Compañeras y compañeros:
Desde la FLTI –Cuarta Internacional, saludamos este acto unitario, un paso adelante para reagrupar fuerzas por expulsar a las tropas invasoras de Putin, que hace 5 meses masacra a la clase obrera y al pueblo ucraniano.
¡Trabajadores de todo el mundo, unámonos para aplastar la guerra de Putin!
Viva el llamamiento de los obreros de Milán que 30 días atrás llamaron a la huelga general para derrotar a la OTAN y parar la masacre de Putin en Ucrania, al grito de: “¡Guerra a la guerra!”
Los internacionalistas llamamos a derrotar la ofensiva contrarrevolucionaria de Putin, que busca aplastar a la clase obrera ucraniana, desde el Donbass hasta Kiev, para imponer el mismo plan que el FMI.
Denunciamos que en esta guerra contra la nación Ucraniana, la están partiendo. Los yanquis con la OTAN, entregan a Ucrania a una guerra de masacre y partición, para que él pueda entrar a los negocios y el espacio vital de Europa, del que había quedado marginado por el eje imperialista franco-alemán.
La Europa imperialista amenazaba ya con quedarse con las enormes reservas de petróleo, gas, materias primas y controlando también ramas de producción clave de la “gran” Rusia. EEUU no podía permitir esto a riesgo de perder su hegemonía en el mercado mundial.
Los yanquis “han quedado ahora en la primera fila” en la lucha por Moscú, llevando al continente europeo y a sus potencias rivales a una brutal crisis energética, de aumento de los commodities, de los alimentos, con la inflación por las nubes.
El cierre del gasoducto “Nordstream 2” mostró que por ahora las potencias imperialistas europeas se han subordinado a la ofensiva yanqui y la OTAN.
A estas disputas inter-imperialistas, por los nuevos mercados de Rusia y de la China, las pagan las masas con masacres como en Ucrania y antes en Siria y en Medio Oriente, por ejemplo. Mientras los capitalistas hacen fabulosos negocios con la guerra, vendiendo armas, inflando el precio de los granos para que Cargill, Monsanto y demás cerealeras imperialistas se lleven superganancias. Lo mismo pasa con el precio del gas y los combustibles.
Quieren imponerle a los obreros de Ucrania la alternativa de: o quedarse en las brasas ardientes de la Unión Europea o ir al aceite hirviendo de la “gran” Rusia, aplastada por la bota de Putin. Bajo el control de Moscú o de la OTAN, Ucrania será una colonia tutelada.
Mientras tanto Zelensky decretó que los capitalistas pueden despedir a su antojo, sin indemnización a sus obreros, y no pagarles el salario. Mientras en el Donbass, que se encuentra ya bajo el mando de las tropas rusas, siguen despidos de millares de mineros y cierres de minas, como exige el FMI.
El stalinismo y sectores de los renegados del marxismo se han “subido a los tanques de Putin” y apoyado su invasión contrarrevolucionaria a Ucrania. Hacen pasar a uno de los más grandes enemigos de la clase obrera, como su aliado. La excusa es que Putin enfrenta al imperialismo yanqui y que estaría invadiendo Ucrania para aplastar al fascismo”. Mentira. Putin aplastó en febrero una huelga general revolucionaria de los obreros de Kazajistán que se habían sublevado contra el saqueo y la brutal explotación de las transnacionales, acción que Biden saludó. Antes, en Bielorrusia aplastó a los obreros que, en lucha política y grandes huelgas, buscaban derrotar al gobierno aliado de Lukashenko. Mientras le cuida los negocios a las empresas imperialistas en el Cáucaso.
La izquierda pro-stalinista se declara “enemiga de la OTAN”. Mentira. Ellos, junto a Podemos y el PSOE del Estado Español están en el mismo gobierno tutelado por la monarquía de los borbones. En Madrid se juntó la OTAN, donde stalinistas, socialdemócratas y demás traidores fueron sus anfitriones. Y en Francia, Italia, Grecia, Portugal y la misma España, los stalinistas controlan los sindicatos más poderosos e impiden que la clase obrera haga acciones y ganen las calles en defensa de sus hermanos ucranianos. Los stalinistas sostienen a los regímenes de la Europa imperialista de Maastricht, todos integrantes de la OTAN.
