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13-10-12
Nuevas embestidas de los explotados contra el gobierno y el régimen patronal, expropiadores de la heroica revolución tunecina
Mientras la burocracia de la UGTT sostiene a la burguesía en el poder…
¡Las luchas de la clase obrera y los explotados demuestran que la revolución está viva!
“Abajo el gobierno” y la “Asamblea Nacional” fraudulenta de los piratas imperialistas y los continuadores del régimen de Ben Alí
¡Hay que romper con la burguesía y echar a los traidores de las organizaciones de los trabajadores y de las masas en lucha!
¡Fuera la burocracia colaboracionista de la UGTT!
¡Huelga General Revolucionaria Ya!
¡Por un gran Congreso Obrero Nacional de delegados de los Comités de fábrica, los Comités de desocupados, los Comités de soldados rasos y los sindicatos combativos, en Sidi Bouzid!
¡Milicias obreras y populares, como nuestros hermanos de Libia y Siria, para aplastar a la casta de oficiales de la policía y del ejército!
¡Por un gobierno provisional revolucionario de las organizaciones obreras y de las masas en lucha, basado en los organismos de autodeterminación, democracia directa y armamento de los explotados!
l calor de la nueva oleada de combates antiimperialistas en toda la región, de la heroica lucha de los obreros de las minas Lonmin de Marikana en Sudáfrica y de la épica resistencia de masas en Siria, el proletariado revolucionario tunecino sigue peleando contra la patronal, su gobierno y estado.
Han pasado ya casi dos años del derrocamiento de la autocracia de Ben Alí. Casi dos años de luchas revolucionarias en todo Túnez contra los gobiernos que precedieron a la dictadura y vinieron por la expropiación de la revolución obrera y socialista que había comenzado. Casi dos años de aquella ¡CHISPA! que sublevo a las masas del Norte de África y Medio Oriente. Casi dos años de traiciones y puñaladas por la espalda de todas las direcciones traidoras a nivel nacional e internacional… y sin embargo la clase obrera y los explotados de Túnez continúan mostrándose como una fuente inagotable de energía y pasión revolucionaria.
Las incansables masas revolucionarias irrumpen nuevamente en escena
esde Sidi Bouzid, cuna de la revolución, las masas largaron los gritos de guerra y trazaron cuales son los nuevos objetivos a vencer: “Abajo el gobierno” del Enhada y la troika antiobrera y “Disolución de la Asamblea Nacional” fraudulenta surgida de la trampa electoral. Las ciudades de Sfax, Chihia, Kerkennah, Kasserine, Meknasi y Eddayer Sakiet se sumaron al combate con cortes de rutas, sentadas y huelgas generales. Obreros de las fábricas metalúrgicas y electrónicas, trabajadores estatales, obreros ferroviarios, trabajadores de las alimenticias, docentes y trabajadores de la salud, han salido al paro en más de una ocasión en los últimos 30 días. Los trabajadores y jóvenes desempleados no se han cansado de movilizarse y hacerle frente a la represión policial.
Este escenario de durísimas luchas está impulsado porque las demandas motoras de la revolución como “pan, trabajo y dignidad nacional” no han sido resueltas. Lejos de ello, el hambre, la inflación, la desocupación, los despidos, los cierres de fábricas, el sometimiento de Túnez a las potencias dominantes, la represión y el engaño de los políticos patronales que se enriquecieron con los años oscuros que reinaron el país con Ben Alí y el RDC, se ha visto agudizado cada vez más.
La trampa electoral de octubre del 2011 y la fraudulenta “Asamblea Nacional” vinieron a sacar a las masas de la lucha y a disolver sus organismos de auto organización y democracia directa. Por traición de las direcciones que la clase obrera tiene a su frente, la patronal pudo lograr este primer cometido.
