De mayo a julio: una brutal ofensiva de masas en Khantoman, Aleppo, Daraya… Las masas comienzan a tomar en sus manos el destino del combate contra el genocidio del perro Bashar Mientras los explotados rompen el cerco a Aleppo (la capital de la resistencia), llegan al centro de la ciudad y se toman los bancos, los generales del ESL pactan con Al Assad para salvar la propiedad de conjunto de la burguesía La izquierda de Obama sigue con su cerco de silencio y calumnias a la revolución siria
Subordinados a generales burgueses solo se consigue sangre, miseria y hambre ¡Hay que romper con estos hombres de negocios que nos llevan a la derrota!
¡Por una dirección de los trabajadores
y el pueblo pobre de la guerra!
¡Hay que volver a poner en pie los comités de coordinación! ¡Un hombre, un fusil! ¡Que las milicias elijan a sus dirigentes! ¡Hay que expropiar sin pago y bajo control obrero a las petroleras, los banqueros y todos los capitalistas para resolver el problema del pan y poner todos los recursos disponibles para ganar la guerra!
¡Hay que derrotar al perro Bashar en Damasco! ¡Hay que romper el cerco a Alepo!
Corría el 2010 y en Túnez a un joven ingeniero en computación desocupado la policía le confiscaba su carro de venta de verduras y frutas y ante la desesperación de que ya ni siquiera eso podía hacer para poder llevar pan a su casa decidió inmolarse rociándose combustible y prendiéndose fuego. Él concentraba las condiciones de todos los explotados del Magreb y Medio Oriente, que ya no tenían pan ante el brutal aumento de precios generalizados de un 200% y hasta 400% en especial de los alimentos. Así, Mohamed Bouazizi fue la llama que terminó de incendiar toda la región, donde los explotados ganaron las calles en fenomenales revoluciones que derribaron a gobiernos y regímenes brutalmente autocráticos. Cayó Ben Alí en Túnez, Mubarak en Egipto y Qadafi en Libia. En este último país las masas se armaron y pusieron en pie sus milicias, destruyendo el estado burgués.
En Siria se avanzaba en ese sentido. En una cadena de insurrecciones locales, las masas echaron a las tropas del perro Bashar y liberaron casi el 60% del territorio sirio. Estaban a las puertas de Damasco. El imperialismo norteamericano veía caer el último sostén del sionismo y que peligraban sus fronteras, sin embargo este se enfrentaba a una enorme limitación: el impedimento que le impuso su propia clase obrera ante la guerra de Afganistán e Irak de no poder enviar directamente a su ejército a nuevas invasiones.
El gobierno yanqui tenía un nuevo “síndrome Vietnam”, por eso mandó a su agente Bashar a librar una brutal masacre, que aún continúa con un genocidio de más de medio millón de muertos y con la mitad de la población que fue forzada a dejar sus casas y vivir como refugiados en carpas o en medio de la nada, dentro o fuera de Siria. Así Bashar Al Assad llevó a cabo el trabajo sucio de todas las potencias imperialistas, y tuvo sus manos libres para hacerlo por el cerco de silencio y calumnia a las masas sirias, que fueron de esta forma aisladas del proletariado mundial. Y este cerco fue el trabajo que realizó para el imperialismo el FSM y los renegados del marxismo y la izquierda de Obama.
Pero las masas sirias seguían de pie y enfrentaban la masacre. El imperialismo concentró todas las fuerzas contrarrevolucionarias en Siria, para cortar con esa cadena de revoluciones de toda la región, que incluso puso en cuestión las fronteras del sionismo y tendía a unificarse con las acciones de la clase obrera europea y de Estados Unidos. Mandó a distintos agentes a cuidar la propiedad de la burguesía, en primer lugar de las petroleras. Unos se vistieron de amigos (ya sean “democráticos” o “islámicos”) y fueron al interior del movimiento de masas a controlarlo, disolver todo intento de poner en pie sus organismos de doble poder e impedir que expropiaran la propiedad de los capitalistas (ESL, Jabhat al Nusra e inclusive el ISIS). Otros fueron a sostener a Al Assad cuando éste caía (los ayatollahs iraníes, los mercenarios de Hezbollah y el ejército blanco de Putin), mientras que por otro lado otros se encargaron de mantener el cerco de silencio y calumnias para que ningún obrero del mundo ose enviar ayuda a sus hermanos sirios (este rol fue jugado por la izquierda mundial y los renegados del marxismo y reformistas sin reforma).