La izquierda stalinista dice estar contra la OTAN, pero ayer llamó a apoyar a Biden con la excusa de que apoyaban “la democracia” contra “el fascismo” de Trump: pero Biden es el comandante en jefe de la OTAN y del gobierno yanqui y desde el FMI, impone los peores planes de saqueo del mundo semicolonial.
Mientras tanto, una izquierda pro-socialdemócrata y pro-imperialista pregona que de la mano de la OTAN y de los “imperialismos democráticos” las masas conseguirán las armas para derrotar a Putin. Esta política la impulsan los “anticapitalistas” de Europa, que tratan a la OTAN como si fueran tropas de liberación y no de sometimiento y opresión.
En Ucrania, para derrotar la invasión rusa hay que recomponer la unidad de la clase obrera para que esta tome la dirección militar de la guerra contra toda opresión nacional. Solo con una clase obrera unida podrá Ucrania vencer la invasión de Putin y frenar a la OTAN y el saqueo del FMI. ¡Fuera Putin y las tropas invasoras! ¡Fuera el FMI! ¡Fuera el imperialismo!
La unidad de la clase obrera ucraniana, dirigiendo el combate contra el carnicero Putin, despertaría el entusiasmo y conquistaría el apoyo de la clase obrera europea. Desde Ucrania, un comando obrero militar de la guerra incitaría a decenas de millones de explotados de Rusia a sublevarse contra Putin y le cerraría el camino a la “paz de los cementerios” y de partición de Ucrania.
Los marxistas revolucionarios tenemos el programa y la estrategia para vencer, heredados del combate de los bolcheviques, la III Internacional y de Trotsky contra la lacra stalinista. ¡POR UNA UCRANIA SOVIÉTICA E INDEPENDIENTE!
Esta sería un bastión de la lucha por la restauración de la dictadura del proletariado bajo formas revolucionarias, sin stalinistas ni traidores, en todos los territorios de la ex URSS, como un eslabón decisivo de la lucha por los Estados Unidos Socialistas de Europa. La clase obrera no ha sido derrotada. La alternativa es y sigue siendo: “socialismo o guerra”.
Recientemente fueron detenidos los dirigentes de los sindicatos SiCobas y USB de Milán, Italia, que son los que pusieron la moción de: “guerra a la guerra en toda Europa y por la huelga general”.
¡Libertad ya a Aldo, Arafat, Carlo, Bruno, Fisal, Issa, Riadh y Roberto, de los sindicatos combativos italianos!
El sindicalismo combativo del Estado Español ha salido en defensa de los compañeros italianos, en una muestra de internacionalismo proletario. La Red Sindical Internacional de Solidaridad y luchas ya ha adherido. Ellos agrupan a decenas de centrales sindicales y sindicatos en Europa y el mundo, con la Conlutas braslileña, la Solidaires francesa, la CGT española, a la cabeza. Que llamen a coordinar todas las fuerzas para que irrumpa con acciones en las calles el proletariado europeo, que paralice y derrote la maquinaria de guerra de Putin y llame a combatir a la OTAN y Maastricht: ¡Huelga general en Europa ya!
Llamemos a los sindicatos como la UF Haedo, el SUTNA, las sindicatos docentes de oposición, los frigoríficos, las comisiones internas, etc., dirigidas por las corrientes de izquierda y el sindicalismo combativo, en argentina y en todo el continente, a que encabecen acciones internacionalistas en las calles, para enfrentar al imperialismo yanqui junto a los trabajadores y el pueblo ucraniano, y así también enfrentar la recolonización de nuestro país y América Latina.
¡Hay que derrotar la invasión de Putin! ¡Hay que desarmar a la OTAN! ¡Por una Ucrania Soviética e independiente! ¡Por los estado unidos socialistas de Europa! |