Pero cuando creyeron tener todo bajo control, las masas irrumpieron en escena y volvieron a sembrar el “caos”, es decir el orden de los explotados. En lo que va del año, nuevos y superiores combates, como los descriptos renglones arriba, han aparecido en escena. En los últimos 10 días cayeron los gobiernos locales de Tatatouine y de Sidi Bouzid, derrotados ambos con huelgas generales, piquetes, movilizaciones de masas, combates en las calles contra la policía y ataque a la gobernación patronal. ¿Qué exigían? Lo que exige el 99% de los tunecinos: pan, trabajo, salario e independencia nacional. Ahora nuevos gobernadores han asumido con el discurso de que atenderán todas las solicitudes realizadas por los explotados. El pueblo no confía y ya ha anunciado que si no les dan lo que les pertenece, tanto “el gobierno de Masourki y Jebali, correrá la misma suerte que Ben Alí”.
Al unisonó y como parte de estos mismos combates, en la isla de Djerba decenas de oprimidos se encontraban realizando un piquete con el fin de impedir que nuevamente el gobierno nacional abra un viejo basurero, para que nunca más nadie vuelva a morir contaminado por los residuos tóxicos y sus pestes. “¿Por qué no abren los basureros en los barrios de los ricos?” Se protestaba de manera pacífica. No obstante, cientos de policías enviados por el gobierno comenzaron una salvaje represión. El piquete resistió como pudo. Hubo muchos heridos y detenidos. El número de policías superaba ampliamente a los manifestantes. No se había terminado la jornada que miles de explotados salieron a la calle y se dirigieron al lugar de los hechos. La aparente tranquilidad se rompió de inmediato. Trabajadores y pobladores arremetieron contra los uniformados. El pueblo desataba su furia. Se hizo un poco de justicia de clase: más de 50 policías fueron enviados al hospital, 20 vehículos de las fuerzas represivas y varios de sus camiones fueron destruidos, al mismo tiempo que la comisaria local ardía en llamas. La revolución se hacía presente, para apaciguarla un poco trajeron a varios centenares de Policías Antidisturbios, quienes rociaron con gases y balas el espacio de la batalla. El basurero permanece cerrado, los explotados hicieron retroceder a los gobernantes.
Como todo lector podrá darse cuenta, la cantidad de luchas de los obreros y explotados tunecinos pone al orden del día la tarea imperiosa de centralizar el combate. Para ello es necesario coordinar a todos los organismos de autodefensa y democracia directa que las masas se dieron para la lucha política, como los comités de fábrica, los comités de trabajadores desocupados, los piquetes, los “comités de protección de la revolución” barriales que aún permanecen de pie. Rebalsan las fuerzas para crear el doble poder armado de las masas y conquistar los comités de soldados rasos, comenzando por reagrupar a aquellos obreros y campesinos bajo armas que se negaron a reprimir a la revolución. Sobra ímpetu para recuperar la revolución -que la burguesa intenta expropiar- y llevarla a la victoria con una insurrección triunfante que imponga el poder de la clase obrera y las masas oprimidas sobre las ruinas del régimen de los explotadores.
El problema de la “crisis de dirección revolucionaria del proletariado”
se pone al rojo vivo en la revolución tunecina
l freno para que este potencial revolucionario de las masas no se desarrolle en toda su dimensión, es la sobreabundancia de direcciones traidoras que reinan en el movimiento obrero. Sí esta es la esencia de toda explicación del por qué las masas no se hacen del poder cuando lo tienen al alcance de su mano, en Túnez el problema carece de toda abstracción y misticismo, es tan palpable como absolutamente real: se llama TRAICIÓN de la burocracia de la UGTT con su llamado para el 16/10 a la jornada de “Diálogo Nacional”; y TRAICIÓN de las corrientes reformistas como los estalinistas y maoístas del PCOT (sostenido por los ex trotskistas del NPA de Francia) y su “Frente Popular” con la burguesía “progresista” y “democrática”.
