04/06/2018
Venezuela y las elecciones: una farsa más de la “revolución” bolivariana
Con 56% de abstención, la boliburguesía pierde su base social entre las masas explotadas…
El 20 de mayo, Maduro y la boliburguesía, mediante la convocatoria hecha por la Constituyente fantoche, llevaron a cabo la farsa electoral con la que buscan continuar dirigiendo su gobierno servil al imperialismo, sus superbancos, como el Goldman Sachs, y sus transnacionales como las petroleras Chevron y Conoco Philips, y de la Golden Reserve, saqueadora del Arco Minero del Orinoco.
El Consejo Nacional Electoral, emitió su boletín con los resultados de esta farsa: una participación del 46%. El CNE omitió mencionar la abstención del 54%, la cual es alta para unas presidenciales en Venezuela ya que, por ejemplo, en las últimas celebradas en 2013, acudió a las urnas casi el 80% del censo.
Así, según este boletín, Maduro habría obtenido el 67% de los votos. Pero teniendo en cuenta la abstención, los votos obtenidos representan un 30,8% del total de electores registrados.
Mientras que de los otros candidatos: Henri Falcón obtuvo 21% de los votos, Javier Bertucci 11% y Reinaldo Quijada 1%.
Los bolivarianos buscan afianzarse como socios menores del imperialismo apropiándose las migajas que se caen del saqueo, por encima de la otra fracción burguesa de la vieja oligarquía –tan servil y proimperialista como Maduro- agrupada en la MUD. Es que la de Maduro y sus generales hablando de “golpe de Estado de la derecha”, por un lado, y por el otro lado la MUD hablando de “democracia” y “restaurar el orden constitucional”, no son más que dos pandillas en rivalidad por definir quién le entrega el país a los parásitos del capital financiero internacional mediante el pago continuo e íntegro de la fraudulenta deuda externa a Wall Street, así como el saqueo de los recursos naturales.
Mientras la MUD llama a la abstención, Maduro monta una farsa con candidatos a su medida
Ampliamente rechazado por las masas, el esbirro hambreador Maduro obtuvo más de 40% de diferencia sobre el segundo “candidato”. ¿Cómo sucedió?
Por un lado, los burgueses de la MUD no toleran quedar como segundones en el reparto de negocios con el imperialismo y al no poder competir electoralmente con las reglas de Maduro y sus generales, llamaron a la abstención, también de manera oportunista porque sabían que la absoluta mayoría de las masas hambreadas y sometidas a la barbarie no tenían intención de votar, no porque lo llamara la MUD sino por la ausencia de una alternativa de la clase trabajadora.
Por otro lado, el gobierno de Maduro armó una mentira para seguir sosteniéndose sobre las bayonetas de su nueva fracción burguesa de generales, ligada por múltiples lazos económicos al imperialismo mundial. Una farsa electoral con otros tres candidatos a su medida que, o venían de las entrañas del chavismo como Henri Falcón, ex gobernador bolivariano del Estado Lara, así como Reinaldo Quijada del chavismo “crítico” -apoyado por Marea Socialista-, o como Javier Bertucci que no viene directamente del partido gobernante pero mantiene negocios de exportación de combustibles con los militares que administran PDVSA.
Se presentó Maduro con estos “candidatos” que compartían su mismo programa (y el de la MUD) de pagar la deuda externa, entregar más los recursos del país y aplicar mayores ajustes contra el pueblo. Por eso ocurrió con Maduro en Venezuela un caso semejante a la estafa electoral de marzo pasado, en Rusia, donde los 7 candidatos que acompañaron a Putin podrían haber sido perfectamente integrantes de una papeleta electoral común. Del mismo modo, bien podía Maduro haberse postulado junto a estos 3 candidatos con una misma tarjeta electoral ya que, respecto a los intereses de los trabajadores son todos lo mismo, pero era el Maduro auténtico quien podía recibir los votos. Así ya el resultado se conocía de antemano. Una verdadera farsa.
El alimento: un chantaje contra las masas para obligarlas a votar
Sin embargo, a pesar del montaje de las candidaturas de Maduro, se preveía que la abstención sería alta. Es por ello que, contra quien no votara, el gobierno chantajeó, por un lado, con amenazas de despidos en las empresas estatales y el sector público, y por otro lado, con amenazas de exclusión del reparto de las bolsas de alimentos de los que casi todos dependen, ya sea que estén empleados o desempleados porque de todas formas ningún sueldo ni salario alcanza para cubrir los gastos de alimentación ni de una sola persona, mucho menos una familia entera.
Para evitar que se manifestara el rechazo de los trabajadores contra este chantaje, el CNE elimino la posibilidad del voto nulo (votar por ninguno de los candidatos).
Por otra parte, Maduro ofreció demagógicamente un bono equivalente a diez salarios mínimos, para todo aquel que votase. “Oferta” esta que la mayoría de los trabajadores sabían que Maduro no cumpliría y que, por supuesto, no cumplió.