Aleppo no se rinde; Aleppo combate;
la capital de resistencia Siria no se rinde Fondos, medicamentos, voluntarios; como en la Guerra Civil Española de los ‘30.
¡¡¡ Por la derrota del fascista Al Assad,
el Franco de Medio Oriente!!!
Una vergüenza. Los socialistas de palabra y traidores en los hechos sostienen al perro Bashar o guardan silencio de sus crímenes.
El imperialismo tiene un plan: dividir a los explotados y someterlos a sus distintos verdugos para terminar sosteniendo al perro Bashar
Seis años y medio lleva Obama sosteniendo a su perro guardián Bashar, el gobierno más genocida de los últimos años. Eso fueron las conferencias de Ginebra, que incluye la división de las masas explotadas para ahogar la revolución.
El primer pacto contrarrevolucionario para comenzar a sofocar a la revolución siria fue el pacto de “no agresión” entre la burguesía kurda y el perro Bashar, que dividió al heroico pueblo kurdo de sus hermanos de clase sirios, que se habían levantado y luchado codo a codo juntos. Este pacto planteaba no solo la “no agresión” sino también la colaboración entre las YPG (el brazo armado de la burguesía kurda en Siria) y las fuerzas de Bashar.
El otro pacto contrarrevolucionario que dividió el frente de la revolución siria contra el régimen fue el pacto no declarado de “no agresión” entre el ISIS y Bashar… que demostró ser un verdadero pacto de agresión contra las masas. El ISIS había sido mandado por el imperialismo a las provincias de Raqa y Deir ez Zor cuando las masas allí se insurreccionaron expulsando a las tropas del régimen, para cuidar que éstas no expropien los pozos de petróleo que se encuentran allí. Pudieron entrar flameando demagógicamente las banderas antiimperialistas de las supuestas luchas contra EEUU que habían protagonizado y con mucha plata para dar limosnas y contener. Pero fue todo para poder montarse e imponer un férreo control basado en su aparato militar y su interpretación de una estricta ley coránica. Así no sólo resguardaron la propiedad de las petroleras imperialistas, sino que se encargaron de controlar y ahogar el proceso insurreccional, degollando inclusive a lo mejor de la vanguardia rebelde. En manos del ISIS, Raqa y Deir ez Zor pasaron de ser provincias insurreccionadas contra el perro Bashar a ser un peso muerto en la lucha por llegar a Damasco.
Desde esa ubicación, el ISIS pactó con Al Assad y volvió sus armas contra las zonas rebeldes. Sólo se enfrentó muy ocasionalmente contra las tropas de Bashar cuando habían negocios en disputa. Lanzó así a principios de enero de 2014 un ataque sobre las masas de Aleppo e Idlib, que además de enfrentarse a Al Assad ahora debían también resistir las incursiones del ISIS.
Esta concentración de agentes debía centralizarse. Para esto, el imperialismo yanqui lideró las llamadas “conferencias de Ginebra”. Desde allí, Obama dirigió las operaciones de cada uno de ellos en territorio sirio. Su objetivo era hacer que Assad masacre a las masas lo más que pueda, pero sin que termine de avanzar e imponerse en todo el territorio sirio. Es que el imperialismo yanqui quiere ser él quien triunfe y avance a la colonización de Siria. Por otro lado sabe que el gobierno genocida de Bashar sería inestable como para asegurar los negocios imperialistas en Siria colonia. Es el genocida, y una vez que cumpla su trabajo, el imperialismo lo desechará como hizo antes en la historia como con Milosevic. Necesita limpiarse las manos manchadas de sangre ante las masas del mundo. Por eso planea un gobierno de recambio, y eso lo estaban preparando en un pacto con el ESL, cuyo rol era de someter y controlar a las masas para imponerles la rendición y forzarlas a que acepten este pacto.
En definitiva, el plan de Ginebra era el pacto entre los distintos agentes que intervenían en Siria para, repartiéndose los negocios, buscar imponer la derrota y el escarmiento a las masas de la revolución siria y de toda la región, haciendo una “transición democrática” ordenada en un gobierno y ejército comunes entre el ESL y Bashar. Pero nunca pudieron imponerle ninguno de estos acuerdos a las masas. El ESL nunca pudo terminar de contener a las masas lo suficiente. Es que éstas no aceptan al genocida Bashar como gobierno, ni dejan que nadie pacte con él. Porque en el momento en donde aparecía el ESL junto a Al Assad, caía como mecanismo de control de las masas en las zonas donde éstas las habían liberado de la presencia de las tropas del perro.
