13-09-2013
Los renegados del trotskismo en el Magreb y Medio Oriente, chapotean en el fango del enfrentamiento entre revolución y contrarrevolución
En el 2011, los renegados del trotskismo se llenaban la boca hablando de las “primaveras árabes”. Para muchos de ellos estas “revoluciones democráticas” solo podían avanzar con el triunfo de “asambleas constituyentes” y con “mucha democracia”. En estos procesos los obreros, según ellos, se organizarían en fuertes sindicatos y conquistarían el pan. Veían “revoluciones democráticas” por delante, como si estuviéramos en el capitalismo del siglo XIX y no en la fase imperialista, de descomposición y putrefacción del sistema capitalista mundial.
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La vieja teoría stalinista de revolución por etapas en la vida hoy se destroza frente a las masacres de Siria, en los golpes contrarrevolucionarios de Egipto, en los países ocupados militarmente como Bahréin o Yemen, y en las constituyentes fraudulentas que como en Túnez, pusieron en pie gobiernos que como el de Enala reprimen violentamente a las masas. En muchos países, como Siria y Libia, las masas tuvieron que poner en pie sus milicias, sus consejos armados de obreros y soldados para luchar por el pan, porque el fascismo los masacraba, antes de tener muchos años de paz, para conseguir demandas poco a poco. Prometían “primavera” y “democracia” y sólo vino el infierno para los explotados. |
Aleppo |
Aquí, lejos de la “primavera árabe”, al no triunfar la revolución proletaria, lo que vino no es “más democracia”, sino los golpes de la contrarrevolución. Hoy todos se hacen los distraídos. Para algunos de ellos, como por ejemplo el PTS de Argentina u otros grupos como el WRP inglés, esta “primavera democrática” estaba planteada en todo el Magreb y Medio Oriente menos… allí donde las masas se armaron y rompieron horizontalmente a los ejércitos burgueses, agentes del imperialismo, como en Libia y Siria. Estas corrientes de renegados del trotskismo, filo stalinistas, son la “izquierda de la izquierda” del castrismo y los desechos del stalinismo. Estos últimos sostienen abiertamente a esos gobiernos contrarrevolucionarios. Estos laderos del castrismo, se cuidaron muy bien de ignorar las “primaveras árabes” allí donde sus dirigentes políticos de La Habana se lo dictaron.
Durante años la revolución siria fue cercada, aislada. Desde el FSM, renegados del marxismo, acusaban a cada paso a las masas revolucionarias de de ser “agentes del imperialismo” que atacaban al supuesto gobierno “socialista o nacionalista” de Al Assad en Siria. Una falacia. El perro Bashar no es más que el representante de una burguesía multimillonaria, asociada a los negocios de las petroleras y demás trasnacionales imperialistas, que ya hacía rato había iniciado el mayor proceso de privatizaciones en la historia de Siria y, como no podía ser de otra manera, lo hizo despidiendo, hambreando, atacando y luego masacrando, a cuenta de todas las potencias imperialistas, a las masas.
Estas diatribas contra las masas revolucionarias de Siria se apoyaban, ante los ojos de la clase obrera mundial, en una verdadera campaña de calumnias, difamación y tiros por la espalda contra las masas revolucionarias que en Libia ya habían derrocado al asesino Khadafy y dislocado su ejército contrarrevolucionario, hambreador, torturador de su propio pueblo y testaferro de la British Petroleum y de la ENI italiana.
Deera |
Así entonces, laderos de las burguesías nativas que posan de “socialistas”, legitimaron por izquierda el pérfido accionar del FSM. Reformistas colgados de los faldones de los parlamentos burgueses, habían tenido la desfachatez de acusar a los milicianos de Libia, que ajusticiaron al más grande lacayo del imperialismo del Norte de África, Khadafy, de ser tropas de la OTAN. Ellos se merecen un juicio político en los cuarteles de las kativas (milicias obreras) de Misarrata, Bengasi, Zawia y Trípoli, desde donde combatimos hoy a este gobierno del imperialismo, el CNL, expropiador de nuestra revolución al que no le entregamos las armas. |
Este gobierno libio, lleno de políticos khadafistas camuflados, busca desarmarnos, como hacen los generales del ESL y el Frente al Nusra con las masas sirias. Juntan fuerzas reaccionarias en las calles para tomar nuestros cuarteles, a los que acudimos muchos de nosotros, después de cumplir nuestra jornada laboral en las fábricas o en otros establecimientos. Desde las entrañas de nuestras milicias salieron las fuerzas avanzadas que disolvieron esta cueva de bandidos del parlamento de Libia, agente del imperialismo, y le impusimos que ningún funcionario que haya tenido la más mínima responsabilidad en el gobierno de Khadafy, podía ocupar cargos públicos hoy. Y, así y todo, siguen acusando de ser “tropas terrestres de la OTAN”, a las milicias de Libia que no son más que un poder de las masas que, por crisis de dirección, no han tomado el poder. La reacción también golpea duramente para debilitarlas día a día, como así también intentan desarmarlas totalmente.
