El gobierno de Syriza -una máscara de “izquierda” de la Troika imperialista- sigue mostrando su verdadera naturaleza al confinar los refugiados a campos de concentración. Está llevando a cabo planes de evacuación de Idomeni, del puerto del Pireo y de todos los lugares donde se concentran los refugiados (esperando cruzar las fronteras que están cerradas) para ponerlos tras alambrados y custodia militar. Falsas promesas de papeles, de bienestar, sumadas a amenazas y persecución policial, inclusive arrestos a aquellos que se solidarizan con ellos (como el arresto a 45 voluntarios que llegaron de otras partes del mundo en los últimos dos días) son las armas que utilizan Tsipras y su gente para llevar a cabo este plan. Es que sabe que tiene que tener a todos los refugiados tras alambrados, listos a ser deportados a Turquía.
Estos campos de concentración se encuentran por toda Grecia. Syriza dice que en estos lugares tienen todas las condiciones de vivienda garantizada. Pero los refugiados que viven en el campo de Katsika hacen saber lo contrario. Y no son sólo ellos, sino que todos los campos son denunciados al contar con las mismas condiciones infrahumanas. Los refugiados que han visto y vivido en ellos dicen que vivir en estos campos es peor que estar en Idomeni o en Pireo.
En el caso de Katsika, 1000 refugiados viven en carpas para varias personas, montadas sobre pavimento. No hay piso, ni colchonetas, ni camas. Ellos tienen que dormir sobre ese suelo.
Para las 1000 personas que hay allí, hay solo 20 baños y 12 duchas, que por supuesto son un caldo de cultivo de enfermedades debido a la enorme suciedad, bacterias, etc. La comida, o bien está podrida o en mal estado, o bien es tan mala que es incomible. Solamente hay atención médica una vez cada tanto y solo se encarga de otorgar algún que otro calmante.
Además, Katsika -como la mayoría de los campos- está en una base militar alejado de zonas urbanas, entre medio de arboles, montañas. En esa zona, cada vez que llueve se inunda con facilidad, en especial el patio, momento en el cual este es invadido por serpientes, escorpiones, etc.
En el día de hoy, 6 micros con “nuevos residentes” llegaron a la puerta de Katsika. Se negaron a bajar de ellos. Lo mismo había hecho previamente cuando fueron llevados a los campos de Larissa y de Nea Kavala. Estos refugiados denuncian que hace 2 días que el ejército los lleva de lugar en lugar, prometiendo que los llevarán a un mejor lugar, pero resulta ser que cada campo es igual o peor que el otro.
Decenas de refugiados del interior del campo de Katsika salen hacia la carretera. Allí en la carretera Egnatia, establecieron un piquete cortándola en su totalidad. Su demanda: “¡No podemos vivir más en estos campos de concentración, nos tratan peor que a los animales, nos están matando lentamente!”.
“Pedimos la solidaridad del pueblo griego. Perdón por cortar sus rutas, pero si no gritamos, nadie nos escucha. Hemos arriesgado nuestras vidas y las de nuestros niños en un viaje por el mar para llegar a Europa. Creíamos que llegábamos a un lugar a salvo. Tuvimos que dejar nuestros países por la guerra. Pero nos encontramos que no tenemos lugar donde dormir, ni agua, ni baños, ni comida, ni posibilidad de encontrar un trabajo ni de tener nuestras vidas. No nos merecemos esto. Nosotros sólo buscamos un lugar donde vivir, porque no pudimos hacerlo en nuestro país. Queremos que ustedes sepan esto, porque creemos que si lo saben, nos ayudarán. Sé que está mal cortar sus rutas, pero si vemos una verdadera necesidad los dejaremos pasar. No queremos molestarlos, sólo hacerles saber lo que nos pasa y que nos ayuden”.
El ejército griego, viendo que la gente se disponía a bajar de los colectivos para unirse a las protestas llevando carpas, mantas y bolsas de dormir para tender un campamento que bloqueara indefinidamente la ruta hasta tener vivienda digna, decidió arrancar los micros y llevarlos a Tesalónica.
Momentos más tarde, la policía de Syriza se hizo presente en la carretera, Egnatia, que estaban cortando los refugiados del campo de Katsika, a donde habían llegado también algunos medios independientes y voluntarios que se solidarizan con los refugiados, y lo desalojó a los palazos y forcejeos limpios. 27 personas fueron arrestadas, y unas horas más tarde liberadas ante una marcha en solidaridad a las puertas de la comisaria donde se hallaban detenidos.
Y mientras esto sucede, voluntarios independientes y solidarios que llegaron desde distintas partes de Grecia, de Europa y el mundo continúan siendo perseguidos y arrestados sólo por mostrarse solidarios con ellos. Es un ataque de Syriza y toda la UE contra los refugiados, preparándose para superiores “medidas de austeridad”. Pero los refugiados ya responden con su revuelta.
¿A donde están las organizaciones obreras en solidaridad?
¿A donde están las organizaciones que se dicen socialistas, de izquierda o revolucionarias?
¿A donde están las organizaciones y corrientes combativas?
¡Es necesaria una lucha unificada contra un enemigo en común! Así lo han comprendido jóvenes y trabajadores en España que ganan las calles de Madrid y Barcelona contra la UE en solidaridad con los refugiados, volviendo como indignados a Puerta del Sol. La juventud de Francia combate contra la V República francesa y sus medidas de ajuste, implementadas luego del brutal desalojo a los refugiados en Calais. ¡Hay que poner en pie una coordinación y llevar a cabo una lucha europea contra el Maastricht imperialista, que viene a por todos!
Corresponsales
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