Venezuela - 22 de julio de 2016
El modelo de los hermanos Castro y los bolivarianos: catástrofe capitalista, un mar de hambrientos y miles de millones de dólares para el FMI y el imperialismo
EN UN PACTO CON CAPRILES Y LA MUD, SOSTENIDO POR LA OEA, MADURO HUNDE AL PUEBLO EN LA BARBARIE APOYADO EN LOS GENERALES ASESINOS DEL CARACAZO Y LAS BANDAS PARAPOLICIALES
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A propósito de las Operaciones de Liberacion del Pueblo (OLP), de las Fuerzas Armadas Bolivarianas, La Guardia Nacional, la policía y los Colectivos fascistas:
Verdaderas tropas de ocupación de los barrios obreros para imponer con terror y muerte la hambruna generalizada
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El 5 de julio, cientos de mujeres trabajadoras venezolanas se movilizaron a la frontera entre la ciudad de San Antonio de Táchira y Cúcuta para cruzar a Colombia y poder comprar productos de primera necesidad para sus familias. Se identificaban como hermanos solidarios del martirizado pueblo palestino, llevando carteles que decían “Welcome to Gaza” y “El gobierno nos trata como a palestinos”. Así es como empezó el éxodo masivo de explotados a Colombia de los últimos fines de semana, un espectáculo que enseguida recuerda a los miles refugiados sirios en Europa.
Son verdaderas mareas humanas que cruzan la frontera a pie por alimento o papel higiénico. Sólo el 16 y 17 de julio cruzaron más de 170 mil personas. Otros directamente se ven forzados a un destierro por hambre, por la barbarie que se vive, a abandonar su tierra, familiares y amigos.
Los explotados huyen del infierno de la Venezuela bolivariana, de esa estafa de milicos sirvientes de los bancos, del FMI y las petroleras, que los Castro y la izquierda mundial pintaron de antimperialistas y hasta de “socialistas”. Todos ellos legitimaron a una pandilla de charlatanes que hablaban de “antiimperialismo” mientras le entregaban casi dos billones dólares de la renta petrolera a los bancos de Wall Street. Esa estafa llegó a su fin. Wall Street dejó Venezuela convertida en el Haití ocupado por las fuerzas de la ONU, o un país saqueado del África negra.
El salario obrero (U$S 15 mensuales promedio) no alcanza para comprarle a su familia los productos necesarios para tres días. No hay comida. La poca que hay es vendida a precios monstruosos. 28 niños se mueren por día a causa de la desnutrición. Faltan agua y electricidad. En los barrios obreros se padecen hambrunas y barbarie como no se había visto ni siquiera en 1989 cuando estalló el Caracazo.
La salud pública está en la ruina. Hace 10 meses que no hay vacunas en los hospitales públicos. Sin agua siquiera para garantizar la higiene en los hogares obreros, se propagan el dengue, el Zica, el chikungunya. Volvieron antiguas enfermedades erradicadas como la tuberculosis y poliomielitis. Los trabajadores enfermos no pueden guardar reposo porque hacen a diario filas de 6 hs. en los mercados para ver si consiguen un poco de harina o arroz.
La moneda está pulverizada. Las fábricas se paralizan o directamente cierran y hay despidos y suspensiones en masa.
Lo que está actuando en Venezuela es el pacto Maduro- Capriles-MUD, donde el gran acuerdo es que Maduro es quien impone a sangre y fuego el hundimiento de el pueblo pobre. La OEA con su llamado al diálogo sostiene este pacto, ya que es el gobierno de Maduro, apoyándose cada vez mas en las Fuerzas Armadas y las bandas parapoliciales, el que mejor garantiza que el imperialismo yanqui se siga cobrando dólar sobre dólar la deuda externa. El famoso “golpe de la derecha” que tanto agitan los Castro y la izquierda mundial lo terminó dando Maduro, totalmente disciplinado a la Casa Blanca y Wall Street. Este burgués asustado por el fantasma del “Caracazo” le entrega cada vez más el poder a los generales, los coroneles asesinos del Caracazo que la izquierda se niega enfrentar.
