Venezuela 18 de febrero de 2019
Trump está en pie de guerra contra la nación. Al igual que Lula y la Kirchner, la burguesía nativa de Maduro se rindió.
La clase obrera de Venezuela y el continente
debe derrotar la ofensiva del imperialismo yanqui
¡YANQUIS GO HOME!
¡Hay que expropiarle las propiedades del capital yanqui y los banqueros para que el pueblo coma!
¡Hay que desarmar a los generales y armar al pueblo!
El camino para derrotar a Trump y conquistar el pan es el de las masas de Haití:
¡Paso al Caracazo!
Trump está decidido a reducir a Venezuela a coloniaje directo. Le ha lanzado un ultimátum a la casta de oficiales bolivariana: si no deponen a Maduro, “no encontrarán refugio, ninguna salida fácil y perderán todo”. La orden del imperialismo es clara: abran la transición a un gobierno de la oligarquía, su agente directo.
El estado de Emergencia Nacional en Estados Unidos que decretó Trump es una amenaza abierta de intervención militar en Venezuela. Las tropas yanquis ya están en la frontera colombiana. La flota de guerra zarpó de Virginia. La ayuda humanitaria con la ONU será un pretexto, como lo fueron las torres gemelas y Al-Qaeda para Bush en 2001.
Se trata de una verdadera declaración de guerra contra los pueblos oprimidos de América Latina, precedida de amenazas, humillaciones y actos de agresión imperialista a Venezuela, como el bloqueo financiero y la incautación de los activos públicos venezolanos en Estados Unidos.
Los que hablan de resistir a Trump con Maduro y la burguesía nativa estafan a los trabajadores. Los bolivarianos se rindieron hace tiempo.
El imperialismo confisca los fondos de Venezuela y los bolivarianos, teniendo miles de millones de dólares en inversiones de Chevron en el país o deuda con Goldman Sachs, no le tocan un solo dólar a los yanquis y la oligarquía ni dejan de pagarles la deuda externa. Guaidó, el “Caballo de Troya” de Trump, llama a la echar a Maduro y la oligarquía volantea los cuarteles sin que nadie los toque.
No hay armas para el pueblo para defender la nación ni llamados a las masas a ganar las calles. Ni hablar de expropiar a los yanquis para que el pueblo coma.
La burguesía nativa no puede hacer otra cosa. Maduro es odiado por el pueblo. Sabe que si los trabajadores hambrientos bajan de los cerros puede haber un nuevo Caracazo. Sería el comienzo de la revolución obrera y popular contra todos los explotadores, incluida la burguesía bolivariana.
Por eso los bolivarianos son cobardes y complacientes con la oligarquía y los capitales yanquis, e implacables y sanguinarios con el pueblo, al que le dan US$ 6 dólares de salario y los basurales para comer. ¡Y si éste se subleva por el pan, los matan a tiros con ejecuciones sumarias, desapariciones y torturas al mejor estilo Triple A de Perón en la Argentina de los ‘70!
¡Llamar a esto “Socialismo del siglo XXI” es una calumnia infame al socialismo y a la clase obrera!
Venezuela es una batalla de una ofensiva imperialista en toda la regla sobre América Latina. Los próximos objetivos son Nicaragua y fundamentalmente Cuba.
Los Castro pactaron con Obama y restauraron el derecho de herencia y la propiedad privada en la isla. Las trasnacionales ya están en Cuba. Ahora viene Trump con los títulos de las propiedades yanquis que les expropió la revolución, para recuperar sus negocios apartando a la nueva burguesía castrista e inclusive al capital europeo.
El grito de guerra de Trump es: “El fin del socialismo ha llegado a nuestro hemisferio (…) A cualquiera que quiera imponer el socialismo en nuestro país, tenemos un solo mensaje: América nunca será socialista”
Los yanquis quieren un nuevo Batista en la isla y asestarle un golpe histórico a la lucha por la revolución socialista en todo el continente.
