Al momento de publicación de esta declaración la burocracia de la AFL-CIO habría firmando un acta de la traición a espalda de los trabajadores, quienes en algunos lugares mantienen su huelga y un duro combate a pesar y en contra de la burocracia sindical traidora. 25 de marzo de 2015
La Shell, la British Petroleum, la Exxon, la Chevron, la Total, la ENI han despedido a más de 100.000 trabajadores en el mundo
¡Basta! ¡Hay que pararles la mano a las petroleras imperialistas de Wall Street, la City de Londres y el Bundesbank!
¡VIVA EL ENORME PARO NACIONAL DE LOS TRABAJADORES PETROLEROS DE EEUU! ¡ASÍ SE LUCHA! ¡ASÍ SE ENFRENTA A LAS TRANSNACIONALES! ¡LOS MÁS GRANDES ALIADOS DE LOS EXPLOTADOS DEL MUNDO, LA CLASE OBRERA NORTEAMERICANA, CON SUS PAROS Y PIQUETES, PELEAN EN EL CORAZÓN MISMO DE LA BESTIA IMPERIALISTA! Allí está la llave para que triunfen los petroleros de Las Heras, los petroleros y las masas revolucionarias de Libia, la resistencia que en Siria enfrenta al genocida Al Assad, la resistencia palestina, la revolución yemení y el combate de los mineros del Dombass en Ucrania…
¡Las petroleras imperialistas les roban el "oro negro" a los pueblos oprimidos del Magreb, Medio Oriente, África y América Latina! ¡Hay que expropiar sin pago a las “Siete Hermanas” petroleras
Durante años las petroleras imperialistas, mientras subían los precios del crudo, que llegó a la suma irrisoria de 140 dólares cada barril, succionaron y vaciaron sin una sola inversión los suelos de decenas de naciones. Cientos de miles de millones de dólares de ganancias, hicieron en todo este tiempo, la Exxon, la Chevrón, la Total, la ENI, la Shell, la British, la Halliburton, entre otras. Ni un solo centavo “repartieron” las petroleras; solo hambre, masacre, opresión y martirio. Guerras de rapiña sangrientas de contra las masas de Irak, Afganistán y martirio generalizado en todo el Magreb, Medio Oriente y el resto del Planeta. Puros padecimientos inauditos para las masas. Hoy esa ofensiva continúa. Con la excusa de la caída del precio del petróleo, los monopolios han lanzado un brutal ataque (ver recuadro). Ya son más de 100.000 los obreros petroleros echados a la calle en distintas partes del mundo. Una verdadera catástrofe, que amenaza con profundizarse. Europa no escapa a esta ofensiva de las petroleras. En Escocia y Noruega ya se perdieron 15.000 puestos de trabajo. En Inglaterra, se amenaza con dejar en la calle a 15 mil obreros más. La francesa Total, quinta en producción mundial, ya despidió a 2.000 trabajadores en varios países. En México, Pemex –que cuenta con un plantel de 150.000 operarios- ya se deshizo de 10.000 y ha comunicado que en periodo inmediato lo hará con otros ¡60.000! trabajadores. Se anuncian los despidos de 25.000 trabajadores en Colombia, donde la industria petrolera genera empleo a 110.000 personas. En el MERCOSUR ya son miles los obreros petroleros despedidos. En Brasil miles de trabajadores del Complejo Petroquímico de Río de Janeiro (Comperj) perdieron sus puestos de trabajo. Mientras, en la Patagonia Argentina, luego que la Repsol (del imperialismo español) en los últimos 30 años se llevara hasta la última gota de petróleo y 6.500 millones de dólares pagados por la Kirchner en concepto de “indemnización” por su “nacionalización”, ya comenzaron los despidos, los traslados de personal a otras empresas y en las negociaciones del “Convenio Colectivo de Trabajo” quieren bajar los salarios. ¡Basta! ¡Hay que parar este ataque! ¡HOY TODOS SOMOS OBREROS PETROLEROS DESPEDIDOS! ¡Son ellos, las petroleras imperialistas, o nosotros, los trabajadores que generamos las riquezas! ¡El camino a seguir lo marcan los obreros petroleros de EEUU y los de Colombia que ya están luchando con paros, piquetes y ocupaciones!