Parece mentira que en nombre del socialismo y de la lucha de los oprimidos se “confunda” en el campo de batalla a los aliados de la clase obrera mundial con sus enemigos.
Hoy la vida sigue dando su veredicto ante tanta calumnia en contra de una única revolución que sacudió al mundo, desde Túnez a Siria, desde el Magreb a Medio Oriente. Porque ¿cómo van a ser tropas terrestres de la OTAN las milicias de obreros y desposeídos de Libia a los que todas las fuerzas pro-imperialistas y lacayas de las potencias poderosas del mundo quieren desarmar? ¿Qué clase de tropas de la OTAN son las milicias que hoy intentan ser desarmadas por el gobierno agente de la OTAN en Libia? ¿Cómo el gobierno de la OTAN desarma a su propio ejército de la OTAN? No señores, son las masas en armas que, por falsas ilusiones y por traición de todas las direcciones del proletariado mundial que apoyaron a Kadafy, aún con las armas que tienen en las manos y junto a los consejos obreros de los cuales provienen, no han logrado hacerse del poder.
Hacer pasar por tropas terrestres de la OTAN al poder obrero y popular de Libia, que impide por ahora que se asiente un gobierno estable expropiador de la revolución, es un verdadero tiro por la espalda a “la primavera árabe”, como estos reformistas gustaban llamar a los levantamientos revolucionaros de las masas en la región.
¿Qué clase de tropas de la OTAN son los obreros de Libia en armas que mandaron a EEUU, en un cajón de madera, al embajador yanqui, el más grande jefe de la CIA en el Magreb y Medio Oriente?
El imperialismo se juramentó que nunca más iba a permitir una nueva Libia, con las masas destruyendo a la casta de oficiales de los ejércitos burgueses y armándose. “Nunca más una nueva Libia”, fue la consigna para la respuesta contrarrevolucionaria en Siria, por parte del imperialismo. Allí, durante dos años, los renegados del trotskismo miraron para otro lado mientras se cometía una de las más grandes masacres contra los explotados y trabajadores a nivel internacional. ¿Y ahora se proclaman como enemigos de Obama y el imperialismo, después de que Al Assad hiciera el trabajo sucio? Ellos miraron para otro lado mientras se masacraba a centenares de miles de explotados. Cercaron la revolución siria. Le dejaron las manos libres a Al Assad. Y esto lo pagaron las masas y no sus estados mayores de “charlatanes eruditos” y de “déspotas ilustrados antimarxistas”. Ellos callaron y siguen callando el genocidio contra los explotados que se pudo llevar adelante por el cerco de las direcciones traidoras a la revolución siria.
Pudieron guardar ese silencio y prepararon el terreno para cercar la revolución siria, porque antes habían acusado, ante los ojos del proletariado mundial, a las masas revolucionarias de Libia de ser, como decían, “tropas terrestres de la OTAN”. Desde el movimiento de milicianos revolucionarios de Liba, desde los combatientes internacionalistas, vamos a defender a nuestras milicias contra esta calumnia de señores que jamás han pisado una sola revolución del planeta.
Estos señores son los que amenazaban y anunciaban semana tras semana una invasión imperialista a Siria. Buscaban demostrar todos los días que la sublevación de las masas no era una insurrección por el pan, sino una contrarrevolución… y así estuvieron dos años. Al Assad, con el paraguas protector de la ONU y todas las potencias imperialistas, ya masacró a más de 400.000 explotados y millones de ellos se agolpan en los campos de refugiados y deambulando por los campos de Siria.
Y ahora afirman… “¡teníamos razón! ¿¡Han visto que interviene Obama; han visto que a los rebeldes los dirige Obama; han visto que a la sublevación de las masas las dirige el imperialismo!?” Pero… ¡esto pasa después de dos años en que se impuso un genocidio y en cada ciudad donde hubo insurrecciones obreras se bombardeó, se masacró y se destruyó con tierra arrasada, igual que en el Stalingrado de la Segunda Guerra Mundial! ¡Tenían razón, las pelotas! Ustedes encubrieron que durante dos años, el perro Bashar hizo el trabajo sucio de Obama! Se callaron.