El imperialismo intentó, pero nunca pudo asentar este plan de Ginebra por acción de las masas. Engaños similares sucedieron en Egipto, Túnez, Libia, y hasta el 2014 en Yemen, con gobiernos que no fueron más que rodeos para volver a imponer las viejas autocracias que gobernaron esos países durante décadas, sometiendo a las masas y entregando todas sus riquezas al imperialismo. En Siria nunca lo pudieron hacer, ya que nunca sacaron al gobierno previo a los levantamientos revolucionarios. Es más, siempre sostuvieron al perro Bashar, porque era el que estaba llevando a cabo el ataque contrarrevolucionario, con un genocidio, a cuenta de todas las potencias imperialistas.
A su vez, el imperialismo no lo quiso sacar prematuramente del gobierno, porque sabe que hay más de 10 millones de desplazados internos en el país sirio cuya población es de 24 millones. Entonces, si el imperialismo lo hubiera sacado, las masas podrían verlo como un triunfo propio y volver a por sus destruidos hogares e incluso poner en cuestión la propiedad de la burguesía siria que como sabemos casi en su totalidad se encuentra intacta. Y el ESL no lograba tener suficiente control sobre las masas como para impedir esta irrupción de masas. Entonces, Obama se jugó a mantener a Bashar en el gobierno, para que continúe la masacre. Incluso lo hace ahora. Aún la revolución sigue viva. Ni el ESL ni Jabhat al Nusra ni ningún otro agente que mandó el imperialismo la controla. El único que ha logrado hacerlo en las zonas en donde se estableció fue el ISIS. Pero éste tampoco pudo imponerse por fuera de Raqa o Deir ez Zor.
Justamente por esto, los padecimientos inauditos de las masas sirias se intensificaban día a día. El hambre y la desesperación empujaban a las masas al combate por la supervivencia, donde buscaban ya resolver estos problemas atacando directamente la propiedad de la burguesía. Con el ESL (junto con Jabhat al Nusra) cuidando la propiedad privada (fábricas, bancos, etc.) en las zonas que las masas habían liberado, los explotados solo cobraban un salario de 20 dólares mensuales. Las mismas penurias se viven también en las zonas de Al Assad.
La economía capitalista sigue su curso, aún en la guerra. Sigue habiendo propiedad privada en la producción, súper explotación de los obreros en las fábricas y talleres (tanto en las zonas de Bashar como en las zonas del ESL, de Jabhat al Nusra y ni hablar en las del ISIS). Sigue el comercio, inclusive entre las distintas zonas. Las fábricas de las zonas liberadas venden a todos, inclusive a Bashar. Éste alimenta su maquinaria de guerra comprando la nafta y el gasoil de las zonas del ISIS. En definitiva, el ESL y el ISIS abastecen también a Bashar y su ejército genocida de mercenarios.
La circulación de las mercancías es asegurada por los puestos de control que tienen cada uno de estos grupos, que son verdaderos partidos-ejércitos burgueses. Desde ellos además cobran sus impuestos. Todo se compra y se vende en liras sirias, la moneda oficial, que se imprime en el banco central de Damasco. Con bancos y casas de cambio, la moneda llega a todas las zonas de Siria, sean las controladas por Bashar o por el ESL, Jabhat al Nusra o por el ISIS.
Motorizadas por sus padecimientos inauditos y para parar la masacre, de mayo a julio de este año, las masas vuelven a combatir con su método insurreccional como en el 2011 a pesar en contra de sus direcciones
La situación de miseria extrema no se aguantó más. El detonante fue cuando Putin bombardeó las carpas en donde vivían los desplazados internos sirios de Sarmada a principios de mayo pasado. No solo había hambre y miseria inauditas… ya ni siquiera los refugiados estaban a salvo de la masacre. Y con toda la bronca y el deseo de triunfar como única forma de sobrevivir, las masas marcharon desde Idlib y desde el oeste de la provincia de Aleppo (“zonas liberadas”) a barrer a las tropas de Al Assad y sus aliados, y le provocaron una enorme derrota al régimen y a sus aliados iraníes en el pueblo de Khantoman a principios de mayo pasado.