¡Viva la huelga de los obreros petroleros de Estados Unidos! Los petroleros norteamericanos han dicho basta, imponiendo una poderosa huelga nacional, como no se veía desde 1980, bajo las demandas de: “¡Trabajo en blanco! ¡Comisiones Obreras de seguridad! ¡Defensa de los puestos de trabajo! ¡Aumento de salario e igualdad de derechos para la mujer trabajadora!”. Desde el 1° de febrero de este año, entraron a la lucha refinerías de California, Texas, Washington, Kentucky, Indiana y Ohio. Muchas de ellas estuvieron paralizadas por más de un mes. 11 fueron ocupadas por sus trabajadores. En total eran 65 refinerías que en su conjunto producen el 64% del petróleo de los EEUU. Muchos de los trabajadores que protagonizaron esta histórica huelga, son afiliados al sindicato del acero USW (United Steel Workers) que agrupa a más de 35.000 obreros petroleros. Sin embargo, la burocracia del USW se negó a que las 65 refinerías en lucha se mantengan unidas durante la huelga; impulsando la política del gobierno de negociar acuerdos parciales con cada una de las distintas plantas. Hoy la lucha ha ingresado en un impasse. Sin embargo los obreros se niegan a reducir sus demandas y a ceder en las negociaciones. La lucha no ha terminado. Los obreros petroleros se han sublevado. Y con ello, han arrastrado a cientos y miles de trabajadores de otros rubros y ramas industriales; que han llevado su solidaridad a los piquetes y a las asambleas de los petroleros. Muchos se han instalados allí para ser parte de la lucha. Es que la clase obrera norteamericana no aguanta más su actual situación, donde en los últimos años, con el gobierno de Obama, más de 40 millones de explotados han visto perder sus casa; millones perdieron sus puestos de trabajo; millones mendigan en las calles; millones viven con un miserable bono de 3 dólares diarios; mientras los obreros negros y latinos llenan las cárceles de Obama y son masacrados a los tiros por la policía asesina. La lucha de los petroleros norteamericanos debe triunfar. En ese resultado están puestas las esperanzas de millones de explotados. Allí, en la patria del imperialismo yanqui, hay que poner de rodillas a estos saqueadores y masacradores del mundo entero. Esta es una gran tarea internacionalista de los trabajadores norteamericanos, para emerger en ayuda de los explotados del mundo que son atacados, humillados y hundidos en la miseria por los piratas imperialistas. A nuestras demandas las vamos a conseguir peleando en Estados Unidos por la: ¡Expropiación, sin pago y bajo control obrero, de la Exxon, Chevron y todas las petroleras! ¡Expropiación de los parásitos de Wall Street que son los dueños de todas las petroleras, los bancos y las transnacionales que saquean, roban y superexplotan en el mundo!
¡EL ENEMIGO ESTA EN CASA: Obama, Wall Street y los monopolios imperialistas! Este combate de los obreros petroleros no cayó como un “rayo en cielo sereno”. Es parte del duro combate protagonizado por los jóvenes trabajadores de Mc Donald que en septiembre del 2014 exigían el pago de 15 dólares por cada hora trabajada. La clase obrera norteamericana en su despertar ha puesto a la orden del día la organización de un gran combate contra el gobierno de Obama, las transnacionales, los banqueros de Wall Street y los burócratas traidores. Desde cada refinería ocupada, puerto y lucha en las calles hay que conquistar la unidad de todos los que están peleando. ¡Hay que poner en pie un Comité de Lucha Nacional para centralizar nuestro combate, organizar nuestra propia autodefensa y golpear como un solo puño a nuestros enemigos! ¡Abajo la burocracia sindical de la AFL-CIO y demás organizaciones que entregan nuestras luchas y conquistas! ¡Abajo los planes esclavistas de Obama, el régimen de los “Republicratas”, los banqueros y las petroleras!
