11/6/2016

Siria-Hama

Los combatientes sirios presos en las mazmorras
del perro Bashar se amotinan una vez más y toman
de rehenes a los guardias y oficiales en lucha por su libertad

A principios de mayo el asesino más grande del siglo XXI, Bashar al Assad, anunció que algunos de los combatientes encerrados en la cárcel central de la ciudad de Hama debían ser llevados a Damasco para ser ejecutados, por el solo "delito" de haber "osado" participar en las movilizaciones en 2011 reclamando pan y libertad. Frente a este hecho, los 800 luchadores allí encerrados reaccionaron sublevándose y tomando de rehenes a todos los guardias.
Este hecho conmocionó a toda la resistencia y desde varios grupos se solidarizaron con sus hermanos presos en Hama, particularmente la brigada Ajnad al Sham, quienes le advirtieron al régimen que "se arrepentirían si llegaran a tocar a alguno de los presos".

Sin embargo, la ONU, por medio de sus organismos de "derechos humanos", intervino como "mediador" planteando que ha todo aquel que no tuviese una causa legal abierta se lo dejara en libertad. Asi dividió a los luchadores que se encontraban unidos en pleno control de la cárcel central de Hama, puesto que el 90% no tenía en aquel momento una causa legal, pero todos estaban insurreccionados defendiendo al 10% que sí la tenía y estaba a punto de ser trasladado para luego ser ejecutado.
Ante los fracasos de los intentos por retomar el control de la prisión utilizando las fuerzas de represión del régimen, Bashar se vio obligado a firmar el acuerdo. Sin embargo, fue todo parte de un gran engaño entre la ONU y el mismo Bashar, pues mientras el dictador firmaba el acuerdo, su aparato judicial le abría causas a la gran mayoría de los amotinados, y por eso terminaron saliendo efectivamente solo unos pocos, antes que las fuerzas de represión nuevamente cercaran la cárcel.

Así, este engaño quedó al descubierto. Los planes de Bashar de trasladar a los presos se reanudaron, esta vez en mayor cantidad. Esto llevó a que nuevamente se unificaran los presos en cada pabellón y se sublevaran con mas fuerza que nunca, tomando de rehenes esta vez inclusive a oficiales de alto mando de la policía asesina basharista.
La peor de las tragedias es que una enorme nube de silencio y desinformación rodeó a este último motín. Incluso la ONU y los organismos de derechos humanos desviaron su mirada, por lo que, hasta el día de hoy, es muy difícil saber que sucedió finalmente. Pero este cerco a los presos de Hama insurreccionados indudablemente deja al régimen en mejores condiciones para arrasar a sangre y fuego con todos ellos.

¡Libertad a los presos de Hama y a los 400.000 presos políticos de la revolución siria en las cárceles del régimen del perro Bashar!