Los bolivarianos procuran quedarse después de haber hecho el trabajo sucio para el imperialismo
Así, estos bolivarianos esbirros, después de haber aplastado, hasta ahora, los numerosos intentos de las masas hambrientas de buscar el pan donde está acaparado por las grandes cadenas de comercialización de la de la vieja oligarquía y en los depósitos de los generales acaparadores, pretende afianzarse mediante su farsa electoral y seguir garantizando estabilidad para que la burguesía imperialista y sus socios menores locales continúen con sus negocios, imponiendo la catástrofe económica y social contra los trabajadores, manteniéndolos en una hambruna nunca vista en Venezuela y en el colapso de todos los servicios públicos. Es decir, mantener a la clase trabajadora en la barbarie y aplastarla a sangre y fuego si se rebela. Por algo Maduro y sus generales son amigos del genocida Al Assad quien le mandó su felicitación, así como Putin el gendarme de los pueblos oprimidos de Eurasia, y también el régimen de los Ayatolas, todos asesinos de las masas sirias a cuenta del imperialismo.
Es que los “bolivarianos”, después de expropiar la lucha anti-imperialista de las grandes masas explotadas y oprimidas de América Latina, hoy son agentes de los yanquis para que retomar el control de lo que consideran su “patio trasero”. Como en Cuba, donde después de restaurar el capitalismo mediante su pacto con Obama y Chávez, los Castro han puesto a ondear la bandera yanqui en La Habana y se apresuran por hacer negocios, para lo cual se quitan el verde olivo y las medallas cambiándolos por traje y corbata.
A diferencia de las mentiras que agita el castrismo-estalinismo para engañar a los trabajadores del mundo acerca del supuesto carácter anti-imperialista de los “bolivarianos”, estos se esmeran en demostrar que no les preocupa el hambre y martirio del pueblo pobre, sino que su prioridad es cumplir a sus amos de la banca mundial como, por ejemplo, hacen Ortega en Nicaragua y Morales en Bolivia, aplicando la flexibilización laboral y reduciendo los presupuestos de salud, educación, para pagarle al FMI, con lo que demuestran que nunca fueron más que un rodeo para volver a Wall Street y que pueden ser tan efectivos para la “labor” lacayuna, como lo son los Macri, los Piñera, Santos o Peña Nieto.
Para comer, no hay otro camino: romper con el imperialismo y expropiar a los capitalistas
Hoy más que nunca se confirma que, para poder comer, los trabajadores venezolanos necesitan hacer la revolución socialista, expropiando sin pago las trasnacionales imperialistas, los bancos, las fábricas, las cadenas de supermercados y las tierras de la oligarquía. Para ello hay que derrotar y destruir a las Fuerzas Armadas burguesas que garantizan el saqueo de la nación.
Ni la MUD, ni Trump y sus gobiernos burgueses del “Grupo de Lima”, son aliados de las hambreadas masas venezolanas. Sus verdaderos aliados son los trabajadores del continente como los que hoy luchan contra los planes de ajuste y flexibilización laboral en Argentina y en Brasil, los mineros de Bolivia y los trabajadores inmigrantes y afroamericanos de Estados Unidos.
¡Fuera Maduro! ¡Fuera la MUD! ¡Fuera el imperialismo!
¡No al pago de la deuda externa!
¡Fuera las trasnacionales petroleras y mineras! ¡PDVSA 100% estatal, bajo control obrero!
¡Expropiación sin pago de toda la banca, Fedecamaras y las grandes cadenas de supermercados!
¡Expropiación sin pago de las tierras acaparadas por la oligarquía, y ponerlas a producir!
¡Disolución inmediata de la Guardia Nacional Bolivariana y la Policía Nacional Bolivariana!
¡Hay que desarmar a los generales de la boliburguesía que garantizan los negocios de los ricos sobre el hambre del pueblo! ¡Comités de soldados rasos que desconozcan y detengan a los oficiales asesinos!
Como dijeron los comuneros de París: ¡El que tiene armas, tiene el pan! ¡Un fusil a cada trabajador y a cada campesino! ¡Comités de autodefensa de los trabajadores para defendernos de la represión de los generales hambreadores y asesinos!
¡Por un gobierno obrero y popular basado en los organismos de auto-organización de las masas armadas para conquistar la verdadera independencia nacional y convertir a Venezuela en bastión de la revolución socialista latinoamericana!
¡Fuera el imperialismo de América Latina! ¡Fuera el castrismo restaurador del capitalismo en Cuba!
¡Paso al internacionalismo proletario! ¡Por la lucha unificada con los trabajadores de todo el continente!
¡Por los Estados Unidos Socialistas desde Alaska hasta Tierra del Fuego!
El pacto Maduro-Trump: liberar a los políticos de la MUD y dejar presos a los luchadores obreros
Trump y la MUD han “denunciado” que el gobierno de Maduro mantiene presos políticos en Venezuela y presionan para su liberación. Se trata de dirigentes de la MUD. Maduro los libera como parte de la negociación a la que llaman “diálogo”. Pero la MUD no defendió ni defiende casos como los de los trabajadores de la ensambladora automotriz Civetchi, que fueron procesados por intentar conformar un sindicato y defender sus derechos contra la flexibilización laboral; o como Rodney Álvarez que está en las mazmorras del régimen mediante cargos falsos, solo por participar en una asamblea obrera en el portón de Ferrominera. Estos casos no los menciona la MUD ni Trump porque, al igual que Maduro, están de acuerdo en dejar presos a los luchadores obreros que son los verdaderos presos políticos del régimen. |
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Maduro y la boliburguesía: le pagan la fraudulenta deuda a la banca imperialista y matan de hambre al pueblo
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