Por millones, obreros y campesinos pobres perdieron sus casas bombardeadas por el ejército asesino de Al Assad. En las mazmorras del régimen fueron asesinados y aún hoy subsisten, decenas de miles de presos obreros y estudiantes que encabezaron las luchas del 2011 y ustedes lo callan. Y ahora, dicen con el dedo parado que son los trabajadores los que tienen que derrotar a Al Assad, cuando en realidad fuimos los trabajadores los que durante dos años hemos dejado la vida por hacerlo, mientras ustedes miraban para otro lado.
Hay que limpiar la mugre que tiró ante los ojos del proletariado mundial, la izquierda reformista del FSM, sobre la revolución libia en momentos en que justamente el imperialismo ha puesto sus cañoneras apuntando a Siria. Éste busca allí no solo impedir que el arsenal pesado del perro Al Assad caiga en manos de las masas, sino también que no caiga la cabeza de Al Assad como ayer la Khadafy en Libia. Obama sabe muy bien que esto terminaría de sublevar a las masas palestinas contra el estado sionista fascista de Israel. Esto es lo que quieren ocultar, callan y silencian, el “club de amigos” de los bolivarianos y de La Habana en América Latina y en todo el mundo.
Toda corriente que no se oriente con una política de clase en la guerra civil, que no trace una línea divisoria entre la clase obrera y sus verdugos, entre el imperialismo y las masas que este aplasta, no merece hablar en nombre del marxismo y del socialismo.
EL PTS COMO AYER EN LIBIA, HOY EN SIRIA: ¡AL PRECIPICIO!
En este coro de renegados del marxismo están corrientes como el WRP inglés, el SEP de EEUU, el POR de Bolivia y el PTS de Argentina… Este último, desde el fango mismo, ha pegado el grito de que también nuestra revolución en Siria fue estrangulada cuando esta se “militarizó”. Aquí nadie inventa nada, ellos escribieron: “En Siria la intervención del imperialismo y los agentes regionales tuvieron desde el principio el objetivo de desviar la “primavera árabe”, militarizando el levantamiento popular contra Al Assad…” (La Verdad Obrera, 06/09/2013). Esto lo dicen sin ruborizarse. ¡ESTA GENTE VE ESTRANGULAMIENTO DE LA REVOLUCIÓN CUANDO ÉSTA SE PUSO DE PIE!
La dirección del PTS y sus pequeños satélites liliputienses de argentinos en el exterior, ven el estrangulamiento de la revolución justo cuando las masas obreras desacataban a los clérigos, que imponían marchas pacíficas por el pan, que terminaban siendo masacradas por Al Assad, allá en el 2011.
Afirman que mientras había marchas pacíficas, con masas desarmadas clamando pan, comenzaba “la primavera árabe”, y que cuando ésta se “militarizó”, fue estrangulada. O sea que cuando masas desarmadas, que eran masacradas por el ejercito de Al Assad, se auto-defendían, se armaban, partían al ejercito, ponían en pie comité de soldados y comités de obreros, como lo eran los Comités de Coordinación, para esta gente… ¡La revolución se “militarizaba” y era estrangulada! En esos Comités de Coordinación estaba el embrión de la Comuna, vivía el doble poder y la posibilidad real de triunfo, con el método de la revolución proletaria, contra Al Assad.
Para estos socialdemócratas, que harían ruborizar a Kautsky, cuando las masas hacen comités de soldados y consejos obreros, se estrangula una revolución. ¡En ese momento es cuando nace y para ellos murió! Se dedican enterrar con vida a un recién nacido, y esto es lo que han hecho durante todo el proceso de la revolución siria.
En realidad la contrarrevolución se fortalece cuando, con la pistola en la cabeza de los bombardeos y masacres de la aviación y el ejercito de Al Assad, se impone el ingreso de ESL y de la burguesía sunita iraquí para desarmar a las masas aterrorizadas. Al Assad impuso el genocidio con el apoyo del imperialismo y con las manos libres que le dejó la izquierda traidora del FSM, que le dio la espalda a la clase obrera siria para que fuera manipulada por todas las fracciones burguesas que fueron a intervenir en la revolución para estrangularla.
Al revés de lo que plantea esta gente, la derrota de la revolución y su pasaje a una fase de resistencia, como la actual, comienza justamente “¡Cuando la revolución se DESMILITARIZA!”. Justamente cuando Al Nusra y el ESL desarman a las masas y éstas quedan “desmilitarizadas”.
Para estos socialdemócratas, un obrero armado organizado en consejos obreros, en soviets y en milicias “no usa el método de la clase obrera en lucha”.
Esto equivale a decir que en la revolución de febrero de 1917 no intervino la clase obrera con sus “métodos de lucha”, ni comenzó la revolución rusa que triunfara luego en octubre, porque ésta se “militarizó” en los soviets con los obreros y campesinos armados.