En un artículo publicado en el diario Achourouk se indicó que “la UGTT se considera la parte más influyente que puede afectar directa e indirectamente el panorama político visto el poder de esta organización y la influencia que puede ejercer a través de sus estructuras y activistas”. Pero este “poder” que tiene la UGTT, la cual de 500.000 miembros que tenía antes de la revolución aumentó a los actuales 850.000 afiliados (una cifra importante si se tiene en cuenta que el país está compuesto por menos de 10 millones de habitantes), ha sido puesto al servicio de mantener a la burguesía en el poder. Los burócratas de la UGTT, monitoreados desde Washington por Obama, la Clinton y la AFL-CIO que acaba de entregarle en persona un premio al secretario general Abassi, actúan como verdaderos ministros sin cartera del régimen de la “Asamblea Nacional” fraudulenta. Ante la indomable clase obrera tunecina que se niega a ponerse de rodillas y todos los días sorprende protagonizando más enfrentamientos, esta burocracia de la UGTT hace hasta lo imposible para engañar a los trabajadores y que estos no impongan una huelga general revolucionaria, centralicen su combate y se pongan en posición de contraofensiva para dar un asalto político contra el poder de los explotadores.
En oposición a ello, para que los patrones sigan manteniendo el poder y manejando los resortes de su estado contra los explotados, la UGTT convoca este 16/10 a una jornada de “Dialogo Nacional” para que “todos los actores sociales puedan confluir” en paz y armonía.
¿A que se están refiriendo? A lo siguiente: Abassi, secretario general de la UGTT –cuyo comité ejecutivo, según el periódico francés Le Monde Diplomatique, está integrado por “la extrema izquierda”-, desde el mes de julio viene promulgando “la necesidad de unir los esfuerzos de los interlocutores sociales para encontrar soluciones radicales al problema de desempleo que, en particular, significa la revisión del modelo de desarrollo y mejora del rendimiento de las empresas económicas".
La podrida burocracia de la UGTT, viene de realizar una conferencia común con políticos patronales y burgueses de todo tipo de la “Unión Tunecina de Industria, Comercio y Artesanía (UTICA)”, en dicho evento le dijo a los obreros que la solución a sus problemas vendría si se “fomentaban las condiciones de prosperidad en los negocios, en el marco del respeto mutuo y la democracia”. “Desde la Unión General de Trabajadores Tunecinos esperamos que juntos, bajo una misma bandera de la mayoría gubernamental, los partidos de la oposición, así como los distintos actores de la sociedad, podamos armar un calendario para encontrar una solución a una crisis en la situación de la seguridad y la parálisis económica del estado y del país”. ¡Los burócratas de la UGTT son ministros sin cartera del régimen de la “Asamblea Nacional” fraudulenta!
En esta posición reformista se puede ver toda la injerencia de “la extrema izquierda” en la UGTT. Su ala estalinista y maoísta, encarnada en el PCOT (hoy llamado solamente Partido Obrero Tunecino), es la encargada de darle continuidad a la pseudo teoría del “bloque de las cuatro clases: trabajadores, campesinos, pequeños burgueses, y los capitalistas de orden nacional” que lideraba Mao Tse-Tung. Por eso, junto a los ex trotskistas de la Liga de la Izquierda Obrera (dirigidos desde Francia por el NPA) y a una decena de partidos del ala izquierda de la burguesía, acaban de proclamar el 07/10 en Palacio de Congresos la recreación del “Frente Popular” amalgamando a estalinistas. Cuyo programa no es más que una variante radical de la democracia burguesa, el cual es enemigo de atacar las bases estructurales, sociales, políticas, económicas y militares del régimen capitalista tunecino. Y claro, como no podía ser de otra manera, la burguesía (aunque sea su ala más “radical”) jamás llamaría a las masas para que expropie a su clase.
Trotsky, en su trabajo sobre la Revolución Española de los años ´30 del siglo pasado, hablaba de la siguiente manera sobre esta “unión de fuerzas progresistas” con la cual los estalinistas traicionaron el combate del proletariado: “Los teóricos del Frente Popular no van más allá de la primera regla de la aritmética: la suma. La suma de comunistas, socialistas, anarquistas y liberales es mayor que cada uno de sus términos. Sin embargo la aritmética no basta; hacen falta cuando menos conocimientos de mecánica. La ley del paralelogramo de fuerzas se verifica incluso en la política. La resultante es, como se sabe, tanto más pequeña cuanto más divergentes sean las fuerzas entre sí. Cuando los aliados políticos tiran en direcciones opuestas, la resultante es cero. El bloque de las diferentes agrupaciones políticas de la clase obrera es absolutamente necesario para resolver las tareas comunes. En ciertas circunstancias históricas, un bloque de este tipo es capaz de arrastrar a las masas pequeñoburguesas oprimidas, cuyos intereses están próximos al proletariado, ya que la fuerza común de este bloque resulta mucho mayor que las resultantes de las fuerzas que lo constituyen.