A partir de allí, una nueva fase en la guerra civil siria se ha abierto, en la cual las masas intentan tomar en sus manos la dirección de la misma y combatir con sus métodos y no como lo venía imponiendo el ESL. Ellas buscaban resolver el problema del pan, que el ESL impedía. Ellas buscaban tener las armas necesarias para ganar la guerra, que el ESL guardaba lejos del frente de batalla celosamente y solo las utilizaba para someterlas. Ellas buscaban liberar a sus hermanos que estaban aplastados bajo la bota del régimen en las zonas que aun controla… cuestión que el ESL se niega a hacer ya que no quiere avanzar ni un metro más hacia Damasco.
Pero a cada acción que avanzaron las masas en este sentido, hubo una respuesta contrarrevolucionaria casi de manera inmediata y al mismo nivel que la que ellas habían hecho.
A las masas que habían sido victoriosas en Khantoman les impusieron una dirección que las desvió hacia batallas desgastantes e impotentes en un intento de tomar territorio de pueblos alejados y sin importancia geoestratégica ni militar ni política; y a su vez una feroz campaña de cooptación a la campaña del ESL (bajo las órdenes turcas) de enfrentar en el norte sirio solo al ISIS y no a Bashar.
Se expropió bajo control obrero una fábrica textil en Urem al Kubra, una zona liberada al oeste de Aleppo. Los generales del ESL no pudieron ni impedir esta toma ni desalojarla. Entonces vinieron los aviones basharistas y redujeron dicha fábrica a escombros a mediados de junio.
Mil quinientos milicianos marcharon a fines de junio hacia los cuarteles y arsenales de una división de generales del ESL, anunciando que iban a romper con su mando, pero querían sus armas, ya que estos generales están lejos del frente y son ellos los que día a día combaten contra el perro Bashar. En seguida un grupo de funcionarios corruptos del ESL se vistieron de amigos y acompañaron la movilización para ponerse a la cabeza de la misma y lograr que, a pesar de la ruptura, los milicianos queden bajo su comando y así ligados al ESL, al mismo tiempo que clérigos salieron a defender la posesión de las armas de esos generales sin batalla.
Cerca de Damasco se encuentra la localidad de Daraya, una zona rebelde que estuvo cuatro años cercada y resistiendo contra los avances del perro. Hace unos meses las heroicas masas de este barrio lanzaron un ataque sobre las posiciones de Hezbollah en el aeropuerto de Mazzah (a las afueras de Daraya) donde le infligieron una baja significativa al grupo libanes matando a uno de sus mayores dirigentes politicomilitares Mustafa Badder eddin.
Luego de esta acción, el cerco a Daraya se rompió cuando los explotados lograron abrir un corredor hacia otra de las zonas rebeldes que estaban cercadas, Moadamiya. Pero el ESL, desde el frente sur en donde cuenta con enorme armamento y hombres como en la provincia de Deraa y Sweidiya, llamó a mantener posiciones en sus lugares y no avanzar sobre Damasco ni para unirse con las masas insurrectas en Daraya y Moadamiya. Las dejó a merced de Bashar y sobre todo de Hezbollah, que lanzaron un enorme ataque y a sangre y fuego volvieron a imponer el cerco y dejaron Daraya a punto de caer.
El barrio de al Waer en la ciudad de Homs había sido el último bastión de las masas insurrectas antes de la caída de esa ciudad. A finales del año pasado este barrio se volvió a insurreccionar y fue entregado por el ESL a las tropas de Bashar a cambio de migajas de la ONU.
Sin embargo las masas se negaron a retirarse, incluso estando bajo un feroz control llevado adelante por las fuerzas basharistas mercenarias de ocupación. A principios de mayo la resistencia del barrio de al Waer se hizo sentir nuevamente, entrando a duros combates con los mercenarios basharistas casa a casa y calle a calle, obligándolos a retirarse de la ciudad. Como respuesta inmediata Bashar lanzó un cerco militar y un feroz bombardeo aéreo, y ningún general del ESL lanzó ninguna ofensiva contra el perro para unirse junto a los insurrectos en al Waer.
La insurrección del 11 de julio de Aleppo marcó un antes y un después
Sin embargo, una de las traiciones más alevosas que han sufrido las heroicas masas de Siria fue hace una semana. El perro Bashar, apoyado por miles de mercenarios del Hezbollah y la aviación rusa, tomaron por asalto la ultima ruta que unía a los barrios liberados de la ciudad de Aleppo con los suburbios, ruta que incluso llegaba a la frontera con Turquía por el paso Bab al Hawah.
