El estado y sus agentes atacan a la FLTI y a Democracia Obrera
A propósito de una delación infame
Desde hace ya unos días, nuestra corriente Democracia Obrera y el Colectivo por la Refundación de la IV Internacional / FLTI, viene sufriendo un brutal ataque y provocación por parte del señor Terracota.
Este sujeto, a decir verdad, es tan solo un personaje en un sitio de Facebook, que se dedica a contar leyendas sobre su pasado para ser escuchado.
Terracota llegó a proclamarse simpatizante de nuestra corriente. Jamás fue militante orgánico de nuestra organización. Escribió algunas ideas que comulgaban con las nuestras alrededor de la cuestión siria y de la vida política argentina. Como es nuestro método y tradición, publicamos en la sección “Columnas de Opinión” de nuestra página web, algunas de sus posiciones políticas, pese a no coincidir muchas veces con ellas, como lo hicimos con otros pensadores socialistas.
En las últimas semanas Terracota comenzó a plantear que defendía el derecho de toda dirección política de un partido de izquierda a hacer todo tipo de acusaciones morales contra los militantes y las organizaciones obreras. Por supuesto, que esto abrió una discusión que el lector podrá ver en esta página web, con dos respuestas políticas a Terracota, por sus posiciones abiertamente stalinistas al respecto. Buscaba así justificar y preparar conscientemente esta oleada de calumnias, amalgamas y mentiras que hoy ha lanzado contra nuestra organización.
El debate político se venía desarrollando alrededor del punto de que Terracota largó una ofensiva defendiendo a la Histadrut, una central patronal que no es de clase, sino un apéndice fascista del sionismo que ocupa la nación Palestina. Sorprendentemente, levantó esta posición pro-sionista luego de ser simpatizante nuestro durante años y de conocer perfectamente nuestras posiciones, principalmente, que en la Palestina ocupada todo obrero de la religión que sea, si tiene alguna mínima conciencia de clase solo puede organizarse y luchar en los sindicatos palestinos.
Junto a esto, veníamos discutiendo duramente contra él por la forma en la cual se dirige contra los dirigentes de la izquierda, realizando ataques personales, no políticos, sobre situaciones que nadie puede demostrar. Eso, indudablemente, desmoraliza a la vanguardia obrera y la educa en ese método detestable.
Nos asombró también en el último período su apoyo al grupo San Isidro de Cuba. Le manifestamos que para luchar contra la restauración capitalista de la nueva burguesía castrista los marxistas nos apoyamos en las organizaciones obreras y no en las organizaciones creadas y que se apoyan en el imperialismo, por más alas que parezcan “progresivas” a su interior.
Intempestivamente, Terracota lanzó desde su Facebook un ataque brutal a nuestra organización, a nuestros militantes y a nuestros dirigentes. Basta leer sus posts, para ver que esta campaña es digna de un provocador. Y lo decimos, porque las pruebas ya están a la vista y reconocidas por el mismo Terracota. Este señor acusa a Democracia Obrera de ser “terrorista”, tal como hace toda dictadura militar o régimen contrarrevolucionario para justificar una brutal represión contra las masas. Nos acusa entonces de lanzar una “amenaza terrorista”, de “amenazar y atacar a su familia”, de ser una “organización mafiosa de traficantes de personas y de drogas”. Terracota calumnia a destacados luchadores nuestros a nivel internacional de “ser del ISIS”. Nos denuncia que somos “entregadores de nuestros militantes”, que “bebemos de su sangre” y que los “delatamos” y los “mandamos a la muerte”, cuestión que ningún militante que se dice socialista podría admitir.
Terracota afirma que tiene datos organizativos nuestros y que se los dio a su abogado para que los presente ante la justicia, es decir, ante los fiscales que dirigen a los servicios de inteligencia y que tienen procesados a más de 5.000 obreros en Argentina. Es más, afirma con total desparpajo que todo su accionar contra Democracia Obrera está asesorado por un juez muy importante de la Justicia Federal de la Provincia de Buenos Aires, que es pariente de su familia. Alegremente Terracota amenaza con el estado burgués a una corriente obrera y perseguida, inclusive con militantes y simpatizantes condenados por la justicia patronal y con dirigentes con causas penales abiertas por sus actividades militantes en solidaridad internacional con los procesos revolucionarios.