Los “métodos de lucha de la clase obrera” para esta gente, son solamente los de las luchas sindicales de presión, los paros de brazos caídos, y…. la intervención de la clase obrera poniendo votos para que ellos tengan sus bancas. Esos sí son métodos de lucha de la clase obrera”.
Aquí la única verdad es que, cuando las masas con una cadena de insurrecciones ciudad a ciudad, de Idlib a Derá de Homs a Alepo y en los barrios de Damasco le partían el ejército a Al Assad y conquistaban los Comités de Coordinación, tenían las mejores condiciones para derribar la dictadura de Al Assad. Y hoy, cuando la revolución Siria está martirizada, ensangrentada, se lamentan de la existencia de un “escenario complejo” y recién ahora le dan el derecho a los trabajadores de derribar al gobierno de Al Assad. ¡No se les cae la cara de vergüenza! Estamos ante gente que ya hace rato se ha caído al precipicio.
Aquí el “escenario complejo” lo crearon las direcciones traidoras del proletariado que no organizaron acciones de masas en todo el mundo para apoyar a los trabajadores de Siria, que los dejaron aislados, y ni hablar de mandar, como en los 30, destacamentos de obreros desde los sindicatos, a combatir como se hizo durante la Guerra Civil en España.
A los que esperaban “primaveras árabes”, “fiestas democráticas” como en sus países, donde las bancas parlamentarias son “armas de destrucción masiva” (como nos informan que ha declarado el “futuro diputado nacional”, Altamira, del Partido Obrero-FIT), Al Assad no les hizo caso y no llamó a una Constituyente. Mandó a su ejército genocida a masacrarnos. Mientras tanto, Turquía y el imperialismo mandaban generales sin batallas para controlar nuestro combate y desarmarnos en las zonas liberadas, con la pistola en la nuca de los bombardeos de la aviación y los misiles de Al Assad, que han demolido la gran mayoría de los barrios obreros de Alepo, de Homs y Dera, como empiezan a hacerlo en Damasco.
La izquierda socialdemócrata castigó a nuestra revolución cuando esta se “militarizó”… entonces, tendrían que estar con el ESL que viene a “desmilitarizarnos”, a desarmarnos. En Siria como en Libia, “la izquierda, de la izquierda” del FSM chapotea en el fango que está lleno de sangre de los explotados.
Nuestra revolución se había militarizado y ellos miraron para otro lado. La revolución era cercada y ensangrentada mientras el reformismo jugaba a la fiesta de los parlamentos burgueses y, desde un pedestal divino, dictaminaba qué masas son revolucionarias y cuáles no.
Esta gente, que se ufanaba de estudiar a Clausewitz, no ha aprendido nada de la técnica de la guerra, ni mucho menos de la guerra civil de clases. Solo entiende de pequeñas campañas electorales.
Confunden lo que fueron insurrecciones de masas que rompieron al ejército y dislocaron al estado burgués amenazando con llegar a Damasco con una revolución triunfante -es decir en su fase de “militarización”-, con la desmilitarización que intenta imponer una “korniloveada” contrarrevolucionaria y salvaje de Al Assad y, en las zonas liberadas, el ESL y el Frente al Nusra.
Son pacifistas que solo hablan de lugares comunes. Para ellos la guerra “de asedio”, es decir, de negociación que hacen los generales burgueses del ESL y de Al Qaeda para repartirse el botín con los generales de Al Assad, es lo mismo que la guerra civil de resistencia que hacen hoy las masas, luego de que sus ciudades fueras devastadas como Stalingrado en la Segunda Guerra Mundial por los nazis. Estos charlatanes no aprendieron nada ni siquiera de los cursos de Clausewitz que dicen haber hecho. Esas masas heroicas no aceptan quedarse en el campo de refugiados, muriéndose de hambre con sus hijos y sus familias, y vuelven con el fusil a recuperar su vivienda. Deambulan por los campos de Siria alimentándose de raíces para, en la primera oportunidad, volver a entrar a las ciudades a combatir por lo suyo. Es lo que afirman el Pentágono y los generales de Al Assad cuando dicen que “no logran tomar ninguna posición estable”, por ahora, en ninguna ciudad que no sea Damasco, y por ahora también allí muy inestablemente (como veremos luego), puesto que la resistencia las vuelve a recuperar. Esta gente está en los jardines de infante de los cursos de Clausewitz, una guerra civil de masas en la resistencia donde estas luchan por lo suyo es lo que estos generales llaman una “serpiente de siete cabezas”. Estos chapuceros, ya bien caídos en el precipicio no ven ni una sola de ellas.