Evidentemente el perro Bashar buscaba la rendición por hambruna de la resistencia dentro de Alepo cortándole el último camino de abastecimiento. A su vez la burguesía del ESL y sus generales necesitaban esa ruta para seguir comercializando y haciendo negocios. Se abría una brecha de negociación entre los basharistas y el ESL.
El afán por sobrevivir de las masas fue más fuerte que cualquier necesidad de negociar de estos burgueses, e irrumpieron por esas brechas. Varios jóvenes y obreros de diversas fracciones del ESL y sus alas islamistas se unificaron y coordinaron, a pesar y en contra de sus direcciones, y lanzaron un feroz ataque contra la artillería de Bashar que se encontraba a los costados de la ruta Kastello (norte de Aleppo). Estos jóvenes lograron romper el cerco y avanzaron por sobre la ciudad, fusionándose con una espectacular insurrección de las masas dentro de los barrios incluso controlados por la lacra basharista. Volvían a los métodos insurreccionales del 2011. Es que en las zonas que controla Al Assad, la situación tampoco se aguanta más. Fue así que los combates llegaron al centro de la ciudad y ponían en cuestión los bancos y las embajadas, así como también caían uno a uno los cuarteles donde se centralizaban los mercenarios para atacar a las masas.
Mientras esto sucedía, el ESL, por miedo a perder sus negocios y su propiedad llamo inmediatamente a todos los milicianos a abandonar la ciudad con la excusa de que no habían condiciones ni para la victoria ni para sostener una posible victoria. Llevándose incluso a punta de cañón a las ambulancias y vehículos de apoyo con los que contaba la vanguardia que combatía en las calles de la ciudad siria.
Al ESL no le importó regalarle la ruta de sus negocios a Bashar, pues los burgueses tienen en claro que cuando las masas pobres combaten, se pone en riesgo toda la propiedad de los capitalistas.
No contentos con esto le dieron tiempo al perro Bashar para que ocupe por completo la ruta Kastello incluso con infantería y caballería. Y luego de eso el ESL comenzó a largar una guerra de posiciones en total desigualdad de condiciones sin importarle la vida de quienes van a combatir. Hoy, el cerco basharista se ha cerrado nuevamente sobre el Aleppo rebelde. Y se está retrocediendo en los frentes donde las masas habían avanzado.
El infame pacto de los generales del ESL y el genocida Bashar
Los generales del ESL cuidan antes que todo la propiedad, que las masas no expropien a los capitalistas. Es que ellos son capitalistas, propietarios, burgueses, hombres de negocios. Y ante la ofensiva de masas que salió de su control en Aleppo y se unieron a las masas explotadas en los barrios, cuando las vieron tomarse los bancos, temblaron a tal punto que se unieron con los assadistas para cerrar brechas y parar esa embestida. Hicieron un pacto para salvaguardar su propiedad, como expresión del pacto de Turquía con Rusia (los aliados de cada uno) que habían hecho público apenas unos días atrás. El objetivo de este pacto es cerrar filas ante un avance de las masas que también se unían en las zonas liberadas y en las zonas que controlaba el perro Bashar.
Es que volvía el método de la insurrección de 2011 con el que los explotados derrotaron al ejército assadista y liberaron ciudades. Se ponía a la orden del día la posibilidad inmediata de llegar a Damasco, de expropiar a la burguesía de conjunto tanto basharista como del ESL, y sobre todo a las petroleras imperialistas, custodiadas por el ISIS. Se abría paso la revolución y los comités de coordinación y las luchas de las masas ponían de pie organismos embrionarios de soviets. Era la hora de ganar la guerra, porque volvieron los milicianos a desoír a los generales del ESL y a unirse con los explotados en las zonas del régimen, que no se sostiene más que con fuerzas de ocupación, demostrando que no tiene ya nada de base social. Eso fue a impedir este pacto, que Assad no caiga por acción revolucionaria de las masas.
Cada uno hizo lo suyo. Al Assad fue reforzado nuevamente por fuerzas rusas y de Hezbollah y lanzó una ofensiva redoblada, tanto en Aleppo como en otras zonas rebeldes, mientras los aviones de Putin no dejan de masacrar a mansalva. El ESL llama a repliegues, a mantener posiciones y no avanzar para dejar a la vanguardia y patrullas solas aisladas en el frente, envía a pequeños grupos a guerras de posiciones con inferioridad de armamento y de hombres a enfrentarse con los assadistas y sus aliados. En cada territorio que avanzan, si el ESL no logra el repliegue inmediato, deja solo un número reducido de combatientes para que sean arrasados por la artillería y la aviación de Al Assad y Putin, contra los cuales no tienen armamento ni forma de pararlo, y siempre tienen que retroceder y buscar refugio.
