19-6-2013
Las armas para el Ejército Sirio Libre son para ejercer su función de Policía contra las masas revolucionarias que enfrentan al asesino Al-Assad
El G8 plantea que "finalmente se puso de acuerdo" sobre la cuestión siria. Al respecto, todos acordaron realizar la reunión de Ginebra. Aunque no se sabe exactamente para cuándo, se rumorea que sería en Agosto. No dicen nada más. No dicen si Bashar continuará o no, ni quienes asistirán, ni sobre el supuesto embargo o armamento a uno u otro bando.
Después de jugar al "bueno" (Obama) contra "el malo" (Putin), sacaron finalmente un comunicado que no cambia ni dice nada.
¿Cuál es el verdadero plan imperialista para Siria? Aparentemente seguir con la situación actual, por lo menos por un tiempo. Obama apoya a Bashar. Le brindará todo lo que necesite para seguir aplastando a las masas -cuestión que todavía necesita hacer porque en el norte el ejército y Hezbollah fueron repelidos-, y para eso usa a Putin puesto que no puede aparecer Obama apoyando a Bashar directamente. Al mismo tiempo, el imperialismo también apoya al Ejército Sirio Libre con dinero y armas cortas para que controle las zonas donde las masas derrotaron a las tropas de Bashar.
Es mentira que le da armas al ESL para enfrentar a Bashar. Si así fuera, les hubiera dado al menos misiles, como los que en los años 80 le dieron a Bin Laden y a sus jihadistas para derribar los helicópteros artillados blindados rusos. Las masas actualmente tienen por delante la tarea de derribar dos tipos de aviones rusos más poderosos que esos helicópteros, que son los que usa el ejército de Bashar: los MIG y los SIJUY. El imperialismo no entregó al ESL ni un arma de asedio, ni antiaérea. Las únicas armas provistas son aquellas que sirven para ejercer la función de policía dentro de las zonas que tiene que controlar. Ese es el rol que el imperialismo le asigna al ESL.
Detrás de todo el juego y la puesta en escena que se hace sobre Siria, se esconde que el imperialismo necesita todavía asestarles superiores derrotas a las masas, y por eso fortalece a sus agentes, creando los montajes funcionales a su política.
Mientras tanto en Turquía los hechos se siguen desarrollando.
Las masas, contenidas, descoordinadas, hacen mil y un intentos por recuperar su combate y son brutalmente reprimidas por el gobierno de Erdogan y su policía asesina (que ya mató a 4 luchadores y dejó más de 7000 heridos en lo que va del proceso), mientras éste junta fuerzas y hace marchas y actos en su apoyo.
Los explotados no cuentan con un organismo que los coordine y centralice. Eso es lo que el reformismo impidió en el parque Gezi cuando estuvieron dadas todas las condiciones para golpear unificadamente, y lo que siguen impidiendo al llevar a la base que presiona para seguir luchando a acciones aisladas para que éstas sean reprimidas e imponerles una derrota.
La presión de la base es enorme, lo que demuestra que el proceso continúa.
El lunes forzaron un paro general de dos sindicatos que nuclean unos 800.000 trabajadores de toda Turquía- una minoría de la clase trabajadora-aislado no solo del conjunto de la clase, sino también de todo el movimiento de protesta.
Reiteradamente las masas salen a las calles en Estambul, Ankara y otras ciudades, lo cual demuestra su disposición a la lucha. Sin embargo, una y otra vez las direcciones reformistas aparecen negociando con Erdogan. En realidad discutiendo los términos de la traición aunque por el momento no pueden imponer su política al conjunto del movimiento.
Es necesario luchar por un congreso nacional de las organizaciones obreras y los sectores en lucha para que ni un solo combate quede aislado, y conquistar un plan de lucha centralizado, coordinado y unificado contra la patronal, el gobierno y su régimen.
Corresponsal |