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¡La Kirchner y los bolivarianos:
fieles sirvientes de Obama y el imperialismo!
Los piratas yanquis, franceses y españoles, con Obama, Sarkozy y los borbones en primera fila, aplaudieron a rabiar, en la reciente reunión de la ONU, a la antiobrera Cristina Kirchner. Es que esta lacaya, bajo el manto de un supuesto “apoyo a la nación Palestina”, sostuvo al plan de “dos estados” (uno sionista, otro palestino) que comanda el imperialismo yanqui para seguir sosteniendo a su enclave militar en la región: el estado sionista/fascista de Israel. Toda esa puesta en escena, primero hablando Dilma (Brasil), luego respondiéndole Obama –ese verdadero Bush tiznado- y después tomando la palabra Kirchner, fue porque las revoluciones obreras y socialistas que han comenzado en el Norte de África y el combate revolucionario de las masas en Medio Oriente amenazan con barrer al estado sionista de la faz de la tierra.
La caradura de la Kirchner posa de “pro Palestina” y tuvo preso al dirigente piquetero Martino por salir en defensa del pueblo palestino, en momentos que Obama, el imperialismo yanqui y el ejército israelí, a fines del 2008, desataban una sangrienta matanza contra las masas con su operación “plomo fundido”.
Además, toda esa manga de carniceros imperialista festeja a la Kirchner y la invita a pasear por Francia y los Estados Unidos, porque su gobierno, uno de los más entreguistas de la historia argentina, les garantizó superganancias a sus transnacionales y bancos. Tan es así, que, por ejemplo, la Repsol, las telefónicas y el Santander Río, desde el 2008 al primer semestre del 2011, se metieron en sus bolsillos 41.105 millones de pesos. ¡$18.739 millones de ganancias para las petroleras! ¡$14.006 millones de ganancias para los bancos! ¡$8.360 millones ganancias para las telefónicas!
Y no digamos nada de los más de 40.000 millones de dólares que los Kirchner, en los últimos 8 años, le entregaron al FMI y demás parásitos del capital financiero internacional en “concepto” de la fraudulenta “deuda externa”; de los miles de millones de dólares que, en forma de utilidades, patentes y royalties, salen del país hacia las metrópolis imperialistas; y de los más de mil millones en moneda norteamericana que, cada 4 meses, las transnacionales fugan a sus casas matrices.
Estos números dan un inapelable veredicto: los bolivarianos son iguales de sirvientes del imperialismo que los gobiernos del TLC en Latinoamérica. Ahí está Chávez con sus petrodólares embriagando a las pandillas de Wall Street y alimentando la maquinaria bélica de los yanquis con el petróleo venezolano. Ahí esta el boliviano Evo Morales masacrando campesinos y entregando hasta la última gota de petróleo, gas y minerales a los pulpos japoneses, franceses, suizos y norteamericanos. Ahí está Lula y su sucesora Dilma prestando a Brasil para la esclavitud obrera y la timba de los grandes capitales financieros. Y no digamos nada de Fidel y Raúl Castro que, de la mano de Obama, avanzan en la restauración del capitalismo en Cuba con su plan de liquidar el empleo de más de un millón de trabajadores. ¡Son todos enemigos de la clase obrera! ¡Son todos agentes de Obama y Wall Street! ¡A ellos debe correrles la misma suerte que a los Khadafy, Mubarak y Ben Alí!