25 de enero de 2022
Ucrania: negociación armada
y tambores de guerra
Movilización de tropas de la OTAN y de Rusia en Europa
Como ayer en Vietnam e Irak…
La guerra se para con la sublevación revolucionaria de la clase obrera ucraniana, de toda Europa y de EEUU
La prensa burguesa imperialista se ha llenado de noticias sobre movimientos militares en el Mediterráneo, en el Glacis, en el Báltico, en la frontera de Rusia con Ucrania… Suenan ya tambores de guerra.
Hoy estamos frente a una negociación armada. EEUU quiere quedarse con toda Ucrania, sin compartirla con Rusia y Putin. La “guerra” será para aplastar al proletariado ucraniano para que se asesinen entre sí los obreros de Kiev y del Donbass. A un sector del movimiento obrero buscan utilizarlo al servicio de la OTAN... y al otro al servicio de la “gran Rusia”. Esta guerra no la pelearán ni los generales ni los estados mayores de las burguesías imperialistas que se reparte el botín junto al fascista Putin.
Llama la atención cómo la izquierda "especialista en guerras" oculta que será la clase obrera la que morirá en el frente de batalla. También esconden que la disputa es por la colonización directa de Ucrania a manos del imperialismo o bien, para que los negocios de estos sigan siendo custodiados por su guardián Putin y pueda abrirse el Nordstream II para que el gas vaya desde Rusia directo a Alemania, manteniendo el status quo actual o con Putin reducido en sus funciones.
Las potencias imperialistas han comenzado las disputas por el botín del ’89.
EEUU se ha lanzado con la OTAN a romper el “espacio vital” del eje franco-alemán en el Glacis y en los países europeos de la ex URSS. Este es el doble carácter de la crisis y los choques actuales.
Sobran potencias imperialistas. El mercado mundial se ha achicado.
La pelea estratégica de las potencias imperialistas en bancarrota y crisis es por semicolonizar a China y Rusia o volverlas totalmente dependiente de ellas en la economía mundial. Hoy este proceso está dando un salto con el imperialismo yendo ya directamente por las ex repúblicas soviéticas que hoy, en lo que respecta a sus fuerzas productivas, están en manos de las transnacionales imperialistas. ¿Putin? A cuidar los negocios imperialistas en Eurasia
EEUU quiere ahora quedarse también con el Glacis, encerrar a Alemania y arrinconar a Rusia… Ese es el juego de las potencias imperialistas que lo harán con la sangre obrera de Ucrania y toda Europa. Esto le permitirá también asentar su control de Estonia, Lituania, Letonia, Bielorrusia, Ucrania e inclusive en el Cáucaso, en Georgia y Azerbaiyán, donde junto a Turquía, se robaron con la British Petroleum todo el petróleo del Mar Caspio, no sin antes recibir una colaboración estrecha de Putin. Por eso él hoy sorprendido, se pregunta “¿por qué me atacan?”.
Ucrania debe ser para Biden, el dueño del gas.
El Nordstream II, bajo estas condiciones, ha quedado paralizado. ¿Alemania? Debe comprar, como ya lo está haciendo, gas envasado de EEUU pagando un precio superior al que lo hace con las importaciones directas de Rusia.
En el medio del marasmo y de la crisis económica mundial, el imperialismo angloyanqui busca poner las “cosas en su lugar”. Ellos fueron los vencederos de la última guerra mundial, y no Alemania. Y ellos fueron con Reagan y Thatcher, y antes con Nixon, los que encabezaron la restauración del capitalismo en la ex URSS y en China.
El imperialismo yanqui en bancarrota no dejará su control del mercado mundial sin guerras ni permitirá que otras potencias ocupen su lugar… Para ello fue el vencedor de la Segunda Guerra Mundial, no sin antes tirar algunas bombas atómicas.
El que cree que sin guerras pueden surgir imperialismos que se disputen el mercado mundial, hace rato que se ha pasado al campo del reformismo, pues niega que el mercado mundial es controlado con parasitismo y guerras de disputas por las zonas de influencia.
En manos de la clase obrera ucraniana, europea y norteamericana en particular, está detener rápidamente estas amenazas de guerra e impedir todo proceso de colonización de Ucrania, que hoy es disputada por las potencias imperialistas.
Mientras Alemania busca mantener el status quo de su relación con Rusia, Francia envía tropas militares propias a Bulgaria y a Rumania a defender a sus grandes transnacionales instaladas allí. ¿La OTAN? “Bien, gracias”, anuncia Macron.