Con el decreto de Estado de Excepción en mayo, el Ejército se hizo cargo de la represión en las calles. Ahora con la Misión Abastecimiento Soberano, Maduro le dio al Gral. Padrino López, Jefe del Estado Mayor del Ejército, la custodia y distribución del alimento que se les da a los ricos y se le niega al pueblo, y todos los ministerios deben subordinársele. Estos generales verdugos llevan adelante una masacre diaria y sistemática contra los explotados para que éstos no osen levantarse como en el Caracazo.
Toda un ala de la izquierda mundial llama a defender a los bolivarianos contra “la derecha”. Que expliquen qué tiene de “democrática” y “progresista” esta República Bolivariana que ha militarizado los barrios obreros con las tanquetas y fusiles de guerra del Ejército. Los “colectivos” chavistas” son verdaderas hordas fascistas que asesinan al amparo de las siniestras OLP (Operaciones de Liberación del Pueblo), como hacía la Triple A de Perón en la Argentina de los ‘70.
¡Ahí tienen su cacareado “golpe”, señores! Un régimen bonapartista feroz de la Constitución Bolivariana para imponerle el hambre y la barbarie al pueblo. ¡Obama y Wall Street tienen a su Al Assad venezolano! ¡Todos están en un pacto contra el pueblo pobre! ¡Por eso la oligarquía aplaude y la MUD juega al referéndum revocatorio para entretener a las masas!
Ésta es la “revolución bolivariana”, el modelo que por años pregonaron los Castro y el Foro Social Mundial. El hambre y la barbarie no se impusieron sólo con masacre y represión. Hizo falta la traición al proletariado venezolano y de toda América para que esta barbarie se imponga. Los Castro y el FSMse la pasaron diciendoque ya no había que hacer la revolución, que el capitalismo podía ser más humano, “que otro mundo era posible”. Los charlatanes embusteros de Chávez y Fidel Castro eran aplaudidos en las Contracumbres contra Bush.
Los renegados del trotskismo a nivel mundial decían que todavía no estaba planteada la revolución, que había que apoyar a los bolivarianos para enfrentar a Bush. Decían que de la mano de Chávez y Evo Morales se podía llegar al socialismo. En Venezuela, corrientes como el PSL de Chirinos hicieron grandes campañas para juntarle 10 millones de votos a Chávez. El PSTU-LIT decía desde la dirección de CONLUTAS que no había que enfrentar a los gobiernos bolivarianos. El PTS y el PO de Argentina aplaudían entusiasmados. “No todo lo del socialismo es bueno y no todo lo del capitalismo es malo”, dijo después Raúl Castro para liquidar los restos de las conquistas socialistas de la revolución cubana y todas estas corrientes farsantes se callaron la boca. ¡Ahí están los resultados de “su modelo”:barbarie capitalista, un mar de hambrientos y miles de millones de dólares para el FMI y el imperialismo! Ese mismo destino le espera a los obreros cubanos bajo el régimen de la nueva burguesía del PC de los Castro. ¡Y todavía hay partidos de la izquierda canalla que se atreven a decir que los bolivarianos fueron un progreso y que contra ellos no hay que hacer la revolución obrera y campesina!
Lo que queda cada día más claro es que para poder comer la clase obrera y el pueblo pobre necesitan abrir su revolución. No hay salida bajo este sistema podrido. Ese es el camino que intentó recorrer el pueblo pobre en junio, con decenas de revueltas por el pan en todo el país llegaron a Caracas al grito de “este gobierno va a caer”. Estuvo planteada la huelga general revolucionaria para tirar a Maduro y atacar la propiedad imperialista para poder comer, pero la burocracia sindical y sus sirvientes de la izquierda venezolana lo impidieron. Ningún partido de esa izquierda venezolana de charlatanes de la “revolución” planteó un programa para que estas revueltas se conviertan en un levantamiento por el pan contra el gobierno, la MUD y Wall Street, organizado y dirigido por la clase obrera. Era el momento de que el proletariado venezolano responda como sus hermanos fabriles de La Paz, Bolivia, contra Evo Morales, pero sus direcciones se lo impidieron. Pasaron las revueltas y quedaron cientos de presos y torturados.
A los explotados la traición de sus direcciones les impidió pelear contra el gobierno, la MUD y Wall Street. Ahora son obligados a buscar el pan al otro lado de la frontera.
