Al gobierno de Maduro y la boliburguesía no le es suficiente con haber llevado Venezuela a la bancarrota e impuesto condiciones de ignominia al pueblo, matándolo de hambre y disciplinándolo a balazos con las “Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas” (FANB), las bandas fascistas de los “colectivos” y con las cárceles llenas de luchadores obreros y populares.
El salario mínimo de los trabajadores es de USD 1.5 -uno de los más bajos del planeta- y la hiperinflación y el desabastecimiento no cesan de profundizarse. A los oficiales de las FANB, que controlan el almacenamiento y la distribución de alimento (y el mercado negro, por supuesto), el gobierno les duplica el salario.
Todo el parque industrial es obsoleto. La salud pública está en ruinas. El saqueo de la nación por parte del imperialismo y sus socios menores de la burguesía bolivariana, que fugó USD 300 mil millones a Miami, devastó Venezuela.
Ahora Maduro continúa su ataque al pueblo con un paquete de medidas antiobreras: mientras exonera de impuestos a las petroleras, aumenta el IVA al 16% y el precio de la gasolina, liquidó los sindicatos de los trabajadores del estado y va en camino de imponer la liquidación de sus convenios colectivos; y no sólo decreta cínicamente un “aumento” del salario mínimo que sólo alcanza para comer un día, sino que incluso el gobierno se lo va a subsidiar a los capitalistas por 3 meses. Mientras ya se estima para fin de año ¡un índice de inflación de 14.000%!
Estas medidas continúan garantizando el saqueo de la nación vía el pago puntual de la fraudulenta deuda externa a la banca imperialista y la entrega de las riquezas nacionales al imperialismo, como están haciendo con los minerales y el petróleo a la Chevron o Conocco Philips. Esto es sagrado en la “Venezuela bolivariana” y es aplaudido por los políticos de la MUD y el resto de la oposición burguesa que es tan pro-yanqui como Maduro. El grito certero es el que hicieron tronar los obreros y campesinos pobres de Bolivia contra el odiado gobierno bolivariano del MAS de Evo Morales: “¡Derechistas y masistas son la misma porquería!”
Estas condiciones de penurias y miseria inauditas, de represión y muerte para los trabajadores y las masas, ha provocado un verdadero éxodo por el hambre de 2.3 millones de explotados, que se ven obligados a huir de Venezuela para poder conseguir siquiera un pedazo de pan y un sustento para sus familias haciendo los peores trabajos. ¡Un 7% de la población se ha ido en los últimos años! Maduro, con total cinismo, les dice: “dejen de lavar ‘pocetas’ (inodoros) en el exterior y vénganse acá. Venezuela es el país de las oportunidades”
Del otro lado de las fronteras, en Colombia, Perú, Brasil, etc. los esperan gobiernos y regímenes tan antiobreros como el de Maduro, que mientras arremeten contra las conquistas de sus propios obreros, utilizan a los refugiados como mano de obra esclava. Allí son víctimas de verdaderos ataques fascistas, como sucedió en Roraima, Brasil hace un mes, alentados por el gobierno de Temer y la burguesía del agro-negocio, cuando centenares de explotados venezolanos y sus familias fueron atacados ferozmente y desalojados del campamento que mantenían en la frontera con Venezuela.
Los refugiados venezolanos se suman así a los miles que hay en Europa, EE.UU. y en todo el mundo, que escapan de la guerra, las matanzas y el hambre, como los refugiados sirios en Europa, que huyen del genocidio de Assad-Putin-Trump, o como los explotados del África subsahariana que llegan a Europa. El capitalismo en bancarrota ya ni siquiera puede darle de comer a sus esclavos, por eso merece morir.
La barbarie impuesta a las masas venezolanas es un verdadero escarmiento contra los trabajadores y explotados de América Latina, para que acepten los planes que están imponiendo el conjunto de los gobiernos y regímenes a cuenta de imperialismo yanqui. En la guerra comercial contra sus rivales imperialistas, EE.UU. pisa América Latina y dice ‘América para los americanos’.
Ante los planes de Trump y los piratas de Wall Street que vienen a por todo en su “patio trasero”, en una verdadera ofensiva por recolonizar América Latina, Maduro se arrodilla, igual que Lula en Brasil, y como un verdadero “limón exprimido” entrega Venezuela al imperialismo. Las boliburguesías se retiran de la escena histórica matando de hambre y a los tiros al pueblo al servicio del imperialismo, no sólo en Venezuela, sino también en Nicaragua y Bolivia, donde Ortega y Morales demuestran ser iguales o peores que Temer, Macri o Piñera. Ni hablemos de la nueva burguesía cubana del PC, que luego de entregarle la isla al imperialismo, legalizó la propiedad privada en la nueva constitución de la Cuba capitalista. ¡Esta es la farsa de la Revolución Bolivariana: saqueo imperialista y hambre y represión contra los trabajadores!