El castrismo y las burguesías nativas le abrieron la puerta a Trump, estrangulando la lucha antiimperialista de los obreros y campesinos del continente. Ahora Trump viene a llevar hasta el final esa tarea.
Si la clase obrera y los explotados de Venezuela no dan una lucha antiimperialista revolucionaria como la de las masas haitianas, un verdadero Caracazo, terminarán bajo la bota yanqui.
La “democracia” de Trump y Guaidó será como el régimen de ocupación de Haití bajo la ONU y la siniestra “Minusjusth” de las burguesías latinoamericanas para aplastar al pueblo hambriento. Ese es el rol que tendrán las FF.AA. venezolanas bajo el mando directo del Pentágono. Esos oficiales asesinos del Caracazo en 1989 se preparan para volver a ponerse el comando imperialista.
La oficialidad bolivariana asesina y cobarde, el corazón de la boliburguesía, solo busca negociar con el imperialismo una transición ordenada para evitar una crisis revolucionaria. Si las masas no irrumpen, nada podrá impedir que pacten con Trump y le entregue la nación.
Las sublevaciones del hambre en las barriadas de Caracas a fines de enero fueron salvajemente reprimidas porque son el fantasma del Caracazo.
Pero la casta de oficiales sabe que no pueden sacar al ejército a las calles porque saben que la tropa se pasaría del lado de las masas, como sucedió en Siria en 2011, cuando se desintegró el ejército assadista y empezó la revolución.
Hoy en los cuarteles cada pandilla burguesa cuenta los generales y batallones que tiene a su favor. Todas le tienen terror a la revolución.
Lo que viene en Venezuela y América Latina no es “más democracia”, como sueña todo un sector de la izquierda latinoamericana y mundial. Se viene la bota del imperialismo yanqui.
Solo la revolución obrera y campesina puede salvar a Venezuela de las garras de Trump. Con la revolución derrotamos a los yanquis en Vietnam y Corea. La Revolución de Octubre aplastó a 14 ejércitos imperialistas. El pueblo en armas derrotó la intentona de Bahía de Cochinos.
Los Castro y los bolivarianos dijeron hace años “el socialismo no va más” y volvieron a izar la bandera yanqui en Cuba. ¡Basta de esa estafa de la revolución bolivariana!
¡Fuera los yanquis y el FMI de América Latina!
¡Paso al Caracazo! ¡Desarme de los generales y armas para el pueblo! ¡A los cuarteles a buscar a los soldados!
¡Para que el pueblo coma: expropiación de los yanquis y la oligarquía golpista, y de la boliburguesía millonaria que busca pactar con ellos!
La clase obrera norteamericana debe sublevarse contra las agresiones de su burguesía imperialista contra Venezuela y los pueblos de América Latina, puesto que el ataque de Trump también está dirigido contra el propio proletariado norteamericano. Después de reventar a los obreros chicanos y negros, pondrá a trabajar a los obreros blancos como en las maquila del norte de México.
Lo único que le dieron Wall Street y la “democracia” imperialista a los trabajadores de EE.UU. es desocupación y miseria. Los banqueros les expropiaron los hogares. Más de 43 millones de obreros deben vivir de la beneficencia estatal. ¡Hay que expropiar a los parásitos del “1%” de Wall Street! ¡Que vuelva el movimiento Occupy Wall Street a rodear las 8 manzanas de la oligarquía financiera! ¡Que vuelvan a ganar las calles las Panteras Negras y el movimiento antiguerra! ¡El enemigo está en casa! ¡Sí, la única salida para los trabajadores norteamericanos es la revolución socialista!
¡Unidad de obreros y campesinos desde Alaska a Tierra del Fuego para expropiar al imperialismo yanqui que nos declaró la guerra!
AMÉRICA LATINA SERÁ SOCIALISTA O COLONIA DE WALL STREET
Jacobo García y
Juan Gamarra por la LCT de Venezuela