Por atrás de este pacto, los generales del ESL y los Basharistas están negociando restablecer la casta de oficiales. Quieren ponerle fin a la revolución siria y terminar de asestar la derrota de las masas. Pero esto no lo pueden hacer juntos. Y ya los generales más vistos como integrantes plenos de Ginebra del ESL no tienen autoridad ante las masas sirias. El ESL necesita una cúpula de oficiales que tenga la suficiente autoridad como para hacer pasar sus pactos de entrega y de marchar junto con los genocidas de Al Assad a una “nueva Siria”.
Por eso ha comenzado un plan de intentar quebrar y corromper a lo mejor de la vanguardia rebelde de Siria. Ante la situación de miseria ofrece plata, autos, equipamiento y un viaje a Qatar y Turquía para su “formación”. A muchos combatientes ya ha logrado retirar del frente. Y a otros los ha llevado al muere en sus batallas impotentes en inferioridad de condiciones, dejándolos solos y aislados en batallas, etc.
La ubicación de Jabhat Al Nusra y Aharar el Sham en el pacto: dos verdaderos tapones de izquierda
Los dirigentes de Jabhat Al Nusra y Aharar el Sham, han salido a denunciar al ESL públicamente de traidores. Así, se ubican a la izquierda, pues quieren intentar contener a todo aquel que rompa con su control. Pero a su vez, justifican con esta declaración su inacción en los presentes combates. Mientras los milicianos rompen el control del ESL y marchan a combatir contra Al Assad por romper el cerco a Aleppo, mientras las masas bajo la bota de Bashar se sublevan, los ejércitos de Jabhat al Nusra y Ahrar al Sham se quedan inactivos con todo su armamento pesado en la provincia que queda al lado, Idlib.
La traición de los generales del ESL le dio la excusa perfecta a los dirigentes de estos dos grupos de Idlib para volver a imponer lo que siempre aseguraron: la división de los frentes de Idlib y de Aleppo, es decir, la separación de los combates contra Bashar.
A ellos tampoco les interesa llegar a Damasco ni ganar la guerra. Ellos solo negocian su tajada desde las zonas que controlan. Son hombres de negocios. Ellos también son parte del pacto. Son un tapón, que controlan a las masas en donde tienen presencia, intentan que todo aquel que rompa con el ESL quede bajo su égida, y a la vez se niegan a coordinar las fuerzas que ellos dirigen con los combates que hacen las masas que rompen con los generales del ESL.
Los generales del ESL, Jabhat al Nusra y Ahrar al Sham ya son un freno absoluto para el triunfo de la revolución
Todas las derrotas del perro Bashar y sus tropas, toda zona liberada por donde las masas avanzaron, todo ataque que puso al régimen de Al Assad al borde de caer en estos últimos seis años y medio fue por la acción revolucionaria de los explotados. Son las masas combatiendo con sus métodos de la insurrección. Cada vez que el ESL impuso sus métodos de patrullas aisladas que disputan territorio, lo único que han conseguido son derrotas y desmoralizaciones. Los generales del ESL no liberaron ninguna zona. Tampoco lo hicieron los generales de Jabhat al Nusra. Fueron las masas buscando no solo derrotar a Bashar y la libertad, sino poder comer, el pan, las demandas de la revolución por las que ganaron las calles de todas las ciudades en 2011. Los combates que aun siguen habiendo es porque saben que no tienen otra solución si no es avanzando por sobre Bashar y llegando a Damasco. Saben que la única manera de tener comida, una vivienda, un trabajo… una vida… es ganando la guerra. Y al padecerlo, entran una y otra vez al combate.
La oficialidad del ESL y Jabhat al Nusra debilitan la ofensiva. Al lado de cada uno de ellos van los clérigos para manipular a las masas, imbuirlas de consciencia de sometimiento a esos generales.
