10 de octubre de 2016
Bajo condiciones de miseria ya inaudita, las masas de Aleppo siguen resistiendo la terrible masacre del perro Bashar y Putin, con el visto bueno de Obama y Erdogan
¡Hay que poner en pie ya una red obrera internacional de apoyo efectivo
a la clase obrera y los oprimidos de Siria!
Tras duros bombardeos por la aviación genocida de Putin y la lacra basharista sobre las zonas rebeldes del Aleppo cercado, aun hoy las fuerzas mercenarias del perro Bashar al Assad se ven imposibilitadas de ganar terreno de manera significativa. Nuestros hermanos allí se encuentran resistiendo heroicamente defendiendo a sus familias, sus mujeres, sus niños y las pocas cosas que le quedan.
Aleppo hoy sufre intensos ataques con todo tipo de misiles, bombas de racimo, de fósforo blanco, gas clorhídrico. La aviación y fuego de artillería basharista, ruso, iraní están demoliendo los pocos edificios que quedan en pie. Se ha cortado el suministro de agua. Escasean los alimentos y lo poco que hay se vende a precios que nadie puede pagar. La gente continúa comiendo gracias a que no dudó en aprovisionarse lo más que pudo cuando se abrió un corredor a principios de agosto pasado, puesto que aprendió de Madaya y Zabadani. Temían una reimposición del cerco (que luego terminó sucediendo) y no querían morir por inanición.
En Aleppo solo quedan los desposeídos, los despojados, los que no tienen más que sus vidas y sus manos para trabajar. Los que contaban con los medios para dejar la ciudad, ya lo hicieron hace mucho tiempo. Los que hoy en día se encuentran cercados dentro de la ciudad sobreviven en los pisos de abajo de los edificios y casas, y en los sótanos, puesto que los pisos de más arriba son los más expuestos a los bombardeos. Putin lo sabe y por eso esa rata asesina genocida equipó sus aviones con misiles anti refugio (dotado con dos ojivas, primero explota una y le abre camino a una segunda que penetra más lejos). Los bombardeos de la aviación causan diariamente cientos de muertos. Es una verdadera operación exterminio contra las masas del Aleppo rebelde. Buscan reducir los escombros de esa ciudad a tan solo polvo.
Semejante saña es porque están intentando aplastar una revolución que aún sigue de pie y no se rinde. No están dispuestos a rendirse tras tanta sangre, tantas vidas que se dieron por la revolución. Las fuerzas basharistas no pueden tomar territorio. Solo avanzan por momentos cuando su aviación ataca, pero tiene que retroceder cuando las masas vuelven a por lo suyo. Es que son solo fuerzas mercenarias.
Por el otro lado, una feroz resistencia combate por defender sus casas. En los avances de la revolución, ante una burguesía basharista que huyó, sectores de las masas empobrecidas expropiaron casas (a pesar y encontra de los generales burgueses del esl) y bienes en donde se instalaron cuando sus hogares fueron destruidos por el ejército del perro. Identifican esas casas como sus conquistas, como el fruto de su lucha, como la supervivencia de su familia, y no aceptan ir a carpas de campos de refugiados en las fronteras. Defienden cada casa, cada localidad, cada barrio con sus vidas ante los mercenarios basharistas, iraníes y de Hezbollah que huyen despavoridos cuando las masas arremeten.
Para terminar de aplastar la revolución tienen que terminar de derrotar esta resistencia de masas; tienen que aplastar Aleppo, y como no pueden entrar, esto lo tienen que hacer demoliendo la ciudad. Las potencias imperialistas usan la masacre de Al Assad y la destrucción para ponerles una pistola en la sien a las masas y, posando de amigas, piden la rendición. EEUU ha lanzado un nuevo ultimátum desde la ONU exigiendo que las masas en Aleppo se rindan, y ofrecieron que sus diplomáticos sean escoltas y garantes de que los que entreguen las armas serán trasladados a un lugar seguro. Amenazan que si no lo aceptan, la masacre continuará. Y las masas se han negado a rendirse, pues saben bien que durante más de 5 años y medio la ONU, los yanquis, Francia, etc. miraron para otro lado y permitieron semejante masacre del perro Bashar, porque en realidad lo sostuvieron, porque eso es lo que estos carniceros imperialistas buscan: que la revolución sea terminada de ahogar en un baño de sangre.
