Medio Oriente. |
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2011. Movilización en Homs al inicio de la revolución siria
2016. Masacre en Aleppo
Refugiados sirios
Homs devastada
2013. Miles de desplazados del campo de refugiados palestinos de Yarmouk
Brigada León Sedóv
Masacre del sionismo en Gaza
04/11/23: Las masas norteamericanas flamean la bandera palestina y de la revolución siria frente a la Casa Blanca en una marcha contra la masacre en Gaza
02/03/24: las masas ganan las calles en Idlib (Siria) por la libertad de sus presos
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