A la guerra se la para no con clamores vacíos y huecos sobre la paz ni apoyando el status quo de sometimiento del este europeo a las potencias imperialistas de Maastricht, sino luchando con el método de la clase obrera y la revolución socialista. Así se para, se boicotea y se desarma la maquinaria de guerra imperialista y del carnicero Putin, guardián de los negocios de los capitalista en toda Eurasia.
Bastaría la centralización del combate de todas las organizaciones obreras de Europa, organizando a los millones de migrantes, junto a los sindicatos de portuarios, ferroviarios, trabajadores del transporte, de los aeropuertos, de las fábricas de armas, para preparar una lucha decisiva para que no se embarque ni se pueda mover ni un solo barco de la OTAN y tampoco de las tropas rusas que ocupan Crimea y el Donbass.
Con el método de la huelga general revolucionaria en toda Europa, con la unidad de la clase obrera del este y del occidente europeo para parar la maquinaria de guerra, se crearían las mejores condiciones para reconquistar la unidad del proletariado ucraniano que arrasó con el gobierno de Yanukovich, el agente del FMI y socio de Putin. Este es el camino para derrotar los planes de la OTAN, del imperialismo y de sus socios, los oligarcas y asesinos de Moscú que como vemos en Ucrania, comienzan a entrar en desgracia, tal como ayer se demostró también en Kazajistán a manos de las masas.
La primera medida en Ucrania es expropiar sin pago todas las empresas imperialistas de gas, los gasoductos, los bancos, a los 6 magnates oligarcas de Wall Street y testaferros de Putin y al mandamás de los capitalistas y empresarios ucranianos que es Biden, el barón del gas. Todos ellos controlan la economía ucraniana a costa del hambre y la miseria de uno de los proletariados más sacrificados y explotados del continente.
La tarea del momento es recuperar Crimea y poner en pie comités de soldados rojos y una milicia obrera en toda Ucrania, armando a todo el pueblo y desarmando a las tropas fascistas de Kiev y a los mercenarios de Putin.
Ayer la clase obrera norteamericana que desde Oakland se negaba a cargar los barcos con pertrechos de guerra a Irak, mientras se realizaba la “marcha del millón contra la guerra”, fue la que comenzó a atarle las manos a Washington para profundizar sus “guerras del petróleo” en Medio Oriente. El proletariado norteamericano fue el factor decisivo que impuso la retirada yanqui de Irak, mientras que en Europa el grito de “Ustedes hacen la guerra, nosotros ponemos los muertos”, llevó a la Huelga General en todo el Estado Español.
“Esta es vuestra guerra y no permitiremos que los muertos los ponga la clase obrera ucraniana y europea”, es el grito que debe tronar en todo el proletariado desde las estepas rusas hasta Portugal.
A la clase obrera europea y norteamericana le va la vida en colocarse a la cabeza de la lucha de la clase obrera ucrania. Si la OTAN, Putin o el eje franco-alemán se fortalecen, sus gobiernos tendrán un millón de veces más fortaleza para arrebatarles todas las conquistas a sus propias clases obreras.
El apoyo a los obreros de Kazajistán sublevados contra el imperialismo y el gobierno títere de Moscú, pasa a ser una tarea de vida o muerte para abrir el camino a la lucha del proletariado ruso para derrotar al gobierno fascista de Putin y sus centurias negras. Allí fueron asesinados centenares de obreros sublevados, mientras miles de ellos están en las cárceles sangrientas del gobierno contrarrevolucionario de ese país, bajo las órdenes de Putin, defendiéndole los pozos de petróleo a la British Petroleum, a la Exxon y a la Shell y los negocios de la gran acería francesa, la ArcelorMittal.
El imperialismo inglés puede avanzar con la OTAN en nuevas aventuras porque los traidores de las burocracias de las Trade Union, el Partido Laborista, el stalinismo y sus secuaces, los renegados del trotskismo, impusieron la demanda de “trabajo inglés para los ingleses”, dividiendo las filas obreras y enfrentando a todo el movimiento de migrantes.
Mientras tanto, la “Nueva Izquierda” europea desde hace años, como lacayos del imperialismo franco-alemán, vienen luchando por lo que llaman el “Plan B”: la “democratización” de Maastricht, como si a un león se le pudiera sacar los dientes con la mano para que no se coma a un ciervo. Miserables. No se puede “democratizar” Maastricht sin destruir a la OTAN, a la Legión Extranjera francesa y a las tropas de los Borbones que invadieron Catalunya y hoy rápidamente van a colocarse como buenos alumnos al frente de las amenazas de choques militares que impulsa el imperialismo angloyanqui.