Bashar se apertrecha. Los ayatollahs iraníes tienen en suelo sirio a su guardia de elite del ejército. Putin lo arma y lleva con sus aviones refuerza los bombardeos sobre las zonas rebeldes. Hezbollah llevó 15.000 mercenarios más desde el Líbano. Su dirigente –uno de los millonarios más ricos de todo Medio Oriente, Hasan Nasrallah- ha declarando abiertamente que “los terroristas son más peligrosos que el sionismo”, encubriendo así su pacto de sostenimiento del estado fascista israelí de ocupación de la nación palestina y su rol contrarrevolucionario en Siria. Nasrallah declaró lo que opinan todas las fuerzas contrarrevolucionarias sobre Siria: que la batalla de Aleppo es decisiva, puesto que un triunfo allí significaría un triunfo de la contrarrevolución y una derrota de Bashar allí significaría su derrota en Damasco.
A esto mismo avanzaban las masas en julio-agosto pasado. Volvieron a los métodos insurreccionales y con ellos habían roto el cerco. Buscaban terminar de liberar Aleppo y marchar a Damasco. Porque estaban todas las condiciones dadas para la caída del perro Bashar. Pero un frente único del ESL, Jabhat al Nusra (hoy llamado Jabhat al Fatah al Sham), Ahrar al Sham y todos los partidos ejército burgueses montados sobre los combates de las masas lo impidieron. Se pusieron al frente de tales combates, y por eso recuperaron una enorme autoridad para poder luego copar los frentes de batalla e impedir que las masas peleen con sus métodos. El ESL luego se retiró de Aleppo y se puso debajo de las órdenes directas de Turquía, que fue a “enfrentar al ISIS”. Jabhat al Fatah al Sham continuó, pero solo, sin dejar que nadie más entrara a la batalla. Así, la ofensiva se paró, Bashar retomó el cerco y las potencias imperialistas lanzaron su ultimátum. Así llegamos a la operación exterminio actual.
Cuando sucede todo esto, la izquierda reformista ha lanzado una nueva oleada de mentiras en sus “análisis” para intentar separar a las masas del mundo del Aleppo cercado, reflotando sus falsos argumentos de que en Siria no hay clase obrera, no hay una revolución, sino jihadistas, religiosos, tribus, clanes, terroristas, los yanquis contra los rusos… Puras palabras para llamar a que los explotados del mundo se queden de brazos cruzados ante semejante masacre.
Mientras, los que no se quedan de brazos cruzados son los stalinistas que hacen campaña y defienden activamente al fascista Bashar. Se encubren de “antifascistas” para justificar su genocidio. Brigadas europeas de los PC de Italia, España, Grecia, etc. han viajado a Siria a sostener a Al Assad. Le hacen propaganda vistiéndolo de rojo, justificándolo, diciendo que hay una invasión y terrorismo y esto es lo que Bashar estaría atacando junto con Putin. ¡Mentira! Ellos son los que han destruido las ciudades sirias con sus aviones, los que han masacrado a 600.000 obreros y campesinos pobres, los que han forzado a tener que vivir como refugiados al pueblo sirio.
Tantos aliados en el mundo, tantos falsos amigos de las masas sirias y la clase obrera mundial es lo que sostiene hoy a Al Assad y Putin y su masacre en Aleppo. Ya los kalashnikov que las masas arrancaron a las tropas basharistas cuando las derrotaron no les alcanzan para derribar los aviones que bombardean las zonas rebeldes. Parar la masacre no es solo una tarea interior siria. Se necesitan las fuerzas de la clase obrera mundial.
Ya se han puesto de pie los mineros rusos de la cuenca del Don. Han iniciado una enorme huelga, puesto que el carnicero Putin que masacra a las masas sirias a su vez no les pagaba el sueldo desde hacía un año y medio. Los aliados sirios están dentro de Rusia y enfrentan al dictador hambreador Putin.
Organizaciones obreras del mundo como los fabriles de La Paz o el Congreso Internacional realizado en México el pasado fin de semana, convocado por la combativa Central Nacional de Trabajadores de la Educación mexicana ya se han pronunciado. En numerosas ciudades del mundo se han ganado las calles y realizado protestas el pasado 1 de octubre, el llamado “día de furia por Aleppo”. ¡Hay que profundizar este camino!
Tenemos que poner en pie una red obrera internacional de apoyo efectivo a las masas sirias, para ganar las calles de todo el mundo, para enviar fondos, medicamentos, alimentos y voluntarios a la heroica resistencia siria que a pesar de 5 años y medio de masacre no se rinde y sigue luchando por el triunfo de la revolución.
¡Que todos los días sea un “día de furia por Aleppo” hasta parar la masacre!
¡Hay que romper el cerco a las masas sirias! ¡Necesitamos solidaridad y apoyo efectivo para derrotar al perro Bashar, Putin, Obama y todas las potencias imperialistas! Porque para parar la guerra hay que ganarla.
Los explotados del mundo tenemos un mismo enemigo. Tenemos que unificar nuestras filas para enfrentarlo.
Corresponsal |