Por el contrario, la alianza del proletariado con la burguesía, cuyos intereses, actualmente, en las cuestiones fundamentales, forman un ángulo de 180 grados, no puede, en términos generales, sino paralizar la fuerza reivindicativa del proletariado”.
“¡No hicimos la revolución para seguir muriéndonos de hambre!”
¡Por un programa obrero de emergencia!
as amplias masas no quieren seguir soportando tantos padecimientos. Ellas han hecho su experiencia a pasos acelerados con el régimen de la “Asamblea Nacional” fraudulenta y hoy enfrentan a esta trampa. Lo que en situaciones “normales” se tarda años en aprender, bajo el fragor revolucionario lleva días, sino horas o minutos, en comprenderse. En Túnez, la clase obrera a partir de su propia experiencia ha ido madurando y tonificando sus músculos.
Para conquistar el pan, el trabajo y la independencia nacional, el proletariado acaudillando a la mayoría explotada de la nación oprimida debe luchar por imponer un programa obrero de emergencia que de salida a la crisis y libere a esta semicolonia de las cadenas que la atan al imperialismo: ¡Hay que expropiar, sin pago y bajo control obrero, todas las fábricas, bienes, propiedades y bancos del imperialismo y la burguesía cipaya!
¡Por una banca estatal única que les condone las deudas y les de créditos baratos a los pequeños comerciantes arruinados! ¡Fuera el FMI! ¡Abajo todos los tratados políticos, económicos y militares que atan la nación oprimida al imperialismo! ¡Por la nacionalización del comercio exterior!
¡Aumento de salarios ya para todos los trabajadores! ¡Trabajo para todos! ¡Por un turno más en todas las fábricas y establecimientos, reduciendo la jornada laboral para que entren a producir todas las manos disponibles! ¡Por la expropiación de todos los terratenientes para devolverle la tierra a los campesinos pobres!
¡Libertad a todos los presos políticos! ¡Tribunales obreros y populares para juzgar y castigar a todos los asesinos de los mártires de la clase obrera y los explotados!
¡Hay que imponer la ruptura de la UGTT y las organizaciones obreras con la burguesía!
No obstante, para hacer realidad sus sueños de pan, trabajo, libertad y dignidad nacional, derrotando a la burguesía, a su gobierno, a su régimen y a su estado y conquistando el poder en sus propias manos, los explotados tunecinos tienen una tarea preparatoria que cumplir: hay que expulsar a las burocracias y direcciones traidoras usurpadoras de la lucha revolucionaria de masas. ¡Fuera la burocracia colaboracionista de la UGTT! ¡Ruptura de todas las organizaciones obreras con toda sumisión a la burguesía y sus instituciones! ¡Huelga General Revolucionaria YA!
Hay que hacer sonar como propio el grito de los obreros de las minas de Sudáfrica de “12.500 Rands o matamos a los gerentes”. Esto deben votar todos los sindicatos, organizaciones obreras y de lucha de los trabajadores y explotados.
¡Por un gran Congreso Obrero Nacional de delegados de los Comités de fábrica, los Comités de desocupados, los Comités de soldados rasos y los sindicatos combativos, en Sidi Bouzid! ¡Milicias obreras y populares, como nuestros hermanos de Libia y Siria, para aplastar a la casta de oficiales de la policía y del ejército!
Como lo gritan en sus diarios combates, cientos de miles de explotados…
“¡el régimen debe caer!”
¡Abajo el gobierno de Marzouki, Jebali y la troika antiobrera y pro-imperialista! ¡Disolución de la “Asamblea Nacional” fraudulenta del imperialismo y los continuadores del régimen de Ben Alí!