Las corrientes democratistas que hace rato se olvidaron de la revolución proletaria, no distinguen ni trazan una línea de clases en la guerra y, quien hace eso no merece hablar en nombre del marxismo. Se hacen los distraídos, por ejemplo, ante el hecho de que los generales del Frente al Nusra controlan los pozos del petróleo, cerca de Qsair, y los generales de Al Assad lo sacan por la frontera.
Esa guerra de “asedio”, de negociación entre las fracciones burguesas, es la expropiación de la revolución.
Pero aunque estos calumniadores de las masas revolucionarias sean ciegos, los revolucionarios sí distinguimos a la revolución y a nuestra clase en ella. Esta vive hoy en la resistencia que es hecha a pesar y en contra de generales burgueses, cuando las masas defienden sus casas y a sus familias, en Alepo, en Homs y en Damasco, donde las insurrecciones locales en las afueras de la ciudad se arman con los fusiles de los soldados que desertan del ejercito de Al Assad. A esos “rebeldes” teme el imperialismo, más que a Al Assad. Justamente la Guardia Republicana iraní y Hezbollah fueron a ayudar a Al Assad a limpiar Damasco de decenas y decenas de revueltas obreras, tomas de fábricas, en la ciudad más industrial de Siria. Es que en la capital se define, como ayer en Libia, la suerte del poder y del gobierno. |
Masacre del ejército contrarrevolucionario de Al Assad
Mayo 2013 |
Han llegado a la desfachatez de plantear que “La caída de Al Assad podía fortalecer a sectores de milicias radicalizadas islamitas, como el Frente al Nusra, que mantiene lazos con Al Qaeda, nada menos, que en la frontera de Israel”. Esto es ya inverosímil. El Frente al Nusra y sus generales, bajo las órdenes de la burguesía saudita y del triangulo suní de Irak, no tiene ningún interés irreconciliable, como clase, con el imperialismo y mucho menos con el sionismo. No constituye ningún peligro REAL para el estado sionista de Israel. Aquí, la cuestión es que los generales del Frente al Nusra y de la burguesía saudita son los mejores y más capacitados para reprimir y fusilar al que no entrega las armas; al que no le jura, sobre el Corán, lealtad hasta la muerte. El PTS los hace pasar como los más grandes enemigos del imperialismo y del sionismo. Esta gente se ha caído en el precipicio y se ha perdido en él.
Para el imperialismo y para el sionismo, sin el Frente al Nusra, no podría el ESL controlar a las masas en ninguna zona liberada. En ellas, juntos se reparten los negocios y coordinan su guerra de “asedio” y juntos, unos jurando con el Corán y otros como laicos, poniéndole el fusil en la cabeza a las masas, defienden a los burgueses con los que hacen suculentos negocios y a los que antes Al Assad apadrinaba.
Aquí se acaban las palabras. Lo que teme Obama y el imperialismo no es al Frente al Nusra sino que este y el ESL no puedan seguir conteniendo a las masas si el imperialismo hace un recambio de Al Assad por un gobierno de transición pactado. El peligro es que las masas vean esto como un triunfo propio y millones vuelven a sus casas a recuperar lo suyo, desde los campos de refugiados, dentro y fuera de Siria donde sobreviven.
Si el imperialismo recién ahora está decidiendo actuar directamente es porque sin su intervención no puede garantizar asentar la victoria de Al Assad ni controlar una salida pactada del mismo, por temor a que las masas sobrepasen a estos generales de mil derrotas. Para eso están, en las costas de Siria, las cañoneras imperialistas.
En todo caso, el Frente al Nusra no es más que una parte de la estrategia imperialista de libanizar y partir Siria, con la ONU como garantía. No va a ser la primera vez que el Frente al Nusra entre en un gobierno de protectorado yanqui, como lo hizo en Irak, donde hoy pacta con el imperialismo la secesión del triángulo sunita para mantener la “independencia” de sus negocios en la región. Esta gente está hablando de la burguesía de Arabia Saudita, de los más grandes lacayos del imperialismo que, recordamos, con el papá Bush, ya hace años armó a Al Qaeda hasta los dientes para sostener sus intereses en Afganistán, como antes había hecho el imperialismo con Irak.
El peligro que ve el imperialismo, insistimos, no es el frente islámico. Obama acelera su ofensiva y un plan “Ginebra II”, de salida negociada de Al Assad, también porque teme que una insurrección en Damasco, nutrida por los soldados de los cuarteles más importantes de Al Assad, vuelva a colocar a la ofensiva la revolución siria, que no es más que un eslabón de una sola y única revolución en todo el Magreb y Medio Oriente. Esta aún no ha dado todo de sí. Aunque toda la burguesía, el imperialismo y las direcciones traidoras lo quieran ocultar, hay un estado insurreccional de la clase obrera de Damasco, que como en Duma en las afueras de la ciudad, se ha tomado las 300 fábricas de ese parque industrial y ha expulsado a los capitalistas… ¡LA CLASE OBRERA SON LOS REBELDES “ARMADOS” a los que sí temen el imperialismo y la burguesía, porque se han hecho de su propiedad y la tienen bajo su control con las armas en la mano!