En el combate de los trabajadores norteamericanos ¡Hay que organizar una sola lucha a escala internacional La lucha de los trabajadores norteamericanos en el corazón mismo de la bestia imperialista, atacando la propiedad privada de los capitalistas, afectando sus ganancias, resistiendo a la represión de la policía, siendo solidarios con sus hermanos de clase del mundo, enfrentando al gobierno y a los banqueros de Wall Street, ese 1% de parásitos que domina a un planeta al que ha convertido en una sucia prisión; es una bofetada en la cara contra todas las corrientes reformistas agrupadas en el Foro Social Mundial que, bajo la dirección de Chávez y los hermanos Castro, presentaban a Obama como a un aliado de los pueblos oprimidos. Pero con esto solo no alcanza, pues hay tareas a la que el proletariado norteamericano no puede renunciar, incluso debe hacerlo en ayuda propia, pues “un pueblo que oprime a otro, jamás podrá liberarse a sí mismo” (Karl Marx). Por ello en Estados Unidos hay que levantar como propias todas las reivindicaciones de la clase obrera y los explotados de los países que el imperialismo yanqui oprime. Hay que impedir que los Castro y Obama asienten la restauración capitalista en Cuba. Le va la vida en ello a los obreros norteamericanos; pues en defensa propia no pueden permitir que le hagan creer a los obreros y explotados cubanos que “sus amigos” son aquellos capitalistas que, en Estados Unidos, nos echan como perros a la calle y matan de hambre. ¡De Alaska a Tierra del Fuego, una sola clase, una sola lucha! ¡A igual trabajo, igual salario para todos los obreros de América! ¡Plenos derechos para los trabajadores inmigrantes! ¡Fuera Obama, Wall Street y el FMI! ¡Expropiación de las transnacionales y todos los bancos! ¡Abajo la restauración capitalista en Cuba! ¡Hay que romper con las burguesías cipayas y socias del imperialismo en América Latina! ¡Abajo la farsa de la revolución bolivariana! ¡Abajo el ALBA, el MERCOSUR y los TLCs! ¡Por los Estados Unidos Socialistas de Norte, Centro y Sud América! La clase obrera norteamericana debe acudir en ayuda de sus hermanos de clase del Magreb y Medio Oriente; explotados y saqueados ferozmente por las petroleras y los banqueros imperialistas, que hoy enviaron a las tropas gurkas de Arabia Saudita y a su “coalición” para aplastar a la revolución yemení. Hay que levantar las banderas en defensa de los obreros petroleros de Libia y las milicias revolucionarias (a quienes la izquierda reformista acusaba de ser “Tropa terrestre de la OTAN”) que derrotaron la dictadura sangrienta de Khadafi. Y la mejor forma de hacerlo, es ocupando las petroleras y atacando los bancos, haciendo realidad y efectivo su combate de: “¡Hoy Libia, mañana Wall Street!”. La lucha de los obreros petroleros de Norteamérica es seguida con mucha expectativa por parte de los explotados del mundo; por aquellos que más padecen la brutalidad del látigo de los capitalistas. Pues todo el mundo sabe que con el batallón más concentrado del proletariado mundial peleando y golpeando al imperialismo en su propio ceno, está la llave para hacer justicia por los miles y miles de iraquíes y afganos asesinados por los marines yanquis. Está la llave para que las masas de Siria y la heroica resistencia de Aleppo derroten al genocida Al Assad y al resto de sus verdugos. Esta la llave para que las masas de Egipto aplasten a la casta de oficiales del ejército, asesina de su propio pueblo y guardianes del tirano Mubarak. Esta la llave para que las masas palestinas destruyan al estado sionista-fascista de Israel y conquisten su tan anhelada liberación. Esta la llave para que las heroicas masas del Dombass revolucionario del Este Ucraniano, rompan el cerco impuesto por el pacto de Obama, Merkel, Putín, y barran al ejercito de Kiev y a las bandas fascistas organizadas por la OTAN. En esta lucha, que ha devenido en un combate internacional contra las petroleras imperialistas, hay una tarea que no puede seguir postergándose un segundo más: la liberación de los rehenes de las petroleras sangrientas. En Estados Unidos, está la llave para concretar su libertad. ¡Libertad a los presos de Guantánamo! ¡Libertad a los presos políticos palestinos encerrados en las cárceles sionistas en la Palestina ocupada! ¡Libertad a Mumia Abul Jamal! ¡Absolución ya a los compañeros petroleros de Las Heras en Argentina! ¡Desprocesamiento de los 200 compañeros de Los Dragones procesados por la justicia de la Pan American! El ataque de las petroleras se profundiza. Los obreros han presentado batalla. El resultado aún es incierto. Toda la clase obrera mundial debe acudir en apoyo de los obreros petroleros del mundo, pues en gran medida allí se está jugando su propio destino.
Comité Redactor
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