Si faltara alguna prueba más, más allá de todo un enjambre de mentiras, calumnias y amalgamas, típicas del stalinismo, este sujeto afirma que estuvo infiltrado en nuestras filas y de allí sacó los datos que supuestamente tiene para denunciarnos ante la justicia. Se vanagloria de haber estado investigando durante años a nuestra corriente y de haber sido “una papita” sacarnos datos para “preparar su venganza”, tal cual afirma en sus posts. Esta es una verdadera confesión de partes. El señor Terracota no tiene nada serio que mostrar ante la justicia burguesa y el estado, puesto que nunca fue militante nuestro. Solo puede mostrar la provocación y la infamia que ha inventado: que somos “terroristas” o “del ISIS” para justificar un ataque a nuestra corriente por parte del estado. Es una bala trazadora.
Todos los datos nuestros que Terracota pueda tener son datos policíacos extraídos con pesquisas desde afuera de nuestra organización, a la que nunca le permitimos ingresar. Terracota se felicita a sí mismo por espiar a corrientes revolucionarias que inclusive a nivel internacional luchan bajo condiciones de clandestinidad y contra feroces dictaduras. Espiar a estas corrientes en esas condiciones es típico de un Shabiha o de un colaborador con el estado. Pierda cuidado el señor Terracota, que las organizaciones del movimiento revolucionario hace rato se protegen y protegen a sus militantes de todo provocador. Muy posiblemente le ha pedido datos o informes de nuestra lucha en Siria a Al Assad o al mismo Pentágono que acusa a las masas rebeldes de “ser del ISIS”.
Queremos denunciar y dejar constancia de esta provocación por parte de este infiltrado del estado burgués, estado al que hacemos responsable de la seguridad e integridad física de nuestros militantes.
Repudiamos el lenguaje vulgar, machista y misógino, típico de la burocracia sindical peronista y sus matones barrabravas, con el cual Terracota se ha dirigido a nuestras compañeras obreras. Ningún socialista con una mínima conciencia revolucionaria lo puede ni podrá admitir.
No es nuestro método atacar con acusaciones morales de este tipo a ninguna corriente adversa a nuestras posiciones políticas. Lo hacemos en defensa propia y porque las pruebas de lo que aquí decimos están a la vista. El mismo Terracota las escribió y se reconoce a sí mismo como un espía, asesorado por jueces federales y por supuesto, por los servicios que estos tienen bajo su mando. Si estas pruebas son borradas por él, tenemos copias de todas.
Asimismo, queremos dar a conocer y alertamos a todas las corrientes que se reivindican de la clase obrera y del socialismo a nivel nacional e internacional, más allá de todas las diferencias que tengan con nosotros, que estamos ante un provocador que reconoce ser infiltrado en las organizaciones revolucionarias y que trabaja para el estado burgués. Su método es el de Goebbels o el de su contracara Stalin: “miente, miente, que algo quedará”.
Por supuesto que con este señor no tenemos nada que discutir. Nadie lo podrá ver en ninguna lucha, movilización o construyendo absolutamente nada en el movimiento de masas desde hace años. Como él mismo dice, desde el año 2013 Terracota se dedica a intentar infiltrarse en nuestra organización. Ese año coincide con el allanamiento y persecución a uno de nuestros dirigentes acusado de “asociación ilícita” por su apoyo a las luchas revolucionarias de la clase obrera internacional. Esta causa fue armada por los mismos jueces que hoy asesoran a Terracota.
Estamos frente a un verdadero delator que no tiene nada que ver con nuestra corriente.
La clase obrera y sus organizaciones sabrán sacarse de encima a estos arribistas y provocadores.
Este ataque para nada va a impedir que nuestra página web y la sección “Columnas de opinión” de “El Organizador Obrero Internacional”, vocero de nuestra corriente, sigan abiertas a todo luchador obrero y socialista que quiera expresar sus posiciones que realmente le sirvan a la lucha de la clase obrera.
Es indudable que el señor Terracota no aguantó más ni siquiera ser un espía, “simpatizante” de nuestra organización, por el carácter revolucionario de nuestro programa y por el régimen revolucionario con el que se construye nuestra organización.
Nosotros y las organizaciones obreras desde las que peleamos no permitirán que se hagan pasar a los amigos del proletariado como sus enemigos, y a sus enemigos como aliados, tal como buscan hacer todos los traidores y agentes de los patrones y sus estados en las filas del movimiento obrero.
Toda organización obrera que combate contra el sistema sabe desprenderse de estos elementos, como así también fusionarse con los más avanzado, perspicaz y aguerrido de la clase obrera.
Omán Biyik, Paula Medrano, Luchi Mosconi, Villarruel
Comité Nacional de la LOI-CI / Democracia Obrera
Colectivo por la Refundación de la IV Internacional / FLTI |
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