En Colombia el cínico presidente Santos -coautor de la expropiación y asesinato en masa de campesinos colombianos- recibe a los explotados de Venezuela con cara de “democrático” y “pacifista”. Su “democracia” y su “paz” son los millones de campesinos colombianos desplazados de sus tierras y expropiados con masacres por las transnacionales y la oligarquía para desarrollar una poderosa agroindustria y hacer grandes negocios para la Chiquita Brand, las cerealeras y los grandes bancos. Esta es la “Paz” de La Habana firmada por el gobierno de las siete bases militares yanquis de Santos, la dirección de las FARC bajo la tutela de Obama, el imperialismo y la nueva burguesía del Partido Comunista Cubano.
Los Castro y Chávez son enemigos de los oprimidos de la América Latina sojuzgada por el imperialismo. Son cómplices de Wall Street y el Pentágono en la masacre de la resistencia campesina colombiana, a la que llamaron a entregar las armas y rendirse para que la masacren sin piedad por los paramilitares, el Ejército colombiano y los marines de las bases yanquis. Son cómplices del asesinato de cientos de jóvenes negros a manos de la policía blanca de Obama, a quien llamaron a votar. Por eso apoyan la masacre a las masas sirias, que se alzaron en una heroica revolución por el pan.
El alimento que tanto necesitan las masas trabajadoras de Venezuela está en el campo de Colombia. La llave de la tierra y el salario en Colombia está en derrotar la política de La Habana y Caracas, que sostienen al régimen de las bases yanquis. El enemigo es el mismo: Wall Street, las bases del Pentágono, los regímenes hambreadores de las burguesías nativas, y sobre todo, el pacto Obama-Castro. Por esto la revolución venezolana y colombiana están hermanadas en una misma lucha.
Para que haya comida y medicamentos para el pueblo…
¡Abajo la estafa de la revolución bolivariana! ¡Basta de Maduro y la MUD! ¡Fuera el FMI y el imperialismo!
¡No al pago de la deuda externa! ¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de todos los bancos, de la cadena de comercialización de alimentos y todos los monopolios imperialistas! ¡Nacionalización del comercio exterior! ¡Por un plan obrero de emergencia contra la crisis para garantizar la comida, la salud y la educación del pueblo!
Para enfrentar la represión…
¡Abajo el Estado de Excepción! ¡Fuera el Ejército de la frontera y los barrios! ¡Abajo las OLP y los “colectivos” chavistas! ¡Comités de autodefensa para enfrentar la represión!
¡Libertad a los obreros de CIVETCHI y todos los presos por buscar pan! ¡Desprocesamiento de todos los trabajadores, campesinos y estudiantes procesados y encarcelados por luchar!
¡A los cuarteles a buscar al soldado para que desconozca el mando de los oficiales verdugos del pueblo! ¡Disolución de la casta de oficiales asesina del Caracazo!
Para pelear…
¡Abajo la burocracia sindical colaboracionista de la CTV, la CSBT, UNETE y el FADESS! ¡A seguir el ejemplo de los fabriles de La Paz e imponer la ruptura del sometimiento de nuestras organizaciones al régimen bolivariano!
¡Hay que poner en pie ya mismo los comités de abastecimiento, de fábrica y de desocupados!
¡Por un Congreso Nacional obrero y popular, con delegados de base de todas las fábricas, establecimientos y barrios, para preparar la huelga general revolucionaria!
Hay que hacer realidad el grito de los obreros de Sidor:
¡”No creemos en socialistas de Hummer ni en comunistas de Rolex”...
PASO A LA REVOLUCIÓN DE LOS TRABAJADORES!
¡SÓLO HABRÁ PAN EN UNA VENEZUELA OBRERA Y SOCIALISTA SIN GENERALES,
PATRONES NI BANQUEROS IMPERIALISTAS!
¡Para comer hay que expropiar al imperialismo en Venezuela y en Colombia!
¡Una sola lucha a ambos lados de la frontera!
¡Viva la lucha de los fabriles de La Paz!
¡Viva la lucha de nuestros hermanos obreros de color contra Obama y su policía!
¡Por una sola revolución de Alaska a Tierra del Fuego!
Liga Comunista de los Trabajadores - Venezuela