¡Por un gobierno provisional revolucionario de las organizaciones obreras y de las masas en lucha, basado en los organismos de autodeterminación, democracia directa y armamento de los explotados! Este será el único gobierno capaz de resolver las tareas de garantizarle a los explotados el pan, el trabajo, el salario y la independencia nacional.
¡Por un programa internacional para unir a los obreros de Túnez con sus hermanos de clase de toda la región!
ue los obreros y explotados tunecinos conquisten el poder e impongan su República Obrera y Socialista -un millón de veces más democrática que la más democrática de las repúblicas burguesas-, será la mejor ayuda para las masas de todo el Norte de África y Medio Oriente. Sin embargo la clase obrera necesita conquistar un programa que unifique internacionalmente su combate. Es que ninguna de las demandas motoras de la revolución podrá conseguirse país por país, en su mayoría mono productores.
En Argelia está el gas para el funcionamiento de la industria y la tierra para sembrar el futuro alimento; en Túnez están los olivares, las aceiteras y una excelente mano de obra calificada que hoy se encuentra parada; en Libia está el oro negro llamado petróleo; en Egipto esta el batallón más concentrado de obreros de toda la región.
El imperialismo y sus bancos han estratificado su producción y el saqueo de materias primas en toda la región. De cada lugar se llevan lo que necesitan, destruyendo y hundiendo todo lo que no les sirva a sus intereses. Por ejemplo, ahí en Thala (Túnez) esta sin funcionar una de las más grandes cuencas de mármol de toda la región, la cual era la fuente de ingreso de 60.000 personas (en su mayoría obreros y pequeños comerciantes), porque los piratas imperialistas han decidido, según su conveniencia, no contar con este material. Por lo tanto un pueblo entero, no sin pelear y dar todo de sí para solucionar sus problemas y conquistar sus demandas de trabajo, libertad y dignidad nacional, se va hundiendo en la barbarie y la máxima humillación.
Para fundir en el internacionalismo proletario a la vanguardia del Norte de África y Medio Oriente, y recuperar así la génesis histórica de lucha de la clase obrera, hay que impedir que las masas sirias sigan siendo masacradas. Una vanguardia de miles de trabajadores tunecinos, que ya pelearon en Libia contra Khadafy, hoy lo hacen en Siria contra Al Assad. Esa es la bandera que deben levantar bien alto las organizaciones obreras y de lucha de los explotados. ¡Desde Túnez hay que reconocer a las milicias de Siria que enfrentan a Al-Assad como ejército beligerante y garantizarle, junto al envío de brigadas obreras internacionales, el abastecimiento de armamento, dinero, medicamentos y alimentos para que se rearme la resistencia!
¡Si Al Assad derrota a la revolución en Siria, la burguesía tunecina retomará confianza en sus fuerzas para preparar una masacre contra los trabajadores de su país!
¡Una sola clase, una sola revolución en toda la región! ¡Por la destrucción del estado sionista-fascistas de Israel! ¡Por una Federación de Repúblicas Obreras y Socialistas en todo el Norte de África y Medio Oriente!
No pueden quedar por fuera de esta lucha las fuerzas principales de los trabajadores. La clase obrera norteamericana debe imponer su impronta. Irrumpir en ayuda inmediata de sus hermanos de clase que combaten en el Norte de África y Medio Oriente, es la primer tarea y obligación que tienen por delante los obreros norteamericanos que vienen sufriendo un ataque despiadado por parte de los carniceros imperialistas y del gobierno de Obama. Como decía Karl Marx: “un pueblo que oprime a otro, jamás podrá liberarse a sí mismo”.
Los obreros europeos, también tienen la llave para el triunfo de los explotados de las semicolonias. Ellos deben ponerse en pie de lucha ya mismo y romper con la política de los burócratas sindicales y las direcciones reformistas que llamaron a los gobiernos imperialistas a “rectificar” y a “menguar” el duro ataque que largaron contra la clase obrera. ¡Hay que llevar la revolución al interior de la bestia imperialista! ¡Allí se definirá el futuro de la clase obrera mundial!
Julián Juárez
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