2 de noviembre de 2024
Jornada Internacional
El Marxismo Revolucionario y la Guerra
Intervención de Abu Muad del periódico “La Verdad de los Oprimidos” de Siria y Medio Oriente y co-autor del libro “Siria Bajo Fuego”
Buenas tardes camaradas; un saludo a todos los presentes…
En un día como hoy tenemos el honor de poder rendirle homenaje a compañeros que cayeron en combate en lo más álgido de la batalla que está dando la clase obrera mundial en el frente de Medio Oriente… Tenemos el honor de haber estado en esos lugares, las batallas que dimos en Libia le demostraron a la izquierda que se podía llegar, a esa izquierda que festejaba y aplaudía a Túnez por su “revolución pacífica” y condenaban a Libia porque los obreros se defendían con fusiles de las bombas. Fuimos parte de eso y como parte de ese proceso llegamos no solamente a las puertas del cuartel de Kadafy, sino que una vez ajusticiándolo pudimos con un grupo de camaradas llegar a Siria y ahí se empezó a abrir el panorama.
Los compañeros que estaban allá resistían, mientras los que estaban acá daban una enorme batalla contra la izquierda que no paraba de calumniarnos, denunciando en cada una de las reuniones a la Convención de Ginebra que hacía el imperialismo junto con Bashar y con las burguesías nativas para cercar la revolucion siria y entregarla desde adentro junto con los generales sunitas. Los camaradas acá viajaban hasta a Japón a llevar las banderas de esta lucha.
Mientras resistíamos en Siria pudimos y tuvimos el honor de ser parte del éxodo de refugiados que invadió las costas de Europa, de refugiados que escapaban de esa guerra y ese conflicto que nosotros veníamos apoyando y denunciando, y por cual se nos habia tildado de “extremistas” y “terroristas”. Los miles de millones de refugiados llegaban a las costas de Europa y contaban sus historias y se condecían con las nuestras. Ya no éramos más los “loquitos” que gritábamos; se nos daba la razón. Dimos los combates que tuvimos que dar también junto con los refugiados que fueron aislados una vez más.
La contrarrevolución comenzaba a imponerse y sufrimos una de las primeras bajas significativas que fue la del compañero Mustafa Abu Jumaa que era el padre de Abu Al Baraa, el fundador del trotskismo sirio, que en ese fatídico octubre finalmente cae en el frente de Alepo luchando no solamente por la liberación del pueblo sirio, sino por poner en pie una corriente internacional. Una revolución no se podía ganar solamente en un solo país. Habíamos ajusticiado a Kadafy, pero ellos ya venían matándonos 600.000 y la matemática no miente. Para poder equilibrar la balanza, tenía que ser a nivel mundial o nada. Esa es la lección que sacaba Abu Al Baraa y por eso es que dio su vida peleando por un centro internacional por poner en pie una corriente internacional que sepa cómo, cuando y donde apoyar una revolución.
Hoy la contrarrevolución avanzó. El sionismo, que no tenía poder de fuego, hoy lo recuperó…
Creo que la mejor manera de rendirle homenaje a ese más de 1 millón de mártires que ha dejado la Revolucion Siria entre los cuales esta Abu Al Baraa, Mustafa Abu Jumaa, Abu Jud, Abdul Basset Sarout y a otros mártires que si bien no han caído en batalla en el frente, han sabido dar batalla y estar en el frente como el camarada Alejandro Villarruel. Creo que la mejor manera de rendirle honor es siguiendo su camino y retomar las banderas de los camaradas que cayeron y las dejaron servidas para que nosotros sigamos con su lucha y su combate. |