Por ello se ha acelerado el envío de la flota yanqui y la amenaza de intervención de Francia. No sólo por el armamento pesado, que puede caer en manos de las masas, sino también porque en sus manos puede caer, como está cayendo, la propiedad y el poder de los capitalistas.
El PTS que no distingue a un obrero de un burgués en la guerra no puede ser otra cosa que una corriente pequeñoburguesa, que ha hecho el siguiente estereotipo de la clase obrera: un obrero vende su fuerza de trabajo; lucha por el valor de la misma y por eso hace sindicatos… huelgas y cada dos o cuatro años tiene que votar a “sus partidos”. Tesis menchevique, socialdemócrata que sólo distingue al movimiento obrero en épocas de paz.
Homs |
Ahora bien. Esta gente ubicada en “épocas de paz”, no puede distinguir a la clase obrera en épocas de guerra de clases, es decir, cuando se rompió la “convivencia en paz entre las clases”. Esta gente no distingue a un obrero en Damasco que se tomó la fábrica de los capitalistas con sus compañeros; mucho menos lo distingue cuando éste se armó con el fusil de los soldados que se pasaron a su lado. Al Assad los ataca con la aviación; los obreros se defienden; sus hermanos, los soldados rasos del cuartel les traen lanzagranadas y algún que otro misil para defender la fábrica que le han expropiado al capitalista… Según el PTS, justo en ese momento… “la revolución se militarizó”. |
¡Uhhh!, se les rompió el molde… dejó de ser revolución, afirman. Ese obrero dejó de pelear “con los métodos de la clase obrera”, chillan. El pequeño burgués no reconoce al hijo del obrero, que está en el servicio militar y se pasó con su padre a la barricada… le ve la vestimenta y observa que usa pantalón camuflado y uniforme del ejército. Pero el PTS no lo reconoce como un obrero bajo armas; no tiene mameluco.
El pequeñoburgués socialdemócrata está confundido, mira para todos lados. Ve gente con turbante, soldados con uniforme camuflado, seres humanos con un fusil disparando. “Nada de eso es la clase obrera”, pontifica con el dedo parado. ¡Basta de chapucerías! Esta es la clase obrera en armas conquistando las condiciones con las que puede hacerse del poder. Sólo necesitan un partido revolucionario a su frente, que no le tire tierra a los ojos para que ni siquiera se reconozca a si misma como clase, como hace el PTS.
Estamos ante una visión sindicalista, cretinamente parlamentarista de la clase obrera, de corrientes pequeñoburguesas asentadas en la aristocracia obrera. Se ofuscan cuando las masas deben entrar en lucha política contra el poder para comenzar a conquistar la más mínima de sus demandas.
En Siria y en Libia se han perdido sin norte en las arenas del desierto.
La clase obrera, para enfrentar a los capitalistas y al sistema imperialista en descomposición, se ve obligada a utilizar distintos métodos de lucha. Lo mismo hace la burguesía para apastarla y dominarla. Ésta utiliza monarquías constitucionales, parlamentos burgueses, frente popular, bonarpartismos de generales con sus sables, gobiernos fascistas … inclusive partidos obreros burgueses que les administran desde el poder sus negocios. Entonces ¿Por qué la clase obrera sólo va a luchar en todas las fases de su lucha haciendo solamente sindicatos y luchas de presión? El reformismo le niega a la clase obrera usar todos los métodos de lucha necesarios para vencer, como hace la burguesía, según cada momento de su combate y de las condiciones objetivas. Siempre tiene que hacer luchas de presión y votar a partidos obreros. Esto no es así, los trabajadores para vencer, deben utilizar los métodos de lucha que necesiten para hacerlo. A veces, huelga de brazos caídos, tomas de fábricas; otras veces, huelgas generales. Bajo determinadas condiciones, que le vuelven insoportable su existencia, las masas estallan en revueltas espontaneas, motines, insurrecciones, guerras, algunas de maniobras, a veces de guerrillas… el parlamentarismo también es un terreno más de batalla.
El imperialismo y las clases dominantes distinguen muy bien esto, que el reformista no ve. En Siria claman porque la clase obrera intervenga de forma independiente en la guerra, pero… cuando lo hace tomándose fábricas, expulsando a los capitalistas y armándose para conseguir sus demandas, no la distinguen como clase obrera… Ni hablar cuando a la clase obrera la dirigen, la manipulan direcciones reformistas, pequeñoburguesas, religiosas… Lo que escapa a su molde no existe.