Esta combinación de generales y clérigos que ha expropiado los procesos revolucionarios son los que garantizan imponer no sólo estas políticas militares y los acuerdos de negocios con Bashar. Ellos son los responsables de imponer las condiciones de miseria en la zona liberada. No hay escuelas, los salarios son de magros 20 dólares mensuales por jornadas laborales de 12 horas. La comida y los recursos básicos escasean. La atención médica es muy pobre, en una zona de guerra. Nadie puede ni siquiera expresar descontento con su gobierno, pues han destruido y disuelto todos los comités de coordinación, y los organismos de democracia directa de las masas, de alianza de los trabajadores y los campesinos pobres… ¿Por qué hay sino tantos millones de refugiados y desplazados que no están combatiendo? Porque no ven ninguna razón de dar su vida por estos generales, que imponen condiciones de miseria incluso peores a las que vivían antes del 2011.
Una dirección proletaria de la guerra partiría de expropiar la propiedad de los capitalistas y los bancos en todos lados donde se libere de las tropas de Al Assad, para resolver el problema del pan y poner todo lo disponible para ganar la guerra. Aseguraría así que desde esos establecimientos no se abastezca a Bashar comerciando con él, como hacen los hombres de negocios del ESL y Jabhat al Nusra. Daría a cada hombre un fusil. Volvería a poner en pie los comités de coordinación, es decir, los organismos de democracia directa. Así llamaría a todos los refugiados a volver a recuperar sus casas, sus vidas, a combatir juntos, a darle un arma y un lugar en los comités de coordinación. Sumaría enormes fuerzas al combate, no solo sirias y de refugiados, sino de la clase obrera mundial, hoy imposibilitada de intervenir junto a sus hermanos de clase de Siria por el cerco de las direcciones traidoras.
La dirección de la clase obrera es la causa de por qué no se ha alcanzado la victoria… tanto al interior de Siria en manos de los generales burgueses del ESL y Jabhat al Nusra, como de la clase obrera internacional con el FSM y la Nueva Izquierda.
Justamente esto mismo planeta Trotsky en lo que hizo la burguesía republicana en la guerra civil española en los ’30: “Las masas, que habían asegurado todos los éxitos anteriores de la revolución, seguían creyendo todavía que la revolución iba a llegar a su conclusión lógica, es decir, a la inversión de las relaciones de propiedad y a la entrega de las tierras a los campesinos y de las fábricas a los obreros. La fuerza dinámica de la revolución consistía, precisamente, en estas esperanzas de las masas en un porvenir mejor. Pero los caballeros republicanos han hecho lo que estaba a su alcance para pisotear, mancillar e incluso ahogar en sangre las más anheladas esperanzas de las masas oprimidas.” (León Trotsky, “La tragedia de España”, 30 de enero de 1939, negritas nuestras)
Para desatar la “fuerza dinámica de la revolución” en Siria es necesario deshacerse de los “caballeros republicanos” del ESL. ¡Por una dirección proletaria de la guerra!
¡Hay que volver a poner en pie los comités de coordinación!
Las condiciones de la victoria
Evidentemente la política de la burguesía siria, que es una expresión de las políticas de las burguesías imperialistas mundiales, es la de salvar y proteger la propiedad bajo el costo que sea necesario, no le importa si tiene que masacrar a cientos de miles (como ya lo ha hecho) y hasta millones de personas. Bien lo definía León Trotsky en los escritos sobre la guerra civil española a propósito de Franco-Assad:
“Del lado de Franco no hay ni ejército poderoso ni apoyo popular. Solo hay propietarios dispuestos a ahogar en sangre a las tres cuartas partes de la población nada más que para mantener su dominación sobre la cuarta restante (…) la gran superioridad de Franco consiste, a pesar de todo, en poseer un programa claro y definido: salvaguardar y estabilizar la propiedad capitalista, el poder de los explotadores, el dominio de la iglesia y restaurar la monarquía.” (León Trotsky, “La tragedia de España”, 30 de enero de 1939)
El pacto… el plan del imperialismo y sus agentes hoy se reduce a ello. No vendrá más democracia, sino una profundización de la masacre y un cementerio. Vendrá más fascismo. Esto necesitan imponer. Inclusive el ISIS ya les queda blando. Es por esto que ya se encuentran pactando su salida, y éste deja a las masas a mercede de los mercenarios de Al Assad y los bombardeos no solo de Rusia sino también de la coalición liderada por EEUU. Ellos solo bombardean a civiles. Son las masas las que se oponen a estas fuerzas contrarrevolucionarias, porque ya saben lo que ocurrirá si entran: impondrán un fascismo diez mil veces peor al del ISIS, como ya sucedió en Palmyra.