Por su parte, EEUU puede avanzar gracias al stalinismo, la ISO, los llamados “Anticapitalistas” y demás renegados del trotskismo y la IV Internacional que corrieron a apoyar al multimillonario Sanders, el ala izquierda burguesa de los piratas imperialistas del Partido Demócrata, que terminó llevando a la clase obrera a los pies de Biden, que ahora es quien encabeza las acciones militares de la OTAN para aplastar en Ucrania. Así terminó la aventura del “frente democrático anti-Trump” que pregonaba la “Nueva Izquierda” para sacar a las masas de EEUU de las calles.
Estas disputas ínter-imperialistas ya se extendieron también a todo el planeta. El pacto del imperialismo angloyanqui para sacarle a Francia el negocio de la construcción de más de 15 submarinos para Australia, es un indicio de que están reagrupando fuerzas en el Pacífico para, junto a Japón, profundizar el cerco a China.
Mientras tanto, EEUU dejó en América Latina a gobiernos burgueses de “izquierda” y de colaboración de clases para que saquen a las heroicas masas latinoamericanas del combate revolucionario y le mantengan la “paz social” en su “patio trasero”, a la vez que con el embargo buscan que como “limones exprimidos” sea la nueva burguesía stalinista cubana la que aplique los peores planes contra la clase obrera hambrienta y sublevada de la isla. Así los yanquis pueden ir a ofensivas superiores en el Atlántico y el Pacífico.
El combate por una irrupción independiente de la clase obrera para ponerse de pie de guerra en contra de las guerras contrarrevolucionarias, las ofensivas coloniales y el ataque a todas las conquistas obreras, solo se podrá conseguir rompiendo con la pérfida política de colaboración de clases de apoyo a burgueses “progresistas”, que solo significa someter al proletariado a sus verdugos y le impide unir sus fuerzas a nivel internacional para combatir al imperialismo. De ello se trata nuestra lucha por refundar la IV Internacional y por poner en pie un polo revolucionario de la clase obrera mundial que rápidamente podría reagrupar sus fuerzas con una política principista y revolucionaria frente a la guerra, combatiendo bajo las banderas de la revolución socialista internacional.
El imperialismo intenta salir de su crisis y bancarrota. Y lo hará, como lo está haciendo: redoblando la explotación de la clase obrera de los países centrales y profundizando la recolonización de todo el mundo semicolonial, mientras se disputan a dentelladas las zonas de influencia que están en cuestión.
¡Por la destrucción de la OTAN!
¡Hay que boicotear la maquinaria de guerra imperialista!
¡Fuera el asesino Putin y sus tropas de Crimea y toda Ucrania!
¡Abajo el gobierno de Kiev, hambreador y asesino de la clase obrera!
¡Por la unidad de la clase obrera ucraniana para que esta nación conquiste nuevamente, como lo hizo bajo las banderas de la III Internacional de Lenin y Trotsky, la Ucrania obrera, soviética e independiente!
¡Fuera las tropas y bases militares rusas de Kazajistán y toda Eurasia!
¡Fuera el fascista Putin de Siria, donde masacra a cuenta del imperialismo junto a Al Assad, a las masas empobrecidas y martirizadas de ese país con un verdadero genocidio! A la masacre en Siria, Rusia la organiza desde la Conferencia de Ginebra junto a los yanquis, el sionismo y los miserables de la burguesía sunnita que entregaron la revolución desde adentro.
¡Fuera Turquía, la British Petroleum y las bases militares rusas del Cáucaso!
¡Basta de saqueo imperialista franco-alemán del Glacis europeo!
¡Abajo el Maastricht imperialista!
¡Paso al combate de las masas del este por la restauración de la dictadura del proletariado bajo formas revolucionarias en los ex estados obreros!
¡Fuera Biden y el establishment de Wall Street, los más grandes piratas y asesinos de los pueblos oprimidos del mundo y enemigos de la clase obrera norteamericana!
¡Paremos la guerra! ¡Huelga General revolucionaria europea!
¡Por los Estados Unidos Socialistas de Europa!
Socialismo o guerra y barbarie, es la alternativa que está a la orden del día en los cambiantes acontecimientos internacionales.
Comité Redactor de "El Organizador Obrero Internacional"
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