Ahí va la flota y la marina yanqui a sostener a Al Assad o bien, a cambiarlo rápidamente ante el peligro inminente de una insurrección victoriosa, a la que intentarán abortar, si el perro fracasa, a los cañonazos y con un gobierno de unidad entre los generales del ESL y los de Al Assad.
El problema que tienen todos, es que en Damasco el ESL ni el Frente Al Nusra no dirigen a los obreros que se toman las fábricas, ni jamás se lo proponen hacerlo. Es más, en las zonas liberadas las defienden del ataque de los obreros que buscan comer. Por ello, si no logran contener la revolución y la insurrección que puede madurar en Damasco, deberán avanzar rápidamente a un pacto de un gobierno de transición con todos los generales de todas las fracciones burguesas que fueron a estrangular la revolución siria, y con los misiles de la flota del Mediterráneo apuntando a los barrios obreros, no a Al Assad. |
Siria agosto de 2013 |
Ayer Obama había mandando a Hezbollah y la Guardia Republicana iraní a matar a los obreros insurreccionados en Damasco… para el PTS eran luchas “interétnicas y religiosas” entre chiitas y sunnitas. Pedirle a un pequeñoburgués que distinga esencia de apariencia es como pedirle a un niño que baje una estrella.
Ese plan fracasó, la clase obrera resistió valientemente… en Damasco… y en el Líbano los trabajadores (¡horror: sunnitas!) se insurreccionaron contra las guardias pretorianas de Hezbollah, quemándoles las casas a todas las familias que velaban a estos asesinos que venían en cajones de madera después de intentar matar a los obreros en Damasco.
El ESL y los generales de Al Qaeda no combaten en Damasco, no controlan allí el levantamiento desesperado de masas hambrientas. Eso es lo que teme el imperialismo, que en esas manos caiga el arsenal pesado de Al Assad. Eso significaría que este armamento caiga en el corazón del proletariado sirio, uno de los más poderosos de Medio Oriente. Esa situación y el “asedio” de la revolución en la resistencia, de millones de hambrientos deambulando en Siria y en los campos de refugiados, buscando recuperar sus viviendas y su tierra, es lo que realmente teme el imperialismo. Es que éste, o avanza a consolidar su ofensiva contrarrevolucionaria en Siria, que Al Assad solo no puede garantizar, o se le puede escapar el triunfo de las manos, tanto si saca a Al Assad antes de tiempo como si le estalla una insurrección en Damasco.
La última palabra no está dicha. El imperialismo tienen un gran problema: el estado sionista de Israel no tiene poder de fuego, a riesgo de incendiar toda la región. Aquí no hay nada complejo. Ya está quedando claro que la burguesía no logrará en una sola batalla, en un solo triunfo contrarrevolucionario, parar una cadena de revoluciones que sacudió a todo el Magreb y Medio Oriente, desde el 2011. Y si hoy puede avanzar, es por la traición de las direcciones del proletariado internacional y por los pseudo-marxistas que chapotean en el fango de la Siria ensangrentada y son incapaces de distinguir y encontrar un solo camino que los lleve a la independencia de clase.
Insistimos, la guerra civil, como resistencia en Siria, a pesar y en contra de esta gente, hace temblar al imperialismo.
Como hablamos con gente que está muy lejos de todo campo de batalla, habría que informarles que esta vez, luego de reducir a escombros el 80% de los barrios obreros y populares de todas las ciudades de Siria, Al Assad bombardea con su aviación todos los campos de Siria y lo hace a mansalva. ¿Por qué? Para que 6 millones de explotados sin tierra y sin techo vuelvan a las ciudades a disciplinarse a los generales del ESL y del Frente al Nusra o de Al Assad o a retirarse nuevamente a los campos de refugiados fuera de Siria Esas son las masas en la resistencia, para las que estos políticos pequeñoburgueses no tienen una sola gota de programa para que las masas conquisten las condiciones para terminar con sus padecimientos y conquistar la victoria.
Al Assad bombardea para que los explotados huyan de Siria o se disciplinen en las ciudades al ESL… las masas están exhaustas pero resisten. La revolución está ensangrentada, cercada, pero resiste. En Damasco, la clase obrera entra en maniobras de insurrección a cada paso y amenaza con romper el corazón del ejército de Al Assad… estos pequeñoburgueses, como anuncian en sus discursos y en sus periódicos, le “dan el derecho a los obreros” a derrotar a Al Assad, pero no los apoyan ni los han apoyado ni un gramo para que en condiciones de resistencia o insurrección, la clase obrera tenga las mejores condiciones para vencer.