La decadencia de las fueras productivas en Venezuela y la barbarie que se le ha impuesto a los trabajadores venezolanos es el precio que el FMI y las trasnacionales le hacen pagar a la nación para seguir succionando hasta la última gota de sus recursos y mantener sus fabulosas ganancias. El sideral endeudamiento de PDVSA, el estado obsoleto de todo el parque industrial, el colapso de la infraestructura eléctrica, del transporte y de todos los servicios, son ejemplos de esto. Pero sobre todo la situación de la principal fuerza productiva de la sociedad, la fuerza de trabajo del hombre, donde el índice de desocupación no deja de subir, donde la pobreza extrema aumento de 23,6% a 61.2% en cuatro años y casi 10% tan solo en 2016-17 es lo que evidencia a las claras, que ninguna de las dos clases ha dado una salida a la actual catástrofe : ni la burguesía por ser agente directo y lacayo del imperialismo, ni la clase obrera, traicionada por sus direcciones, y sometida a las variantes burguesas.
Mientras más se profundice la crisis social y la barbarie, y el proletariado venezolano siga sometido a las variantes burguesas, más se prepara el camino a la contrarrevolución y a golpes bonapartistas. Incluso Trump amenaza con una invasión tal como lo ha declarado, en la Asamblea General de las Naciones Unidas"todas las opciones están sobre la mesa". "Todas ellas. Las fuertes y las menos fuertes. Todas las opciones, y ya sabéis lo que quiero decir por fuertes", Así, pretende mostrarse como “democrático” al decir estar por "restaurar la democracia" en el país, cuando en realidad lo que quiere es quedarse con PDVSa y todos los recursos de la nación.
¡Fuera Maduro y la estafa de la “revolución bolivariana”!
¡Yanquis Go Home! ¡Fuera el FMI!
¡Paso al Caracazo!
¡Hay que expropiar a los expropiadores para que el pueblo coma!
¡Gobierno provisional revolucionario obrero y popular,
basado en los organismos de autodeterminación de las masas armadas!
Los renegados del trotskismo son enemigos de plantear que la única salida que tienen los trabajadores y explotados en Venezuela es volver al camino del Caracazo. Corrientes como el PSL (UIT-CI) dicen que hay que “coordinar las luchas para convocar a una gran marcha a Caracas y un gran paro nacional contra el gobierno”, queriendo llevar a los trabajadores y explotados a una lucha económica y sindical cuando en la Venezuela en ruinas la única posibilidad de comer es con la lucha revolucionaria de las masas, echando abajo al gobierno y expropiando a los expropiadores.
También está el caso de la LTS, el grupo satélite del PTS argentino en Venezuela, que aboga por “el control obrero y popular de los precios, de la distribución y de la producción y del conjunto de la economía”. Ayer planteaban “un movimiento para exigir el no pago de la deuda externa” de forma pacífica; hoy dicen que es posible conquistar el “control obrero de toda la economía”, ¡sin desarmar y aplastar a la casta de oficiales de las FF.AA. y los “colectivos chavistas”!
¡Basta de mentiras! La bancarrota de Venezuela, saqueada por el imperialismo y entregada por la boliburguesía y su casta de oficiales, demuestra que la única alternativa y la tarea más inmediata es la lucha por la revolución socialista.
En Guayana los obreros de las empresas estatizadas, Ferrominera del Orinoco, Venalum Corpoelec, Sidor y otras empresas de esa región industrial salen a la lucha con huelga, piquetes y movilizaciones contra el tabulador de la administración pública que les aplicaron y que se niegan a aceptar ya que les implica la liquidación de los convenios colectivos de trabajo y la reducción de sus ya magros salarios ¡Viva la lucha de los obreros de Guayana! ¡La clase obrera debe volver a pesar en la escena nacional!
¡Abajo Maduro y el régimen de la Constitución Bolivariana! ¡Que vuelva el Caracazo!
Para que el pueblo coma: ¡No al pago de la deuda externa! ¡Hay que romper con el imperialismo! ¡Hay que expropiar sin pago y bajo control obrero a los capitalistas, los banqueros y la oligarquía! ¡Ruptura inmediata de todos los convenios de entrega a las transnacionales de PDVSA y el Arco Minero!
¡Disolución de la casta de oficiales de las FANB! ¡Por comités de soldados rasos y la milicia obrera y popular!
¡Libertad a Rodney Álvarez y a todos los luchadores obreros y populares!
¡Todos somos refugiados venezolanos! ¡Papeles y plenos derechos de ciudadanía, laborales y sindicales para todos los refugiados venezolanos y el conjunto de los trabajadores inmigrantes! Desde todas las organizaciones obreras combativas del continente debemos levantar estas demandas como bandera de lucha, junto al trabajo digno e igual trabajo, igual salario para todos. ¡Por comités de autodefensa para defender a los obreros inmigrantes de los ataques de la policía y las bandas fascistas!
Hay que poner en pie el poder de los explotados… ¡Por comités de consumidores y de abastecimiento, comités de fábrica y establecimiento elegidos en asambleas, por comités de desocupados, por comités de soldados rasos para destituir a los oficiales asesinos!
¡Basta de esa estafa de la Revolución Bolivariana!
¡Por una Venezuela obrera y socialista sin generales, patrones ni banqueros imperialistas! |
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