¡Abajo Ginebra y todos los pactos de los hombres de negocios hechos a espaldas del pueblo pobre y los que luchamos! ¡Abajo el pacto del ESL con Bashar! ¡Marchemos a Damasco a derrotar al perro! ¡Hay que romper el cerco a Aleppo!
El ESL no representa a las masas explotadas sirias. Nadie los votó ni los mandató. Ellos se jactan de representar al pueblo sirio, y no son más que los que lo entregan. ¡Hay que desconocer a todos los generales sin batalla y autoridades de los demás agentes que controlan las distintas partes de Siria! ¡Asamblea nacional siria con un delegado cada 10 mil habitantes en todas las zonas liberadas, campos de refugiados, y de las zonas ocupadas por Bashar, el ISIS y la zona kurda!
¡Hay que poner nuevamente en pie los comités de coordinación barrio por barrio, pueblo por pueblo! ¡Que se centralicen y se coordinen a nivel nacional! Ese es el verdadero poder de los trabajadores y el pueblo pobre. ¡En sus milicias, ellos deben elegir a sus dirigentes en asambleas! ¡Basta de que el ESL, Jabhat al Nusra y los distintos grupos acaparen las armas! ¡Un hombre, un fusil!
¡Hay que expropiar los pozos de petróleo, los bancos las fábricas y toda la propiedad de la burguesía! Allí están los fondos para resolver el problema del pan y ganar la guerra.
¡Para triunfar, la cabeza de Bashar debe rodar en Damasco! ¡Por la derrota militar de sus tropas mercenarias y de todos los que lo apoyan como Hezbollah, Putin y los ayatollahs iraníes! Los socialistas revolucionarios afirmamos que esto se logra sólo a partir del método de la insurrección. Así fue que se liberaron todas las ciudades en 2011/2012 de la presencia de las tropas de Bashar, así se llegó al centro de Aleppo el pasado 11 de julio y así es el camino para avanzar en toda Siria. Llamamos a las masas explotadas a seguir este camino para luchar por sus intereses, para tener una vivienda, un salario igual a la canasta familiar, pan, un trabajo digno. Hay que insurreccionarse tanto en las zonas liberadas como en las zonas que aún ocupa Bashar, expropiando a los capitalistas para garantizar esas demandas. En las zonas que controla el ISIS, hay que desarmar a esos guardianes de las petroleras imperialistas y expropiar a esos hombres de negocios. Raqa y Deir ez Zor deben volver a ser bastiones de la revolución siria en el combate contra el perro Bashar y sus aliados. Ellos, tomando los pozos petroleros, refinerías y centrales eléctricas pueden cortar el suministro de energía e hidrocarburos a Bashar… desabasteciendo su ejército. ¡Hay que restablecer el frente revolucionario del 2011! Llamamos al pueblo kurdo oprimido a romper todo pacto y acuerdo que haya hecho su propia burguesía y dirección del PKK-YPG con el perro Bashar y con los yanquis en Irak, y a marchar a Damasco, bajo las mismas demandas de todos los explotados, que son también las suyas y que no las han conseguido en Rojava. Es que sólo en una Siria obrera y campesina, del pueblo pobre, podrán tener inclusive su derecho a la autodeterminación nacional. En ella serán respetadas todas las minorías.
¡Hay que unirse y coordinar con nuestros hermanos palestinos, yemeníes iraquíes y de todo el Magreb y Medio Oriente! ¡De Túnez a Aleppo, de Jerusalén a Bagdad, una misma intifada!
Llamamos a la clase obrera europea de Rusia y de Irán a sublevarse para frenar la maquinaria asesina de guerra de sus gobiernos sicarios del imperialismo. Es que por cada bomba que tiran en Siria, un superior ataque largarán dentro de sus países.
La llave del triunfo está en los trabajadores que hoy se sublevan en Europa como en Francia, y en EEUU contra Obama, el jefe de los pactos de Ginebra y de tantos sicarios contrarrevolucionarios y agentes pagos que han metido al interior del movimiento de masas para entregarlo, tal cual caballo de Troya. En los bancos de Assad, de donde saca enormes fortunas, se lava la plata de todas las petroleras imperialistas angloyanquis que saquean Medio Oriente. Todos enfrentamos un mismo enemigo. Del proletariado mundial vendrá la mejor ayuda para la revolución siria y el triunfo de la revolución socialista mundial.