Hicieron una pomposa reunión “internacional” pero no votaron ninguna acción internacional para que pueda triunfar la insurrección obrera de Damasco, ni la heroica resistencia de la revolución siria… palabras. Porque en los hechos, por la traición de la dirección del proletariado mundial, aquí los únicos que tienen derecho son Obama, Putin, el Papa y Al Assad para masacrar a las masas de Siria y el FSM para cercar su heroica revolución.
Esto es “Ginebra II”. Este es el plan del imperialismo: liquidar todo vestigio de guerra civil de clases aún en la resistencia; libanizar Siria y; con todos los generales de todos los frentes, marchar a un gobierno de transición que asiente, bajo mando imperialista, el triunfo de la contrarrevolución, con o sin la cabeza de Al Assad y con las cañoneras yanquis como garantía. No es tan complejo.
La conquista de una política de independencia de clase en la revolución siria estaba y sigue estando, en última instancia, supeditada a la intervención misma del proletariado internacional.
El imperialismo y la burguesía volcaron a todos sus agentes para estrangular la revolución.
Todos tocaron distintos instrumentos en esta sinfonía para aplastar a la revolución siria en particular y escarmentar con ello a las masas de toda la región y a la clase obrera internacional por haberse atrevido a sublevarse por el pan.
El imperialismo, como vimos con el viaje de Obama en abril, mantuvo en silencio al monstruo sionista. Es que una intervención directa de este hubiera significado incendiar toda la región hasta Túnez.
Mientras el sionismo miraba para otro lado, el imperialismo utilizó a los Ayatollahs y a Hezbollah para contener la cadena de revoluciones para que no llegue a Damasco y para que estos masacraran en Qsair a mansalva, a las masas que resistieron.
Con la burguesía turca y de Qatar armó a ESL, bajo el mando de los viejos generales de Al Assad vestidos de “democráticos”.
Mandó al Frente al Nusra, desde Irak y Arabia Saudita, para canalizar al ala izquierda de la resistencia y legitimar el brutal desarme que le impuso a las masas, con el prestigio de haber “enfrentado” al imperialismo en Irak.
Putin, sostenido por Alemania, contuvo y contiene a Al Assad en los límites precisos para que actúe como perro guardián del sistema capitalista masacrando a las masas.
Todas las fracciones burguesas e imperialistas pretenden quedarse con un pedazo la riqueza de la nación siria. Ahora llegó el amo Obama y dice “yo reparto”, yo soy el dueño del botín. No es tan complejo.
Son todos unos cínicos. Si es aplastada la revolución, Siria será un nuevo Irak.
¿Quién falto a la cita? Por traición de su dirección, el proletariado internacional que no pudo llegar al campo de batalla.
La revolución fue puesta a la defensiva y en la resistencia por la “korniloveada” contrarrevolucionaria de Al Assad y la traición de la dirección del proletariado internacional que impidió que la clase obrera, como en la guerra civil española en los 30, intervenga con sus organizaciones de clase en esta guerra civil para hacer pesar los intereses del proletariado de forma independiente en la guerra contra Al Assad.
El stalinismo, las burguesías chiitas y bolivarianas hicieron marchas en todo el mundo apoyando a Al Assad y a Khadafy. Como hacen en sus países pusieron a los explotados a los pies de los verdugos de la clase obrera.
Ni una sola acción de masas o mínimamente de vanguardia fue organizada por estas corrientes que hoy se ufanan de tener centenares y casi un millón de votos en sus países. Le “dan el derecho” a los trabajadores de derribar a la dictadura de Al Assad pero ¿qué hicieron ellos durante estos años de masacre sobre los explotados para que triunfen los trabajadores y las masas y derroten a Al Assad? Digamos la verdad, lo que todo el mundo sabe, NADA.
Y ahora, desde sus balcones, bien lejos de las balas, nos dan el derecho, tal cual abogados, a derrotar a Al Assad. Lástima que en el camino quedó un genocidio de obreros, campesinos pobres y sus hijos. Jamás podrán hablar en nombre de ellos. Ya han perdido el derecho.
Lo que no dice la “izquierda de la izquierda” de esa cueva de bandidos del FSM es que cada triunfo de Al Assad fue acercando día a día la intervención de Obama en Siria, para quedarse con todo el botín.
Para impulsar toda política de independencia de clases, mínimamente, hay que llamar a las masas de las potencias imperialistas a parar la maquinaria de guerra y a organizar brigadas internacionales para combatir en Siria. Hay que reagrupar la revolución en la resistencia y preparar la contraofensiva.
Brigada León Sedov
Movimiento de Milicias Revolucionarias de Libia
Integrantes de la FLTI (Fracción Leninista Trotskysta Internacional)